lunes, 26 de diciembre de 2022

Crítica: “Overkill”, de Sandra Brown

 

             Qué buena es esta mujer, aquí con un romance dulce y su intriga



DATOS GENERALES

Título original: Overkill

Subgénero: suspense

Fecha de publicación original en inglés: agosto de 2022

448 páginas

Grand Central

ISBN: 1538752018


NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (de Fiction Data Base)

Un asesino caminando libre. Una vida pendiendo de un hilo. La elección definitiva.

Zach Bridger, ex estrella de la NFL, se divorció de Rebecca hace cinco años, pero todavía es su representante a efectos médicos, según un poder notarial, y su ex esposa se encuentra en un estado vegetativo persistente con soporte vital. El hombre responsable de su condición se encuentra actualmente en libertad. Para perseguirlo por asesinato, Zach debe desconectar el soporte vital de Rebecca. Enfrentado a la decisión final, Zach debe luchar con el bien y el mal en busca de justicia para Rebecca.

¿Lo hará o no?...

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No. Como es habitual, es de las que compro (¡y en papel!) solo por ser de Sandra Brown. De momento está en mi base de datos en torno al puesto 10.000, gracias a la calificación de A que le dan en The Good, the Bad and the Unread y cinco estrellas en The Book Worm.

 

CRÍTICA

Uno de los acontecimientos del año en romántica es, para mí, la novela que saque Sandra Brown. Es la más antigua de mis favoritas. Llevo leyéndola desde... 1997, creo, viviendo yo por entonces en BCN. Mi historia con ella la cuento aquí

Otras de mis favoritas dejaron de escribir, o se dedicaron a otros géneros, o simplemente ya no conecto con sus libros. Creo que solo Kleypas y Brown siguen estando ahí, firmes, para mí. Solo que Kleypas a veces falla, este año por ejemplo no ha sacado libro, y hubo una época en que le entró la veleidad contemporánea.

Sandra Brown no. Ella sigue siendo precisa como un reloj de cuco made in Switzerland. Todo lo más, te podrá sorprender con pequeñas joyitas ambientadas en otra época como Blind tiger o Rainwater.

Aquí tenemos una historia que te hace preguntarte cosas. Lo bueno es que vayas descubriendo todo por ti mismo, como me ocurre a mi, que ni me leo las sinopsis cuando compro sus libros.

Tenemos a Zach Bridger, antigua estrella de la NFL. Un quaterback, cómo no. Estuvo casado, durante unos meses, con una chica de esas encantadas de ser una WAG. Pero la cosa no funcionó y se divorciaron.

Después a ella le pasó algo que la dejó en coma, en estado vegetativo, y Zach descubrió con sorpresa que a pesar del divorcio, él seguía siendo la persona apoderada para representarla en temas de salud.

Es él quien puede tomar la decisión de desenchufarla o no, perdida toda esperanza de recuperación.

Como los padres de ella –exsuegros de él–, son muy religiosos, Zach decide mantenerla con vida.

Claro que pasa el tiempo. El responsable de que ella esté así ha salido de la cárcel. Como ella no está muerta, no le pueden imputar un homicidio o asesinato.

La chica de la película, Kate, es una fiscal con muchas ganas de que este tipejo vuelva a la cárcel.

Para ello, claro, Rebecca tiene que morir.

Y eso depende de que Zach lo autorice.

Así es como se conocen estos dos, y en seguida se caen bien, tras algún que otro choque inicial. La atracción entre ellos está ahí. Solo que hay un claro conflicto de interés, sería muy poco ético que estos dos se enrollaran.

Su romance, así, va evolucionando poco a poco. Diría que es más bien dulce, aunque haya su momento sexi, no diría que sea apasionado ni mucho menos chorreante.

Yo suelo decir que Brown escribe un tipo de suspense no gore, aunque pueda haber muertos y sociópatas. Aquí hay de las dos cosas. Sobre todo, un sociópata, el malvado Eban, un tipo pijo que siempre ha hecho lo que le dio la gana y no tiene la menor intención de que lo vuelvan a enjuiciar si Zach decide desconectar a su ex.

Después de haberme leído todas las novelas de Sandra Brown, es inevitable que asocie elementos de libros anteriores. Este malo, Eban, me recuerda algo al de Smash cut, un sociópata bastante desagradable.

Lo de Sandra Brown es más bien la intriga, ir descubriendo secretos, así como los giros inesperados. Cada capítulo te tiene mordiéndote las uñas, con pequeñas sorpresitas, hasta dejarte pasmada con un giro final.

Hay veces en que te vuelves loca pensando en el whodonit. En otras ocasiones hace como aquí: sabes quién es el malo desde el principio. No hay tanta tensión y ansiedad por saber quién hizo qué. Se trata solo de ver cómo se las ingenian para atraparlo.

Como malo, Eban es desagradable, pero no tan enloquecedoramente perfecto como el que estaba en The Crush, que te volvías tarumba pensando a ver cómo iban a acabar con él.

A lo largo de los años, Sandra Brown fue enfatizando el suspense hasta dejar lo romántico reducido al mínimo. No obstante, ha habido un momento en que ha dado un cierto giro, recuperando el peso del romance, aunque sea a costa de que sus tramas de intriga no sean tan intrincadas o no haya una sorpresa final.

