lunes, 13 de marzo de 2023

Crítica: “Rescue me”, de K. M. Neuhold

 

Cómo salir de una pesadilla

 


RESCUE ME

 

Por K. M. NEUHOLD Fecha: marzo de 2017

 

Madden (23), artista tatuador, busca rollo de una noche en un club gay. Se fija en un tipo mazao que, a su vez, le hace ojitos.

Pero antes de que la cosa pase a más, estalla la pesadilla en forma de tiroteo. Madden queda herido y Thane lo rescata. A ver, es bombero y exmarine, o sea, lo tiene todo para ser el perfecto héroe de película.

Por razones que solo Romancelandia entiende, Madden tiene que quedarse en casa de Thane, y este le ayuda a recuperarse. El roce hace el cariño, y la atracción inicial se convierte en algo más profundo, para los dos.

Lo que ocurre es que Madden tiene mucho bagaje, mucho. Las pasó canutas de jovencito, logró salir a flote gracias a Adam, que lo acogió para formarlo como tatuador y luego se hizo su amigo. ¿Repetirá dependencia con Thane? Parte de la madurez está en saber valerse solo, en no depender tanto de otros.

Y luego están las secuelas del tiroteo, ¿podrá recuperarse? ¿Tendrá que reinventarse también profesionalmente?

Llega un momento en que Thane dice lo que todo héroe/heroína de romántica debería decir en estas situaciones:

–Madden, necesitas ver a un terapeuta. Esto se está saliendo de madre.

Una novela que, como no puede ser de otra forma, tiene sus momentos sexis. Escenas sexuales explícitas, para mayores de 18 años, pero yo no lo consideraría erótica.

Sin embargo, la imagen general con la que me quedo es que estamos ante una historia amable de enamoramiento. Me recuerda un poco a N. R. Walker, otra autora que he descubierto hace poco, male/male romance sin el drama de Jay Hogan.

En vez de Down Under, se ambienta en Seattle. Pero vamos, con cero color local, si te pone que es Moratalaz o Ulan Bator, te quedas igual. Bueno, no sé cuántos clubes gais habrá en Mongolia, pero ya me entendéis.

Pululan en segundo plano un montón de amigos que echan una mano a los protagonistas en los momentos adecuados. Carne de secuela que protagonizarán las siguientes entregas de la serie Heathens Ink.

Cuando comenté esta historia en Goodreads, dije algo así como «bueno, vale». Leo este tipo de novelas como agua, una tras otra, y es raro que me acuerde de nada a los dos días.

Ahora bien, de esta sí que me recordaba escenas, al pasar los días. Así que igual sí que tiene algo especial.

Creo que lo que más me distanció de este libro, en su momento, fue que estaba contado en primera persona dual. Mis habituales problemas de confusión se vieron agravados por esos nombres con las mismas vocales. Yo pensaba: «¿Esto lo piensa el bombero o el tatuador?, ¿quién era Madden, el exmarine o el que echaron de casa de pequeño?».

Más que el irritante estilo NA, el poso que me queda es la dinámica entre los personajes, y la biografía emocional tan interesante que tienen. 

Ojalá contasen estas historias de otra forma. Esto mismo, pero en tercera persona, habría ganado un montonazo, en mi opinión.

Neuhold es autora nueva para mí. Me ha gustado, ahora, dudo que yo comprara esta novela por su precio real si no estuviera en KU.

Esta novela me dejó picada con la historia siguiente, Going Commando. Suena a trío MMM. Me parece que no he leído ninguna novela con ese planteamiento, hasta la fecha han sido tríos MMF. Ya os contaré.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

1.ª edición

Print / eBook / Audio, 334 páginas

Createspace (marzo/2017)

Parte de una serie: Heathens Ink #1

ISBN13: 9781544684772

 

Dog-eared daydreams, 4.5 estrellas

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