Chico pobre, niña rica
Título
original: November of the heart
1.ª ed.:
Putnam, febrero de 1993
Subgénero:
histórica
1.ª ed. En
España
Traductora:
María Aza
Fecha: 11/1997
Publicación:
Club Círculo de Lectores
En una
sociedad aún inmersa en los principios victorianos, la familia Barnett no se
diferencia de las demás familias de posición acomodada que procuran educar a
sus hijos en esos mismos esquemas rígidos. Un padre autoritario, magnate de la
industria maderera, y una madre que se limita a cumplir su papel de mujer
sometida, intentarán imponer su voluntad y casar a su hija Lorna con un hombre acaudalado a quien la joven no ama. La
navegación, el deporte preferido del señor Barnett, permitirá a Jens Harken, un joven de extracción
baja, relacionarse laboralmente con la familia y conocer a Lorna. La pasión que
nace entre ambos deberá enfrentarse a diversos avatares y los dos jóvenes
tendrán que luchar por defender un amor que ya ha dado su fruto.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estuvo en mi
primera lista de Las mil mejores novelas románticas, la que publiqué en 2017,
en el puesto 909; ahora ha bajado hasta el 1665, se ve que no ha ido encontrado
nuevos lectores en este tiempo.
En el Top 1000
que encontré en Book Binge estuvo la 526. Ha gustado bastante en España, de
manera que en una lista que tenían en la desaparecida Autoras en la sombra, en
2012, la tenían el n.º 21. Y tengo apuntado que cuando hicieron una
encuesta entre los lectores de The Romance Reader en los años noventa, apareció
como la novela favorita de un lector.
CRÍTICA
Esta novela se
ambiente en Minesota, a finales del siglo XIX, en torno a St. Paul y el lago
White Bear, lugar de veraneo de los ricos, que tenían en las regatas en ese
lago interior como una de sus distracciones favoritas.
Porque no es
broma, tiene más lagos que Finlandia. En serio, si esta última es «la tierra de
los mil lagos», Minesota es «la de los diez mil». En este del «Oso blanco» se celebra
una regata trianual entre el club de yates de allí y los de Minnetonka. Debe
tener un fondo histórico, porque en Wikicommons he encontrado esta foto de una
regata de 1893:
Regata en el lago White Bear, procedente de la British Library |
Uno de los
millonarios, está muy decepcionado porque han perdido la regata de ese año. Sin
embargo, un osado ayudante de cocina le dice que él sabe cómo ganar. Por
supuesto, no le creen.
Es Jens
Harken, un inmigrante noruego que sabe construir barcos, de hecho su sueño es
crear un astillero propio. Y sí, tiene ideas sobre cómo diseñar un barco que
sea mucho más veloz. Solo necesita que uno de estos millonarios crea en él y le
proporcione los medios para construirlo.
Lorna, la hija
mayor de esta familia, es una apasionada de la navegación. Aparte de ello, es
una mujer joven dieciochoañera dada a ciertas moderneces propias de la época.
No es solo que le guste el ejercicio físico como el remo o el tenis, cosas
consideradas poco femeninas, es que además ha pasado del corsé y los peinados
elaborados. Procura vestir con mayor sencillez y comodidad.
Cuando estos
jóvenes se ponen la vista encima, no pueden evitar sentirse atraídos,
interesados el uno por el otro. Pero lógicamente son muchas cosas las que los
separan. Él es un criado en casa de los padres de ella.
Lo bueno de
las novelas de LaVyrle Spencer es que este punto de a sensualidad y el erotismo
suena mucho más realista que otras románticas. ¿Eso que le reprocho yo tanto a
muchas novelas, de virginales muchachas que jamás han tenido un pensamiento
erótico en la vida y de repente viene el tío de la vara (mágica) y a los dos
días ya están dándole al sexo oral sin pestañear…? Eso no lo verás en una
novela de Spencer.
.No, ella
reconoce que nuestras antepasadas tenían su natural curiosidad, se les
inflamaban las entretelas como a cualquiera, y se entusiasmaban al más mínimo
roce, pero tenían una ignorancia total. Los consejos de madres o tías eran de
lo más misteriosos, sin que ellas supieran a qué se referían exactamente. Luego
lo descubrían por sí mismas y gracias al maromo de turno, si es que tenían
suerte. Pero es él quien tiene que explicarles lo que es cada cosa, por eso de
que ellas están tan in albis. Y luego
que tienen sus dudas, y la moralidad de la época las puede hacer sentirse
culpables, o dudar de todo, y aquel beso y aquel roce que era tan romántico y
bonito, verlo a una luz menos favorable si su parentela le comía el coco.
