Opuestos que se atraen,
enemies to friends que luego son friends to lovers…
DATOS GENERALES
Título
original: Shenanigans
Fecha
de publicación original en inglés: marzo de 2022
Subgénero:
contemporánea
Editorial:
Tuxbury Publishing LLC
Páginas:
366 páginas
Parte
de una serie: Brooklyn #6 / Brooklyn Bruisers #11
SINOPSIS (De Fiction DB)
Lo
que quise hacer en Las Vegas: soltarme el pelo por una vez y celebrar ganar una
medalla en mi primera competencia de estrellas de hockey femenino. Lo que
realmente hice: emborracharme en el baile de graduación y despertarme casada
con el extremo estrella de Brooklyn, el gran Neil Drake. Es el heredero de mil millones de dólares y yo a duras penas
sobreviví a mi infancia. Nuestra amistad se basa estrictamente en el hockey, la comida para llevar y mucha palabrería. Y ahora santo matrimonio. Aunque ambos sabemos
que no puede durar, especialmente una vez que su malvada familia se entera de nuestras
travesuras en Las Vegas...
Contiene:
Compañeros de equipo entrometidos, padres entrometidos, joyas feas y un beso
fingido que casi incendia el mundo.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
Estaría
entre las diez mil-once mil mejores, gracias a que tiene cinco estrellas en
Jeeves Reads Romance y también en Star-crossed. Luego es una de esas novelas
que tiene, hasta cierto punto, varios tópicos: opuestos que se atraen, enemies to lovers, pero también algo de friends to lovers…
CRÍTICA
En mi particular lista de historias «Brooklyn Bruisers», esta sería la n.º 13.
Yo
no sé en qué momento esta serie empezó a irse a la parte más salseo,
fantasiosa, y se alejó un poco de lo deportivo. Supongo que una vez que el
equipo ha ganado la copa Stanley ya no hay tanta tensión. Otra temporada más, a
ver si pasas a los play-offs, no
tiene mucha historia. No hay digamos ningún desafío profesional añadido.
Además,
como lo de la copa la cuentan en el epílogo de Brooklynaire (El magnate de Brooklyn), pues tampoco es que en los
libros posteriores esa final tenga mucha tensión, porque ya sabes
cómo acaba la cosa. Para mí, un desperdicio.
Así
que la serie se vuelve más harlequinera, tirando por la fantasía del millonario
que te lleva en jet privado y que te facilita ropa de marca.
Solo
que contado estilo NA, primera persona dual alterna, y con un elenco de
amigos/compañeros que cotillean cosa mala sobre la vida amorosa y sexual de los
colegas, hasta haciendo apuestas al respecto.
El
protagonista es el jugador de hockey Cornelius Harmon Drake III, que sabes
que tiene más de 25 años porque a partir de esa edad tuvo acceso a su fortuna,
pero tampoco sé si está ya en su segunda década como deportista profesional.
Creo que no, que me sonaba aún veinteañero.
Este
rico de familia, a quien todos llaman «Neil», es un tipo majo. Es de esos
millonarios con conciencia social con buenas causas, como el activismo
medioambiental. Eso sí, coge el jet
como cualquier otro, y aunque lo intenta salvar un poco de la hipocresía... la verdad es que no me acaba de convencer, al final acaba pareciéndome no muy diferente a tantos otros millonarios activistas que pretenden que no tú viajes en low-cost
cuando ellos se recorren el mundo en aviones privados.
Además, Neil es diabético, y ves cómo consigue controlarlo, cómo tiene que estar
pendiente de sus niveles todo el rato. Eso le da su punto de autenticidad,
explica muchas cosas, como que asume que si se despista puede tener un coma
diabético y morir, y eso le impulsa más a no quejarse y disfrutar de la vida.
No,
no es un «pobre niño rico».
