Crítica: “Mister Moneybags”, de Vi Keeland & Penelope Ward

Arrancada de caballo…

 

DATOS GENERALES

 

Título original: Mister Moneybags

Subgénero: contemporánea

Publicación: 4/2017

Páginas: 300

Parte de una serie: A Series of Standalone Novels #6

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL, AUNQUE LA PUEDES ENCONTRAR EN OTROS IDIOMAS, que identifico con el traductor de Google, así que a saber: Milionário Arrogante (portugués), Milioner i bogini (búlgaro), Gospodin Bogatun (croata), Voor hetzelfde geld (neerlandés), Mister Moneybags - Periculos de sexy (rumano), Pan Pracháč (eslovaco) y Мистер Денежный Мешок (ruso)

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Conocí a Bianca en un ascensor.

Iba de camino a entrevistarme cuando nos quedamos atascados.

La hermosa reportera morena asumió que yo era un repartidor por la forma en que estaba vestido.

No tenía ni idea de que yo era realmente Dex Truitt, el hombre de negocios rico y exitoso al que había apodado «Mister Moneybags», su cita de la tarde.

Bianca me dijo cuánto odiaba al tipo de Dex: hombres engreídos, demasiado educados, de cuchara de plata que no apreciaban las cosas simples de la vida.

Entonces, después de que el elevador finalmente comenzó a moverse nuevamente, cancelé la entrevista y le dejé creer que yo era alguien que no era: un mensajero en bicicleta llamado Jay. Me encantaba la forma en que miraba a mi yo falso y no quería que terminara.

Empecé a salir con ella como «Jay», mientras dejaba que entrevistara a mi verdadero yo por correo electrónico.

No esperaba que nuestra química en línea fuera tan buena.

No esperaba el lío en el que me había metido.

No esperaba que Jay y Dex se enamoraran de ella.

Y ella se estaba enamorando de dos hombres.

Solo que ambos hombres eran yo.

Y cuando se enterara, ambos la perderíamos.

Nada podría haberme preparado para ese día. Y ciertamente no estaba preparado para lo que vino después.

Todo lo bueno debe llegar a su fin, ¿verdad?

Excepto que nuestro final fue uno que no vi venir.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Bueno, está bastante bien, la tengo a día de hoy entre las seis mil mejores novelas románticas, gracias a buenas críticas. Le dan cinco estrellas varios lectores a los que sigo: Amy Dickinson, Jacob Proffitty y Simply Love Book Reviews.

 

CRÍTICA

Es curiosísimo. La vida tiene coincidencias. Una de mis taras es ser ligeramente claustrofóbica. Las veces que me he quedado encerrada lo he pasado fatal, me he puesto un poco loca, y casi he perdido los nervios.

No del todo, nunca, jamás, ya sabéis, los del norte de España somos un poco… británicos en ese sentido.

La cosa es que es una de mis pesadillas, quedarme encerrada.

Pues un día me pasó eso, me quedé atrapada en un ascensor. Curiosamente, esperé bastante calmada a que vinieran a rescatarme. Me quedé sorprendida de lo tranquila que estuve. Todo el rato pensando que me iba a dar un ataque de nervios y no, no fue así.

Justo ese mismo día empecé a leer Mister Moneybags. ¿Os podéis creer la coincidencia?

Cosas de la vida.

Porque así empieza esta historia. Bianca George (de ascendencia griega pese a ese nombre tan italiano) es una periodista que va camino de entrevistar a un millonario de lo más escurridizo, Dexter Truitt. No se le conocen ni fotografías.

Va acelerada, porque llega tarde y también porque él le cae fatal. Sin conocerlo. Lo que pasa es que el padre de él hizo algo malo a la madre de ella, que trabajó para él hace años. De ahí su resentimiento contra este tipo.

Pensaba que será un gilipollas, como su padre. De ahí que le considere burlonamente, «mister moneybags», «señor ricachón», una palabra despreciativa.

La cosa es que se queda atrapada en el ascensor cuando va a toda prisa a esta entrevista. Afortunadamente para ella, no está sola en el ascensor. No, ahí está un chico macizorro. Aunque los primeros momentos son un poco tensos, pronto él contribuye a tranquilizarla. Porque sí, Bianca está teniendo un ataque de pánico.

