martes, 27 de septiembre de 2022

Crítica: “Shenanigans”, de Sarina Bowen

 

Opuestos que se atraen, enemies to friends que luego son friends to lovers

 


 

DATOS GENERALES

 

Título original: Shenanigans

Fecha de publicación original en inglés: marzo de 2022

Subgénero: contemporánea

Editorial: Tuxbury Publishing LLC

Páginas: 366 páginas

Parte de una serie: Brooklyn #6 / Brooklyn Bruisers #11


SINOPSIS (De Fiction DB

Lo que quise hacer en Las Vegas: soltarme el pelo por una vez y celebrar ganar una medalla en mi primera competencia de estrellas de hockey femenino. Lo que realmente hice: emborracharme en el baile de graduación y despertarme casada con el extremo estrella de Brooklyn, el gran Neil Drake. Es el heredero de mil millones de dólares y yo a duras penas sobreviví a mi infancia. Nuestra amistad se basa estrictamente en el hockey, la comida para llevar y mucha palabrería. Y ahora santo matrimonio. Aunque ambos sabemos que no puede durar, especialmente una vez que su malvada familia se entera de nuestras travesuras en Las Vegas...

Contiene: Compañeros de equipo entrometidos, padres entrometidos, joyas feas y un beso fingido que casi incendia el mundo.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Estaría entre las diez mil-once mil mejores, gracias a que tiene cinco estrellas en Jeeves Reads Romance y también en Star-crossed. Luego es una de esas novelas que tiene, hasta cierto punto, varios tópicos: opuestos que se atraen, enemies to lovers, pero también algo de friends to lovers

 

CRÍTICA

En mi particular lista de historias «Brooklyn Bruisers», esta sería la n.º 13.

Yo no sé en qué momento esta serie empezó a irse a la parte más salseo, fantasiosa, y se alejó un poco de lo deportivo. Supongo que una vez que el equipo ha ganado la copa Stanley ya no hay tanta tensión. Otra temporada más, a ver si pasas a los play-offs, no tiene mucha historia. No hay digamos ningún desafío profesional añadido.

Además, como lo de la copa la cuentan en el epílogo de Brooklynaire (El magnate de Brooklyn), pues tampoco es que en los libros posteriores esa final tenga mucha tensión, porque ya sabes cómo acaba la cosa. Para mí, un desperdicio.

Así que la serie se vuelve más harlequinera, tirando por la fantasía del millonario que te lleva en jet privado y que te facilita ropa de marca.

Solo que contado estilo NA, primera persona dual alterna, y con un elenco de amigos/compañeros que cotillean cosa mala sobre la vida amorosa y sexual de los colegas, hasta haciendo apuestas al respecto.

El protagonista es el jugador de hockey Cornelius Harmon Drake III, que sabes que tiene más de 25 años porque a partir de esa edad tuvo acceso a su fortuna, pero tampoco sé si está ya en su segunda década como deportista profesional. Creo que no, que me sonaba aún veinteañero.

Este rico de familia, a quien todos llaman «Neil», es un tipo majo. Es de esos millonarios con conciencia social con buenas causas, como el activismo medioambiental. Eso sí, coge el jet como cualquier otro, y aunque lo intenta salvar un poco de la hipocresía... la verdad es que no me acaba de convencer, al final acaba pareciéndome no muy diferente a tantos otros millonarios activistas que pretenden que no tú viajes en low-cost cuando ellos se recorren el mundo en aviones privados.

Además, Neil es diabético, y ves cómo consigue controlarlo, cómo tiene que estar pendiente de sus niveles todo el rato. Eso le da su punto de autenticidad, explica muchas cosas, como que asume que si se despista puede tener un coma diabético y morir, y eso le impulsa más a no quejarse y disfrutar de la vida.

No, no es un «pobre niño rico».

