domingo, 26 de noviembre de 2017

Crítica: “Texas! Sage”, de Sandra Brown

Chica algo mimada y tozuda se siente atraída a su pesar por 
vaquero guapo como una estrella de cine 
con quien choca nada más conocerse.


Fanfare (Bantam) Ago 1991
DATOS GENERALES

Título original: Texas! Sage
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: julio de 1991
Serie: Texas! Tylers #3 / Bantam Fanfare

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (de la contraportada)

Él era todo lo que ella despreciaba en un hombre, así que ¿cómo es que no podía alejarse de sus brazos?

Esta tenía que ser la peor de las noches en la vida de Sage Tyler. Primero su prometido la deja. Luego tiene que volar a casa con Harlan Boyd, el arrogante extraño, guapo hasta decir basta, que ha escuchado cada una de las palabras de ese humillante episodio, ¡y encima lo disfruta! Todo lo que Sage quiere es que este vagabundo sexy y que no vale nada guarde las distancias- y mantener en secreto que su compromiso se ha roto. Pero Harlan Boyd tiene deseos propios…
Era la mujer más bella, excitante e impredecible que Harlan conociera nunca, y a duras penas podía mantener sus manos alejadas de ella. Aun así, intentó mantenerse alejado, no recordar que Sage Tyler necesitaba a un hombre que la convenciera de lo mucho que valía, no un hombre que pronto se alejaría de allí.
Entonces el negocio familiar de Sage, la Tyler Drilling Company, amenazaba ruina, y Sage y Harlan de repente se encuentran luchando juntos para salvarla… en un espacio demasiado reducido como para mantener alejada la pasión. ¿Puede la mimada, voluntariosa Sage encontrar el amor con un hombre que parece tan fácil que conseguir y tan difícil de conservar?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No estaría entre las mil ni las dos mil, sino en torno al puesto tres mil de las mejores novelas románticas ever. Cuando en Book Binge publicaron un Top 1000 (que no sé exactamente de dónde salió) esta novela apareció en el puesto 798. Algún lector la incluye entre sus “favoritas de todos los tiempos”.

