Misma fórmula, BWWM, en tono
comedia romántica
DATOS GENERALES
Título original: Get a Life,
Chloe Brown
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: noviembre de 2019
Parte de una serie:
Brown Sisters #1
Páginas: 384
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (la copio de A la cama con… un libro)
Chloe Brown es una enferma crónica y fanática de los ordenadores que tiene un
objetivo, un plan y una lista. Tras haber estado cerca de la muerte, ha
planificado siete pasos para ayudarle a "tener una vida" y ya ha
superado el primero: irse por fin de la estupenda mansión familiar. ¿Los
siguientes?
Salir una noche y emborracharse. Dar una vuelta en moto. Ir de camping. Tener
sexo sin consecuencias y disfrutarlo. Viajar por el mundo con una maleta de
mano. Y... hacer algo malo.
Pero no es fácil ser mala cuando has escrito paso por paso cómo hacerlo correctamente.
Lo que Chloe necesita es un profesor y conoce al hombre perfecto para el
trabajo.
Redford ‘Red’ Morgan es un conserje con tatuajes, una moto y más atractivo
que muchas estrellas de Hollywood. También es un artista que pinta de noche y
esconde su trabajo por el día, algo que Chloe sabe porque le espía de vez en
cuando. Pero un poquito, muuuuy poquito.
Cuando convence a Red para que le ayude en su rebelión, aprende cosas sobre
él que no habría descubierto espiándole, como que siente rechazo hacia el
origen pudiente de Chloe, que nunca enseña sus pinturas a nadie y qué esconde
realmente tras su dura apariencia...
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí. De hecho, entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas,
edición de 2021, en el puesto 103. Fue
considerado como lo mejor del año por muchos blogueros y páginas (Adrian Liang
en Amazon, KJ Charles, BookPage, Kirkus, Laetrin en Dear Author, ML Lenker en
Entertainment Weekly, Suzanne de Love in Panels, Latte nights, The Nerd Daily o
Publishers Weekly. Tuvo críticas de A en
Dear author (A-), Smart Bitches
Trashy Books, Smexy Books o That’s What I’m Talking About (al audiolibro
narrado por Adjoa Andoh). Y de 5 estrellas en Elley the Book Otter, Latte
nights, Ramblings of a Daydreamer, The limits of love o The Romance Dish. Y starred
reviews en Indie Next, LibraryReads, Booklist, Kirkus Reviews y Publishers
Weekly. Lo he visto denominado intercultural, o afroamericano, pero en realidad
los dos son de cultura británica, nacidos y criados en las islas, por lo que lo
único que puedes decir es que ella tiene la piel oscura y él blanca. Por lo
demás, fue finalista en el premio #readRchat, categoría Best Contemporary
Romance of 2019; le ganó A prince on paper, de Alyssa Cole, que no
he tenido aún el gusto de leer.
CRÍTICA
Ya veis, he tardado cosa de dos años
en leerme esta comedia romántica escrita por una autora cuyas obras disfruto
mucho. Creo que en mi escaso entusiasmo influyó la crítica de All About Romance, que le puso una D+.
Aproveché a comprarla en un momento
en que estaba barata, más que nada por si luego no me gustaba. Después de
leerla, bueno, está bien aunque, como yo comparo con otras de la misma autora,
no es de las que más me ha gustado, la verdad.
El esquema es el habitual en la
autora: una heroína negra más áspera que el papel de lija y un héroe adorable
que está por ella de manera total, maravillosa.
La excusa argumental es una lista de
cosas que la heroína quiere hacer para que su vida sea más plena. No es nada
nuevo en romántica, esto de las listas, o hacer cosas para cambiar una vida
aburridilla. Así, que yo recuerde a bote pronto, Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja, de Sarah
MacLean, o una de las
potentes de este mismo año, Waiting for a scot like you.
En el caso de Chloe Brown, intenta
superar una vida limitada por la enfermedad, la fibromialgia. Hasta cierto
punto, eso justifica que esta protagonista no sea encantadora. Vivir con un
dolor constante, más o menos fuerte, lógicamente no te deja los ovarios para
mucha fiesta.
Eso sí, el pobre
Redford no tiene la culpa de que a ella le duelan las cosas, así que tampoco
veo razón para que sea tan borde con él.
Redford en seguida se cuela por
Chloe, y procura conocerla, y ver cómo puede ayudarla en sus padecimientos. Quiere que lo suyo sea algo prolongado.
La cosa evoluciona previsiblemente,
y como ya he leído unas cuantas de Talia Hibbert, me ha gustado pero no le he
visto nada especial. Quizá que intenta ser más graciosa y menos dramática, con
mucha tensión sexual pero menos sexo de lo habitual en sus novelas.
Es verdad que no me ha entusiasmado, y me costó un poco acabarla. Ni ella
me cayó especialmente bien, ni él es un tipo del que enamorarme, por ese toque
un poco felpudo que tiene a veces.
La parte romántico-erótica simplemente cumple, frente a otras novelas de
Hibbert que son más explosivas.
Lo cual me hace recordar la crítica
de All About Romance, una D+, nota
bajísima. Las cosas que dicen son legítimas, aunque a mí no me impidieron disfrutar
la historia.
El principal problema que le
encontraron es que Redford ha salido de una relación abusiva y Chloe no parece
la mejor opción. Red rompió con todo. Ahora está reconstruyendo su vida, y
confía en que Chloe sea distinta a su ex.
