lunes, 17 de junio de 2019

Reto Rita 3: LaVyrle Spencer (3) Otoño en el corazón


Chico pobre, niña rica

Título original: November of the heart
1.ª ed.: Putnam, febrero de 1993
Subgénero: histórica

1.ª ed. En España
Traductora: María Aza
Fecha: 11/1997
Publicación: Club Círculo de Lectores

En una sociedad aún inmersa en los principios victorianos, la familia Barnett no se diferencia de las demás familias de posición acomodada que procuran educar a sus hijos en esos mismos esquemas rígidos. Un padre autoritario, magnate de la industria maderera, y una madre que se limita a cumplir su papel de mujer sometida, intentarán imponer su voluntad y casar a su hija Lorna con un hombre acaudalado a quien la joven no ama. La navegación, el deporte preferido del señor Barnett, permitirá a Jens Harken, un joven de extracción baja, relacionarse laboralmente con la familia y conocer a Lorna. La pasión que nace entre ambos deberá enfrentarse a diversos avatares y los dos jóvenes tendrán que luchar por defender un amor que ya ha dado su fruto.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estuvo en mi primera lista de Las mil mejores novelas románticas, la que publiqué en 2017, en el puesto 909; ahora ha bajado hasta el 1665, se ve que no ha ido encontrado nuevos lectores en este tiempo.
En el Top 1000 que encontré en Book Binge estuvo la 526. Ha gustado bastante en España, de manera que en una lista que tenían en la desaparecida Autoras en la sombra, en 2012, la tenían el n.º 21. Y tengo apuntado que cuando hicieron una encuesta entre los lectores de The Romance Reader en los años noventa, apareció como la novela favorita de un lector.

CRÍTICA
Esta novela se ambiente en Minesota, a finales del siglo XIX, en torno a St. Paul y el lago White Bear, lugar de veraneo de los ricos, que tenían en las regatas en ese lago interior como una de sus distracciones favoritas.
Porque no es broma, tiene más lagos que Finlandia. En serio, si esta última es «la tierra de los mil lagos», Minesota es «la de los diez mil». En este del «Oso blanco» se celebra una regata trianual entre el club de yates de allí y los de Minnetonka. Debe tener un fondo histórico, porque en Wikicommons he encontrado esta foto de una regata de 1893:
Regata en el lago White Bear, procedente de la British Library

