Bien escrita,
entretenida, pero sin nada especial
DATOS GENERALES
Título original: In bed with the
devil
Subgénero: histórica
Fecha de publicación
original en inglés: junio de 2008
Parte de una serie:
Scoundrels of St. James #1
Páginas: 384
En España
Los huérfanos de Saint
James. En la cama con el diablo
Traducción: Laura Fernández
Edición: 1/2012, Editorial Planeta, S.A.
Páginas: 352
Colección: Novela romántica, 41
SINOPSIS (según La casa del libro)
Conocido como el conde Diablo, Lucian
Langdon es un sinvergüenza con fama de asesino que creció en las violentas
calles de Londres y que desea el respeto de la sociedad y, ante todo, una
esposa.
Pero la mujer que ha elegido nunca será aceptada por la aristocracia. Lady Catherine Mabry, una auténtica dama, está dispuesta a negociar para ayudarlo a conseguir su propósito, pero lo que le pide a cambio pondrá en jaque sus vidas...
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi lista de Las mil mejores novelas en el año 2017, en el puesto 300. Ha tenido críticas óptimas en la blogosfera romántica en inglés: un Top Pick de 2008 en Romance Readers at Heart e igualmente Top Pick! en Romantic Times, 5 rosas en Addicted to romance, 5 estrellas en Curled up, una A en The Good, the Bad and the Unread, así como 5 corazones en I Heart Romance. También en España ha gustado, de ahí los 5 Gandys en A la cama con… un libro o un 7 en Sin libros no soy nada. Tiene un tópico atractivo, amnesia, y fue finalista en los premios RITA. Un año difícil, por cierto, con mucha competencia, pues estaban también entre las finalistas The Spymaster's Lady de Joanna Bourne, Private arrangements de Sherry Thomas, Duchess By Night de Eloisa James, Seduce me at sunrise de Lisa Kleypas y To Seduce A Sinner, de Elizabeth Hoyt. Y, ¿quién ganó? Yo os lo cuento: The edge of impropierty, de Pam Rosenthal, libro y autora de los que no tengo el gusto.
CRÍTICA
Lady Catherine Mabry es una mujer bastante independiente para lo que eran las mujeres de buena familia en la Inglaterra del siglo XIX. Para poner fin al sufrimiento de una amiga, víctima de violencia de género, se le ocurre una idea que la verdad, francamente, no es muy buena.
Dentro de su círculo de conocidos
solamente hay alguien que encaja en su idea de persona adecuada para llevar a cabo
la misión brutal que ella tiene pensada. Se trata de Lucian Langdon, otro aristócrata
que de muy mala fama y no bien recibido en los salones.
En realidad, este hombre tiene mala
fama porque de niño fue criado como un pilluelo de las calles. Llegó un momento
en el que es identificado como el heredero de una casa noble y su supuesto
abuelo ese lo lleva vivir consigo. Así consigue una buena educación, una
posición en la vida.
Lucian no se olvida de sus compañeros y gracias a él
esa pandilla de niños delincuentes y de mala vida lograron más o menos
conseguir posiciones o una forma de ganarse la vida mejor que la de las calles.
Entre esas personas que se benefician del ascenso social de Lucian está una muchacha a la que quiere y que desea convertir en su esposa. Pero, debido a la vida que han llevado, le faltan a su novia ciertas capacidades sociales.
Por eso, Lucian acaba llegando a un
acuerdo con Catherine: el hará lo que ya le pide y ella le echará una mano a la
mujer con la que quiere casarse.
Esto obliga a Lucian y Catherine a estar en contacto, lo que les sirve para darse cuenta de lo mucho que a cada uno les gusta el otro. Entre ellos habrá pasión, respeto progresivo, enamoramiento… lo cual les deja un poco desconcertados.
Como a Catherine le gusta Lucian, y sabe que él quiere
casarse con otra, prefiere no entrometerse y aceptar la segunda mejor opción: acostarse
con él.
Iniciarán un idilio apasionado. A Lucian le cuesta un poquito más darse
cuenta de que en realidad de quién está enamorado es de Catherine y no de esta
otra muchacha a la que sin embargo quiere por esa vida que compartieron juntos.
Mientras que el desarrollo de la parte
romántica está muy lograda, me parece a mi que la sexual, aunque explícita, simplemente
cumple.
Tenía esta novela de Lorraine Heath
en la lista del tópico amnesia. No es que domine toda la trama, sino que es
secundario. Lucian no tiene memoria de lo ocurrido antes de cierto punto
de su vida. Yo diría que el tema está bien tratado, transmitiendo la
incertidumbre de no saber quién es uno realmente.
Aparte de eso, está muy bien llevada
la parte del enamoramiento, lo he dicho. Me gustan los personajes, que son de
esos que yo llamo adultos, la
historia evoluciona sin necesidad de tontos malentendido.
En conjunto, la novela está bien.
Lo que me pasa con Lorraine Heath es un poco lo mismo que con Eloisa James o Sarah MacLean, autoras que gustan a la gente mucho más de lo que me gustan a mí.
Son novelas bien escritas, de personajes interesantes, con tramas muy bien llevadas, pero, al final, para mi gusto personal no tienen nada de especial. Si la gente pone cinco estrellas a esta historia, diría que sí, que vale, que puede ser así de buena.
Sin embargo, a estas alturas, ya no me conformo con cualquier cosa. No doy lo máximo simplemente porque la novela esté «bien».
