Es Kennedy
Ryan, si no te da disgustos, no es ella
DATOS GENERALES
Título original: The rebel king
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación:
11/2019
Parte de una serie: All
the King’s Men #2
Páginas: 348
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Ambición. Venganza amor
Criado para resistir. Preparada para pelear. La supervivencia está en mi
sangre y la rendición nunca es una opción.
Aunque lo que Maxim Cade exigía
de mi cuerpo y mi corazón era rendirme, tenía otros planes. Éramos una
fascinación que ardía rápidamente y una química combustible, pero el hombre en
el que confiaba todo era un embaucador. Un ladrón que robó mi amor. Si lo que
teníamos era una mentira, ¿por qué lo sentía tan real? El hombre al que juré
odiar lo tendrá todo y me querrá a su lado. Pero el poder es un juego, y
nosotros somos los peones y los jugadores.
Enfrentando probabilidades insuperables, ¿ganaremos el mundo o lo
perderemos todo?
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No entra en las mil mejores novelas románticas, pero sí que está arriba
en mi base de datos: la 1350 a día de hoy. Amy Dickinson y Simply Love Book
Reviews le dio 5 estrellas. Además,
es un Guilty pleasures Purest Delight, una de las favoritas de Natasha is a
Book Junkie y fave de (un)Conventional Bookworms. La
escogieron entre lo mejor del año Sheena (de Smexy Books) y Rowena (Book
Binge).
CRÍTICA
En mis críticas no destripo nada que
pase más allá del primer tercio de la novela. Así, puede que suscite el interés del lector, evitando fastidiarle la lectura. Porque uno de los placeres de los libros es las sorpresas que vas encontrando conforme lees.
No voy a cambiar esa política por
esta novela, pero sí creo que hay que recordar que Kennedy Ryan es la reina del
melodrama. Tú vas leyendo y te gusta, mira qué romántico, o qué sexo más hot, pero siempre en la parte trasera de
tu mente está la angustia, la anticipación de que algo malo va a ocurrir. Esta
novela no es una excepción.
La primera novela de la serie, The kingmaker, te cuenta cómo se
conocieron los protagonistas, Lennix y Maxim, cuando ella tiene 17 años y él
24. Luego se reencuentran años después, en Ámsterdam y una década después, en
los estados Unidos. Y ahí ya es donde se quedan. Aunque el libro anterior acaba
en un cliffhanger (literal, alguien
colgando de un barranco), Maxim y Lennix son pareja, con lo que aquello sería
un «felices por ahora».
Cogí esta segunda novela del dúo a
ver cómo se resolvía esa situación tan complicada, cosa que hacen de manera
expeditiva y hasta violenta.
Pero el libro, básicamente, se
refiere a la forma en que esta pareja, Maxim y Lennix, se enfrentan a los
problemas de su relación. Es decir, están ya enamorados, y han tenido sexo a
tutiplén. Con lo cual la tensión sexual y romántica de esta novela es cero.
Sí, es una de esas novelas en las
que la pareja ya está hecha y de lo que se trata es de ver qué conflictos,
internos y externos, les tira la vida.
Ya me pasó con otra serie suya,
Grip. La primera me encantó y la segunda, Still,
me pareció un añadido totalmente innecesario. Y por lo mismo, porque los
protagonista son pareja al principio, en medio y al final.
Solo que aquí se trata de una novela
un poco mejor montada, porque sí que tiene un argumento que empieza con aquella
situación violenta inicial, que tiene sus repercusiones más adelante. No se
trata solo de ver si estos dos aparecen públicamente como pareja o no, o cómo maneja
Maxim la hostilidad entre su novia y su padre, sino que tiene una cierta trama.
Claro, eso significa que luego, a la
mitad de la historia, esta reina del melodrama que es Kennedy Ryan te pega un zasca
tremendo. Pero vamos, un hostión que yo ya me iba imaginando y me decía yo para
mí «no, no, no, no vayas por ahí….».
Pero que si quieres arroz, Catalina.
Efectivamente, ahora vas y te jodes, lector, a ver cómo te recuperas de eso.
Pues malamente, a ver cómo os lo
digo si destripar. A mí me dio un bajón y por mucho que los protagonistas sigan
juntos, y con sexo estratosférico, sabes que ya nada será lo mismo en la vida
de los dos protagonistas.
La novela romántica es, ante todo,
un género sentimental. Te implicas emocionalmente con los personajes y sus cuitas.