Yo también me fijé en que Chloe es a
veces física con él, una vez le da con un cuaderno en el pecho y otra le da con
el bolso. No sé qué pasa con la gente que se cree que no es violencia doméstica cuando es la mujer la que agrede al hombre. La cosa es
que, efectivamente, Chloe también es agresiva con Red, sin que este pestañee.
Y, al final, hay un big
misunderstanding, rompen por un malentendido. Red no tarda ni dos minutos
en darse cuenta de las cosas, y, sin embargo, es él quien tiene que humillarse,
cual perfecto felpudo. A mí me parece injusto. ¡Es ella quien le ha tratado a
él un poco como un objeto!
Me quedé con la impresión de que Chloe no había hecho nada por merecer su
final feliz con Red. Es el problema de Talia Hibbert, que pone unos héroes tan
fantásticos y adorables, que a veces se pasa. Normalmente las cosas salen
romantiquísimas. Pero a veces se pasa de frenada, me pasó con Wanna bet?
Escribí entonces que me incomodaba eso del héroe así tan cerca de
convertirse en un «perfecto felpudo». Y que, si fuera al revés, con los roles
cambiados, estaría subiéndome por las
paredes gritándole que se alejara de alguien tan tóxico. Aquí no llega a
tanto, pero da un poco esa impresión.
Pese a todo, estas consideraciones no me amargaron la novela. Seguiré
leyendo la serie, pero solo a precios bajitos. Esta la leí en junio, tengo la segunda en mi Kindle viejo desde hace meses, y no me animo...
¿Por qué?
Opción 1.- Me estoy convirtiendo en una snob. Esta serie es de lo más
apreciado de Hibbert y a mi este arranque me ha dejado fría. ¿Será que como le
gusta a la gente a mí ya no me mola tanto?
Cuando descubro una autora medio desconocida que es buena, la adoro. Luego,
cuando se populariza y ya todo el mundo la conoce, es como que ya me gusta
menos o que sus novelas me llaman menos, y estoy deseando descubrir otras
cosas.
Opción 2.- Ya no me engancha, porque me he acostumbrado. Es eso que llaman habituación (o adaptación) hedónica (o hedonista): cuando descubres algo, te gusta mucho, te entusiasma, pero la misma dosis luego ya no te causa el mismo placer.
Opción 3.- No es una serie tan graciosa. El humor es algo muy personal y las autoras anglosajonas, en general, tienen escaso salero. Al menos, para las españolas, acostumbradas al chiste perpetuo, hasta los políticos y los periodistas se hacen los graciosos.
Lo que sé es que hay autoras que, pese a todo, me siguen entusiasmando Sandra Brown y Kleypas. Tal vez sea que con ellas no cabe la habituación, con un libro por año, que esperas como agua de mayo.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: los que les gusten de comedias románticas con protagonistas bordes.
Otras críticas de la novela:
Por una vez, encuentro críticas en español de Hibbert.
Arcadia Reads, 4.25 flores.
A la cama con… un libro, 4 Gandys.
Ana Mancholas, le gustó, sobre todo que el consentimiento estuviera en todas partes.
Paso a algunas de esas reseñas entusiastas en inglés:
Smart Bitches Trashy Books, A.
Smexy Books, A.
The Romance Dish, 5 estrellas.
Me pasó lo mismo que a vos, antes me encantaba esta autora pero ahora ya no me dan ganas de leerla y me queda esa impresión de que los héroes son re buenos y ellas son insoportables y caen mal y me parece bastante hipócrita porque si los roles fueran inversos estarían todas diciendo que él es toxico. Para mi se pasó de rosca la autora al final si escribís las mismas temáticas misóginas pero al revés ¿Cuál es la gracia? pero bueno se ve que a nadie le molesta o no lo notan porque estamos en la minoría.
ResponderEliminarClaro. Los protagonistas no tienen que ser perfectos, admito heroínas y héroes imperfectos, gruñones y hasta misántropos. Pero de ahí a agredir, física o verbalmente, al otro... No me gusta el doble estándar, no me cae bien en una heroína lo que no soportaría en un héroe.
EliminarYo me lo pasé muy bien, la verdad, aunque reposando el libro es cierto que ella tiene un comportamiento con él poco justificable y que él no debería ser el que se humille. Creo que lo que me pasa cuando leo estas cosas es que no le echo cuentas de modo inconsciente, ya que, como empiece a fijarme en todo, no hay novela que lo resista.
ResponderEliminarComo es la única novela de ella que he leído, no tengo con qué comparar. A ver si vuelvo a leer algo de ella (reconozco que tampoco he retomado la serie por pura pereza, porque tengo los otros libros esperando) y ya puedo ir formándome una mejor idea sobre esta escritora.
Excelente reseña, como siempre.
Besotes!
Hibbert tiene novelas estupendas, de verdad. Yo te diría que probaras A girl like her o Work for it, que creo que son las dos que más me han gustado. Sobre todo la última la recuerdo como algo especial. También a Merry Inkmas le puse 4 estrellas.
EliminarCreo que intento leer sin pensar en mi ideología, para no cerrarme a buenas historias. Pero hay cosas que no lo puedo evitar. A veces, por mucho que una se quite las gafas violetas lo machista salta mucho a la cara. Y el abuso físico o verbal es algo que me llama la atención, no lo puedo evitar, es la jurista que hay en mí. Sea quien sea el agresor. A otros que una heroína dé un bolsazo o un empujón, es algo que no les llama, que ni se acuerdan. En cambio, a mí me pasa que ya me imagino la denuncia.