En
Bombshells vimos cuando conoció a una
jugadora del equipo de hockey mellizo, Charlotte
Fern Higgins (24), «Charli» para los amigos. Y comete el error de llamarla doll. Lo suyo es hostilidad a primera
vista. Charli es más áspera que el papel de lija, y con razón, porque su vida
personal ha sido muy dura, y hoy sigue con problemas, a pesar de estar en un
equipo de hockey profesional. Ella es
la conciencia feminista de la serie y de la distancia que hay entre el deporte
profesional masculino y el femenino.
Cobra
poco, tiene que trabajar en otra cosa, tiene deudas que contrajo su hermano y
que en parte pagó trabajando de camarera en un bar top less. Por lo que te dicen, debe ser bisexual porque ha tenido
relaciones más con chicas que con chicos.
De hecho, a pesar de que Charli le entró por el ojo, Neil no le dijo nunca nada, porque creía que no le gustaban los chicos.
La
cosa es que van al All-Stars de Las Vegas y acaban despertándose como parece
ser típico tras una noche de borrachera: semidesnudos y casados. ¿Ha habido
sexo, sí, no, algo…?
Sí, es algo ya visto varias veces. Y no caí en ello. Pero justo
coincidió que vi un documental sobre Bill Cosby y más de una mujer cuenta algo
parecido: despertar desnuda en una cama sin acordarse de cómo llegó allí, solo
haberse sentido fatal.
Me
puse a pensar en la cultura de la violación. Si te despiertas en cama ajena
desorientada y tal, con esos antecedentes, lo primero que piensas es que te han
metido algo en la bebida. Claro, como es romántica, tú sabes que Neil no ha
podido aprovecharse de ella, que no es un depredador sexual, él también bebió
más de lo debido y padece una una enfermedad crónica que le complica la vida...
Pero
vista desde la perspectiva de esa realidad de depredadores sexuales que andan por ahí noqueando mujeres para violarlas... Inquieta un poco. No había caído en ello, lo confieso.
Esto es romántica, así que estos dos vuelven
rápido a Nueva York, porque tienen que unirse a sus equipos, y empieza entonces
la tarea de divorciarse. Algo que, al parecer, no es tan fácil. Ojoplática me quedé con saber que
todavía hay sitios civilizados en que el divorcio inmediato tiene que ser
causal, o sea, que no valga que dos digan que se quieren divorciar, sin más.
Fue
una novela entretenida y me la pimpé en 24 horas, pero tampoco es de las que
deje huella en la memoria. Estuve dudando entre las 3 y las 4 estrellas, porque
realmente funcionó para mi, y el personaje de Charli me resultó muy atractivo. Dura,
desconfiada, no es fácil que entregue su corazón a nadie.
El problema de Charli es que se ha limitado mucho a ella misma. Tiene potencial para hacer mil cosas, y ella no lo ve. Ese es su problema: ha limitado mucho su vida porque no cree en ella. Y con razón, por su pasado.
Pero ni siquiera tener un novio maravilloso que la ama y está a su lado pase lo que pase le hace reparar en que ella puede tener más opciones en la vida que trabajar de camarera.
Si
al final me he decantado por las 3 estrellas es porque creo que Charli resulta
al final desaprovechada, lo mismo que tampoco se saca punto a los tópicos de enemies ni de friends.
Una pena, porque es un personaje súper un personaje atractivo. Sobre todo si
la comparas con Neil, que es un héroe más de cartón piedra. Lo mismo pasa con
la ex de Neil o los malotes de turno, muy clichés.
Se la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica contemporánea ligera con su toque de fantasía de millonario.
Otras críticas de la novela:
Como digo, ahí afuera ha gustado mucho.
Jeeves Reads Romance le da 5 estrellas al audiolibro, narrado por Jason Clarke y Vanessa Edwin.
Star-crossed Book Blog, 5 estrellas.
Mia, the Book Addict, 5 corazones.
Carole’s Random Life, 5 estrellas.
She Reads Romance Books, 4 estrellas.
Simply Love Book Reviews, 5 corazones.
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