Gente corriente
tomándose las cosas de la mejor manera
DATOS GENERALES
Título
original: Heaven Sent
Género: histórica / Oeste
Fecha de publicación original: enero de
1991
(En tapa dura salió en noviembre de 1990)
Páginas: 352
Serie: Small Town Swains #1 / Bantam Fanfare
NO
TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (de Fiction Data Base)
La hija del predicador
Cuando
la virtuosa Hannah Bunch tramó
pillar a un marido a su solterona edad de veintiséis años, no podía imaginarse
que quien la iba a comprometer sería un ardiente extraño de ojos azules. Con su
reputación destrozada, promete honrarlo y amarlo para siempre, sin sospechar que
con el primer roce entre ellos se encenderá una llama inextinguible y que el
secreto de él amenazará su amor, su futuro y, quizás, incluso su vida.
El destilador ilegal
Desde
el momento en que se despertó y encontró a una mujer escandalosamente a
su lado en el caseto del pozo del predicador, Henry Lee Watson sabía que sus días como hombre libre habían
acabado. Había aceptado voluntariamente los riesgos de vender alcohol destilado
en casa en el Territorio Indio, pero nunca creyó que fuese a perder la libertad
casándose con la hija de un predicador. Confuso por su mezcla de audaz engaño y
aparente inocencia, atraído por su belleza, Henry Lee decidió que podía
encontrar un lugar para ella en su vida, sin cambiar su vida de arriba a abajo.
Luego prueba un poco de verdadera pasión, dulce como un buen jerez, feroz como
crudo licor de maíz, y sabe que debe poseer su cuerpo, su corazón y su alma,
sin que importe el coste.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
La
incluí en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, versión de 2017, en
el puesto 828; ya en 2019 bajó al
puesto 940. Ahora, en 2021, ya no
está en la lista de las mil mejores, pero está claro que es una de estas
novelas a las que se puede dar una oportunidad bien a gusto. Ganó el premio RT a la primera novela
histórica. En la lista Top 1.000 de RomanceNovels.Me aparece la 845. Romantic Times la incluía
en su lista de favoritos de todos los tiempos. En All About Romance ha tenido
una crítica de DIK A-. Y es de esas novelas
que recuerda la gente cuando tiene que hablar de sus favorite funnies.
CRÍTICA
Quiero empezar el año con una novela clásica. Dos personas muy diferentes se ven casadas casi contra su voluntad y encuentran
una forma de ser felices, enamorándose apasionadamente.
Hannah es la hija de un predicador, en el Oklahoma de
finales del siglo XIX. Cuida de la casa, ayuda a su madrastra y educa a sus
hermanas. A los 26 años, ansía casa e hijos propios, con un marido decente.
En vez de esperar a que suene la flauta, decide hacer
algo al respecto. Como su educación es religiosa, recurre a un ejemplo bíblico:
Rut, metiéndose en la cama con Booz.
Su plan es que, al encontrarla su padre (y todo hijo
de vecino) acostada con un soltero, éste tendrá que casarse con ella. ¿Resultado?
Un éxito… a medias. Sí, consigue casarse, solo que no con el hombre que ella
espera.
El «afortunado» novio es Henry Lee, un hábil
carpintero que, sin embargo, se gana la vida elaborando whisky ilegal.
Ninguno de los dos quería este matrimonio, pero no
dejan que esto les amargue la vida.
Al guapo Henry Lee le crio un alcohólico, y su madre
era mestiza, con lo cual no tenía buenas perspectivas al nacer. Todo lo que
tiene lo ha logrado con su esfuerzo.
Pero no se deja llevar por la amargura, ni recurre a la brutalidad, no. Luce un talante más bien positivo. Prefiere salir adelante con una sonrisa y un
chiste, llevándose bien con todos.
Un detalle tierno es que, al quedar atrapado con una
muchacha en la que hasta ese momento no se había fijado, uno de sus primeros
pensamientos es cómo lo estará pasando ella, sola en su desgracia frente a todo
el pueblo. No solo la envuelve en su chal, sino que le dice a la madrastra de
ella:
Señora Bunch, mejor llévese a la señorita Hannah a la casa. Si el predicador pretende matarme, no es algo que ella deba ver.
Hannah está preparada para llevar su casa, cultivar la
tierra, criar hijos y echar una mano a su marido en lo que haga falta. Y se
pone a ello.
