miércoles, 14 de septiembre de 2022

Crítica: “Bombshells”, de Sarina Bowen


Un tipo genial y una chica enrollada

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Bombshells

Subgénero: contemporánea

 

Fecha de publicación original en inglés: 2021

Parte de una serie: Brooklyn Bruisers #10 [u 11] / Brooklyn #5

Páginas: 278


SINOPSIS (según Fiction Data Base)

¡La liga femenina llega a casa! Y Brooklyn nunca volverá a ser el mismo para Anton Bayer y el equipo... Esta es mi última oportunidad de deshacerme de mi reputación de playboy y finalmente alcanzar mi potencial. Así que he establecido tres reglas para nuestra temporada más grande hasta el momento: nada de alcohol, nada de mujeres y nada de escándalos. Especialmente eso último.

Y luego, ¿de quién me hago amigo el primer día en la pista? De una increíble jugadora de hockey. Quiero a Sylvie de una manera que es un poco más que d amistosa. La deseo Pero tengo un campeonato que ganar, y ella también.

Cuando mi compañero de equipo le rompe el corazón, cometo el estúpido error de consolarla de la mejor manera que sé. Nuestra noche juntos desencadena una serie de pecados: nadie puede saber de nuestra aventura, especialmente mi sobreprotector compañero de equipo. No puedo dejar que nadie vea dentro de mi corazoncito codicioso. Ni siquiera ella.

¿Las cosas que quiero de ella, y las cosas que ya hemos hecho? Si alguien lo supiera, sería un bombazo.

Contiene: un defensa con ojos azules de ensueño, una portera con malas ideas, una gran batalla de sexos y una escena de piscina...

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Bueno, está bastante bien, en torno al puesto 3.000 de mi base de datos. Kaetrin (de Dear Author) la incluyó entre lo mejor del año 2021, no es de extrañar porque le hizo crítica de 5 estrellas. También Arielle (de Star-crossed) le puso 5 estrellas. Y tiene ese atractivo planteamiento de enemies to lovers.


CRÍTICA

 

Siguiendo con las novelas de los Brooklyn Bruisers, ya entro en las últimas publicadas, que tratan más de la gente jovencita que se ha ido incorporando al equipo.

Aquí el protagonista es Anton Bayer, primo de Eric Bayer (protagonista de Moonlighter, la primera del spin-off The Company). Es ya su tercera temporada, y tiene problemas. Ya no es un novato, se espera de él que sea serio, y la verdad es que estos dos años anteriores ha estado en plan fiestero, saliendo, gastando bromas a derecha e izquierda, bebiendo, follándose a todo lo que se le pone a tiro…

Al final de la temporada anterior lo bajaron a las ligas menores y eso fue un toque de atención. Se ha esforzado en la pretemporada en centrarse, enderezar el rumbo y ser un tipo de lo más confiable.

Seguirá tres normas: nada de alcohol, ni de mujeres, ni escándalos.

En un entreno conocerá a Sylvie Hansen, una muchacha canadiense que es la portera de las Bombshells, equipo femenino de hockey sobre hielo. Y se queda totalmente colgado de ella.

Sylvie perdió a su madre hace poco, y aún está guardando duelo. En el pasado, vivió con ellos Bryce Campeau, un jugador de hockey también canadiense, un sistema del que hablé al hilo de otra novela, la de Tough guy de Rachel Reid. Ryan Price, el enforcer protagonista, había vivido en casa de Fabian Salah de jovencito. Pues algo así ocurrió con Bryce, que estuvo en casa de Sylvie, francoparlantes ambos.

Sylvie está enamoriscada de Bryce, y cree que es mutuo. Tienen la idea de que habrá un momento en que podrán estar juntos y se casarán. Bryce fichó con los Bruisers, y Sylvie estaba dispuesta a ir a Brooklyn a estar con Bryce. Pero este le da largas, así que Sylvie se queda un poco chafada.

No desaprovechará esta oportunidad de jugar al hockey sobre hielo. Está encantada de poder jugar profesionalmente, aunque sea de portera suplente y con un salario más bien escaso.

Me encanta esto de que metan a una mujer atleta como protagonista, que se vea que ellas también entrenan, y juegan partidos, la diferencia de salarios, y la distinta manera de verlas y tratarlas. Y la dinámica con sus compañeras de equipo, un grupito majo que pelean como leonas en la pista.

Claro, aceptar este trabajo le da la oportunidad de vivir en la misma ciudad que Bryce, jugando como quien dice para el mismo equipo. Lo suyo podrá tomar forma de una relación en condiciones, ¿para qué esperar…?

Pues no. Bryce, obsesionado con el deporte, no está por la labor. Y Sylvie empieza a pensar, seriamente, que los sentimientos no son del todo correspondidos. Igual tampoco lo de ella era gran amor-amor.

¿Va la historia de Bryce y Sylvie…? ¡Noooo!

Porque nada más conocerse, Anton Bayer y Sylvie Hansen se caen bien, aprovechan para hacer actividades juntos, como entrenar, o participar en actividades de estas publicitarias que organizan los equipos.

La dinámica entre ellos es estupenda, con sus momentos sexis, y otros divertidos. Anton ya no será un fiestero, pero sigue siendo un tipo desenfadado y sin complicaciones mentales. Sylvie está decidida a vivir la vida, disfrutar mientras de la experiencia neoyorquina todo lo que pueda, aunque al ser portera suplente tampoco tiene muchos minutos en cancha.

Se hacen amigos, aunque Anton está loco por ella desde el principio. Nada más conocerla, al verla en pista con una niña, se queda sin respiración. Sylvie, en cambio, prefiere la amistad. Aún anda pensando en otro, en Bryce, con quien creía que se casaría.

Así que en principio serán amigos y colegas. Llegará, claro, el momento de enrollarse, y tú notas que en realidad, están realmente encantados el uno por el otro.

Lo disimulan, porque la cosa con Bryce está ahí por detrás, pendiente, al fin y al cabo es compañero de equipo y amigo de Anton, y con Sylvie hay una relación de cariño, desde hace años, es uno más de la familia.

Esta novela me la leí en menos de veinticuatro horas, aprovechando una noche de insomnio, empeorado por las altísimas temperaturas de mediados de julio de 2022. Es que en el norte de España no es normal tener aire acondicionado en casa, y claro, esto de las noches tropicales (de más de 20º) o tórridas (de más de 25º) nos pilla con el pie cambiado.

Había cosas en esta novela que me gustaron menos. Una, el toque de realismo mágico que mete a cuenta de la madre muerta, para mí como que no venía muy a cuento ese barniz paranormal. Luego, parece inevitable señalarlo, el estilo NA (primera persona dual, relato en presente de indicativo), que ya he dicho cien veces que no me va nada. Por último, la resolución del conflicto con Bryce me pareció más bien mñé.

Pero vamos una lectura ligera y sabrosona, ideal para estos tiempos veraniegos. Cuando te apetece algo contemporáneo, sexi y con algún toque de humor, sin mayores complicaciones, estas novelas de Sarina Bowen son estupendas.

Es alucinante que para ser el octavo libro de la serie (o el décimo o el undécimo….) siga manteniendo el desparpajo, el nivel alto, y que me haya gustado más que los inmediatamente anteriores.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los fans del friends to lovers contemporánea

Otras críticas de la novela:

En español no he encontrado nada. Paso al inglés:

Mia The Book Addict, 5 hearts 

Dog-eared day dreams, 5 estrellas

Star-crossed Book Blog, 5 estrellas

Carole’s Random Life, 5 estrellas

A novel glimpse, 5 estrellas

Under the Covers, 3 ½ estrellas

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