domingo, 5 de diciembre de 2021

Crítica: “Grip”, de Kennedy Ryan


Ay, qué rebuena es Kennedy Ryan, cuánto me gusta y lo mal que me lo hace pasar.



DATOS GENERALES

Título original: Grip

Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original: 2017

Parte de una serie: Grip #1

Páginas: 412

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base

Resistir una fuerza irresistible te desgasta y te vuelve loco. Lo sé. Lo he estado haciendo durante años. Puede que no tenga un don musical propio, pero tengo olfato para el talento y ojo para lo extraordinario. Y Marlon James, Grip para sus fans, es nada menos que extraordinario. Hace años, compartimos unas cuantas noches mágicas, pero guardo esos recuerdos en un cajón con llave y he tirado la llave. Todo lo que queda es amistad y trabajo. Está al borde de una fama inimaginable, todos sus sueños están a punto de hacerse realidad. Manejo su carrera, pero parece que no puedo manejar mi corazón. Es salvaje, imprudente, desobediente. Y recuerda todas las cosas que quiero olvidar.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, no está entre las mil mejores pera a día de hoy la tengo en torno al puesto mil seiscientos, gracias a las estupendas críticas que tuvo: DIK A en All About Romance, 5 estrellas le da Ana’s Attic (al audiolibro narrado por Jakobi Diem & Maxine Mitchell, con el resto de la serie), Kimberly Faye Reads y The Bookish Sisters. En romance.io la incluye entre los all time favorites.

CRÍTICA

Tras leer Flow, seguí con Grip, aunque sabía que, en algún momento, habría algo malo. Es de Kennedy Ryan: la ligereza y la despreocupación no son lo suyo.

Bristol ha creado un sello discográfico junto con su hermano Rhyason. Una de sus estrellas es Marlon James, llamado «Grip». Se dedica a eso del hip-hop. Va a lanzar su primer disco y tendrá un éxito enorme, seguro.

Hace ocho años, Bristol y Grip se enamoraron, pero no se convirtieron en pareja. Grip ha insistido una y otra vez en que Bristol le dé una oportunidad a lo suyo. 

Doña erre que erre se niega. No porque no le quiera, sino porque tiene muchísimo miedo a perderse a ella misma junto con su corazón si las cosas van mal.

Grip, frustrado, se dedica al ligoteo, nada serio porque asume que Bristol siempre será la mujer de su vida. No desiste, no pierde la esperanza. Considera que, tarde o temprano, si no este año será otro, pero Bristol reconocerá sus sentimientos y serán pareja.

Pero Bristol considera que lo suyo es imposible. Llega un momento en que, para que Grip se olvide de ella, le lanza a los brazos de una cantante con la que cree que él podrá ser feliz. Si hace falta recurrir a fingimientos, lo hará, aunque todos sabemos que Bristol ama a Grip con desesperación.

Así, la tensión romántica es igual a cero, porque estos dos están enamorados desde el minuto uno.

Lo que sí da para mucho es la tensión sexual no resuelta. A lo largo de páginas y más páginas el uno anhela al otro. Son tan intensos que te dices que, cuando por fin estén juntos (porque van a estar juntos, ¿verdad?), la cosa será muy explosiva.

Como es Kennedy Ryan, la cosa no puede acabar cuando acepten convertirse en pareja y tengan sexo estupendísimo. No, esta mujer tiene que meter drama. No voy a entrar en detalles por no destripar, pero son problemas reales, nada de tontos malentendidos. Precisamente por eso meten más miedo.

A Kennedy Ryan la conocí gracias a una acción de discriminación positiva. Cuando aquello de #RitaSoWhite, Courtney Milan propuso una lectura y comentario de las finalistas «de color». Lo llamó Romance Sparks Joy! Y entre ellas estaba Kennedy Ryan y su Long shot. Me encantó. 4 estrellas le puse. Eso sí, ya advertí que era «un drama que no puedes dejar de leer».

Ahora, después de haber leído más novelas suyas, lo confirmo: me gusta mucho, pero no es para todos los días, porque no te ahorra las cosas difíciles de la vida. Sin embargo, contadas fenomenal.

No me gustan los sermones, incluso cuando defienden mis principios y creencias, así que detesto encontrar justicieros sociales en romántica. No me gusta que de repente paren la historia para soltarme el speech.

Kennedy Ryan no pierde el tiempo en sermones (en esta novela) Es mucho más inteligente y talentosa. Lo que hace es meter en la novela escenas y diálogos que tienen sentido dentro de la historia. Aquí te muestra el racismo cotidiano, lo que es vivir siendo un negro de determinado barrio de Los Ángeles. Suenan a experiencias muy reales. Sientes que estas personas existen, de verdad, en alguna parte.