Trabajaba prácticamente cada minuto del día, sin un suspiro ni una queja. Las cosas había que hacerlas, así que las hacía. No esperaba una vida regalada en bandeja de plata.
Entre ellos la pasión y el deseo físico es evidente
desde el primer momento, lo que pasa es que… Como tienes que escribir una
novela entera, algo tendrá que separar a estas dos personas tan majas.
Entra aquí lo que en inglés se llama big mis (por misunderstanding), o sea «gran (o tonto) malentendido».
Henry Lee cree que Hannah se ha casado con él
embarazada de otro. Se mosquea, pero acaba aceptando que el retoño no tiene la
culpa. Eso sí, decide no tener sexo con ella hasta que dé a luz. Ahora, ¿le
cuenta a Hannah sus sospechas? ¡No!
Como Hannah es virgen, ya supones que en cuanto tengan
sexo él se dará cuenta de su error. Así que la autora tiene que rizar mucho el
rizo para mantener a estas personas separadas, sin llegar al sexo penetrativo
hasta (¡destripe habemus!)
el final de la novela.
Lo cual da a una tensión sexual no resuelta
alargadísima por todo el libro. Claro, Hannah y Henry Lee son jóvenes, están
sanos, y cada uno está colado por el otro, así que les cuesta no ponerse la
mano encima.
Por otro lado, Henry Lee sabe que Hannah desprecia
este tema del alcohol, así que le oculta sus actividades ilegales. Se siente,
sin embargo, muy orgulloso de lo bien que le sale el whisky y no tiene la menor
intención de dejarlo.
¿Se redimirá Henry Lee? Hay quien le dice:
Cuando vives la vida fuera de las reglas, fuera de lo que la gente cree que es correcto, eso no es una buena vida. No consigues respeto más de otros tipos tan malos como tú. Y no te respetas a ti mismo porque no juegas limpio. Es como hacer trampas a las cartas, sabes, incluso si ganas, que los otros son mejores que tú.
Los agentes de la ley están deseando echarle el guante
para meterlo en chirona años y años. ¿Podrá cambiarlo Hannah? Aquí la autora
también es sabia…
Una mujer no puede cambiar a un hombre. No puede convertirle en lo que no es. Pero si puede ver lo bueno que hay en él, puede cultivar eso. Es como trabajar en el jardín. Las malas hierbas crecen justo al lado de las zanahorias. Lo mejor que puede hacer la gente es alentar a las zanahorias; si no, las malas hierbas se harán con todo.
Lo mejor de esta novela son sus protagonistas. Currantes
y simpáticos, no se dejan llevar por la ira ni la desesperación, sino que sacan
pecho y tiran adelante.
También es un punto especial esa ambientación de
frontera, no en el Oeste de sheriffs, saloons
y tiros en OK Corral, sino de gente más normal. Se agradece el tono un poco
humorístico, ligero, que se marca la autora de vez en cuando.
Parece una novela cristiana (inspirational), pero no sientes que te están sermoneando. Hannah,
como creyente, recurre a la Biblia en más de un momento comprometido. Eso no choca
con su sano deseo por su marido. Un personaje de la novela le dice que el
placer sexual en las mujeres es algo querido por Dios, porque si no, no
querrían pasar por el dolor de dar a luz. Hannah le compra la teoría, porque
encaja con lo que ella siente por su marido.
Que esto sea una primera novela me deja estupefacta.
Es muy buena.
Lo que menos me convence es lo mucho que alarga el
tonto malentendido, un planteamiento que ya, de entrada, no me gusta nada.
Posiblemente intente otras de la misma autora. Veo que
las más apreciadas son Courting miss
Hattie (1991), Garters (1992) y Simple Jess (1996). Ya os contaré.
Valoración
personal: muy buena,
4
Se
la recomendaría a:
fans del Western con protas majos.
Otras
críticas de la novela:
Lamentablemente, con cosas tan antiguas
no es fácil encontrar críticas. En español no he encontrado nada. Y en inglés,
nada más que la de All About Romance.
All About Romance, DIK A-.
Amazon.com, 4.3 estrellas.
Good Reads, 3.96 estrellas.
Y como no he encontrado más, os pongo enlace a un post en la que meten Heaven sent entre las novelas que recurren al tópico «los opuestos se atraen».
No hay comentarios:
Publicar un comentario