Uno de los millonarios, está muy decepcionado porque han perdido la regata de ese año. Sin embargo, un osado ayudante de cocina le dice que él sabe cómo ganar. Por supuesto, no le creen.
Es Jens Harken, un inmigrante noruego que sabe construir barcos, de hecho su sueño es crear un astillero propio. Y sí, tiene ideas sobre cómo diseñar un barco que sea mucho más veloz. Solo necesita que uno de estos millonarios crea en él y le proporcione los medios para construirlo.
Lorna, la hija mayor de esta familia, es una apasionada de la navegación. Aparte de ello, es una mujer joven dieciochoañera dada a ciertas moderneces propias de la época. No es solo que le guste el ejercicio físico como el remo o el tenis, cosas consideradas poco femeninas, es que además ha pasado del corsé y los peinados elaborados. Procura vestir con mayor sencillez y comodidad.
Cuando estos jóvenes se ponen la vista encima, no pueden evitar sentirse atraídos, interesados el uno por el otro. Pero lógicamente son muchas cosas las que los separan. Él es un criado en casa de los padres de ella.
Lo bueno de las novelas de LaVyrle Spencer es que este punto de a sensualidad y el erotismo suena mucho más realista que otras románticas. ¿Eso que le reprocho yo tanto a muchas novelas, de virginales muchachas que jamás han tenido un pensamiento erótico en la vida y de repente viene el tío de la vara (mágica) y a los dos días ya están dándole al sexo oral sin pestañear…? Eso no lo verás en una novela de Spencer.
.No, ella reconoce que nuestras antepasadas tenían su natural curiosidad, se les inflamaban las entretelas como a cualquiera, y se entusiasmaban al más mínimo roce, pero tenían una ignorancia total. Los consejos de madres o tías eran de lo más misteriosos, sin que ellas supieran a qué se referían exactamente. Luego lo descubrían por sí mismas y gracias al maromo de turno, si es que tenían suerte. Pero es él quien tiene que explicarles lo que es cada cosa, por eso de que ellas están tan in albis. Y luego que tienen sus dudas, y la moralidad de la época las puede hacer sentirse culpables, o dudar de todo, y aquel beso y aquel roce que era tan romántico y bonito, verlo a una luz menos favorable si su parentela le comía el coco.
Aquí la parte erótica está muy bien llevada, y la romántica también. Me recordó un poco a Promesas, aunque con un tópico muy diferente. Allí era un enemigos a amantes, mientras que aquí su amor mutuo queda bastante claro, se gustan, se llevan bien y lo que les separa es, ya se sabe, chica rica, chico pobre
 Al principio me resultó un poco lenta. Creo que me ha pasado lo mismo con todas las que leo de esta autora, y me parece que ya sé por qué. Spencer emplea su buen tiempo para introducirte en otro mundo, en eso que yo llamo el paisaje y el paisanaje de aquella época. Conocer no solo a los protagonistas, sino también a la gente que los rodea, cómo son sus padres, sus hermanos, amigos,… Qué ideología tenían, cómo eran las expectativas sociales,…
Te reconstruye toda una sociedad, aunque sea el pequeñito círculo de veraneantes en una localidad del Medio Oeste. Es fácil imaginarlos como protagonistas de cuentos de Chéjov o novelas de Henry James, con sus sombreros de paja y sus vestidos veraniegos de lino.
Con su parte «arriba, abajo» (o el equivalente más reciente, «Downtown Abbey»), la vida de los que tienen frente a los que no. Eso tan difícil que es captar la mentalidad. Aquí se guardan las distancias, el respeto, el trato muy cortés pero como si vivieran en planetas diferentes.
De nuevo, tuve la sensación de que perfectamente pudo haber gente así. Y como, de nuevo, Spencer ha optado por el pasado de su propia tierra, esa que conoce tan bien, todo está descrito de manera muy creíble.
Luego ya entras en vereda atrapada en las idas y venidas de estos dos que no pueden estar juntos, por las convenciones sociales, pero que acabarán sucumbiendo a la tentación, y ya no puedes dejar de leer, a ver qué pasa luego, cómo conseguirán estas dos personas su final feliz.
Pues sufriendo, claro, que es una de LaVyrle Spencer. No quiere decir que sea un dramón, porque hay sus momentos de victoria, de satisfacciones personales, pero otros en que los planes no salen como uno quiere y la vida les da un enérgico golpe en el hociquillo, para que aprendan.
Ya sé que me repito, pero esta es otra de esas novelas históricas muy bien contadas, personajes creíbles y una intensa (y algo atormentada) historia de amor.
Si es tan fabulosa, ¿por qué no le doy lo máximo? Pues porque no sentí ese algo especial que yo llamo dejar resacosa e incapacitada para leer inmediatamente ningún otro.
En cualquier caso, es una novela de las muy buenas, totalmente recomendable para quien quiera acudir mentalmente a otro tiempo y lugar, y dejarse llevar por una historia de amor muy intensa, siempre que tengas paciencia para dejar que vaya calando en ti.
Valoración: notable, 4 estrellas.
 
Jove, 2/1993
Otras críticas de la novela
Mariam, que firma la crítica que aparece en El rincón de la novela romántica, dice que es de esas novelas que te marcan, «inolvidable». 
Entre la lectura y el cine la puntúa 8 sobre 10 (también se le hicieron cuesta arriba las primeras cien páginas). 
En Mil Batallas le echa flores como apasionante y preciosa
Paso al inglés, aunque no os creáis que es fácil encontrar críticas de novelas tan antiguas. En el blog de Aunt Rowena le dan 4 estrellas. 
Resumen y análisis detallado en All Reader.com, 
Y enlazo con dos reseñas cortitas, que deben ser de reediciones: la de Publishers Weekly y Kirkus Reviews, que la considera una de las mejores de la autora.

4 comentarios:

  1. Hola. Está novela me gusta mucho pero todo lo de Lavyrle Spencer me gusta mucho. No recuerdo que se me hiciera lenta pero si me hizo sufrir mucho.
    Me llama la atención tu argumento para no darle un 5 (yo también le doy un 4 pero por otros motivos) porque yo soy de las personas que termina una novela y de una empiezo otra, si me encantó y amerita un 5 es porque sigo pensando en ella y recreando situaciones en mi cabeza aún cuando ya inicie otra.
    Gracias por la reseña.

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    1. No, gracias a ti por comentar. El que un libro sea lo máximo se debe a ese algo especial que realmente no sé muy bien definir.

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  2. Descubrí a L.Spencer este mes con el reto rita 3 y me ha quedado gustando su forma de contar historias. Me gustan las temáticas románticas con su buen toque angst, así que en cuanto pueda volveré a leer a esta escritora y después de leer tu reseña apunto este segundo título (tengo a Maravilla anotada también)

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    1. Es lo bueno de los retos, al menos para mí, aparte de quitarme libros pendientes, a veces descubro a autoras nuevas, y eso me encanta.

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