Me resulta fabulosa esta forma de tratar temas serios, entrelazándolos con el argumento romántico-erótico. Lo que cada protagonista es, de dónde procede, influye en lo que les pasa. Su historia de amor no sería la misma si tuvieran otro tono de piel o hubiesen nacido en otra familia.

Lo que cada vez se me hace más cuesta arriba es el estilo NA, primera persona dual. Tampoco Ryan crea voces distintivas para Grip y para Bristol. Esto me parece particularmente inaceptable cuando se supone que Grip es un poeta y por lo tanto sus pensamientos deberían expresarse de manera más lírica.

Con tantísimas contemporáneas del mismo estilo se produce el efecto de que todas las novelas me suenan igual, como si los protagonistas fuesen siempre los mismos. Da lo mismo que en la portada ponga Kennedy Ryan o T. L. Swan, Lauren Blakely o Jessica Ruddick: parece que son siempre las mismas personas.

Es uno de los motivos por los cuales no le doy lo máximo a esta novela.

Otra de las razones es que ya sabéis que yo valoro los libros en relación con otros de la misma autora. Para mí, la mejor de Kennedy Ryan es Block shot, con diferencia. Esta queda más abajo.

Luego tuve un problema de maquetación. Leí el box set de la serie en Kindle Unlimited. A veces seguí en el mismo párrafo todo seguido cuando se supone que eran dos personas distintas hablando.

“Yeah. Denver. They have snow and mountains and the Broncos.” “Did something go wrong for the guys?” She frowns with paindulled eyes. “Everything was set up at the venue.”

Y otras veces te cortaban la frase y seguían en otro renglón:

“Let me handle it.” Another thing I can’t afford. Doing other

people’s Jobs, but it feels like I’ve been doing that all day. All week. “You sure?” Doubt pinches Sarah’s pained expreswsion even more.

Con todo, hay algo en la escritura de Kennedy Ryan que me engancha. Es ágil, mucho diálogo… creo que puede ser por eso. Toda la primera parte de la novela, que se pasan el uno bebiendo los vientos del otro pero sin ponerse a ello, se puede hacer un poco larga. Creo que encajaría en la idea del slow burn porque, en vez de desanimarte, sigues leyendo, venga, a ver cuándo llega el salseo y los problemas y las cosas tremendas antes de su final feliz.

Ojo, que la autora entiende que esto acaba en un «felices por ahora» y nos anima a seguir con Still, para que tengan su «felices para siempre». Lo leí, aunque metiendo otras cosas, más ligeras, en medio. El camino al happy ending definitivo de Marlon & Bristol no fue nada fácil. Me pareció un añadido innecesario, la verdad. Si te quedas con solo esta novela, va bien.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas de desarrollo lento con toque bastante realista en lo social.

Otras críticas de la novela:

En español he encontrado esta reseña de Eye in Bookland, que le puso 3/5

Paso a las críticas en inglés:

I heart romance le pone 5 hearts, lo mismo que a Still, y 4 corazones a Flow, en su crítica de toda la serie.

All About Romance, DIK A

Ana’s Attic comenta toda la serie en audiolibro, valorando así: Rating: 5+ Stars, 4 Heat, 5 Narration

The Bookish Sisters, 5 rosas

Kimberly Faye Reads, 5 estrellas

2 comentarios:

  1. Hola!!
    Creo que a esta autora no la he leído nunca. Por un lado, me gusta lo que cuentas, sobre el realismo y esos problemas cotidianos, pero por otro, esa redacción a dos voces, que como bien dices, ya me termina agotando porque en muchas ocasiones te dan la misma escena desde puntos distintos. Hay novelas en las que es enriquecedor, pero en otras, más paja.
    No sé si me animaré, no suelo leer mucha novela contemporánea en inglés, sabes que soy fan total de la histórica y en inglés tardo muuucho más, pero anoto nombre por si en algún momento se deciden a traducirla, que no es algo que tenga muy claro.
    Tampoco es que sea muy fan de los dramas, la verdad, pero, de vez en cuando, una lectura que te toque la fibra, va bien
    Un besote

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    Respuestas
    1. Si te animas, ya nos dirás. No, no creo que la traduzcan, y mira que es buena, pero no creo.
      Más que esta, si alguna editorial quiere probar, yo recomendaría la serie Hoops. Block shot me encantó. Hasta la fecha es la que más me ha gustado, de las suyas.
      Yo tengo ya auténtico cansancio de la primera persona dual, ¡es prácticamente imposible encontrar contemporáneas que adopten esa forma...!
      Y no, si no te van los dramas, te diría que ni lo intentes. En mi opinión, Kennedy Ryan cultiva un subgénero que llamaré «melodrama romántico», en recuerdo a aquellos dramones cinematográficos tipo Douglas Sirk. Sería sentimental o women's fiction si no fuera porque se sigue centrando en los dos enamorados.

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