Se trata de sentir, deseo, pasión, amor, romanticismo, maravilla y encanto… Y
claro, cuando una novela te deja esta sensación agridulce, te quedas tan pochof… Lo que comenté en Goodreads,
Kennedy Ryan es una destroyer
emocional, de verdad.
En cuanto al formato, pues lo que
parece ya irremediable en la contemporánea actual. Usa la primera persona dual
y la narración en presente de indicativo. Se diferencian bastante bien las
voces de Maxim y de Lennix, pero es cierto que más de una vez me resultó
confusa esta forma de relatar. Me pasa con frecuencia.
El final de la novela me pareció un
poquito abrupto, para lo larga que es. Como me quedé con la curiosidad de saber
si estos dos conseguían o no su propósito, me leí el epílogo, que la autora
publicó como un bonus que da gratuito
si te suscribes a su página o su newsletter.
Y sí, lo bueno es que te quitas la
curiosidad de saber si lograron lo que querían o no. Y además tienen una escena
de sexo anal bastante hot, algo que
iban insinuando en los otros dos libros, pero que no llegaban a hacerlo así.
Lo malo es que realmente no tiene nada más que me atraiga. A mí, la parte de matrimonio e hijos no es por lo que yo leo romántica. Me aburre bastante y por eso los epílogos me suelen dejar fría.
No entiendo por qué motivo no lo
incluyó como epílogo de esta segunda novela.
Te pican con la historia de Grim, el
jefe de seguridad de Maxim, que al parecer se empareja con una reina polinesia
llamada Noemi. Es «The Christmas Crown» (All the King's Men #2.6),
un relato corto que escribió junto a Sierra Simone. Se publicó en la antología Christmas in the City. Creo que estuvo
disponible por un breve período de tiempo, pero ahora solo la he visto en
páginas de dudosa legalidad, de las que yo siempre huyo. Así que me quedaré sin
leerla, a menos que en algún momento aparezca por separado.
Con el cuerpo que me ha dejado esta
historia The King rebel, tengo que
hacer un paréntesis antes de enfrentarme a la tercera de la serie, Queen move. Como The kingmaker, la tengo en mi Kindle viejo cogiendo polvo
(figurativamente) desde bastante tiempo.
Ahora necesito algo ligero, poco complicado, o sea, lo que las haggards llaman «mono con platillos».
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes disfruten con estos disgustos.
Otras críticas de la novela:
En español he
encontrado esta reseña de EsPaperblog, 3
estrellas y ojo, con algún destripe.
Paso a las críticas en
inglés:
Simply Love Books, 5 estrellas.
(un)Conventional Book Worms, 5 estrellas.
Natasha is a Book Junkie hace una crítica conjunta de los dos libros del dueto, 5 estrellas.
The infinite limits of love, 4 ½ estrellas.
Book Binge, 4.25 estrellas.
Bona, como me he reído con tu crítica. Muchas gracias !!
ResponderEliminarEstas novelas con tanto drama que hasta te quedas traspuesto no me acaban de gustar.
Me alegro que te gustara, por poner un poco de ligereza, porque vamos, lo de esta mujer es tremendo.
ResponderEliminarLe tengo muchas ganas a esta autora pero reconozco que me da un miedo tremendo leerla porque no estoy yo en un lugar emocional ahora mismo como para que un libro me deje peor. Long Shot es también así? Fue la primera que conocí de ella y la que pensaba leer primero...
ResponderEliminarEstupenda reseña, Bona!
Besotes!
Eh... sí, Long shot también es dramón. Ya sé que "tienes que" leer las series en orden, pero yo de esta serie recomiendo sobre todo Block shot: hay drama, pero es más llevadero y es la que más me gusta de la serie Hoops.
EliminarTambién está fenomenal el relato corto "Full-court press" pero no la veo suelta. Está en una antología junto a otros dos relatos que no tienen mucho sentido si no te has leído antes Long shot y Block shot. Además, yo la cogí cuando estaba gratis en digital; ahora no la veo en Amazon más que en tapa blanda.
Pero bueno, como están en KU tanto Long shot y Block shot, puedes probar a ver. O echarle una ojeada sin más usando el "echa un vistazo" de Amazon.
Merece la pena el melodrama, aunque no es para todos los días, y si emocionalmente no estás en el momento adecuado, casi que un ugly cry igual no es lo mejor.