lunes, 26 de febrero de 2024

Diez años de blog

 


El veintiuno de febrero de 2024, se cumplieron DIEZ años desde que empecé este blog. 

Estos aniversarios me gusta clavarlos, publicar artículo justo el día preciso. No pude hacerlo esta vez porque la semana pasada estaba en un viaje, muy liada por cosas de trabajo, mira que no aprendo y cada vez me meto en más cosas. 

En fin, que aquí no hemos venido a llorar, sino a celebrar.

Una década hablando de romántica. Se dice pronto.

¿Qué cosas destacaban por aquel entonces, 2014? Pues novelas contadas en tercera persona. Estupendas novelas históricas como:

·         Romancing the duke de Tessa Dare, Castles Ever After #1 

·         Nunca juzgues a una dama por su apariencia (Never judge a lady by her cover) de Sarah MacLean, Rules of Scoundrels #4

·         El escándalo de la sufragista (The suffragette scandal) de Courtney Milan (de las últimas que realmente disfruté de ella), Hermanos Sinister #4 

·         Escrito con la sangre de mi corazón (Written in my own heart’s blood), de Diana Gabaldon, Outlander #8

Y había contemporáneas fantásticas, como It happened one wedding, de Julie James, Chicago #5, una autora que hace el enemies to lovers como nadie; o Dulce chico indecente (Sweet filthy boy) de Christina Lauren, la primera de las Wild Seasons, sexi, despreocupada, ligera.

Ay, y la cuarta entrega de los Iron Seas, que se publicó primero por entregas y luego en libro, la aventurera The Kraken King de Meljean Brook, steampunk. Cómo se nos quedó colgada e inédita la historia del Blacksmith.

Se coló alguna juvenil, como La voz de Archer (Archer’s voice) de Mia Sheridan, Where Love Meets Destiny #1. 

Y, como siempre, Ilona Andrews y sus cosas urban fantasy que tanto gustan, lleva décadas con ello. Aquel año fue el de la séptima de Kate Daniels (Magic breaks) y la primera de Hidden Legacy (Burn for me). 

 

 

¿Qué he hecho este último año?

Empiezo por lo que (no) he hecho. No he hecho ningún desafío, y tampoco he leído romántica en español.

Cosas que he leído

Completé la bibliografía de Laura Kinsale, comentando aquí las que me faltaban, Sueños del desierto, de la que se cumplieron treinta años, y Una extraña locura

De mis favoritas, me leí lógicamente la que tocaba de Sandra Brown, Out of nowhere. Me gustó ver que Jennifer Crusie volvió a la carga, sacando una trilogía, junto a Bob Mayer. Así como la primera novela, Lavender’s Blue, me gustó y la comenté aquí, la segunda la dejé sin terminar y ya no me compré la tercera.

De una autora que se ha convertido en una de mis favoritas, Rachel Reid, salió Time to shine. Vale, no son los Game Changers, pero estuvo fenomenal.

El autor que más he leído este año ha sido Tal Bauer. Empecé con Secret service y de ahí para arriba. Estos últimos doce meses me he metido entre pecho y espalda prácticamente toda su bibliografía.

Con ese autor y otros varios, he seguido leyendo muchísimo male/male romance. Me repito: hay algo fresco, libre de presiones, en las historias de amor protagonizadas por chicos. Estoy hasta el gorro de chicos felpudo y chicas víctimas, y unos y otros, contándome en detallada primera persona dual sus irrelevantes comeduras de tarros y sus egocéntricas minucias; esto es una cosa generacional, me temo. Los exhibicionistas lloros tiktokeros me han cogido ya muy mayor.

He leído sobre todo contemporánea, repitiendo autoras como Sarina Bowen, de la que he publicado creo que quince críticas en este blog, de libros escritos por ella sola o en compañía de otros. Acabé la serie Ivy Years, así como True North y este año le ha dado por los Hockey Guys, deportiva y gay, o sea, dándome gusto.

Otra que tal baila es Kate Meader, de la que he leído la serie Hot in Chicago, y otras novelas de Hot in Chicago Rookies y los Rookie Rebels. Todo muy hot, aunque unas vayan de fuego (=bomberos) y otras de hielo (=hockey).

Más contemporáneas: Mira Lyn Kelly y sus dirty jugadores de hockey y Louise Bay, que sabe dar un toque realista a historias eminentemente harlequineras.

Aunque he leído principalmente contemporánea, no he descuidado mis otros dos géneros favoritos, el suspense y la histórica. En suspense, aparte del montón de Tal Bauer, me leí un par que me faltaban de Carolyn Crane (¡qué pena que no haya seguido con este género, sus romances contemporáneos como Annika Martin no me gustan tanto!), cuatro de los SEAL de Amy Gamet, un par de Rachel Grant, una de Toni Anderson,… además de alguna suelta de las autoras de toda la vida como Linda Howard y Nora Roberts.

