Llevadera, cumple por encima de
la media
DATOS GENERALES
Título original: A Gentleman
Never Keeps Score
Subgénero: histórica /
Regencia
Fecha de publicación
original en inglés: julio 2018
Serie: Seducing the
Sedgwicks #2
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según la página Fiction Data Base)
En el pasado fue el niño mimado de la élite londinense, pero Hartley Sedgwick se ha vuelto un
recluso después de que rumores malévolos y procaces expusieran sus secretos más
privados. Raramente se aventura fuera de la casa cuya herencia es un
recordatorio diario de su caída, pero acaba cautivado por el guapísimo hombre
que busca robarle.
Desde que se retiró del ring, Sam
Fox ha convertido su pub «La campana», en un refugio para los que pertenecen
a la comunidad de negros libres. Pero cuando su mejor amiga Kate le implora que
encuentre y destruya una pintura escandalosamente reveladora, accede. Sam haría
cualquier cosa por proteger a aquellos a los que ama, aunque eso implique robar
a un hombre rico. Pero cuando encuentra a Hartley, pronto descubre que quiere
robar algo más que una pintura de este hombre solitario y encantador: quiere
robarle el corazón.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Estaría, quizá, entre las diez mil mejores novelas. He visto que
Joyfully Jay le da cinco estrellas y además tiene ese interés del elemento
intercultural, si es que a dos ingleses del siglo XIX les puedes considerar
pertenecientes a culturas distintas por el mero hecho de una pigmentación
diferente en la piel.
CRÍTICA
Ya lo dije otra vez: cosa que Cat
Sebastian publica, cosa que está en mi Kindle el mismo día y me dura más bien
poco.
Este mes el reto 12 meses… tiene
previsto una de suspense romántico que ya leí en su día, Bitter Legacy, de Dal McLean. Aconsejo totalmente leerla porque en
su día le di 4 estrellas.
Es la segunda de la serie Sedgwick. De
la primera, It takes two to tumble
(12/2017) ya hable aquí.
Hartley es uno de los hermanos que
su padrino cogió como amante, lo educó como un caballero, y a cambio le dio
estudios a los hermanos de Hartley y al final le dejó la casa, más para
chinchar a su hijo y heredero que porque tuviera un afecto sincero por Hartley.
A la muerte del padrino, se extendió
el rumor de que hubo relaciones sexuales entre ellos (que las hubo) y la
hipócrita sociedad se dio por escandalizada (cuando todo el mundo estaba al
cabo de la calle de lo que ocurría con el difunto). Con lo cual le han
condenado al ostracismo. Viven en el casoplón heredado, con una colección de
chalecos llamativos y sin más ingresos que los que obtiene vendiendo el
mobiliario.
Los criados se van y al final queda
solo con Alf, un barriobajero bastante impertinente y, más tarde, Sadie, una
dama caída en desgracia con un bombo a punto de reventar.
Su camino se cruzará con el de
Samuel Fox, antiguo boxeador, actual barista, que procura sacar adelante el
negocio para que poder vivir de él y ayudar a los que quiere, entre ellos Nick
y la enamorada de este, Kate, una comadre.
Las malas experiencias pasadas hacen
que Hartley no soporte que los hombres le toquen. Así que lo tiene difícil
cuando siente deseo sexual por este hombretón musculoso que entra en su vida.
Pero como es romántica, los caminos
se allanarán, acabarán follando alegremente en un montón de escenas muy hot y excitantes, se enamorarán y
acabarán juntos y felices, por muy improbable que parezca.
Pese a toda su potencia física, Sam
Fox sabe controlarse muy bien y hacer exactamente aquello a lo que Hartley está
dispuesto, yendo todo lo poco a poco que él requiera. Y descubre que a veces el
contenerse le hace sentir el sexo de manera diferente y hasta más intensa.
¡Ah, sí! Se me olvidaba comentar que
la excusa argumental son unas pinturas, unos desnudos tanto de Kate (la cuñada
de Sam) como del propio Hartley, que quieren destruirlos para que ese pasado
escabroso de sexo por dinero no salga a la luz.
En general es una novela que se deja
leer bien. Tienes que suspender un poco la incredulidad con anacronismos como
que un decimonónico hable de «chantaje emocional» (eye-rolling), pero bueno, te ofrece una fantasía erótico-romántica
muy aceptable y entretenida.
Me lo pimpé en dos días en mis
pasadas vacaciones de verano. Me resultó excitante y ameno. Y a la semana olvidé de qué
iba.
No te cambia la vida, ni te deja
resacosa ni te acabas de creer toda la historia, pero es llevadera y lo dicho:
cumple por encima de la media.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: amantes del romance intercultural.
Otras críticas de la novela:
Sólo he visto críticas en inglés, y en general ha gustado:
5 estrellas le da Jay (JoyfullyJay).
Una A en Red Hot Books http://redhotbooks.com/2018/07/review-a-gentleman-never-keeps-score-by-cat-sebastian.html
Menos
entusiasta es la crítica en Reading peaches 2,5 (sobre 5) para quien, si he entendido bien, le parece que hay
demasiado sexo o demasiado deprisa para ser de la Regencia.
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