miércoles, 8 de noviembre de 2017

Crítica: “An Unnatural Vice”, de KJ Charles

Desmontando charlatanería con una historia de enemigos a amantes.



DATOS GENERALES

Título original: An Unnatural Vice
Subgénero: histórica

Fecha de publicación original en inglés: junio de 2017

Parte de una serie: Sins of the Cities #2


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
Acaba de salir como quien dice, así que no lo sé. Para mí sí que es una novela estupenda. De momento, ya tiene un DIK A en All About Romance.


SINOPSIS

En las sórdidas calles del Londres victoriano, deseos no queridos estallan entre dos amargos enemigos a los que une un secreto letal.

El periodista justiciero Nathaniel Roy está decidido a poner en evidencia a los espiritistas que explotan el dolor de la gente afligida y vulnerable. El primero de su lista es el llamado “Vidente de Londres”, Justin Lazarus. Nathaniel espera que sea un fraude barato y sin corazón. No esperaba encontrarse con un hombre de sonrisa pecaminosa y los ojos de un ángel caído -o que un descarado timador despierte su deseo por primera vez en años.

Justin no siente remordimientos por las mentiras que lanza en sus sesiones. Sus crédulos clientes simplemente lo aburren. El hostil, escéptico y totalmente irresistible Nathaniel es un desafío fascinante. A medida que su batalla de voluntad e ingenio se aviva, Justin descubre que no puede dejar de pensar en el hombre que ha decido arruinarlo.

Pero Justin y Nathaniel están unidos por algo más que su creciente obsesión del uno por el otro. Ambos se ven atrapados en los secretos de una aristocrática familia, y Justin posee información que podría ser letal. Conforme asesinos, fanáticos y la densa niebla londinense se cierra en torno a ellos, Nathaniel es el único hombre en quien Justin puede confiar —y, quizás, el único a quien puede amar.

CRÍTICA

Esta segunda entrega de la serie Sin of the Cities me ha encantado. Tiene lo que no tenía (para mí) el primero: dos protagonistas alucinantes.

Por un lado tenemos a Justin Lazarus, conocido como el “Vidente de Londres”, un médium que hace sesiones espiritistas para poner en comunicación a los vivos con sus muertos. Nació en lo más bajo de la sociedad y lógicamente se gana la vida como puede, y si gente con dinero y poco seso viene deseando que le cuenten milongas, no será él quien los desanime. Es un tipo magnético, sexy, y muy muy hábil con las palabras y los trucos.

A su puerta llegará un día, bajo nombre falso, el periodista Nathaniel Roy, que quiere desacreditarlo. Atiende a una sesión y se queda fascinado por lo atractivo que le resulta Justin. Y también se siente bastante intrigado, incluso un poco cabreado, por no ser capaz de ver dónde está el truco, cómo puede hacer lo que hace (saber cosas de sus clientes, que se muevan objetos, que haya ruidos, se apaguen llamas, en fin, todo el repertorio engañabobos).

Tan interesado está que contrata una sesión privada a ver si puede pillarlo, y ahí las cosas se lían más entre ellos, porque Justin le dice cosas que le sorprenden, por lo personales e íntimas que le parecen.

La hostilidad entre ellos es tan intensa como su atracción sexual y (como esto es male/male romance) pronto se ponen manos a la obra.

En este libro vemos unos cuantos trucos documentados de espiritistas victorianos, que harán las delicias de cualquiera que esté interesado en el tema. Muchos los pueden identificar en tarotistas, psíquicos, quiromantes y demás charlatanes: cómo dicen una cosa y la contraria para que tú te quedes con la que más crees que se acerca a ti, cómo te dicen cosas que crees que son específicamente tuyas sin darte cuenta de que la mayor parte de la gente tiene algo parecido (es paradigmático en ejemplo de decir que alguien tiene una cicatriz en la rodilla), o sea generalizaciones tipo Barnum, halagar siempre, explotar el sentimiento de culpa, o de decepción por lo ingrata que es la gente,… y así se lanza el hilo con el que el charlatán va obteniendo información del magufo crédulo que está dispuesto a pagar por cualquier cosa.