En histórica he vuelto la mirada al pasado, para leer cosas estupendísimas, me he releído la serie Ángeles Caídos de Mary Jo Putney, ¡qué gozada!. He leído libros sueltos, autoconclusivos, poquitos pero de calidad, de Lisa Gregory, Pamela Morsi, Stella Riley, Judith Ivory, Jude Deveraux, Suzanne Enoch... Ahora me estoy centrando en Tessa Dare y Loretta Chase

Sí, todo más viejo que Carracuca.

Mis escasas incursiones en cosas recientes se han quedado en «vaya bodrio» (Ana María and the Fox, de Liana de la Rosa) o «está bien, son majos estos chicos, pero vaya» (We could be so good, de Cat Sebastian

Así que no es de extrañar que me quede con lo viejuno, lo que es más viejo que el hilo negro. Y la histórica «ultramoderna», para quien le guste.

 

Artículos

Aparte de los artículos habituales a principios de año sobre lo mejor según la crítica, tuve que publicar un obituario, nos dejó Julie Garwood.

Dediqué tres artículos a una selección no tanto de libros como de autores:

Top 100 de autores

Otra lista de cien autores, con mediana

Top 50 de los últimos cinco años

El tema al que le dediqué más artículos este año es al romance LGBT, aprovechando que entre el 23 de junio y el 2 de julio se celebraba MADO, la gran fiesta del Orgullo LGBTIQ+ en Madrid.

Diez historias (gais) imperdibles

Algunos nombres propios 

Autoras «mainstream» que picotean   

Puntos oscuros            

Diversidad de géneros (literarios)       

Diversidades LGBTIQAA+     

Mis historias gais favoritas      

 

Libros de cinco estrellas

Este año no han abundado las ⭐⭐⭐⭐⭐, pero las ha habido, desde el 21 de febrero de 2023, hasta hoy, han sido estos:

Lisa Gregory: La estación del arco iris (The rainbow season, 1979) Turner’s Rainbows #1, histórica del Oeste. 

Pamela Morsi: Wild oats (1993) Territory Trysts #1, histórica del Oeste. 

Loretta Chase: La cortesana (Your scandalous ways, 2008) Fallen Women #1, histórica. 

Sean Kennedy: Tigres y demonios (Tigers and Devils, 2009) contemporánea, gay, deportiva. 

Stella Riley: The parfit knight (2012) Rockcliffe #1, histórica de la Regencia. 

Sarina Bowen: The understatement of the year (2014) The Ivy Years #3, contemporánea, hockey, NA, gay. 

Tal Bauer: Whisper (2018) Gay, suspense tipo thriller, gay, inmenso fresco que abarca unos cuantos años y lugares del planeta. 

Tal Bauer: Never stay gone (2021) Big Bend Texas Rangers #1, suspense gay.

 

Mirando al futuro con optimismo

Con el trabajo que se me amontona, y la de cosas en que me meto, este año posiblemente lea menos romántica.

Me centraré en lo que veo que me funciona: histórica de toda la vida, contemporánea y suspense de autores concretos que me gustan. Y mucho romance gay, lejos de las complicadas aguas del romance hetero.

Sigo sin actualizar mi lista de 1000 mejores, porque estoy esperando a ver si All About Romance hace o no un nuevo Top 100. Empecé este blog con el Top 100 de All About Romance de 2013, y fíjate hasta dónde he llegado. Yo creía que en 2023 iban a hacer un nuevo Top 100 y de momento, nada. Está complicado, creo yo, por saber cómo hacer para que sea fiable y no se metan los street teams de determinadas autoras a distorsionar las cosas. Si este año tampoco lo confeccionan, pues entonces sí, si puedo actualizaré mi Top 1000 en 2025.

Mi montaña de libros comprados pendientes de leer creo que es imposible reducirlo. Yo lo intento, pero… Este año estoy dándole vueltas al minimalismo, a reducir mi vida. No digo que me quede con lo esencial. Pero sí, al menos, no perder tiempo con pantallas, internet, que me consumen la vida sin aportarme gran cosa. No sé si darme de baja en KU otra vez, así como en Filmin y alguna otra plataforma más, y ya digo, ceñirme a lo que ya tengo.

Eso también implica deshacerme de unos cuantos libros, vendiéndolos o donándolos, pero creo que mayoritariamente no serán los románticos.

Lo que sí he empezado a hacer es unsubscribe en un montón de cuentas de romántica que me llenaban el correo de más mensajes de los que podía leer. Eso me agobiaba, así que he cortado por lo sano, fuera esas suscripciones, y unas cuantas más de otras cosas.