CRÍTICA

Esta fue la novela 50.ª de la carrera de Brown, ¡brava!
Recordemos: la trilogía se ambienta en el este de Tejas, y gira en torno a la familia Tyler. En el rancho viven Laurie, la matriarca, su hijo Lucky y Devon (novela #1). El hijo mayor, Chase y Marcie (novela #2), viven en su propia casa, pero están allí todo el día. Lo mismo que el sheriff Pat, que lleva cuatro décadas enamorado de Laurie.
Esta tercera entrega la protagoniza Sage, la hija pequeña. En los otros libros la vimos como una chica un poco bocas, que dice lo que piensa sin demasiado filtro. Ella y sus hermanos se vacilan sin piedad. Sabíamos que estudiaba en la universidad y tenía un novio, Travis, a quien los Tyler consideran un blandengue.
La novela comienza con Sage pasando una fiesta navideña en casa de los padres de su novio. Llevan un año hablando de casarse, y ella está deseando fijar el compromiso. Sin embargo, la conversación en la veranda con su enamorado no sale como ella espera.
Travis acaba cortando con Sage. ¿La razón? Sage es “demasiado para él”: muy vital, con un entusiasmo inagotable, ella es liberal y él conservador, ella cree en un dios personal y él tiene sus dudas, ella tiene un celo por la vida que él no puede igualar… Le va dando sus razones y te das cuenta de que esta chica joven y apasionada, en efecto, es “demasiado” para cualquiera.
Cuando él vuelve al interior de la casa y Sage se deja llevar por lágrimas de rabia, de entre las sombras sale un alto desconocido, rubio de ojos azules. Es Harlan Boyd, de quien luego sabremos que tiene 29 años y es tan guapo como una estrella de cina. Trabaja para los Tyler y ha venido a buscar a Sage para llevarla a casa.
Chocan desde el minuto uno. Sage desconfía de él, se siente humillada por la conversación que Harlan ha oído y, además, está el tema de la inmediata atracción física que estalla entre los dos.
Harlan Boyd es un tipo que vaga de un lugar a otro, echando una mano a empresas con problemas. No tiene más en la vida que una pick-up destartalada y una caravana en la que vivir. Ahora pretende ayudar a los Tyler a reflotar su empresa. Su idea es ampliar mercado: no dedicarse sólo a las perforaciones de petróleo, sino por ejemplo a sistemas de riego. Con conocimientos técnicos (creo que es ingeniero, pero no me hagáis demasiado caso) consigue idear un producto atractivo. Sólo les faltan inversores, y en ello están cuando Sage acude a Milton Point para pasar la Navidad.
Su familia cree que ahora que ha acabado la universidad, se casará con Travis y se dedicará a ser madre de familia. Harlan Boyd sabe que esto no es así, pero mantiene la boca cerrada, divirtiéndose bastante (y vacilándola al respecto) por los esfuerzos que Sage hace para ocultar que el compromiso se ha roto sin llegar a mentir abiertamente.
Es una de las razones por las que estos dos chocan. La otra es lo sexis que se encuentran el uno al otro, muy a su pesar. Harlan respeta a los hermanos Tyler y supone que le arrancarían la cabeza si supieran que pone la mano encima de su hermanita pequeña. Sage lo desprecia y no deja de ser un tipo que hoy está aquí, mañana allí y si te he visto no me acuerdo.
Los planes de Sage, ahora que ha acabado los estudios y no tiene un marido en el horizonte, pasan por integrarse de algún modo en la empresa familiar. Será una forma de demostrarles a todos (incluida ella misma) lo que vale.
Esto la llevará a un contacto más estrecho con Harlan Boyd. Toda una tentación. Como esto es romántica, por supuesto, caerán en ella antes o después, con escenas bastante sexis.
Harlan es un tipo que tiene su misterio. No aspira más que a ir de trabajo en trabajo, quedando un poco al margen, sin implicarse con nadie. No habla de sí mismo, de dónde viene ni qué ocurrió en su pasado. Ese es el misterio que se desarrolla en esta novela. No hay nada de suspense tipo criminal.
Los personajes de las otras dos novelas aparecen con un papel relevante en la trama y no (como ocurre en otras series) de relleno para que sepas que siguen felices, contentos y fértiles, sobre todo muy fértiles, ya se sabe que en Romancelandia nadie tiene problemas para concebir un bebé.
En su relación con su hermana Sage, notas las diferencias de carácter entre Chase, el mayor, más serio, lúcido y responsable, que se esfuerza (gracias a las indicaciones de su esposa) en intentar comprender mejor a esa joven mujer en la que se ha convertido su hermanita. Lucky sigue siendo un botarate que salta a la mínima; por ejemplo, cuando se entera del lío entre Harlan y su hermana sale un poco malparado.
Los personajes son bastante atractivos. Harlan no es sólo un tipo que están muy bueno, tiene ese punto de misterio y sabe cómo provocar a Sage.
Somos testigos del crecimiento personal de Sage. Al principio es una chica mimada y humillada (más que dolida), muy parecida en sus arrebatos a su hermano Lucky. Al final acaba siendo una mujer segura de sí misma que si tiene que salir cuchillo en mano para pararle los pies al imbécil de su enamorado, lo hará. Ya no tiene dudas sobre su valía personal y profesional.
De esta novela no recordaba más que la escena inicial. En una relectura la verdad es que ha sido muy amena, sobre todo la segunda mitad, la primera se me hizo algo lenta. Merece la pena darle una oportunidad, sobre todo si te va el tópico de enemigos a amantes, porque tiene un toque de “te odio pero te deseo”.
Aunque sea el cierre de una trilogía, se lee sin problemas como libro independiente.
Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: quienes gusten del tópico te odio pero no puedo dejar de pensar en ti y las heroínas pizpiretas y cabezonas.

Otras críticas de la novela:
En Good Reads tenía una valoración de 4.01 la última vez que miré, la mejor de las tres novelas Texas! Tyler.
Reseñas, en Publisher’s Weekly y Kirkus Review, además de la habitual sinopsis/reseña de AllReaders.com.
Crítica en Rochelle’s Review, para quien Sage y Harlan son su pareja preferida de la trilogía y, por último, Midnight Book Girl, que puntúa la historia con 4 estrellas, y confiesa que también es su favorita de la trilogía.

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