miércoles, 5 de abril de 2023

Crítica: “The understatement of the year”, de Sarina Bowen

 

Ay, estos hockey players, qué vicio tienen (en el buen sentido)

 


DATOS GENERALES

 

Título original: The Understatement of the Year

Subgénero: NA

Fecha de publicación original en inglés: septiembre de 2014

Editorial: Rennie Road Books

Parte de una serie: The Ivy Years #3

Páginas: 308

ISBN13: 9780991068074

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL, PERO SÍ (SEGÚN GOODREADS) al alemán (SOLANGE WIR SCHWEIGEN), checo (KDYŽ JSME TO TAJILI), francés (L'HOMME DE L'ANNÉE), neerlandés (ZOLANG WE MAAR ZWIJGEN) y noruego (ÅRETS UNDERDRIVELSE). 

SINOPSIS (copiado de A la cama con… un libro

Hace cinco años, Michael Graham traicionó a la única persona que realmente lo conocía. Desde entonces, ha hecho todo un arte de esconder su sexualidad a todo el mundo, incluso a él mismo.

Por eso, es un shock cuando su pasado entra en el vestuario de la Universidad de Harkness llevando una mochila con material de hockey y la misma sonrisa que siempre dejaba a Graham sin defensas. Para él, solo hay una reacción posible: el total y absoluto pánico. Con una simple palabra, el nuevo ala izquierda del equipo puede destrozar la vida actual de Graham

John Rikker es, otra vez, el chico nuevo. Y esta vez es peor, ya que los medios de comunicación se han aferrado a la historia del único deportista que ha salido del armario en la Liga de Hockey Universitaria y mantienen sus unidades móviles cerca de la pista, algo que no gusta a sus compañeros. Sobre todo, uno de ellos parece especialmente enfermo cada vez que entra en el vestuario. Rikker no esperaba una cálida bienvenida por parte de Graham pero este ni siquiera le mira a los ojos. Todo indica que su antiguo mejor amigos/novio/lo que fuera no lo está pasando bien, ya que bebe demasiado y no se centra en los entrenamientos

O los dos jugadores más solitarios del equipo no soportarán las nuevas presiones en sus vidas o navegarán a través del dolor para encontrar un camino que les reúna. Decir que no será fácil es quedarse corto.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No entró en ninguna edición de mis listas de las mil mejores novelas románticas, pero a día de hoy sí que estaría, en torno al novecientos. Romance Novels for Feminists lo escogió entre lo mejor de 2014. Es uno de los libros M/M que recomienda Ela. Ha tenido buenas críticas de gente o páginas que yo sigo: Amy Dickinson y Kimberly Faye le dan 5 estrellas, A Reader’s Diary le da un 9, Fiction Vixen y Smexy Books, sendas A. Tiene ese tópico que tanto nos gusta a muchas, el second chance at romance.

CRÍTICA

He comentado alguna vez que el hockey sobre hielo me parece el deporte de moda en la novela romántica. Lo cierto es que ha habido a lo largo de los años bastantes novelas y series en torno a este deporte. Un clásico: los Chinooks de Rachel Gibson.

Hay serie como esta de los Ivy Years que se dedican al hockey universitario, esos que llegan a la Frozen Four.

Este me parece el mejor de la serie, ¡me tuvo enganchadísima! Por eso le añado una estrella, que si no se quedaría en 4 estrellas y tan contentos.

Tengo cierta debilidad por el hockey sobre hielo y los romances gais ambientados en este deporte. Los Game Changers de Rachel Reid me han dejado muy tocada, lo reconozco.

Nada se acerca a ellos.

Pero puedes encontrar cosas buenas, dentro de lo que es el NA, y el hockey universitario.

La historia de Michael Graham y John Rikker no es fácil.

Estamos ante un romance second chance. Se conocieron de jovencitos, en un entorno bastante religioso. Recuerda mucho a una novela preciosa, también de Sarina Bowen, Goodbye Paradise

Eran amigos y algo más. En su inocencia juvenil, morreaban alegremente y eso no acabó bien.

¿Resultado? Que John Rikker tuvo que irse a vivir con su abuela. Graham, visto lo visto, decidió meterse tanto en el armario que tiene residencia permanente en Narnia.

Y de ahí no le sacas ni a tiros.

Rikker solo quiere jugar al hockey, no ser abanderado de nada. Pero cuando le hacen un outing a su pesar, no lo niega. Su universidad, muy católica ella, no lo quiere, así que consigue el traspaso a Harkness, un poco más inclusiva.

Allí se reencuentra con Graham. Si por un momento pensó que pudieran volver a ser algo, amigos o lo que sea, su gozo en un pozo. Porque Graham se esfuerza en ignorarle, con un empeño digno de mejor causa.

