viernes, 31 de mayo de 2019

Crítica: “Relaciones escandalosas”, de Sylvia Day


Tres novelas cortas eróticas que bueno, psé.
Esencia, 6/2015

DATOS GENERALES

Título original: Bad Boys Ahoy! / Scandalous Liaisons
Subgénero: histórica / erótica
Fecha de publicación original en inglés: 2006
Parte de una serie: The Bad Boys #1

Edición en España
Traductora: Anna Turró Casanovas
Fecha Edición: 6/2015
Editorial: Esencia

Relaciones escandalosas reúne tres de los relatos más premiados y alabados de Sylvia Day.
En «Placeres robados» conoceremos a Sebastian Blake, un conde convertido en infame pirata cuyo tesoro más tentador es su propia esposa.
En «La apuesta de Lucien» disfrutaremos de los encantos de Lucien Remington, un libertino que se saltará todas las reglas de la alta sociedad para obtener lo que más desea: a la intocable Julienne La Coeur.
Y en «Su loca excelencia» entra en juego Hugh La Coeur, quien jamás ha querido asumir sus responsabilidades como conde y quien prefiere disfrutar del vino, las mujeres y las apuestas, has­ta que conoce a la bella Charlotte.
Descarados, atrevidos, seductores, ten­tadores y peligrosos, tres hombres absolutamente irresistibles…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estaría digamos que entre las cinco mil mejores. En la lista de las mil mejores novelas románticas que publicó RomanceNovels.Me la pusieron la n.º 940. En la desaparecida página Romance Readers at Heart logró ser uno de los Top Picks! del año 2006.

CRÍTICA

@patycmarin, en su #RetoÍntimo, propone para mayo este libro con tres novelas cortas.

Entré con mal pie. Estaba cara, intenté comprarla en papel en inglés para que me saliera más barata. El vendedor ni llegó a mandarla. Impresentable.

En el último momento, para cumplir con el reto, adquirí la versión Kindle en inglés. Tenía el (para mí, escandaloso) precio de unos siete euros, algo que no suelo pagar por una autora de la que no he leído nada.


«Placeres robados». Sebastián y Olivia.

Tiene un comienzo descacharrante, de esos que solo puedes ver en Romancelandia.

Eres una guapa y joven hija de un comerciante por el mar de las Antillas, en el barco de papá, y te asaltan unos piratas. ¿Quién va a ser su capitán? Pues no un tipo malencarado al que le falten dientes, no. Será joven y guapo y, además, el aristócrata inglés con el que te has casado por poderes hace poco.

La pasión entre ellos estalla de forma inmediata, y dedican unas cuantas millas náuticas a refocilarse en los placeres de la carne, que para eso esto es una novela romántica erótica.

Es de esos relatos en los que no solo suspendes la incredulidad, es que le haces repetir curso. Si lo consigues, tiene su punto de amenidad.

Como veis, sigue el típico esquema de la damisela y el capitán pirata, con otros malos malotes acechando por ahí afuera para poder ponerla en peligro y que él la rescate.


«La apuesta de Lucien». Lucien y Julienne.

Si en el anterior tocaba el tópico «piratas», aquí tenemos el de la damisela y el infame dueño de un club de caballeros. Sí, como Derek Craven. ¡Ja, más quisiera!

Julienne es una de esas hermanas devotas de las novelas ambientadas en la Regencia que vela por su hermano menor, un vivalavirgen que se funde la pasta en juegos varios. Así que, disfrazada de varón, acude al club del ricachón Lucien a ver si está ahí y lo rescata. Porque los acreedores llaman a su puerta constantemente.

Acabará pasando la noche en el club, porque esto es Romántica y de alguna forma tiene que empezar el roce, ¿no?

Julienne sabe que tiene que casarse por dinero para arreglar las finanzas familiares. Su éxito le proporciona atractivos pretendientes. Pero una vez que ha echado el ojo a los encantos de Lucien, y disfrutado de sus habilidades en la cama, los otros se le han quedado un poco sosainas.

Aceptaría casarse con un noble que la engañara, pero no con Lucien, aunque lo ama. Precisamente porque lo quiere, y sufriría si él le pusiera los cuernos. No sé, es el argumento, más o menos, para que ella se niegue de primeras a casarse con él, hay que rellenar páginas con algo.

«Su loca excelencia». Hugh y Charlotte.

Hugh es el hermano de Julienne, del relato anterior, el tarambana jugador. Han pasado unos años y se ha redimido. En mitad de una tormenta de nieve, acaba teniendo que pedir refugio en un casoplón en mitad del campo.