Si una novela me gusta ya le doy entre 3 y 5 estrellas. La de cuatro estrellas es aquella que, además de gustarme, tiene algo especial. Y la de cinco estrellas es la que me deja resacosa, incapacitada para seguir leyendo romántica en los siguientes días, son esas historias que espero que mágicamente aparezca más páginas porque me he quedado colgada de la historia.
Y a esta novela ni siquiera le he
encontrado nada especial.
Creo que no soy única, y hay un fenómeno que he observado en otros blogs también. Algunos rara vez dan lo máximo. Una vez cada muchos meses, o igual una sola al año. Le pasa a Wendy o en español a A la cama con... un libro, por ejemplo.
Para mí que, cuanto más lees, más te pasa.
Sólo en páginas web con varias personas
escribiendo críticas (como All about romance o Smart Bitches Trashy Books) prácticamente
todos los meses tienen una o varias novelas a las que les han dado lo máximo,
una A. Muchas novelas a las que les doy 3 o 4 estrellas son de las que tienen
una A o 5 estrellas en esos sitios.
Lo explico para que comprendáis que,
aunque se me queda en tres estrellas, porque no le encuentro nada especial, es
una de esas historias entretenidas y bien escritas a las que, si les das una
oportunidad, posiblemente te guste y la disfrutes.
Por ello es posible que siga leyendo otras de la serie Los huérfanos
de St. James, porque está muy recomendada.
Heath está en mi «tercer» escalón.
💖El primer puesto en el podio lo ocupan autoras que para mi gusto son lo máximo en histórica, como Lisa Kleypas o Sherry Thomas.
💚La medalla de plata la merecen aquellas autoras que, sin ser mis favoritas, siempre disfruto, como Putney, Balogh o Loretta Chase.
💛 El tercer escalón (repito, de mi
inclinación personal), estarían esas escritoras competentes que me gustan, pero
a las que rara vez encuentro algo especial, como Tessa Dare, Sarah MacLean o
Eloisa James. Ojo, que algunas veces sí que tienen libros que me llegan, pero
es algo excepcional. Entre estas últimas metería yo a Lorraine Heath.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: los aficionados a la histórica.
Otras críticas de la novela:
Lo máximo, 5 Gandys, mereció
para A la cama con… un libro.
7 (LO PUTO MEJOR DE LA LIFE!!) [sic] en Sin libros no soy nada.
Varias críticas encantadas de esta novela, en El rincón de la novela romántica.
Paso a unas reseñas en inglés.
The Good, the Bad and the Unread, una A+.
Addicted to Romance, 5 rosas.
I Heart Romance, 5 corazones.
Una mientras más lee, más exigente se vuelve, esa es una gran verdad, por eso casi prefiero no releer libros de cuando comencé porqué ya me he llevado decepciones jaja.
ResponderEliminarEsta novela la leí hace mucho y recuerdo que me gustó, aunque mi favorita de la serie fue la tercera (sencilla y más clásica, pero me encantaron los personajes y su química). Gracias por la reseña!!
Ya veo que es un sentimiento compartido... Ya os contaré cómo me va la tercera de la serie. Es Surrender to the devil / Enamorarse del diablo, ¿no?
EliminarEsta novela a mi me gusto mucho. Mi preferida de la serie es la siguiente.
ResponderEliminarEntiendo tu punto de vista pero Lorraine Heath si está entre mis preferidas si me da lo que busco cuando leo una romántica histórica. Talvez me faltan aún más años de lectora.
Aunque conozco gente que lee de toda la vida y ha leído mucho y casi nunca tiene opiniones negativas de libros no ven defectos y no lo entiendo
Como sé que os gusta mucho Heath, seguiré dándole oportunidades a las novelas que recomendáis, a ver si alguna hace un clic especial. Me parece una autora buena. Si te gusta, no creo que sea por haber leído más o menos, sino simplemente que encaja con tus gustos mejor que con los míos.
EliminarYa digo que seguiré con la serie, a ver.
Lo de que haya gente que nunca tenga una mala palabra respecto a ningún libro, me sorprende, la verdad. Es imposible que te guste absolutamente todo, que todo lo encuentres maravilloso, etc., salvo que te los regalen, claro, a caballo regalado... Porque no me lo creo, no hay lector que no se haya llevado un chasco más de una y dos veces.
Si te digo la verdad, esta novela sigue sin convencerme. Pese a que se publicó aquí con muchas críticas positivas lo deje pasar porque he salido muy escarmentada con libros muy bien valorados, aunque me chirría supongo que esos ya no eran para mí. Sin embargo con el tiempo le dí una oportunidad al segundo de la serie, Desear al diablo, y me gustó bastante su estilo, sobre todo eL protagonista del que me quedé colgada XD. Después he picoteado con novelas suyas de otras series traducidas que me han gustado más o menos pero no para leer todo lo que se publica de la Heath.
ResponderEliminarA mí a estas alturas me cuesta trabajo incluir una autora nueva dentro de mis favoritas. Tengo mis propios referentes y mucho leído, así que prefiero autoras con algo especial o diferente..., como una Cecilia Grant o una Simona Ahrnsted. Que fastidio el de las editoriales.
Pues probaré también la segunda de la serie, a ver qué tal. Veo que a ti te pasa como a mi, después de haber leído mucho, cada vez cuesta más encontrar algo que te sorprenda agradablemente.
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