 

De febrero de 2023 a febrero de 2024 el número de visitas se ha mantenido. Confirmo que estar en Goodreads no influye. Hasta 2016 tenía unas 20.000 visitas al mes. De entonces ahora, como ya dije el año pasado, me he estabilizado en unas mil visitas al día, lo que hace unas 30.000 al mes; alguno un poco más, otros un poco menos, pero por ahí ando.

El origen de las visitas sigue siendo, principalmente, España. Este año el segundo país de procedencia de las visitas es, curiosamente, Estados Unidos. Luego están mis habituales: México y Argentina. A cierta distancia, ya mucho menos: Perú, Venezuela, Chile y Colombia, por ese orden. De países no hispanohablantes, Alemania, después de los EE. UU.

Y sigo sin saber por qué, ¿son hispanohablantes que viven allí? ¿O gente que está aprendiendo nuestro idioma y le gusta leer sobre romántica porque es un tema atractivo y fácil? Ni idea.

 

Este mes significa el inicio de la segunda década de este blog. Sigo deseando buenas historias románticas. Confío en encontrar, al menos, las que funcionen para mí.

Sea lo que sea, confío en seguir compartiéndolo con tod@s vosotr@s.


lunes, 19 de febrero de 2024

Crítica: “Una extraña locura”, de Laura Kinsale


Muy romántica, con un héroe algo enloquecido

 


DATOS GENERALES

Título original: My sweet Folly

Género: histórica, 1802-1812

Fecha de publicación original: 1997

Páginas: 320

Parte de una trilogía: Regency Tales #2

 

1.ª edición en España

ISBN 13: 978-84-01-38450-9

Traductora: Pilar de la Peña Minguell

Edición: 1/2013, Plaza & Janés

Páginas: 432

Colección: Narrativa femenina, 1095

SINOPSIS (de La casa del libro)

Una conmovedora historia de amor forjada a través de una relación por correspondencia.

Inglaterra, 1800. Folie, casada con Charles Hamilton, lleva una vida apacible aunque desprovista de alicientes. A raíz de la enfermedad de su marido, empieza a cartearse con Robert Cambourne, el primo de Charles, que reside en la India.

Poco a poco, y a lo largo de siete años, el contenido de las misivas se transforma y algunas palabras de amor se infiltran entre sus líneas.  Tras enviudar, Folie es por fin libre para dar rienda suelta a sus sentimientos, pero Robert parece haberse convertido en otra persona. No solo no le corresponde, sino que directamente la rechaza. Sin embargo, el destino hará# que sus caminos vuelvan a encontrarse...

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Entró en mi lista de mil mejores novelas románticas, versión de 2017, en el puesto 262. Hoy en día ya no estaría, porque anda en torno al puesto mil trescientos y pico. Estuvo en uno de los Top 100 de All About Romance, la del año 2000, la número 97. Tuvo crítica de Five Hearts Keeper en The Romance Reader, y DIK A en All About Romance. Dentro de la encuesta que hacían en AAR entre sus lectores, en el año 1997, tuvo una honorable mención en la categoría «héroe más torturado» (Robert Cambourne, evidentemente). Más cosas, a Rosario, una mujer estupenda a la que sigo desde hace años, le puso A-. Fue finalista en los premios RITA, dentro de la caegoría romance histórico largo. Le ganó una del oeste, de Maggie Osborne, The Promise of Jenny Jones, y debo decir que acertadamente, porque fue un cinco estrellas para mí, con una heroína estupenda. Aparte de eso, tiene un tópico interesante, older couples.

 

CRÍTICA

Esta es la última de Laura Kinsale que me quedaba por comentar en mi blog. Así que aproveché para releerla.

La recordaba con gusto, sobre todo esa parte inicial, soberbia, con sus intercambios epistolares. Así la comenté hace más de diez años en El rincón de la novela romántica:

"Una extraña locura" ("My Sweet Folly", 1997) es otra novela maravillosa de Kinsale. Terriblemente romántica. Ya el principio, el hecho de que Robert y Folie se enamoren por carta y en la distancia, es precioso.

Haz la prueba, empieza a leer las cartas. ¡Te enganchará!

Luego le coges un poco de tirria a Robert porque te parece que está como una cabra y retiene a Folie contra su voluntad. La amenaza y la coacciona.

Robert quiere a Folie, y la necesita, pero sus propias frustraciones lo limitan. Un tipo torturado típicamente Kinsale. Le aterra el efecto del amor sobre las personas. Folie es más sabia, y una mujer práctica, mordaz más de una vez. Pero, al final, cuando logra entender lo que le pasa a Robert, sabe cómo contribuir a que él supere sus temores.

Diálogos ingeniosos, poco sexo, pero cuando lo hay resulta muy apasionado.

Valoración: un 9/10, excelente. Le quito un punto porque creo que podía haber sido más concisa en la parte final, alarga un poco la historia.

