Están casados, pero son dos
desconocidos. Entretenida, sexy, y con cierta intensidad emocional. Muy buena.
DATOS GENERALES
Título original: Lord
of Darkness
Fecha de
publicación original en inglés: 2013
Subgénero:
histórica, Inglaterra georgiana
Parte de
una serie: libro 5.º de Maiden Lane
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS
(de Fiction data base)
Cuando extraños en la noche
Él vive en las sombras. Disfrazado del Fantasma de St.
Giles, un misterioso vengador enmascarado, lo único que pretende Godric St. John es proteger a los
inocentes de Londres. Hasta que una noche se enfrenta a una joven temeraria que
apunta una pistola contra su cabeza… y se da cuenta de que es su esposa.
se convierten en amantes…
Lady Margaret
Reading ha jurado matar al Fantasma de St. Giles, el hombre que asesinó a
su verdadero amor. Regresar a Londres, y al hombre al que no ha visto desde la
boda, Margaret no reconoce al hombre detrás de la máscara. Violento, dominante
y peligroso, el infame Fantasma de St. Giles es todo lo que ella teme que
sería, y mucho más…
el deseo es el mayor de los
peligros
Cuando estalla la pasión, estos dos íntimos desconocidos
no pueden evitar revelar más de ellos mismos de lo que planearon. Pero cuando
Margaret conoce la verdad, que el Fantasma es su marido, el juego ha terminado
y los jugadores deben rendirse… a la tentación que puede destruirlos a ambos.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No estaría entre las mil mejores novelas
románticas, pero sí entre las dos mil. Hay que recordar que toda la serie
Maiden Lane estuvo en el Top 100 de las mejores novelas/series de romántica que
publicó NPR en 2015.
CRÍTICA
Comenzamos
con el Fantasma de St. Giles amenazado por una dama que lo apunta con una
pistola.
Y dispara.
Y encima resulta
que es su esposa.
Aquí tengo
que *destripar* algo del libro anterior.
Resulta que
el Fantasma de St. Giles no es uno, sino tres, educados por un noble para
hacerse justicieros. Y esta es la historia de uno de ellos, Godric St. John.
A Godric lo
conocimos en el libro anterior: treinta y tantos años, un sufrido viudo
dedicado a sus tareas intelectuales aislado de todo, de su familia, de sus
amigos. Lo que pocos saben es que, además, recorre las calles de St. Giles
dedicándose a estos asuntos de proteger a los débiles y enderezar tuertos.
A ella,
Margaret, una de las damas patronas del orfanato, también la vimos antes.
Estaba enamoradísima de su novio. Pero lo mataron. Y encima ella estaba
embarazada. Así que su hermano consigue que Godric se case con ella. A lo que
él accede porque, al fin y al cabo, todo le da igual.
Eso fue el
libro anterior.
Se supone
que después de la boda, Margaret se fue al campo, a vivir con la madrastra y
las medio hermanas de Godric, mientras él permanecía en Londres. Allí pasó el
duelo por su novio, y se malogró el embarazo que fue la excusa para el
matrimonio.
Por ello, Godric
se sorprende de verla aparecer cuando menos se lo espera, en Londres, y en el
maldito barrio de Sr. Giles, y pegándole un tiro mientras está disfrazado de
Fantasma.
Todo tiene
su explicación.
Margaret ha
decidido ir a Londres con un doble propósito: matar al asesino de su novio (que
ella piensa que es el Fantasma) y embarazarse (y para ello un marido viene
bien).
No viene
sola: a Godric se le echa encima no solo su mujer, sino también sus medio
hermanas, su madrastra, una tía-abuela de Margaret y hasta una perra que tiene
perritos. Godric nunca se llevó bien con la segunda familia de su padre. Así
que la invasión de su hogar me parece una pesadilla.
Godric no
está por la labor de preñar a nadie. Amó profundamente a su esposa, y lo poco
de humano y romántico que había en él murió con ella. Lo de acostarse con otra
sería una traición a su memoria.
Hay un
argumento de suspense que se relaciona con algo ocurrido en el libro anterior.
En aquel, unos malvados secuestraban niñas para emplearlas en condiciones de
esclavitud en talleres clandestinos. Se supone que Winter Makepeace acabó con
ello. Pero dos años después los ladrones de niñas reaparecen: un socio del malo
ha vuelto a poner en marcha el negocio.
