Que tengáis una buena salida y entrada de año

 

 

Con esto de no poder viajar a ninguna parte, esta Navidad he seguido publicando entradas, así que me apetecía despedir el año con vosotr@s.

Aún recuerdo lo bonito que me parecía el número 2020 cuando tomábamos las uvas hace cosa de un año. ¿Quién nos iba a decir que se nos venía encima un tsunami?

Entre el desastre sanitario en sí, y vivir en un país que no se ha distinguido precisamente por una buena gestión del problema, es fácil desesperarse.

Pese a todo, en lo personal ha habido cosas buenas este año. He hecho más ejercicio que nunca. Entre eso y el estrés, he bajado ocho kilos y eso siempre sienta bien. En el trabajo, hay mejor ambiente, creo que compartir momentos tan duros hace que la gente se una, es como estar pasando una guerra en el mismo nido de ametralladoras. 

He seguido leyendo romántica. Este tipo de lectura ligera te ayuda cuando no puedes concentrarte en cosas más serias. Como todos los años, ha habido unas pocas cosas excelentes, muchas que cumplen y otras que se hunden en la mediocridad.

Este año he publicado menos entradas, no he seguido retos literarios ni estoy en otras redes. No lo he echado en falta, vivo más relajada. Es el año que menos entradas he publicado, quitando aquel en el que empecé. He observado que esto no afecta al número de visitas, que se mantuvo igual, salvo en marzo y abril, cuando el cerrojazo, que ahí sí que hubo más visitas. Y en este mes de diciembre, que se han batido récords.

A lo largo de los meses, he comentado tópicos de romántica. Confío en que os sean útiles. Es posible que, en el futuro, publique algún otro artículo de este tipo.

Aunque tenía la idea de hacer un podcast, al final no lo he hecho. Sigo sin tener claro cómo enfocarlo y me da un poquito de pereza aprender tecnología nueva.

 

¿Qué voy a hacer el año que viene?

Seguiré haciendo críticas. Como novedad, muchas serán breves. Reservaré el formato actual para las que me gusten mucho o que sean de esas favoritas de toda la vida.

Quiero disminuir mi montonazo de libros comprados y pendientes de leer. Así que sí, seguiré comentando libros de hace años. 

Me apetece leer más suspense romántico, así como terminar la bibliografía de alguna otra de mis favoritas, como hice con Sandra Brown o Lisa Kleypas. Tengo pensado que este sea el año Sherry Thomas, voy a leer su bibliografía en orden; algunas serán relecturas.

Sigo remoloneando con la lista Top 100 de All About Romance 2018. Ya me disculpé por ello el año pasado. Las que me quedan son en su mayoría paranormales, un subgénero con el que no tengo demasiado feeling.

Pretendo poner al día la lista de las mil mejores novelas románticas. Me estrené en 2017, la actualicé en 2019 y ya toca. Esta vez sin embargo ha habido menos cambios, y yo creo que no llegan a doscientos los nuevos libros, con lo cual serán unas diez entradas, más o menos.

De nuevo, os agradezco a tod@s los que estáis ahí, leyéndome. Sabéis que esto es una simple afición, con la que no gano nada. Mi público son los lectores de romántica. Ni pido regalos a las editoriales, ni hago la pelota a los escritores, ni hago críticas por encargo. 

Lo que pretendo es compartir la experiencia personal que he tenido con algunas novelas, solo eso, por si a alguien le resulta útil.

Brindemos, con o sin alcohol, en la distancia larga o corta, por los que ya no están con nosotros, y confiemos en que dentro de un año las cosas estén mejor. Más pobres, posiblemente, pero al menos vivos. 

Por vosotros mismos, que el año nuevo os traiga (o conserve) salud, dinero y amor, y además, buenas lecturas románticas.