Allí, se verá atendido por un montón de criados de lo más peculiares. Y también conocerá a Charlotte, por quien surge un deseo intenso e inmediato. Que es correspondido.

Ella, como se verá, no es virgen, ha tenido a sus amantes, y sabe lo mucho que vale un joven correoso, con entusiasmo y aguante que ilumine un poco algunos días en ese rincón remoto de Derbyshire. Los que dure el mal tiempo.

Este relato se da un aire a novela gótica, pero con el planteamiento invertido. En vez de una joven solitaria y virtuosa, aquí el que acaba en una mansión aislada en el campo poblada por extras de El jovencito Frankenstein, es el chico de la película.

Reconozco que es un poco más original que los otros dos relatos. Lo que ocurre es que a estas alturas ya veía que el estilo Day no es lo mío y leía un poco de través. Hasta me saltaba las escenas eróticas porque ni tenían nada especial ni añadían a la historia.


Tengo la impresión de que, en una novela erótica, no basta con que haya mucho sexo explícito en la página con todos sus chorreantes pelos y señales. Para mi gusto personal, tiene que estar metido en alguna historia a la que contribuya de alguna manera. Además, no sé, el que sean algo aventureros, imaginativos, aunque sea con gimnasias irreales, añade interés sexual a la historia. Un coito tras otro, todo lo más con algo de sexo oral, pues qué queréis que os diga, es solo rellenar páginas.

Había momentos,… ráfagas en las que la cosa me parecía muy buena, pero pronto los fuegos artificiales se desvanecían y te dejaban con la oscuridad de un relato anodino, tópico, que se dejaba leer, pero sin nada especial que lo recomiende.

No, no creo que me anime a leer nada más de Sylvia Day de forma inmediata.

En mi opinión, no vale ni de lejos los siete euros que pagué por estas historias.

Esto me ha hecho pensar en los diferentes retos a los que estoy apuntada. Creo que, para el año que viene, me lo replantearé. Los retos que disfruto son esos que están abiertos: proponen un tema, una excusa, o una autora, y tienes que escoger tú el libro que quieres leer. El TBR Challenge es así, los Rita 2 y 3 también.

En cambio, me estoy sintiendo muchas veces incómoda con los que te dicen el libro exacto que tienes que leer ese mes. Se convierte en una especie de deber. A veces no es el que te apetece. O está (lo que yo considero) muy caro.

El único reto de este tipo que me ha gustado es este mío de leerme las cien mejores novelas románticas según la lista All About Romance, quizá porque ahí tengo la calidad garantizada, mientras que en otros no es así.

Ya lo pensaré en diciembre.

Valoración personal: allá tú, 2

Se la recomendaría a: los aficionados a la erótica histórica poco exigentes.

Otras críticas de la novela:

Como siempre que no me gusta una novela, recomiendo que echéis un vistazo a otras opiniones de quienes sí supieron sacarle el jugo a esta historia.

En español, Ángeles en la lectura, además de agradecer a la editorial el libro gratis (de bien nacidos es ser agradecidos), dice que estos tres libertinos le han enamorado y le dan la puntuación máxima que en su blog veo que son… cinco pares de alas. 
En Cazadoras del romance hacen un hilo bastante divertido, básicamente en torno a la idea de que con este libro te ríes por no llorar.
A Pepa, que dejó su comentario en Good Reads, no le gustó nada y le puso una estrella. 

Paso a las reseñas en inglés.
En Beauty and Lace hacen una crítica positiva. 
Bloggers Heart Books le da un 3 sobre 5. 
Y como no he sabido encontrar más opiniones (oye, que igual es que no las hay) dejo enlace a Good Reads 3.91  y  Amazon 4.3.

2 comentarios:

  1. Nunca he leído a Sylvia Day, no me llama la atención. No sé si hago mal pero la pongo en el mismo cajón que 50 sombras (no sé como se llama la autora) y Megan Maxwell, solo he leído está última y la verdad no me gusta. Además en mi país (Costa Rica) hace escasos 4 o 5 años estas tres autoras eran lo único que se conseguía en novela romántica en papel, gracias a Dios los tiempos cambian.

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    1. La verdad es que a mi no me han entrado ganas de leer más de esta autora. Lamento oír que en Costa Rica hubiera una época en la que solo publicaran erótica. Aquí en España también pasamos por ello, y antes ocurrió con la paranormal, que no había forma de encontrar nada que no llevara vampiros o cambiantes.
      Son modas. Las editoriales publican lo que vende,... hasta que deja de vender.
      A mí me gustaría que cuando entrásemos en una librería, encontrásemos un poco de todo: contemporánea, histórica, comedia romántica, suspense, paranormal... porque no todas tenemos los mismos gustos.

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