El veintiuno de febrero de 2024, se cumplieron DIEZ años desde que empecé este blog.
Estos aniversarios me gusta clavarlos, publicar artículo justo el día preciso. No pude hacerlo esta vez porque la semana pasada estaba en un viaje, muy liada por cosas de trabajo, mira que no aprendo y cada vez me meto en más cosas.
En fin, que aquí no hemos venido a llorar, sino a celebrar.
Una
década hablando de romántica. Se dice pronto.
¿Qué
cosas destacaban por aquel entonces, 2014? Pues novelas contadas en tercera persona.
Estupendas novelas históricas como:
· Romancing the duke de Tessa Dare, Castles Ever After #1
·
Nunca juzgues a una dama por su
apariencia (Never judge a lady by her cover) de Sarah MacLean, Rules of Scoundrels #4
· El escándalo de la sufragista (The suffragette scandal) de Courtney Milan (de las últimas que realmente disfruté de ella), Hermanos Sinister #4
·
Escrito con la sangre de mi corazón
(Written in my own heart’s blood), de
Diana Gabaldon, Outlander #8
Y
había contemporáneas fantásticas, como It happened one wedding, de Julie James, Chicago #5, una autora que hace el enemies to lovers como nadie;
o Dulce chico indecente (Sweet filthy
boy) de Christina Lauren, la primera de las Wild Seasons, sexi, despreocupada, ligera.
Ay,
y la cuarta entrega de los Iron Seas, que se publicó primero por entregas y
luego en libro, la aventurera The Kraken King de Meljean Brook, steampunk. Cómo se nos quedó colgada e inédita la historia del Blacksmith.
Se coló alguna juvenil, como La voz de Archer
(Archer’s voice) de Mia Sheridan, Where Love Meets Destiny #1.
Y,
como siempre, Ilona Andrews y sus cosas urban
fantasy que tanto gustan, lleva décadas con ello. Aquel año fue el de la séptima de Kate Daniels (Magic breaks) y la primera de Hidden
Legacy (Burn for me).
¿Qué he hecho este último año?
Empiezo
por lo que (no) he hecho. No he hecho ningún desafío, y tampoco he leído
romántica en español.
Cosas que he
leído
Completé la bibliografía de Laura Kinsale, comentando aquí las que me faltaban, Sueños del desierto, de la que se cumplieron treinta años, y Una extraña locura.
De mis favoritas, me leí lógicamente la que tocaba de Sandra Brown,
Out of nowhere. Me gustó ver que
Jennifer Crusie volvió a la carga, sacando una trilogía, junto a Bob Mayer. Así
como la primera novela, Lavender’s Blue, me gustó y la comenté aquí, la segunda
la dejé sin terminar y ya no me compré la tercera.
De
una autora que se ha convertido en una de mis favoritas, Rachel Reid, salió Time to shine. Vale, no son los Game
Changers, pero estuvo fenomenal.
El
autor que más he leído este año ha sido Tal Bauer. Empecé con Secret service y de ahí para arriba. Estos últimos doce meses me he metido entre pecho y espalda prácticamente toda su bibliografía.
Con
ese autor y otros varios, he seguido leyendo muchísimo male/male romance. Me repito: hay algo fresco, libre de presiones,
en las historias de amor protagonizadas por chicos. Estoy hasta el gorro de chicos felpudo y chicas víctimas, y unos y otros, contándome en detallada primera persona dual sus irrelevantes comeduras de tarros y sus egocéntricas minucias; esto es una cosa generacional, me temo. Los exhibicionistas lloros tiktokeros me han cogido ya muy mayor.
He
leído sobre todo contemporánea, repitiendo autoras como Sarina Bowen, de la que he publicado creo que quince críticas en este blog, de libros escritos por ella sola o en compañía de otros. Acabé la serie Ivy Years, así como
True North y este año le ha dado por los Hockey Guys, deportiva y gay, o sea,
dándome gusto.
Otra
que tal baila es Kate Meader, de la que he leído la serie Hot in Chicago, y otras novelas
de Hot in Chicago Rookies y los Rookie Rebels. Todo muy hot, aunque unas vayan de fuego (=bomberos) y otras de hielo (=hockey).
Más
contemporáneas: Mira Lyn Kelly y sus dirty
jugadores de hockey y Louise Bay, que sabe dar un toque realista a historias eminentemente harlequineras.
Aunque
he leído principalmente contemporánea, no he descuidado mis otros dos géneros
favoritos, el suspense y la histórica. En suspense, aparte del montón de Tal
Bauer, me leí un par que me faltaban de Carolyn Crane (¡qué pena que no haya
seguido con este género, sus romances contemporáneos como Annika Martin no me
gustan tanto!), cuatro de los SEAL de Amy Gamet, un par de Rachel Grant, una de
Toni Anderson,… además de alguna suelta de las autoras de toda la vida como
Linda Howard y Nora Roberts.
En histórica he vuelto la mirada al pasado, para leer cosas estupendísimas, me he releído la serie Ángeles Caídos de Mary Jo Putney, ¡qué gozada!. He leído libros sueltos, autoconclusivos, poquitos pero de calidad, de Lisa Gregory, Pamela Morsi, Stella Riley, Judith Ivory, Jude Deveraux, Suzanne Enoch... Ahora me estoy centrando en Tessa Dare y Loretta Chase.