Aquí no la hay, lo advierto. La sorpresa final, digo. Leí el epílogo a ver si salía algo que diera un giro a la historia, y te hiciera ver lo anterior bajo otra luz. Pero no, solo cerraba los hilos de diversos personajes, nada más. Sí que hay alguna sorpresita, mas pequeña.

Eso sí, cumple con lo esperado de novelas intensas, bien construidas, en las que no sobra una coma. Ya digo que las cojo sin leerme ni de qué va. Las leo despacito, atenta, para no perderme nada, ni una palabra.

Me esfuerzo por alargar la lectura, intentando que me dure unos cuantos días. Porque es una gozada enfrentarse a un libro con la tranquilidad de saber que está bien escrito, ágil, con personajes bien definidos, diálogos que te atrapan, ambientación atractiva, a veces de naturaleza y otras de ciudades, pero con un par de pinceladas nada más.

Si lo hubiera escrito cualquier otra sería un bombazo, todo un hallazgo. Como es Brown y nos tiene acostumbrada a la excelencia, pues dices que, dentro de su bibliografía, esta se queda en un «bien, 3 estrellas», porque tiene otras cosas todavía más increíbles. Algunas que a ese buen hacer le añade algo especial y un puñado que, además, te dejan resacosas y resultan inolvidables.

Este Overkill sigue la senda de las últimas que ha escrito, como Tailspin (2018) o Outfox (2019). O sea, mete un poquito más de romance y baja algo la tensión de la intriga. Sigue manteniendo algún giro sorprendente, pero nada enloquecedor. Las de 2020 y 2021 fueron otra cosa.

Con ese esquema, consigue novelas de suspense romántico que equilibran muy bien misterio y romance, dando a cada una el espacio necesario.

Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: quien gusten del suspense romántico bien equilibrado.

Otras críticas de la novela:

Como me suele ocurrir con los libros de Sandra Brown, ni he visto críticas en español, ni tampoco la veo comentada en las habituales páginas de romántica en inglés.

The Good, the Bad and the Unread, una A

No Apology Book Reviews, 5 estrellas

About that story, 3.5 estrellas

What’s Better Than Books, 9/10 (o 4 ½ estrellas). 

All About Romance, una B

Carole’s Random Life, 4 estrellas

 

Si quieres ver a Sandra Brown leyendo fragmentos de esta historia, aquí te la dejo. 




De nuevo, como siempre, me muero por saber quién es su cirujano plástico. Os lo recuerdo, nació en 1948. 74 años.

6 comentarios:

  1. Hola
    tomo buena nota, esta mujer me encanta. No creo que sea capaz de ponerme al día con todo lo que me falta de ella porque la descubrí muy tarde, pero poco a poco intento comprar todo lo que veo de ella
    Una pena que la hayan dejado de traducir!
    Un besote

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    1. Lo bueno es que tiene tantas novelas, que lo mejor es empezar por las buenas y pasar de las más rutinarias. Yo he acabado leyendo todo de ella, pero sí, me llevó años. Supongo que algún día se acordarán de ella y traducirán alguno más. No desespero.

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  2. Es mi favorita. Aunque haya más suspense que romántica en sus novelas lo que hay, sea mucho o poco, es magnífico comparado con otras novelas que han caído en mis manos y que me hacen bostezar y leer en diagonal en la parte más erótica o romántica. Muchas veces pienso que lo del bostezo es por haber leído ya mucho del género pero luego cuando releo a esta mujer me doy cuenta que no, que es que lo que ella tiene no lo encuentras fácilmente en lo que se publica aquí. Ya me doy por satisfecha por que haya diálogos con chispitas.
    ¿Te acuerdas que comenté que me gustó una juvenil en español, "Saltan chispas" de Alina Not? Pues el segundo libro de la trilogía no he sido capaz de terminarlo, alarga demasiado el ahora sí, ahora no sin explicación, ahora otra vez sí...

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    1. También es mi autora favorita. Es de esas autoras rebuenas que te reconcilian con el género. Muchas veces me ha pasado lo mismo: sentirme hastiada, hasta el punto de pensar que ya no disfruto de la novela romántica. Luego cojo un libro de una autora buena de verdad y me doy cuenta de que no he perdido el gusto, es que hay mucha novela anodina. Encuentro que se cumple la ley de Sturgeon también en romántica, el 90 % de la romántica no merece la pena, pero, ¡ay!, el resto...

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  3. Pues sí que es buena esta mujer, sobre todo me gusta mucho cuando monta historias que te tienen en ascuas y no sabes por donde viene la cosa.
    Las novelas traducidas que tengo de ella, como las releo de tarde en tarde, las disfruto más, incluso algunas parece que las leyera por primera vez.
    Me encanta que nos informes sobre sus últimas publicaciones, allá, al otro lado del charco.
    Un 😘

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    1. Sí, qué bueno que mantengan el interés en una relectura, eso es muy difícil en romántica.
      Mi intención es seguir hablando de cada libro que saque. Aunque, como es de las pocas que leo en papel, tengo que esperar a un formato que no sea tapa dura. Por eso tardo unos meses en hablar de ella aquí.

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