En una relectura, redondeo la puntuación a cuatro estrellas. Sigue pareciéndome algo alargado el misterio respecto a una conjura de la que no voy a dar detalles, por no destripar. Eso es lo que preferiría que fuera más concisa.

Pero, en cambio, agradecería algo más de desarrollo en la historia secundaria, la de Melinda, hijastra de Folie.

El principio sigue pareciéndome precioso, con ese intercambio epistolar entre una jovencísima Folie, de dieciocho años, y Robert, el primo de su marido. Folie está casada con un señor mucho mayor que ella, que tiene una hija a la que Folie le saca poco más de una década.

Le escribe al primo de su marido, un tal Robert Cambourne que está viviendo en la India.

Es un hombre un poco soñador, quizá no del todo adaptado a la vida militar. Genuinamente interesado en otras culturas y creencias. Ya se encargará la vida de aplastarlo, poco a poco.

Cartearse con Folie supone un punto luminoso, una esperanza de algo diferente.

Para Folie, también. Ese héroe joven, tan lejano, supone una ilusión, un sueño romántico frente a su vida cotidiana junto a un hombre que no la aprecia especialmente.

Se cartean durante un tiempo. Y luego, pasados unos cuantos años, Robert vuelve a Inglaterra. Para entonces, ambos están ya en su madurez. Folie es viuda, tiene a su cargo una hijastra, Melinda, chica bien linda y maja. Está planeando su presentación en sociedad.

La vuelta de Robert les complica algo las cosas. Es el tutor de Melinda, y controla los bienes que le corresponden a Folie como viuda.

Robert no se comporta como ella esperaría. No parece aquel hombre romántico, cariñoso, que la apreciaba tal como ella era. No, básicamente, si le preguntas a Folie, este Robert no es «su» Robert; este Robert está como una cabra.

Cierto, las cosas que Robert hace y dice son, más bien, de tener un tornillo flojito.

De un héroe Kinsale esperas alguien torturado. Ahora, ¿loco-loco…? Parece fuera de toda lógica. No es de extrañar que Folie, mujer práctica ante todo, intente poner a mal tiempo buena cara y darle vueltas en la cabeza a ver cómo consigue lo mejor para ella y para su hija.

Es verdad que luego hay una razón para el sufrimiento de Robert y sus acciones.

Todo resulta terriblemente romántico, porque se enamoraron por carta y no han dejado de pensar el uno en el otro. Pero tienen que encontrar de nuevo el camino del uno hacia el otro.

Me sigue pareciendo relindo que se enamoraran por carta. Son de esas misivas que tienes que leer de forma pausada, mirando bien cada frase, porque requiere leer entre líneas, apreciar el momento en que las cosas cambian un poquito y cobran otra chispa.

Hay diferencias con la romántica actual. 

Primero, los diálogos son ingeniosos, pero tirando más por la madurez y la inteligencia, y no con derroches sentimentales o chistes de patio de colegio.

La parte sexi, pues más bien limitadita, poco pero muy apasionado. Se te puede hacer escaso si eres habitual de una no sé, ponle Sarah MacLean. Intenta reproducir que, en aquella época, hombres y mujeres se relacionaban con más comedimiento y distancia. La pasión se lleva más en las entretelas, en las miradas y los roces.

Se agradece ver a una pareja ya de cierta edad, para lo que es la romántica. La mayor parte de la historia se desarrolla cuando Folie tiene 30 años y Robert, 35. Son viudos, están en la segunda parte de la vida, en teoría maduros y serenos. Claro, luego te sale Robert son sus locuras y te preguntas si realmente este tipo ha madurado.

Me ha sorprendido ver en Goodreads que esta novela se considera parte de una trilogía, los «Regency Tales». Yo estaba en la idea de que Kinsale no escribió series.

Igual es porque en el año 2018 sacaron un pack con tres novelas bajo el título de Regency Romances, y agrupaba:

#1 Midsummer Moon / Luna de agosto (11/1987)

#2 My sweet Folly / Una extraña locura (1997)

#3 Uncertain magic / Magia dudosa (3/1987)

No le veo qué relación tienen estas tres novelas. Además, tienen fechas de publicación diferentes, dos del año 1987 y la otra diez años más tarde.

Una lectura pausada, con ese toque poético, casi literario, de Kinsale.

Folie alzó la vista a las ventanas de cristales emplomados. Un millar de destellos diamantinos la saludaron desde los afilados arcos ojivales, reflejos del sol encarnado. El aire olía a boj y a lluvia.

¿Cuántas autoras conoces capaces de escribir algo así…?

¿Y que tengan la suerte de tener tan buenas traducciones al español...?

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes disfruten de históricas complejas, bien escritas.

Otras críticas de la novela


En español, tenemos tres críticas en El rincón de la novela romántica, gusta aunque le ponen algún pero. 