Esta
investigación de Godric se entrelazará con la de Margaret cuando ella se dé
cuenta de que su marido es el Fantasma y que no pudo matar a su novio. Así que
ahora su misión es descubrir al verdadero asesino.
Como esto es
Elizabeth Hoyt, la renuencia inicial de Godric a consumar el matrimonio acabará
aflojando con el tiempo. Habrá cama entre ellos, primero de una manera bastante
frustrante y luego, cuando le cogen el tranquillo, al estilo habitualmente apasionado
y sensual de la autora. Incluyendo una escena de angry sex, sexo enojado, una de esas de “me has cabreado tanto que
te voy a follar hasta que se me pase”.
Margaret es
una heroína de las que gustan. Cuando se recupera del duelo, y se da cuenta de que
tiene el resto de su vida por delante, decide cómo quiere vivirla y actúa en
consecuencia. Es cariñosa, la típica personalidad “nutricia” con buena mano
para las plantas, los niños y los animales. Ideal para que el desolado Godric
recupere cierto interés por la existencia.
Godric, el
“señor de la oscuridad” del título, es un hombre vacío y aislado, sin interés
en nada que no sean sus correrías nocturnas. La llegada de Margaret y su
familia lo trastoca todo, pero él sabe permanecer frío e imperturbable,… hasta
que ya no puede seguir indiferente a los encantos de su esposa.
Lo bueno es
que tampoco cambia de un día para otro. Él mismo es consciente de lo mucho que
hay que amar en Margaret y de lo poco que le queda a él para darle. Se siente
viejo, y marchito, y acabado…
La
ambientación no tiene nada de especial: algún baile y los sórdidos callejones
de St. Giles.
El estilo,
ágil, muy entretenido con los diferentes misterios que hay que ir resolviendo.
Hay de vez en cuando alguna breve escena con Artemis, la prima que es dama de
compañía de Penelope una de las damas patronas del orfanato. No tienen nada que
ver con el resto de la historia, sólo están ahí para despertar interés por el
libro siguiente, que es el de Artemis y el duque de Wakefield.
También,
como es habitual en Hoyt, hay un fragmento de historieta al principio de cada
capítulo. Me lo salté directamente: no me interesan nada.
En conjunto,
una novela que me pareció muy buena, es de las que quería que apareciesen por
arte de magia algunas páginas más para asegurarme de que estos dos, Godric y
Margaret, han superado la pérdida de un ser querido y se reconcilian de verdad con
la vida.
Como un
árbol muerto en un jardín que de repente, a la manera del olmo viejo centenario
de Machado, algunas hojas verdes le han
salido.
Sí,
recomiendo este libro. Se lee bien por sí mismo, aunque es de los que se
disfruta un poquito más si lo lees como parte de una serie.
Me hizo pensar
en cómo somos las personas, cada uno con sus cadaunadas. Una de Maiden Lane que
gustó mucho, Scandalous Desires, a mí me pareció “meh”; en cambio esta, que despertó menos entusiasmo, a mí me
ha encantado.
Lo que
demuestra que cada lector es un mundo y que la misma novela que a unos deja
indiferentes a otros les hace pasar muy buenos ratos.
Valoración personal: muy bueno, 4
Se la recomendaría a: los aficionados a la novela
romántica histórica con intensidad emocional y su dosis de misterio.
Otras críticas de la novela:
No está traducida, así que no es extraño no
encontrar críticas en español, pero si alguien encuentra alguna, puede incluir
enlace abajo.
Fiction Vixen, una A+.
Feminist Fairy Tale Reviews le pone (casi) el máximo, 4.5 estrellas.
Smexy Books, una B.
Dear Author, que siempre es muy particular en temas de novela romántica histórica, una C.
Por ultimo, Read in a single sitting le dio dos estrellas (okay).
Reconozco que me cuestan un poco más de lo normal esas novelas en las que los protagonistas lloran con tanta angustia a sus parejas fallecidas. Siempre me parece más complicado olvidar a un fantasma a quien el día a día no puede ya desmitificar.
ResponderEliminarEn cuanto a la ambientación me creo que sea justa, como suele ser habitual en las novelas de la autora.
Por lo demás, lo que me cuentas me ha gustado, ahora falta que alguna editorial española se anime a traducirlo.
Un saludo