Bianca le cuenta lo que pensaba hacer en ese edificio, y habla despreciativamente de su entrevistado.

Como esto es Romancelandia, este tipo mazáo y comprensivo, su compañero de desgracias, no es otro que el misterioso millonario. Of course.

Ante la hostilidad de ella en referencia al misterioso Dexter, como a él esta chica le gusta, pues mira, no se le ocurre otra cosa que inventarse un alter ego, Jay, un repartidor.

Así empieza la relación de Bianca con, aparentemente, dos hombres a la vez: Dexter, el millonario al que acaba entrevistando telemáticamente, sin verlo; y «Jay», el repartidor, en persona.

Cosa sorprendente que él, siendo millonario, teniendo una empresa y tal, tenga tiempo no solo para una relación sino para hacerse pasarse por dos personas y elabore una y otra,… Eso solo pasa en Romancelandia. La gente con pelas, sobre todo los que se lo han ganado y curran, los millonarios de verdad, son personas super ocupadas que simplemente no tienen tiempo para estas cosas. 

Forma parte de la fantasía de millonarios que les sobre tiempo para ligar con desconocidas montando historias tan complicadas..

A ella le acaban gustando los dos, cada uno en su estilo. Esto la deja un poco confusa a Bianca.

Dex no sabe en qué momento decirle la verdad, ni de qué manera hacerlo para que ella le perdone el engaño. Va enrollando la cosa que acaba en algunos aspectos como una bola de nieve, haciéndose más gorda a cada momento.

Pensé que estirarían mucho esto pero no, la verdad es que relativamente pronto se resuelve. Ese punto, claro. Porque otros como la parte de tensión sexual, la mantiene, más o menos, largo tiempo. 

Es admirable la de cosas que se inventan las autoras para que estos dos no tengan sexo penetrativo hasta bien avanzada la novela. Y sorprendente que haya aún gente con esa visión tan clintoniana del sexo, que si no hay un pene en una vagina, el resto de lo que se haga, para ellos, no es realmente sexo.

Sorprendente.

Eso le da para alargar un poco más la novela. Como se ve que no les daba todavía para el número de páginas, meten un problema final que se supone que es melodrama que te va a tener en vilo.

Lo que pasa es que, para mí, no crea suficiente tensión ni inquietud en el lector, ya que sabes cómo va a acabar la cosa, sí o sí.

*Destripe* Luego hay una parte que me dejó un poco, mñe, y pasa al final, con lo cual esto es un poco spoiler. Al final, ella renuncia a parte de su trabajo, porque, te dicen, su principal papel es ser esposa y madre. Suena demasiado conservador para mi gusto. Me gustó muchísimo el final de Acoso mortal, de Pamela Clare, precisamente porque no renuncia a una carrera brillante como periodista. Estoy un poco hartita de que en Romancelandia sea prioritario una cosa sobre otra. *fin destripe*

Con esta novela del dúo Keeland & Ward me pasa lo mismo que con la mayoría de las suyas: arranques muy buenos, hasta espectaculares, y luego la cosa se va desinflando hasta que se me hace larga.

Me engancha y por eso sigo leyendo hasta el final, porque es una distracción bastante agradable. Sin embargo, me quedo con la impresión de que le falta un hervor.

Como si pudieran meterle más garra a la historia con tal de que… no sé, ¿la contaran de otra forma? ¿O pusieran algo más de problema, o que los personajes tuvieran un poco más de chicha…?

No sé decirlo bien, no lo tengo claro. Está bien, sobre todo para leerla en KU. Ahora, no pagaría 4,49 € por esta novela, que es su precio real. 

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas NA sin especial drama.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español, salvo esta ¿critica? De una sola línea en «Enamorada de las letras» .

Vamos a por críticas o reseñas más, digamos, serias, en inglés.

Simply Love Book Reviews, 5 estrellas. 

Aestas Book Blog, 4,5 + stars. 

Ana’s Attic, 4 estrellas para el audiolibro narrado por Sebastian York y Andi Arndt. 

Under the Covers, 4 estrellas. 

Schmexy Girl, 4 estrellas. 

Naija Book Bae, 4 estrellas. 

Esta es una novela de una serie… de novelas independientes, cosa curiosa. Si quieres saber más de esta «serie», Maryse habla de ella en su blog. Creo que la mayor parte las he leído.