miércoles, 5 de junio de 2019

Crítica: “The wedding date”, de Jasmine Guillory


Empieza fuerte y se va deshaciendo como la nieve con el viento sur
Berkley, 2/2018


DATOS GENERALES

Título original: The Wedding Date
Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: febrero 2018

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Un padrino de boda y su invitada del último momento van a descubrir si una cita fingida puede llegar lejos en esta primera novela divertida y coqueta.
Al aceptar acudir a una boda con un tipo con el que se ha quedado atrapada en el ascensor es algo que normalmente Alexa Monroe no haría. Pero hay algo en Drew Nichols que es difícil de resistir.
En la víspera de las festividades de boda de su ex, Drew está sin pareja. Hasta que un problema de electricidad lo encierra con la candidata perfecta para hacer de novia falsa…
Después de que Alexa y Drew se diviertan más de lo que pensaban, Drew tiene que volar de vuelta a Los Ángeles y su trabajo como cirujano pediátrico, y Alexa se dirige a su casa, en Berkeley, donde es la jefa de gabinete del alcalde. Una pena que no pueden dejar de pensar el uno en el otro…
Son solo dos profesionales con carreras exigentes camino a una colisión épica en el desastre de las citas a larga distancia, o cerrando la brecha entre lo que creen que necesitan y lo que realmente quieren...

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí, entró en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, en el año 2019, puesto 979. Recibió alguna buena crítica cuando se publicó (por ejemplo, en Dear Author y fue un Guilty Pleasures Purest Delight), pero sobre todo la han aupado a ese sitio el favor de blogueros (la escogieron entre lo mejor del año ML Lenker –ew.com– y Kristen –AAR–), y lectores (estuvo en segunda ronda para elegir el Top 100 de AAR 2018 y fue finalista en el premio #readRchat).

CRÍTICA

Me fijé en este libro al ver que al final de 2018 la gente se acordaba de él entre lo mejor del año. Aunque The Proposal, la otra novela que Guillory publicó en 2018, tiene mejor puntuación en mi base de datos, estaba a un precio demasiado alto para que yo lo gastara en una autora que no sabía si me iba a gustar.

El arranque es realmente atractivo. Dos desconocidos se quedan atrapados en un ascensor de un hotel: Alexa, que va a celebrar fiestuqui con su hermana, y Drew, que está en San Francisco para asistir a una boda.

Pegan la hebra y Drew acabará proponiéndole que sea su cita para una situación tan incómoda como es la boda de una de sus ex (tiene unas cuantas, este chico es de relaciones más bien cortas) con uno de sus mejores amigos.

Ese fin de semana intimarán, en ambos sentidos, tanto en sentido físico como psíquico. O sea, combinan darse el tute con pasear por San Francisco.

Como parece que han conectado, el lío de un día se alarga un fin de semana,… y otro más,… Pese a todo, ambos asumen que esto es algo corto, que durará lo que dure,…

Drew trabaja de cirujano pediátrico en Los Ángeles y Alexa como ayudante del alcalde en Berkeley. No lo digo por sus trabajos, que están ahí simplemente para rellenar escenas y que los protagonistas tengan algo de qué hablar.

No, lo menciono por el tema geográfico. Ambas localidades distan, en línea recta, 558 kilómetros. Para que os hagáis una idea quienes vivís en España, es lo que hay entre Lérida y Ávila. Una relación a distancia es siempre difícil, y más entre dos personas que se acaban de conocer,…

De eso va la novela, de dos personas que se encuentran una y otra vez, sin la menor fe en lo suyo, asumiendo que esto tiene fecha de caducidad, pero sin decidirse ninguno a cortar.

No me acabé de tomar del todo en serio a los personajes. A veces sonaban demasiado juveniles, para ser personas con responsabilidades. Hablan con sus colegas de su lío amoroso como si estuvieran aún en el instituto.

Alexa pasa demasiado tiempo haciéndose de menos, todo eso de que él está muy por encima de ella me incomodaba un montón, sobre todo porque no lo entendía a cuento de qué estaba todo el rato menospreciándose.