Críticas, reseñas y opiniones de libros

Lo que quiera leer hoy, le gusta pero preferiría más desarrollo romántico y menos intriga confusa. 

Paso al inglés.

Rosario’s Reading Journal, una A-. 

En All About Romance hay dos críticas, una del año 1999 de Robin para el libro en papel, que le da una A, y otra que le hizo Caz en 2013 al audiolibro, al que dio un B+; diferencia, por un lado la narración A+ y por otro el contenido del libro, una B. Nicholas Boulton es el narrador, claro, y eso es de sobresaliente.

Dear Author, C. 

miércoles, 14 de febrero de 2024

Crítica: “Rode hard”, de Lorelei James


Dos historias very hot por el precio de una



DATOS GENERALES

Título original: Rode hard, put up wet

Subgénero: erótica

Fecha de publicación original: (eBook) 10/2007

Parte de una serie: Rough Riders #2

Samhain

ISBN13: 9781605043739


NO TRADUCIDA EL ESPAÑOL, pero sí al francés, Chevauchée ardente (Riders, #2), y Ein Traummann für Gemma (Rough Riders #2)

 

SINOPSIS (según la Fiction Data Base)

Trabajar hasta lograr un sudor caliente y pegajoso es puro placer con un o dos vaqueros que cabalgan duro…

La contratista en apuros Gemma Jansen se traga su orgullo y busca al vaquero de rodeo Cash Big Crow para ofrecerle un trabajo administrando su rancho. Cash acepta con una condición: la suya no será estrictamente una relación laboral. Ella será la jefa durante el día, pero una vez que está acorralada en el dormitorio, Cash toma las decisiones. A pesar de las preocupaciones sobre la diferencia de edad, Gemma acepta. Cash sospecha que la sexy viuda esconde una veta salvaje sin explotar. Tiene la intención de aflojar las riendas de control que ella apretaba, incluso si tiene que sacar su látigo para hacerlo. Pero Cash se llevará una sorpresa. Gemma demuestra ser una participante dura y dispuesta en cualquier juego de cuero y encaje que Cash sueñe.

Mientras vigila a su descarriada hija, Macie, y al revoltoso vaquero Carter McKay, que persigue a Macie en cada paso de su bota, Cash lucha por ocultar sus verdaderos sentimientos por Gemma, excepto que esta vez, Gemma agarró al toro por los cuernos y ella está jugando para siempre. Los veranos serán calurosos en el Bar 9.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No. Estaría como mucho entre las veinte mil mejores, gracias a que Simply Love Book Reviews le dio cinco estrellas.


CRÍTICA

Una de mis favoritas en erótica es Lorelei James. Equilibra lo emocional con lo sexualmente explícito, en esa modalidad que llamo «erotismo Ikea»: vidas normales, con sus problemas cotidianos, pero que no les impide tener un sexo espectacular, sin complicadas escenas montadas en clubes sadomaso.

Leí esta novela para el TBR Challenge de 2019, y publiqué aquí una crítica en inglés. Retoco aquella crítica para comentar el libro, tras releerlo en enero. Me ha gustado aún más que entonces, y creo que entiendo mejor lo que la autora ha querido contar.

El subgénero erótico no es un tipo de novela fácil de leer y disfrutar. Ni tampoco de escribir. Tienes que poner suficiente sexo explícito para ser excitante y, al mismo tiempo, meter una buena historia de amor, de forma que la parte erótica y la romántica tengan suficiente desarrollo.

Creo que Lorelei James lo logra con sobresaliente. Hay un montón de sexo pegajoso, cálido, con sus toques rarunos —spanking, bondage, tríos y la tríada vaginal-anal-bucal—. Sin embargo, también encuentras personajes que se descubren, se enamoran y luchan por lograr su final feliz, después de derrotar sus propias inseguridades.

Cuenta dos historias de amor. Yo la compré por la de Gemma y Cash, que aparecían en la primera de la serie y notabas que había química entre ellos. A raudales.

La viuda Gemma Jensen (48), es dueña de un rancho. Suministra animales para el circuito de rodeo, aunque de un tiempo a esta parte el negocio se resiente. Necesita ayuda y se traga su orgullo. Ofrece trabajo a Cash Big Crow (38).

Cash, indio lakota, antiguo campeón de rodeo, carece de hogar propio. Vive de acá para allá.

Acepta la oferta de Gemma, con una condición: dormirán juntos, y en el dormitorio manda él.

Gemma no tiene problema, porque lo desea desde hace años, sin atreverse por sus inseguridades, ¡él es casi una década más joven!

¿Qué dice Cash? Que la edad es sólo un número.

Nadie lo sabía (salvo Trevor), pero Cash tiene una hija, Macie (22). La tuvo siendo él adolescente y se han relacionado poco. Ahora que la madre de ella ha muerto, intentan conectar, conocerse mejor.

