lunes, 7 de diciembre de 2020

Esos harlequines viejunos (3) Georgia Bockoven: “Flores salvajes”

 



 

Georgia Bockoven: Flores salvajes (A gift of wild flowers)

Original: 5/1985; Harlequin Temptation-57, Mills & Boon Temptation-29

España: Super Julia 21 (1989)

 

Los protagonistas de la historia son Brian Robertson, ex ejecutivo de banca, y Kelly Stewart, fotógrafa.

Después de triunfar en su profesión y tener todo lo que uno puede desear, Robertson descubre que ya no sabe ni quién es, ni le gusta la persona en la que se ha convertido.

Por eso renuncia a esa vida y emprende una búsqueda de sí mismo en una marcha de varios días por las montañas de Sierra Nevada (California) empezando por el paso de Kearsarge. O sea, cambia el pulido afeitado y los trajes a rayas por las botas de montaña y la barba rubia.


Aquí, Onion Valley desde el sendero del paso de Kearsarge, fotografiado en 2019 por Pimlico27 [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons

 Como Brian es noticia, lo entrevistan, y para ilustrar la interview, se necesitan fotos. La fotógrafa será Kelly Stewart.

Kelly, novata total en esto del montañismo, acaba vestida y equipada de aquella manera, lo que yo llamo «en plan Coronel Tapioca». Juntos, emprenderán la marcha en mitad de un paisaje espectacular entre montañas. 

Andar entre picos nevados, heladores arroyos y prados floridos une mucho.

Se conocen y acaban cayéndose bastante bien. De hecho, Brian termina absolutamente colado por Kelly. Pero ella se teme que lo de la montaña haya sido una especie de limbo, nada real. Cuando se separen y vuelvan a sus vidas, tendrán que encontrar la manera de estar juntos.

¿Qué es lo que me atrae de esta novela genérica? 

Pues siendo como yo soy, ya sabéis, en cuanto me ponen un par de montañas, ya me tiene ganada.

Así que lo primero que hace esta novela especial, para mi, es el realismo tanto al tratar una marcha por la montaña como la fotografía.

En segundo lugar, que el conflicto aquí es real: ella está en el camino de ida hacia el éxito profesional, y él está de vuelta. Kelly insiste en quedarse en Phoenix (Arizona) y él tiene que decidir qué hacer con su futuro. 

Brian tiene muy claro el amor que siente por ella, y lo verbaliza sin ambigüedades, mientras que ella no sabe muy bien lo que siente, pero sí está segura de que su vida profesional tiene importancia, y que no lo va a sacrificar simplemente porque él le diga «ven».

Y, finalmente, los diálogos rezuman cierto humor, suavecito, a veces irónico. Me encanta un momento en que ella tiene un problema, todo la supera y acaba llorando de la frustración. Cuando se recupera, se siente fatal y dice:

Siento como si hubiera traicionado a todo el movimiento de liberación femenina.

A lo que él responde, intentando tranquilizarla:

—No me había dado cuenta de que fueras portavoz.

Y ella replica: Cada mujer lo es… en todo momento… en todo lo que hace.

–Eso es un gran peso. No me extraña que tus pies se negaran a seguir soportándolo.

No estoy segura de que sea, a día de hoy, un mensaje del todo políticamente correcto. Pero es consolador pensar que no tienes por qué ser fuerte siempre, no tienes por qué tragarte las lágrimas cuando llega un momento en el que, simplemente, no puedes soportarlo.

De este libro siempre recordaré ese andar de los protagonistas por la sierra, reducidos a ellos mismos.

Echar a andar por un sendero, entre árboles, junto a los ríos, remontar a un collado y llegar a la cumbre, donde solo oyes el viento, los árboles y los cencerros de las vacas, es una experiencia vital esclarecedora.

La soledad del caminante que se mide solo frente al paisaje.

Que no tiene más que su cuerpo para seguir adelante y habitar en su cabeza.

Elimina la hojarasca diaria que nos confunde, todo ese ruido que ocupa nuestros días.

Para mi, merece la pena, simplemente, echar a andar. Aunque sean solo unos pasos, y jamás llegues a trepar o escalar picos. En tu cabeza, estás solo, aunque lleves compañeros de cordada. 

Es el tipo de experiencia que a la protagonista del libro le sirve plantearse qué quieres realmente de la vida.

El ejercicio físico moderado al aire no sólo te limpia las arterias y los pulmones sino, sobre todo, la cabeza.

Escucharte a ti mismo para averiguar qué es lo que verdaderamente te importa, te hace feliz, qué clase de vida quieres vivir, dentro de las opciones que tienes. Es algo que, en un formato sencillo, te cuentan aquí.

Creo que eso es lo que hizo esta novela especial, para mi. De una manera muy sencilla te cuentan cómo, con solo pasar unos días en plena naturaleza, puedes aclararte las ideas, y mejor si es con un maromo fortachón al lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario