domingo, 19 de noviembre de 2017

Crítica: “Texas! Chase”, de Sandra Brown

Vaquero desolado por la pérdida, se dedica al rodeo, con unas copas de más,… y es rescatado por una antigua amiga que bebe los vientos por él desde hace años.


DATOS GENERALES

Título original: Texas! Chase
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: enero de 1991
Serie: Texas! Tylers #2 / Bantam Fanfare

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (de la contraportada)

Todo lo que él quería era suficiente whisky para olvidar

Desolado por el dolor después de que un accidente de tráfico se llevara a su amada esposa e hijo nonato, Chase Tyler ha abandonado el negocio familiar. Se dedica al circuito del rodeo y los bares con idéntica despreocupación por su vida, nada deseoso de enfrentarse al dolor y seguir adelante… hasta que un toro de mal carácter y una dama del pasado le obligan a ello…

Todo lo que ella quería era su amor
Marcie Johns conoce a Chase de toda la vida, había sido la conductora del coche cuando se produjo el accidente y la esposa de él resultó muerta. Aún se pregunta si Chase la culpa de su pérdida. Pero está decidida a jugarse el orgullo y la felicidad para dar a este hombre al que adora desde la niñez algo por lo que vivir. Cuando ella le hace a Chase una oferta descarada para salvar su empresa, él se queda asombrado por su plan, ¡y se odia a sí mismo por el hecho de que le tiente el fuego que vislumbra en sus impresionantes ojos!
¿Podrá la que fuera ratón de biblioteca seducir a este curtido vaquero de sus sueños y permitir que el amor que ella siente por él cure su corazón?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No estaría entre las mil, pero sí entre las mil quinientas mejores novelas, gracias a que en All About Romance le hicieron una crítica de DIK A y a que más de un lector la incluye entre sus “favoritas de todos los tiempos”.

CRÍTICA

Como dije al hablar de la anterior novela de la serie, la trilogía Texas! Tyler está formada por novelas de longitud media (unas 350 páginas más o menos), que publicó seguidas después de la novela larga de suspense Imagen en el espejo (01/1990) de la que ya hablé aquí en mayo de 2016.
Es la única serie que ha escrito Sandra Brown, aunque de vez en cuando empareja libros (un par de novelas relacionadas).
En la trilogía Texas! Tylers, la autora nos lleva a una familia de Tejas oriental, que viven en un rancho y tienen una empresa de perforación petrolífera. Son Laurie, la matriarca, viuda, y sus tres hijos: Chase, Lucky y Sage, por ese orden.
El protagonista es aquí el hijo mayor, Chase, a quien ***destripe del primer libro*** vemos perder a su mujer, a la que adora, cuando ella está embarazada de su primer hijo, en un accidente de circulación justo cuando está conduciendo Marcie Johns***final del destripe***.
Dos años después de los acontecimientos del libro anterior, nos encontramos a Chase hecho polvo, dedicado a beber hasta el agua de las plantas. Ha dejado el negocio familiar y se ha alejado del este de Tejas, para dedicarse al circuito de rodeo.
Una noche, en Fort Worth, un toro acaba arrojándolo de su lomo y pateándolo. Con unas cuantas costillas rotas, lo llevan al hospital. Entre el público está Marcie Johns, una vieja conocida de la infancia, compañera de cole y de instituto. Se llevaban muy bien, aunque él era uno de esos populares con éxito entre las chicas y ella la típica empollona a la que nadie hacía demasiado caso. La apodaban Goosey, una expresión que al parecer puede entenderse de varias formas, pero aquí es desde luego peyorativo… Excepto cuando Chase se lo llamaba, en sus labios Marcie siempre pensó que sonaba cariñoso.
Se ve desde el principio que Marcie siempre estuvo colada por él, pero Chase no era consciente de ello.
Luego se separaron cuando ella fue a la universidad, tuvo éxito como agente inmobiliario en Houston, después se montó su propia empresa y con el tiempo volvió a Milton Point, el lugar donde viven los Tyler.
Tiene 35 años, los mismos que Chase, está soltera, tiene su propia empresa y es bastante exitosa y rica.
Ayuda a Chase cuando está en el hospital. Realmente, no hay nadie más. Y Marcie está harta de que él se destroce la vida así. De manera que le da el empujoncito para volver a casa a recuperarse, a ver si deja lo del rodeo, eso de beber como cosaco y volver a interesarse en la empresa familiar.
Que, por cierto, va un poquito de culo así que no está mal que Chase vuelva para echar una mano. Pero necesita cash. Y Marcie lo tiene así que ella le hará una oferta que no podrá rechazar.
No digo más por no desvelar el intríngulis de la relación, que ya se sabe que el gusto de este tipo de historias es ir descubriendo estas cositas. Baste decir que el roce hace el cariño, que se desean como animales, pero a veces no hacen nada, otras se dejan llevar por ello, al final él acaba dándose cuenta de que ella le ama desde hace años (incluso que ha hecho cosas un poco creepies) y que, ¡sorpresa! Él también se ha enamorado de ella y de su cuerpo serrano.
Como promediada la historia, Sandra Brown mete un poquito de suspense en forma de acosador telefónico. Tú andas preguntándote quién será, y poco a poco su presencia se hará cada vez más ominosa, más amenazadora, hasta que llegue el momento de la violencia y el descubrimiento de quien es el malo.
Aquí tenemos de nuevo una novela ágil, muy bien contada, que te lleva de un lado a otro sin que te des cuenta, lo que revela una autora fluida, con dominio del género. Te la lees bien y rápido, intrigada por saber qué pasará después,…
La pareja de esta novela parece más realista que la del anterior. Al fin y al cabo, se conocen desde niños, y Marcie y Chase son un poquito más complejos que Lucky y Devon. Lucky era, recordemos, “dotación básica”.
En Chase encontramos un personaje con sus demonios interiores, dolor, duelo no superado,… No son cosas que se arreglen o enderecen de la noche a la mañana. Se ve como poco a poco toma conciencia de su situación y va aceptado que él no está muerto, que la vida aún tiene cosas que ofrecerle.
¿En Marcie? Una mujer que se ha hecho a sí misma, una empresaria de éxito después de que en el instituto fuera de las raritas empollonas, pero que sigue teniendo dentro de sí la inseguridad de la chica normalita que fue enamoriscada de uno de los chicos estrellas.
Cuando leí la primera vez la trilogía, ya lo dije la semana pasada, me gustó más la de Lucky que la de Chase. Ahora no, ahora prefiero esta historia de redención, de dolor personal por lo irremediable, de cómo seguir viviendo cuando la vida nos da de tortas. Además, que es una historia más o menos de amigos a amantes, en la modalidad “A” lleva años enamorada de su amigo “B” y éste, in albis.
De nuevo, una novela entretenida, a la que merece la pena darle una oportunidad. Se puede leer perfectamente de forma independiente, aunque forme parte de una serie.
Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: quienes gusten de historias de redención personal.

Otras críticas de la novela:
Ya digo que en All About Romance tenemos una crítica de DIK A libro que te llevarías a una isla desierta. También es el único de la trilogía que merece una reseña en esta página web
Reseña, en Publishers Weekly, otra en Kirkus Reviews. y una, más bien breve, en AllReaders.com.
En Good Reads tenía, la última vez que miré, una puntuación de 3.99.
Crítica en Rochelle’s Review, quien nos cuenta que le gustó esta novela más que la primera.


1 comentario:

  1. I loved this one. Unrequited love and characters that don't always know how much someone else cares for them are tropes I tend to like...

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