Aquí la parte
erótica está muy bien llevada, y la romántica también. Me recordó un poco a Promesas, aunque con un tópico muy
diferente. Allí era un enemigos a amantes, mientras que aquí su amor mutuo
queda bastante claro, se gustan, se llevan bien y lo que les separa es, ya se
sabe, chica rica, chico pobre
Al principio me resultó un poco lenta. Creo
que me ha pasado lo mismo con todas las que leo de esta autora, y me parece que
ya sé por qué. Spencer emplea su buen tiempo para introducirte en otro mundo,
en eso que yo llamo el paisaje y el paisanaje
de aquella época. Conocer no solo a los protagonistas, sino también a la gente
que los rodea, cómo son sus padres, sus hermanos, amigos,… Qué ideología
tenían, cómo eran las expectativas sociales,…
Te reconstruye
toda una sociedad, aunque sea el pequeñito círculo de veraneantes en una
localidad del Medio Oeste. Es fácil imaginarlos como protagonistas de cuentos
de Chéjov o novelas de Henry James, con sus sombreros de paja y sus vestidos
veraniegos de lino.
Con su parte
«arriba, abajo» (o el equivalente más reciente, «Downtown Abbey»), la vida de
los que tienen frente a los que no. Eso tan difícil que es captar la
mentalidad. Aquí se guardan las distancias, el respeto, el trato muy cortés
pero como si vivieran en planetas diferentes.
De nuevo, tuve
la sensación de que perfectamente pudo haber gente así. Y como, de nuevo, Spencer
ha optado por el pasado de su propia tierra, esa que conoce tan bien, todo está
descrito de manera muy creíble.
Luego ya
entras en vereda atrapada en las idas y venidas de estos dos que no pueden
estar juntos, por las convenciones sociales, pero que acabarán sucumbiendo a la
tentación, y ya no puedes dejar de leer, a ver qué pasa luego, cómo conseguirán
estas dos personas su final feliz.
Pues
sufriendo, claro, que es una de LaVyrle Spencer. No quiere decir que sea un
dramón, porque hay sus momentos de victoria, de satisfacciones personales, pero
otros en que los planes no salen como uno quiere y la vida les da un enérgico
golpe en el hociquillo, para que aprendan.
Ya sé que me
repito, pero esta es otra de esas novelas históricas muy bien contadas, personajes
creíbles y una intensa (y algo atormentada) historia de amor.
Si es tan
fabulosa, ¿por qué no le doy lo máximo? Pues porque no sentí ese algo especial
que yo llamo dejar resacosa e incapacitada para leer inmediatamente ningún
otro.
En cualquier
caso, es una novela de las muy buenas, totalmente recomendable para quien
quiera acudir mentalmente a otro tiempo y lugar, y dejarse llevar por una
historia de amor muy intensa, siempre que tengas paciencia para dejar que vaya
calando en ti.
Valoración: notable, 4 estrellas.
Otras críticas de la novela
Mariam, que
firma la crítica que aparece en El rincón de la novela romántica, dice que es
de esas novelas que te marcan, «inolvidable».
Entre la lectura y el cine la puntúa 8 sobre
10 (también se le hicieron cuesta arriba las primeras cien páginas).
En Mil Batallas le echa flores como apasionante
y preciosa.
Paso al
inglés, aunque no os creáis que es fácil encontrar críticas de novelas tan
antiguas. En el blog de Aunt Rowena le dan 4 estrellas.
Resumen y
análisis detallado en All Reader.com,
Y enlazo con
dos reseñas cortitas, que deben ser de reediciones: la de Publishers Weekly y Kirkus Reviews, que la considera una de las mejores de
la autora.
Hola. Está novela me gusta mucho pero todo lo de Lavyrle Spencer me gusta mucho. No recuerdo que se me hiciera lenta pero si me hizo sufrir mucho.
ResponderEliminarMe llama la atención tu argumento para no darle un 5 (yo también le doy un 4 pero por otros motivos) porque yo soy de las personas que termina una novela y de una empiezo otra, si me encantó y amerita un 5 es porque sigo pensando en ella y recreando situaciones en mi cabeza aún cuando ya inicie otra.
Gracias por la reseña.
No, gracias a ti por comentar. El que un libro sea lo máximo se debe a ese algo especial que realmente no sé muy bien definir.
EliminarDescubrí a L.Spencer este mes con el reto rita 3 y me ha quedado gustando su forma de contar historias. Me gustan las temáticas románticas con su buen toque angst, así que en cuanto pueda volveré a leer a esta escritora y después de leer tu reseña apunto este segundo título (tengo a Maravilla anotada también)
ResponderEliminarEs lo bueno de los retos, al menos para mí, aparte de quitarme libros pendientes, a veces descubro a autoras nuevas, y eso me encanta.
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