Esta novela resulta incluso durilla en más de un momento. Te ponen de manera un poco descarnada la homofobia en el deporte. Se ve mucho que son jóvenes y no profesionales. En los Game Changers también hay bastante de esto, pero se centra más en el coste emocional personal; no hacen que este sea todo el tema, quizá porque es todo más institucional. 

En los Game Changers hablan del deporte profesional y están más atentos a la imagen, los medios sociales, el negocio del hockey sobre hielo.

Aquí, como son jóvenes universitarios algo descerebrados, no piensan tanto en las burradas que dicen o hacen.

Este second chance at romance cumple bien con las exigencias del tópico. La separación de jovencitos tiene su lógica: eran menores y dependían de lo que dispusieran sus familias.

No se han relacionado en años sobre todo porque Graham no tenía el menor interés de contactar con Rikker, aterrado como anda.

Y el final feliz, pues sí, una vez que ya pasa todo y tal, me parece creíble.

Rikker me pareció el protagonista más atractivo. Cómodo en su piel, dispuesto a enfrentarse a lo que le echen,… aunque preferiría no tener que pasar por nada de todo esto. Aparte del físico, está su devoción al deporte (es lo único que quiere, jugar al hockey), su sentido del humor, el cariño por su abuela…

Graham es más difícil, viviendo en esa negativa constante, engañándose a él y a las chicas con las que se acuesta, obligándose a dar una imagen que no es real. Lo entiendes, sobre todo viendo lo que sufre Rikker, pero no es fácil que te guste.

A su alrededor, brillan un montonazo de secundarios.

Así, Bella, que podría ser un bicho y acaba siendo amiga de los dos.

O Skippy, el ex de Rikker, que me hizo sonreír más de una vez. Cuando descubre que Graham es «el tío de Michigan», alucina y se enoja por su amigo:

–No te puedes liar con un tipo que te jodió cuando tenías tres costillas rotas y hemorragia interna.

O la abuela de Rikker:

–Y tened el cuidado habitual: no a las drogas y a beber y conducir, sí a los cinturones de seguridad y los condones.

Me encantan las románticas de deportes y, entre ellas, creo que las que más me gustan son las de hockey y rugby. A ver, son de esos deportes que me gustan, junto con la montaña, el tenis, la escalada… lo que pasa es que de estas últimas actividades, pues hay poquitas novelas y no siempre de las mejores.

Es verdad que para apreciar este tipo de historia, te tienen que gustar un poquito el deporte en cuestión. O, al menos, saber algo para entender interacciones como, por ejemplo, los face-off sobre la pista de hielo.

Creo que esta novela me gusta más que las anteriores de la serie porque la parte deportiva tiene más relevancia. Aunque sea deporte universitario, cuando a mí me van más los profesionales.

Pero pese a ello, que sea NA, por la edad, y el estilo de primera persona dual, pues mira, que lo pasé muy bien.

Dice la autora en su página web que nunca más en su vida, volverá a escribir 95.000 palabras con más facilidad. Creo que algo de esa fluidez a la hora de escribir se nota en la naturalidad con que le salió la historia.

Es fácil de leer y más aún de disfrutarla.

Sería un libro de 9/10, 4 ½ estrellas, que redondeo a cinco por lo atrapada que me tuvo y el buen sabor de boca que me ha dejado. Fijaos que me gusta más que Siempre él (Him), una suya escrita junto a Elle Kennedy, parecida. Aquí, en The understatement... yo creo que la autora fue más concisa, supo meter bien otros temas, y no fue tan repetitiva en el tema sexual, ni todo es tan divino y resultón.

Valoración personal: sobresaliente, 5

Se la recomendaría a: quienes gusten del male/male romance en el ámbito deportivo.

Otras críticas de la novela:

En español, A la cama con… un libro, 4 Gandys

En portugués, Cinco Garotas Exemplares dedica una entrada a todas las novelas y relatos cortos. A esta le da 5 estrellas

No he visto críticas en español. Si las encontráis, me haríais un favor poniendo enlace en los comentarios.

Smexy Books, una A

The Escapist Book Blog, 4 ½ estrellas

Book Binge, 4.25 estrellas. Dice que le hizo reír y le hizo llorar. 

My Tiny Obsessions, 4 estrellas

4 comentarios:

  1. Pensé que la había leído, pero buscando en mi kindle me llevo la agradable sorpresa que aparentemente no. Me estoy yendo de vacaciones, así que perfecto timing para empezarla!

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    1. ¡Ojalá que la disfrutes! Ya me lo dirás. Igual te suena porque hay cosas ya vistas en otras novelas, pero Sarina Bowen tiene mano para contar estas historias.

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  2. Ay, ahora no recuerdo todo lo que ocurre pero sí la recuerdo bastante. Sobre todo recuerdo la buenísima sensación que me dejó y lo mucho que me gustó Rikker. Me alegro de que la disfrutaras tanto.
    Besotes!

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    1. No, gracias a ti por venir a comentar. Cuando Sarina Bowen está en gracia, da gusto leerla.

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