Sí, todo más viejo que Carracuca.
Mis escasas incursiones en cosas recientes se han quedado en «vaya bodrio» (Ana María and the Fox, de Liana de la Rosa) o «está bien, son majos estos chicos, pero vaya» (We could be so good, de Cat Sebastian.
Así que no es de extrañar que me quede con lo viejuno, lo que es más viejo que el hilo negro. Y la histórica «ultramoderna», para quien le guste.
Artículos
Aparte
de los artículos habituales a principios de año sobre lo mejor según la
crítica, tuve que publicar un obituario, nos dejó Julie Garwood.
Dediqué
tres artículos a una selección no tanto de libros como de autores:
El
tema al que le dediqué más artículos este año es al romance LGBT, aprovechando
que entre el 23 de junio y el 2 de julio se celebraba MADO, la gran fiesta del
Orgullo LGBTIQ+ en Madrid.
Diez historias (gais) imperdibles
Autoras «mainstream» que picotean
Libros de
cinco estrellas
Este
año no han abundado las ⭐⭐⭐⭐⭐, pero las ha habido, desde el 21 de
febrero de 2023, hasta hoy, han sido estos:
Lisa
Gregory: La estación del arco iris (The
rainbow season, 1979) Turner’s Rainbows #1, histórica del Oeste.
Pamela Morsi: Wild oats (1993) Territory Trysts #1, histórica del Oeste.
Loretta
Chase: La cortesana (Your scandalous ways,
2008) Fallen Women #1, histórica.
Sean
Kennedy: Tigres y demonios (Tigers and
Devils, 2009) contemporánea, gay, deportiva.
Stella
Riley: The parfit knight (2012)
Rockcliffe #1, histórica de la Regencia.
Sarina
Bowen: The understatement of the year (2014)
The Ivy Years #3, contemporánea, hockey,
NA, gay.
Tal
Bauer: Whisper (2018) Gay, suspense
tipo thriller, gay, inmenso fresco que abarca unos cuantos años y lugares del planeta.
Tal Bauer: Never stay gone (2021) Big Bend Texas Rangers #1, suspense gay.
Mirando al futuro con optimismo
Con
el trabajo que se me amontona, y la de cosas en que me meto, este año
posiblemente lea menos romántica.
Me
centraré en lo que veo que me funciona: histórica de toda la vida, contemporánea y
suspense de autores concretos que me gustan. Y mucho romance gay, lejos de las
complicadas aguas del romance hetero.
Sigo
sin actualizar mi lista de 1000 mejores, porque estoy esperando a ver si All
About Romance hace o no un nuevo Top 100. Empecé este blog con el Top 100 de
All About Romance de 2013, y fíjate hasta dónde he llegado. Yo creía que en
2023 iban a hacer un nuevo Top 100 y de momento, nada. Está complicado, creo
yo, por saber cómo hacer para que sea fiable y no se metan los street teams de determinadas autoras a
distorsionar las cosas. Si este año tampoco lo confeccionan, pues entonces sí,
si puedo actualizaré mi Top 1000 en 2025.
Mi
montaña de libros comprados pendientes de leer creo que es imposible reducirlo.
Yo lo intento, pero… Este año estoy dándole vueltas al minimalismo, a reducir
mi vida. No digo que me quede con lo esencial. Pero sí, al menos, no perder
tiempo con pantallas, internet, que me consumen la vida sin aportarme gran
cosa. No sé si darme de baja en KU otra vez, así como en Filmin y alguna otra
plataforma más, y ya digo, ceñirme a lo que ya tengo.
Eso
también implica deshacerme de unos cuantos libros, vendiéndolos o donándolos,
pero creo que mayoritariamente no serán los románticos.
Lo
que sí he empezado a hacer es unsubscribe
en un montón de cuentas de romántica que me llenaban el correo de más mensajes
de los que podía leer. Eso me agobiaba, así que he cortado por lo sano, fuera
esas suscripciones, y unas cuantas más de otras cosas.
De
febrero de 2023 a febrero de 2024 el número de visitas se ha mantenido. Confirmo
que estar en Goodreads no influye. Hasta 2016 tenía unas 20.000 visitas al mes.
De entonces ahora, como ya dije el año pasado, me he estabilizado en unas mil
visitas al día, lo que hace unas 30.000 al mes; alguno un poco más, otros un
poco menos, pero por ahí ando.
El
origen de las visitas sigue siendo, principalmente, España. Este año el segundo
país de procedencia de las visitas es, curiosamente, Estados Unidos. Luego
están mis habituales: México y Argentina. A cierta distancia, ya mucho menos: Perú,
Venezuela, Chile y Colombia, por ese orden. De países no hispanohablantes,
Alemania, después de los EE. UU.
Y
sigo sin saber por qué, ¿son hispanohablantes que viven allí? ¿O gente que está
aprendiendo nuestro idioma y le gusta leer sobre romántica porque es un tema
atractivo y fácil? Ni idea.
Este
mes significa el inicio de la segunda década de este blog. Sigo deseando buenas
historias románticas. Confío en encontrar, al menos, las que funcionen para mí.
Sea
lo que sea, confío en seguir compartiéndolo con tod@s vosotr@s.