En Bombshells vimos cuando conoció a una jugadora del equipo de hockey mellizo, Charlotte Fern Higgins (24), «Charli» para los amigos. Y comete el error de llamarla doll. Lo suyo es hostilidad a primera vista. Charli es más áspera que el papel de lija, y con razón, porque su vida personal ha sido muy dura, y hoy sigue con problemas, a pesar de estar en un equipo de hockey profesional. Ella es la conciencia feminista de la serie y de la distancia que hay entre el deporte profesional masculino y el femenino.

Cobra poco, tiene que trabajar en otra cosa, tiene deudas que contrajo su hermano y que en parte pagó trabajando de camarera en un bar top less. Por lo que te dicen, debe ser bisexual porque ha tenido relaciones más con chicas que con chicos.

De hecho, a pesar de que Charli le entró por el ojo, Neil no le dijo nunca nada, porque creía que no le gustaban los chicos.

La cosa es que van al All-Stars de Las Vegas y acaban despertándose como parece ser típico tras una noche de borrachera: semidesnudos y casados. ¿Ha habido sexo, sí, no, algo…?

Sí, es algo ya visto varias veces. Y no caí en ello. Pero justo coincidió que vi un documental sobre Bill Cosby y más de una mujer cuenta algo parecido: despertar desnuda en una cama sin acordarse de cómo llegó allí, solo haberse sentido fatal.

Me puse a pensar en la cultura de la violación. Si te despiertas en cama ajena desorientada y tal, con esos antecedentes, lo primero que piensas es que te han metido algo en la bebida. Claro, como es romántica, tú sabes que Neil no ha podido aprovecharse de ella, que no es un depredador sexual, él también bebió más de lo debido y padece una una enfermedad crónica que le complica la vida...

Pero vista desde la perspectiva de esa realidad de depredadores sexuales que andan por ahí noqueando mujeres para violarlas... Inquieta un poco. No había caído en ello, lo confieso.

Esto es romántica, así que estos dos vuelven rápido a Nueva York, porque tienen que unirse a sus equipos, y empieza entonces la tarea de divorciarse. Algo que, al parecer, no es tan fácil. Ojoplática me quedé con saber que todavía hay sitios civilizados en que el divorcio inmediato tiene que ser causal, o sea, que no valga que dos digan que se quieren divorciar, sin más.

Fue una novela entretenida y me la pimpé en 24 horas, pero tampoco es de las que deje huella en la memoria. Estuve dudando entre las 3 y las 4 estrellas, porque realmente funcionó para mi, y el personaje de Charli me resultó muy atractivo. Dura, desconfiada, no es fácil que entregue su corazón a nadie.

El problema de Charli es que se ha limitado mucho a ella misma. Tiene potencial para hacer mil cosas, y ella no lo ve. Ese es su problema: ha limitado mucho su vida porque no cree en ella. Y con razón, por su pasado. 

Pero ni siquiera tener un novio maravilloso que la ama y está a su lado pase lo que pase le hace reparar en que ella puede tener más opciones en la vida que trabajar de camarera.

Si al final me he decantado por las 3 estrellas es porque creo que Charli resulta al final desaprovechada, lo mismo que tampoco se saca punto a los tópicos de enemies ni de friends.

Una pena, porque es un personaje súper un personaje atractivo. Sobre todo si la comparas con Neil, que es un héroe más de cartón piedra. Lo mismo pasa con la ex de Neil o los malotes de turno, muy clichés.

 Valoración personal: buena, 3 estrellas

Se la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica contemporánea ligera con su toque de fantasía de millonario.

Otras críticas de la novela:

Como digo, ahí afuera ha gustado mucho.

Jeeves Reads Romance le da 5 estrellas al audiolibro, narrado por Jason Clarke y Vanessa Edwin. 

Star-crossed Book Blog, 5 estrellas

Mia, the Book Addict, 5 corazones

Carole’s Random Life, 5 estrellas

She Reads Romance Books, 4 estrellas

Simply Love Book Reviews, 5 corazones

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