Y Drew invierte demasiado en calcular a ver hasta dónde puede llevar la relación antes de cortar, para que Alexa no se enamore y sufra por sus huesos, y poder quedar como amigos.

La parte romántica me pareció muy bien desarrollada, describiendo cómo estas personas —que no dan un duro por su relación—, acabarán cogiéndose cariño.

La sexual es un poco más difícil de entender. Para ser una novela en la que proliferan los momentos sexis, la autora los escribe un poco interruptus. A ver si me explico: describe la escena con pelos y señales pero solo hasta cierto punto, por ejemplo cuando él se pone un condón y luego, fundido en negro y pasa a «Después, él estuvo pensando…». Me resultó raro: o escribes escenas de sexo o no, pero no hagas esta cosa tan a medias.

Esta debe ser otra de esas novelas con el tópico BWWM que he descubierto con Talia Hibbert, solo que las novelas de la británica me gustan muchísimo más. Supongo que en cierto sentido porque se acerca más a una sensibilidad europea sobre las diferencias entre grupos humanos, que son más de clase, o de cultura, que del color de la piel. Biológicamente, solo hay una raza, la humana; el resto es un constructo social al servicio del racismo, y todo eso…

Pero la principal diferencia es que Hibbert consigue construir novelas auténticas de personajes que suenan reales como la vida misma y esto en cambio, es un cuento de hadas adolescente, como si la autora fantaseara sobre cosas que desconoce.

Cuando hablan del tema racial es como si lo forzase la autora, como que quiere decir eso y obliga a los personajes a soltar cosas que no vienen muy a cuento. Como si usara a estos muñecos como un ventrílocuo. Verbigracia, cuando Alexa le pregunta a Drew si va a haber más gente de color en la boda, y él se queda un poco perplejo; o le espeta que, como él es blanco, nació con el beneficio de la duda que nunca conceden a niños negros. O cuando Carlos, amigo de Drew, comenta que es difícil ser amigo de un blanco.

No me entendáis mal: son comentarios que suenan muy reales. Por eso, precisamente, cuando se los oyes a los personajes te das cuenta de que el resto del tiempo son de cartón piedra.

Otra cosa que me desagradó de la novela es que se pasan todo el rato bebiendo demasiado alcohol y comiendo comida basura. De verdad, cada vez que la protagonista se tomaba un donut me subía el colesterol.

(Aparte de que la veía como «accidente cerebrovascular andante»).

Mi experiencia con esta novela fue empezar totalmente interesada en la misma para ir desinflándose poco a poco, con las comeduras de tarro de los protagonistas. Quizá sea porque prefiero que las cosas sean más sutiles, y no me lo den todo mascadito. Aquí te documentan minuciosamente, negro sobre blanco, cada sentimiento, o pensamiento o emoción de los protagonistas.

Con todas sus irregularidades, creo que merece la pena leer una primera novela tan lograda. Con el tiempo supongo que lea The proposal, si está a un precio razonable, pero no creo que le vaya a dar más oportunidades a la autora.

Valoración personal: irregular pero en conjunto la salvaría, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de las contemporáneas agradables.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español. Así que paso directamente al inglés.

Kitty, en Guilty Pleasures, le puso 5 estrellas.

En inglés, tenemos dos en Dear author, una de Janine, que la califica con B+/A- y otra de Jayne, para quien esta novela se queda en una B-. 

En Smart Bitches Trashy Books le dan una B

Menos entusiasta es la crítica de All About Romance, una C, que señala varios temas problemáticos, entre ellos las chirriantes escenas sexuales.

Rhapsody in Books la puntúa 3.5 sobre 5. 

2 comentarios:

  1. Pues mira que he visto hablar de sus dos novelas por todos lados pero, no sé por qué, no me acaban de atraer. Si algún día las pillo baratas, tal vez me anime pero lo que has comentado no me motiva mucho, la verdad.
    Estupenda reseña, Bona!
    Besotes!

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    Respuestas
    1. A mí me pasó lo mismo, que la veía por todas partes mencionada como el no va más y decidí probar con esta. Es de esas novelas que puedes leer y te quedas «bueno, vale», pero si no la lees, tampoco te pierdes la novela de tu vida.

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