Pues para ser del 88, no está tan mal
DATOS GENERALES
Título original: Love, come to me
Subgénero: histórica / 1868
Fecha de publicación
original en inglés: 1988
1.ª edición en España
Traductor: Juan Luis Treo Álvarez
Fecha edición: 7/2005
Publicación: Debolsillo
Colección: Biblioteca Lisa Kleypas, 3
SINOPSIS (según la
contraportada)
1870, Massachusetts, Nueva Inglaterra. La élite de Concord está a punto de
admitir a un nuevo miembro: la joven Lucinda
Caldwell, una hermosa muchacha mimada en exceso por su padre. Parece tener
todo muy claro en la vida: se casará con su amor de la infancia, el hombre
predestinado a convertirla en brillante organizadora de encuentros sociales.
Pero no es ese el destino que la espera, sino acabar en los brazos de un
caballero sureño, Heath Rayne, que,
desde que la vio, no ha podido dejar de pensar en ella y de desear que su
noviazgo se rompa. Y ahora que Lucinda es suya, lo único que quiere es
dedicarse a ella por completo. Sin embargo, el pasado de Heath impedirá que las
cosas sean tan fáciles…
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Entraría dentro de las diez mil que pueden merecer la pena. Ganó,
empatada con otras dos novelas, el Premio RT (RT Reviewers Choice) del año 1988
en la categoría de romance histórico estadounidense. Y fue uno de los Top
Picks! del año 2011 para quienes escribían críticas en Romance Readers at
Heart. Ambas páginas, lamentablemente, ya han desaparecido.
CRÍTICA
La segunda novela de Kleypas, aun
siendo irregular, me gustó muchísimo más que la primera. Es de las pocas que yo
había leído más de una vez antes de emprender este repaso. Y mira que es de las que Kleypas más o menos reniega (ya os hablaré de ello cuando hayan pasado las cuatro primeras).
Lucinda Caldwell es la hija de un
tendero en Concord, Massachussetts, años después de terminada la Guerra de
Secesión. En la sinopsis dicen 1870, pero es un año antes, 1869.
Lucinda ama a su prometido, un
insulso abogado llamado Daniel. Él no acaba de fijar una fecha para la boda.
Lucy le quiere, sí, pero… a veces le gustaría que él tuviera las mismas ansias
que ella por casarse.
Un día que ella regresa de casa de
unos familiares, deseando llegar cuanto antes donde su novio, toma un atajo,… y
acaba en las heladas aguas de un río, en pleno invierno de Nueva Inglaterra.
Al rescate de la damisela en peligro acudirá Heath Rayne, un
misterioso sureño que vive solo, viste muy atildado, y parece de vuelta de
todo. La pondrá a salvo, le hará entrar en calor y la devolverá a la casa
paterna, sin que nadie sepa lo ocurrido entre ellos.
A partir de ahí, Lucy no deja de
fijarse en él. Es encantador, muy alto, guapo hasta decir basta, y no parece
tener problemas de dinero. La gente aún recuerda la guerra con rencor, así que
no le tratan demasiado bien. Él lo aguanta todo con una sonrisa de suficiencia,
¿por qué?
Lucy no se resiste a su atractivo y él,
por su parte, tampoco parece capaz de mantener las manos quietas. Acabarán en
una situación comprometida que llevará a que sus conciudadanos desprecien a Lucy.
Ya sabéis que la forma de arreglar esto era casarse con su desconcertante
caballero sureño. Adiós, sueños de juventud con el desaborío Daniel, hola,
ardiente Heath.
A partir de ahí, como podéis
comprender, dos tercios del libro se dedican a ver cómo estos dos, que se han casado un poco
de carambola, se van conociendo, aprenden a satisfacerse en la cama y a
reconocer, finalmente, lo mucho que se aman.
El estilo es un poco más denso que
las novelas Kleypas posteriores, porque se esforzó en reconstruir lo que podía
ser el Norte recién acabada la Guerra de Secesión. Si en el pasado leí y releí esta novela, fue precisamente por eso, por el extraño personaje de
un Sur derrotado que quiere entender lo ocurrido, denunciar en el Norte los
excesos del período de la Reconstrucción, y cómo poder salir adelante en un
país unido.
Siento cierta debilidad por las
personas que pierden guerras. De las derrotas se aprende bastante más que de las
victorias. Es doblemente humillante cuando, encima, estabas por así decirlo en
el bando «equivocado», has visto el sufrimiento y la degradación de primera mano,
por causas que no lo merecían. Ahora que lo pienso, por algo Joseph Roth y
Heinrich Böll son dos de mis autores favoritos.