Justin es verdaderamente un tipo capaz, con mucha psicología y está genial ver cómo despliega todas sus habilidades, un auténtico caso de competence porn. Está genial ver cómo escapa de unos brutales fanáticos sólo gracias a su labia. Justin se burla de Roy picándole sobre hablar con espíritus, cruzar el velo (entre una y otra existencia, se entiende) y esas chorraditas; es una delicia, porque el escéptico Roy sabe que le están tomando el pelo, que tiene que haber un truco, pero no acaba de pillarlo.

Roy es un periodista que fue abogado, de buena familia y dedicado a las causas que entiende que son justas. Por eso quiere desenmascarar a quienes explotan económicamente el sufrimiento ajeno, la angustia por la pérdida de un ser querido.

Hace unos años, su pareja, Tony, murió en un accidente. Tony era un tipo alegre, feliz, honesto,… Su alma gemela. Todo lo contrario que este burlón timador que parece no pensar en nadie más que en sí mismo, sin consciencia de vivir en una sociedad, sin sentir responsabilidad alguna… Claro que según vas leyendo te quedas con la impresión de que la ética es algo que sólo los privilegiados pueden permitirse. Cuando sientes hambre y te tienes que buscar la vida, engañar pardillos es una opción como otra cualquiera.

Entre estos dos saltan las chispas habituales del enemies to lovers, muy explícitas, como es propio de la autora. Fantástico.

Como de costumbre, la ambientación de la Inglaterra dickensiana es todo un puntazo. Estamos en plena época de “misterios misteriosos” en plan Wilkie Collins, porque continúa aquí la intriga iniciada en el libro anterior sobre los hijos de un primer matrimonio de un conde que serían sus legítimos herederos. Bueno, el niño, claro, por aquello de la preferencia sucesoria del varón. Debo reconocer que cuando la historia se orientó un poco en ese sentido, pronto descubrí la identidad de los hijos desaparecidos y por eso no me sorprendió al final. Pero yo creo que es más bien por haber leído algo de suspense y KJ Charles respeta las normas del género: deja pistas para que puedas averiguarlo si piensas un poco.

A ese “heredero inadecuado” se dedica el tercer libro de la serie, que ya ha salido.
 
Como de costumbre, la forma de escribir de KJ Charles me atrapó en el primer momento. Los personajes me resultaron realmente atractivos: el canalla Justin Lazarus me hizo sonreír más de una vez por sus frases, sus manipulaciones, su “lectura en frío”... Un ejemplo bien explícito de las técnicas que usan los médiums y otros sacadineros. Por cierto que si alguien le interesa saber “cómo los médiums, médicos alternativos y otros nos engañan, nos sacan el dinero y juegan con nuestros sentimientos y salud”, hay un libro muy ameno, de Luis Alfonso Gámez, titulado El peligro de creer.

Así que, para mí, An Unnatural Vice ha sido una experiencia redonda. Leído en un suspiro, me ha dejado con ganas de más. Lo tiene todo: personajes (súper interesantes), trama (acción continua, tensión sexual), ambientación victoriana (logradísima), el estilo (pero ¿cómo puede escribir así de bien esta mujer?), el romance y el sexo (bien medido, del tipo “te odio pero follamos como perros desesperados” y -con el tiempo- aunque ninguno crea en el amor acabaremos como dos tórtolos) y desde luego para mí el punto añadido lo da el que se dedique a poner en evidencia los trucos de los charlatanes.

Mi novela favorita de KJ Charles sigue siendo A Seditious Affair, pero esta, también de opuestos que se atraen o enemigos-amantes, queda sólo detrás por muy poquito.
Valoración personal: excelente, 5

Se la recomendaría a: los que gusten del tópico “de enemigos a amantes” y de una ambientación auténticamente victoriana.

Otras críticas de la novela:

A veces, tengo la impresión de ser la única hispanohablante que lee a KJ Charles, pues no encuentro críticas de sus novelas en español. Somos unos cuantos los que leemos en inglés, y aunque entiendo que el male/male romance no tiene tantos seguidores, me parece que las novelas de autoras tan estupendas de KJ Charles merecen una oportunidad.

Dicho lo cual, aquí van algunas críticas que he encontrado en inglés.

Reseña en Publishers Weekly.


5 estrellas logra en Romantic Historical Reviews.

Joyfully Jay 5 estrellas.

RT Book Reviews 4 ½ estrellas y Top Pick! 

Smexy Books, una B.

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