Por eso, Macie acepta pasar el verano con Cash en el rancho de Gemma.

 ¿Y quién está en ese rancho? Pues uno de los revoltosos hermanos McKay sobre los cuales gira la serie: Carter (26). Es el pequeño de la familia, diferente, un artista. Trabajando para Gemma, logra algo de dinero y un lugar donde elaborar sus creaciones artísticas.

Está obsesionado con Macie incluso antes de conocerla. La considera su musa, en una obsesión algo rarita.

Tanto Gemma como Macie son mujeres fuertes, de ideas claras. Parecen más maduras que sus hombres.

Cash no se atreve a expresar sus sentimientos, siendo así que ama a Gemma desde hace tiempo.

Carter se siente raro, que no encaja en la familia McKay, que no le comprenden. Macie, sí. ¿Y qué hace él? Desde mi punto de vista, sabotear su relación al no atender a los verdaderos deseos de ella.

Ya digo que lo que me gusta de Lorelei James es que los personajes son personas comunes con unas estupendas vidas sexuales. No necesitas millonarios pervertidos ni sofisticados clubes eróticos para tener sexo potente.

Prefiero este tipo de erótica, con gente normal, de vida emocional complicada y economías modestas:

Macie: Me gusta trabajar en una cafetería. No aspiro a ser una mujer sofisticada, colgada de tu brazo en grandes exposiciones artísticas de moda.

Carter: La última vez que miré, cariño, vivía en tráiler alquilado de mierda, en mitad de Ninguna Parte, Wyoming, y mis ingresos están cerca del nivel de pobreza.

Lo que te dicen estas novelas es que la vida no es perfecta, pero puedes encontrar sexo increíblemente húmedo, es solo cosa de que encuentres a la pareja adecuada para ti.

Cuando la leí, allá por agosto de 2019, comenté que aunque la disfruté, la olvidé fácilmente, que me parecía difícil que sea una novela favorita de nadie. En cualquier caso, admití, te da justo lo que esperas y la honestidad es lo mejor que se puede decir de cualquier ficción comercial.

Ahora, al releerla, me doy cuenta de que me equivoqué. En estos cinco años sí que he recordado más de una vez esta novela, en particular una escena con Trevor hacia el final.

También pensé entonces que seguiría leyendo más libros de Lorelei James. Sin embargo, aunque leí alguna otra, no me he puesto en serio con esta serie hasta que he visto que en 2023 incluyeron esta serie en Kindle Unlimited.

Ahora me doy cuenta de que hay continuidad entre las novelas, cada una engarza en la siguiente.

Lorelei James vive en Dakota del Sur, así que sus libros suenan muy auténticos porque habla de una realidad que ella conoce, hasta el punto de soltar bromas verosímiles que te imaginas dichas por sus amigos.

Creo que es ilegal ser vegetariano en Wyoming.

Es lo mejor que, en mi opinión, puede hacer un escritor.

Así describe esta serie en Goodreads:

Me encanta escribir sobre el oeste moderno, crear vaqueros extraordinarios y las mujeres que los aman. Me propuse crear libros que fueran un poco más realistas sobre la vida cotidiana de los rancheros de Wyoming y mucho más sexis de lo que encontré en los estantes de las librerías locales o en línea... Esta serie es en realidad una saga del Oeste, desarrollada en un arco a lo largo de varios libros, por lo que no todas las preguntas se responden en cada libro. No considero esto un truco, porque este enfoque a largo plazo me permite detallar los desafíos, triunfos y tribulaciones de una familia ganadera a lo largo de varios libros y varios años.

Pues lo hace requetebién.

Valoración personal: buena (dentro de lo que es), 3

Se la recomendaría a: quienes tengan debilidad por el erotismo Ikea.

 

Otras críticas de la novela:

Muy poquito he encontrado de esta novela.

Simply Love Book Reviews, 5 estrellas, pure delight. 

Comentarios variados en The Story Graph, alguna de 5 estrellas y otra DNF

About that story 4 estrellas.

Como no encuentro más, os pongo una entrevista que le hicieron a la autora en 2011, en The Book Pushers, mediada la serie Rough Riders. 

4.05 stars tenía en Goodreads la última vez que miré 

Y 4.4 en Amazon.com.

Otra portada; hay otras, se pueden ver en Goodreads


lunes, 12 de febrero de 2024

Crítica: “We could be so good”, de Cat Sebastian

 

Una historia muy cuqui en el NY de fines de los 50


 

DATOS GENERALES

 

Título original: We could be so good

Subgénero: histórica

Publicación: Avon, 6/2023

Páginas: 384

ISBN 9780063272767

 

SINOPSIS (según Fiction DB

Nick Russo se abrió camino desde un barrio difícil de Brooklyn hasta un trabajo de reportero en uno de los periódicos más importantes de la ciudad. Pero el final de la década de 1950 es una época hostil para los hombres homosexuales y Nick sabe que no puede dejar que nadie entre en su vida. Simplemente, nunca contó con conocer a alguien a quien fuera imposible decirle que no, como Andy.