No siempre estarás de acuerdo con lo
que dice Heath, pero merece la pena reflexionar sobre sus palabras. También en
echarle una ojeada a esos paisanos de Nueva Inglaterra, tan convencidos de su
propia virtud que caen en la crueldad; parece que, de verdad, se creen que fue
una guerra emprendida solo para liberar a los esclavos. A mi modo de ver, una visión demasiado
simplista, pero que sirvió para movilizar los recursos, hacer que la gente se
sintiera moralmente superiores, de manera que fuera muy fácil convencerlos para
ir a matar o morir.
Kleypas adopta, al referirse a estas
buenas gentes, un tono distanciado e irónico:
El propósito de la última serie de reuniones intelectuales que tuvieron lugar en diferentes hogares de Concord fue el charlar acerca de la Reconstrucción con objetividad, sensibilidad y sin ningún tipo de prejuicios. Como todo el mundo podía suponer, dichos encuentros estuvieron lejos de ser objetivos, rara vez mostraron en ellos sensibilidad y siempre predominaban los prejuicios.
Representa a un personaje histórico,
Ralph Waldo Emerson como una persona un poco fanática. Heath se lo reprocha,
diciendo que es fácil decirles a los jóvenes que luchen, cuando uno es
demasiado mayor para agarrar un rifle, y su hijo demasiado joven. Una crítica
que vale tanto para el Sur como para el Norte en la Secesión y, realmente, casi
para cualquier guerra que en el mundo ha sido.
Creo que esa parte es la que me atrajo
de esta novela y me siga pareciendo un poco especial.
Porque en lo que se refiere a los
protagonistas y su relación, sigue los senderos bastante trilladetes del macho
alfa y la niña caprichosa, que concede o deniega sus favores de manera
irracional, poniéndose de morros por chuminadas. Y él, claro, es de los que
empieza a besar, y toquitear y someter sin la menor consideración hacia el
claro «no» que ella dice, porque está convencido de que ella lo desea y acabará
corriéndose de gusto y adorándole solo por lo buen amante que es. O sea, un
poquito bodice ripper de la época.
Mi ejemplar tiene por detrás la
etiqueta de Carrefour, aún con precio en pesetas (1.489) y en euros (8,95). Me
ha sorprendido ver que no la han vuelto a editar más, ni siquiera en digital. Y
luego entré en Amazon y me quedé apabullada. Sólo lo hay de segunda mano, con
precios que van desde 39,99 euros ¡¡hasta los 155,56!!
Increíble. Os lo digo, a ver, aunque
todavía se puede leer con placer, yo no le recomendaría a nadie gastarse ese
dinero. No lo vale. Como mucho, sopesaría lo de los 40 euracos
si tengo la colección Lisa Kleypas y solo me falta este por adquirir. Pero
salvo que seas un coleccionista obsesivo de ese tipo, ni de coña.
Esperad a que lo reediten o intentadlo
en inglés, que el Kindle está a 4,71 €.
Eso sí, me ha hecho pensar que
igual, si vendo mis libros por Amazon, todas esas novelas de todo tipo (romántica,
histórica, ficción literaria, suspense…) que jamás releeré,… igual me sacaba
una pasta.
Valoración personal: bueno, 3
Se la recomendaría a: los fans de la novela histórica de
posguerra.
Otras críticas de la novela:
Soraya firma la crítica que aparece en El rincón de la novela romántica, y admite que no es de lo mejor de Kleypas, que se nota que fue escrita hace
muchos años, pero que la historia es bonita, así que cree que merece ser leída.
En Mil Batallas comenta que la historia es un poco diferente a lo que nos
tiene acostumbrada la autora, tiene alguna carencia, pero en conjunto «me ha
enganchado de principio a fin».
Paso a las reseñas en inglés. En Book Binge, 3.25 sobre 5 stars.
The Hope Chest Reviews lo deja en dos estrellas. Señala varias cosas: que es una lectura pesada, con muchas descripciones, una novela de
personajes más que de argumento, y que le costó terminar de leerla
En el post con mini-reviews que
hizo Candy en Smart Bitches Trashy Books, comentando los primeros libros de
Kleypas, este obtiene una C. Le gustó más el mejor amigo de Heath, porque este era un jerkface, que no tengo muy claro
exactamente cómo traducirlo, pero para mí que no le está llamando bonito.
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