El padre de Andy Fleming, magnate de los periódicos, quiere que él se haga cargo del negocio familiar. Andy, sin embargo, no tiene intención de llevar el periódico. Apenas puede manejar su propia vida: nunca ha pagado una factura a tiempo, habitualmente se pierde camino al trabajo y prefiere sacarse los ojos antes que lidiar con la política de la oficina. Andy acepta trabajar durante un año en la sala de redacción, sabiendo que hará el ridículo y odiará cada segundo.

Solo que… Nick Russo rescata a Andy una y otra vez, le muestra los entresijos, busca sus llaves y libera su corbata cuando se atasca en los antiguos archivadores. Su improbable amistad pronto se convierte en sentimientos que no pueden negar. Pero lo que parece posible en secreto (esa cosa frágil y tierna entre ellos) parece condenada al fracaso a la luz del día. Ahora Nick y Andy tienen que decidir si, por primera vez, están dispuestos a pelear.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, está entre las mil mejores, en concreto en torno al puesto 620 de mi lista. Tuvo crítica DIK A en All About Romance, de 5 estrellas por varias personas a las que sigo, como Becky o Caz. En Dear Author le dieron un A- y en Smart Bitches Trashy Books, una A. Starred review le hicieron en Publishers Weekly. A final de año, la escogieron entre lo mejor de 2023 Harper’s Bazaar Besto Modern Romance, Audible, Book Shop, Publishers Weekly y The New York Times.

 

CRÍTICA

Es curioso, pero esta novela la anunciaron comparándola con otras autoras, para que la gente supiera un poco qué esperar. No es nada nuevo en Romántica. ¿Cuántas históricas nos han vendido como «¡para fans de los Bridgerton!»? Luego ya si la recomendación acierta o no, es otra cosa.

No, aquí lo peculiar es que no se aclaraban qué nombre poner en la portada para llamar la atención del potencial lector.

Así, en Fiction Data Base dicen «Colleen Hoover se encuentra con Los siete maridos de Evelyn Hugo en este drama romántico…».

Pero luego miro en Goodreads y dicen:

«Casey McQuiston se encuentra con Los siete maridos de Evelyn Hugo en este drama romántico…».

Es como que no tienen muy claro qué preferirá la gente, ¿Colleen Hoover o Casey McQuiston? Evidentemente, por los libros que mencionan, quieren dejar claro que es una historia queer, en concreto de dos chicos. Y luego, que se ambienta en el pasado, que es histórica.

Ahora, el que mencione a Colleen Hoover primero y a Casey McQuiston después te pone en evidencia, en mi opinión, que Avon quería captar un público joven, sin que tuvieran muy claro qué tono encaja más, si el sentimental e intenso de una Hoover o el más superficial y activista de Casey.

En mi opinión, sin conocer en profundidad esos otros libros y autoras, creo que este libro no tiene demasiado que ver con esas autoras. De hecho, tampoco creo que esto sea una romdram, si por eso entendemos «dramas románticos» para llorar y desesperarse, o, al menos, sufrir mucho.

Acaba ese párrafo diciendo que es una novela perfecta para «Newsies shippers», o sea, para los aficionados que fantasean con rollos entre personajes del musical Newsies, si he entendido bien.

Porque no, aquí no se sufre. Tanto Andy como Nick, ambos de 25 años, son muy cuquis

Su meet cute es very cute, cuando Andy se le queda la corbata atrapada en un archivador del periódico. Y Nick tiene que liberarlo. Andy es una de esas personas algo despistadas, con sus cosas, con las llaves…

Nick (25) es un reportero que escribe bien, bonito, dándole el ángulo humano a la noticia. Procede de una familia italiana de Brooklyn, así que por supuesto todo eso de ser gay es algo oculto, ni se menciona.

Creo que recrea muy bien lo que era la vida gay neoyorquina antes de Stonewall, todo eran bares clandestinos, encuentros rápidos y furtivos en baños públicos, la presión de la policía, las detenciones…

La vida sexual de Nick se resume en rollos rapiditos con desconocidos. La emocional, olvídate, ni por lo más remoto podrán dos chicos vivir juntos y mostrarse como pareja en público.

Andy es el hijo del jefe, del propietario de un periódico tirando a izquierdista. Su madre fue periodista ganadora del Pulitzer. El padre, para prepararlo para el futuro, quiere que durante un año trabaje de redactor y luego ya tomará las riendas.

Nick y Andy se hacen amigos, con Nick pendiente de Andy, protegiéndolo de sus propias torpezas. Andy tiene novia, pero llega un momento en que rompen. Nick acoge a Andy en su casa y a partir de ahí Andy empieza a mirar a Nick con otros ojos, y a preguntarse si no será él también un poquito gay.

Le cuesta menos aceptar eso que la posibilidad de ser abandonado. Porque ese es el problema de Andy, no importa lo majo y agradable que sea, lo complaciente, lo buen chico… al final le dejan, le abandonan.

Quiere decirle a Nick que lo ama, pero toda su experiencia con esa frase es que no impide a nadie largarse.

Por eso hay cierta distancia, también en relación con su padre. Es precioso ver cómo estos dos se relacionan. Primero, descubriendo cómo es el otro, pues son prácticamente desconocidos. Y segundo, cómo se ayudan y se respetan y aprenden a apreciarse y a trabajar juntos de cara al futuro.

Nick está dispuesto a hacer lo que sea por su chico. Pero le cuesta mucho imaginar algún tipo de futuro en que puedan vivir juntos y sin miedo.

Y que se joda si Nick no puede darle a Andy todo lo que quiere.

–Contigo siento todo como si fuera la primera vez. Cada jodido minuto, y eso es solo porque –porque eres tú.

Es un libro de lectura lenta. No llega. 400 páginas y «se siente» como si fueran 600. Al menos, eso me pasó a mí. Hay libros que son tochos y los devoras en un pispás porque no puedes dejar de leer. Aquí no te aburres, pero tampoco es de las que te tengan ansiosa de seguir.

La historia de dos personajes adorables, que podrían estar en una de N. R. Walker o Tal Bauer, en la parte más dulce. Esos son los autores con los que yo compararía esta historia.

Son personajes de esos que se te quedan en la piel, como si fueran dos amigos, y quieres que todo les salga bien en la vida.

Añado que es un descanso la narración en tercera persona. Cat Sebastian, que acostumbra a escribir románticas queer ambientadas en el siglo XIX inglés, sigue escribiendo así cuando se trae algo un poco más al presente.

Eso sí, usa el presente de indicativo, y reconozco que eso me resulta algo desconcertante.

Lo mejor, para mí, de cualquier forma, es lo auténtico que suena ese Nueva York de fines de los 50, y el mundo gay anterior a Stonewall. Es lo más especial, y por eso he dudado si ponerle tres o cuatro estrellas. Se quedaría ahí, en medio porque, al final, por muy bien que te caigan los personajes, para mi ese ritmo tan cansino es un gran pero.

Añado que me parece precioso el diseño de las dos portadas. En un mundo anegado de colorinchis que ya nos tienen un poco estragadas, se agradece algo que, aunque sigue siendo dibujo, tiene un diseño un poco diferente.

Resumo: novela preciosa, personajes lindos, y ritmo realmente pausado, que te lleva a otro mundo. Si quieres una novela tranquila, esta es una opción inmejorable.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de las historias cuquis con su punto de nostalgia.

Otras críticas de la novela:

Portada en UK


No he encontrado nada en español. Paso a

All About Romance, DIK A

Smart Bitches Trashy Books, una A

Starred review en Publishers Weekly

The Novel Approach Reviews, 5 estrellas

Dear Author, A-

Joyfully Jay, 4 ½ estrellas

 

P. D. Yo estaba leyendo y esa ambientación gay de mediados del siglo XX me recordaba mucho a una novela que leí hace años, La ciudad y el pilar de sal (1946), de Gore Vidal, uno de mis escritores favoritos.

Fue famosa porque era la primera novela en que al gay no acababan matándolo. En We could be so good, el personaje de Nick se niega a leer las novelas que le ofrece el crítico literario del periódico porque todas las historias gais de ficción acaban mal.

Al final, hay un libro que, como los demás, Nick deja sin leer, pero que Andy le echa un veo y acaba bien. Curiosamente, no es la de Gore Vidal, sino la de una autora británica a la que he leído en histórica, Mary Renault.

El libro en cuestión es El auriga (1953), un triángulo amoroso ambientado en la Segunda Guerra Mundial. Me ha picado y me han entrado ganas de leer esta novela. Y de releer la de Vidal. Si lo hago, no sé si las comentaré, aquí o en mi otro blog.

Tengo la duda de si será porque Cat Sebastian desconoce la de Gore Vidal. Al fin y al cabo es un autor que vivió en una especie de autoexilio y no fue nada combativo ni políticamente correcto. Así que el mundo literario estadounidense le ignoró bastante. En ese sentido Mary Renault es más… creo que encaja mejor para la mentalidad woke actual. Para mí sería mucho más lógico que los personajes leyeran la novela de Gore Vidal que la de Mary Renault.