Una gozada
DATOS GENERALES
Título original: Wild Oats
Subgénero: histórica
Publicación: 1993
Parte de una serie:
Territory Trysts (o Wild Oats) #1
Páginas: 326
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
PERO SÍ AL FRANCÉS (LA LIAISON SCANDALEUSE) Y AL ITALIANO (BOLLENTI SPIRITI)
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Lo último que esperaba Cora Briggs era ver a un buen joven
como Jedwin Sparrow en la puerta de su casa. Después de todo, los ciudadanos de
Dead Dog, Oklahoma, la habían rechazado durante tanto tiempo que había perdido
la esperanza de tener visitas de caballeros respetables.
Pero lo último que esperaba Jed era romance. Estaba buscando una mujer sofisticada que lo ayudara a vivir la vida. En cambio, Cora le hizo una propuesta propia, una que enfurecería a la ciudad, y haría que ella cuestionara su propio corazón...
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, edición de
2017, en el puesto 540. Luego ya la
gente se ha ido olvidando de ella y ahora la tengo en torno al puesto 1600.
Tiene crítica de DIK A- en All About
Romance, y lo mismo le da Wendy the Superlibrarian (algo rarísimo en ella).
Está en el Top 1000 de novela romántica de RomanceNovels.Me, la 133, así que no es de extrañar que sea
la favorita de muchos lectores. Tiene también un héroe beta, algo realmente muy
de agradecer.
CRÍTICA
Mientras leía el libro, pensaba que
era de la misma autora que The promise of
Jenny Jones. Pero no es de Maggie Osborne, sino de Pamela Morsi, de quien
había leído Heaven sent (⭐⭐⭐⭐).
Como valoro los libros comparando
con otros de la misma autora, y este me gustó todavía más, le pongo cinco
estrellas. Le favorece que vengo de una racha de libros contemporánea NA totalmente
meh y quería algo especial. En otro
momento, quizá se quedara en cuatro estrellas.
Al comentar en GR Fake out (de la que no haré crítica ni reseña aquí), escribí:
Me hace replantearme qué hago perdiendo el tiempo con estas inanidades. Están bien para poner el cerebro en blanco cuanto se te llena de ruido. Pero lo que yo quiero es leer romántica excepcional, lo mejor del género, no tanto estas cosas que están bien, disfrutas, pero de la que no recuerdas nada a los dos días. Leer estas novelitas es como hacer un crucigrama, entretenido, te engancha mientras intentas resolverlo, pero que, en cuanto lo acabas, te olvidas y lo tiras al contenedor de papel. Y piensas que podrías haber aprovechado el tiempo para hacer algo que te llenara más, con algo más de sentido y trascendencia.
Así que busqué algo con chicha,
sólido… Así que recuperé esta novela de mi Kindle viejo. Una novela que en
septiembre de este año cumple treinta años.
Vaya si me gustó.
Es una gozada leer algo tan bien
escrito. La autora sabe crear una historia, la ambientación, los personajes con
personalidad propia, no solo los protagonistas sino también los secundarios, el
momento histórico en que el territorio de Oklahoma se postulaba para
convertirse en estado…
Cada palabra, cada diálogo, cuenta,
cada escena contribuye en algo al marco general, la pistola de Chéjov en pleno
funcionamiento.
Quizá la valoro tanto porque venía
encadenando unos libros sosos. No me ha dejado resacosa, pero sí con el puntín
de un buen vermú.
El estilo puede recordar a novelas
del Oeste de autoras como Maggie Osborne, Catherine Anderson o LaVyrle Spencer,
aunque no es un dramón como las historias de esta última, sino más dulce, más
amable. Lo cual no quita que haya momentos de sexo explícito, que oye, en
aquella época también les temblaban las entretelas.
Oklahoma se convirtió en estado de
la Unión en 1907. Esta novela se ambienta poco antes de este hecho, cuando, si
se ganaba la estatalidad, la localidad de Dead Dog podría ser capital de
condado. Pero para ello tiene que tener un nombre más digno y, de paso, hacerle
la pelota a la matriarca poderosa de la ciudad, Maimie Briggs.
Al menos esa es la idea de Amelia, viuda
cuarentona de buen ver, que siempre quiso progresar en la vida.
El matrimonio con un empresario de
pompas fúnebres le permitió el ascenso social.
La protagonista no es ella, sino su
hijo, James Edwin «Jedwin» Sparrow, Jr. (24). Jedwin siempre ha seguido la guía
de su madre, y ha decidido que es hora de soltarse un poco, de vivir la vida (sow one's wild oats).
Para perder su virginidad le hace
una propuesta a Cora Briggs (29), de mala fama por ser mujer divorciada,
precisamente de un Briggs.
Cora será divorciada, pero no ligera
de cascos. Vive como puede, sin necesidad de entretener a caballeros. Así que
la propuesta de este joven le ofende bastante.
Pero Cora piensa que igual puede
usar el capricho del joven a su favor, vengándose de la madre del joven, Amelia, que le tiene tirria.
Inician una relación preciosa, uno
de esos romances a la antigua en que te resultan deliciosamente románticos
gestos como el arreglo de una valla o el regalo de un martillo.
Una historia de amor contada en
tercera persona, con una ambientación realista aunque tirando a amable y dulce.
Lo que más destaco es la
personalidad que sabe tener cada personaje, que no son clichés. Cuando piensas
que van a ser puro tópico, te sorprenden. Así, alguien muy estirado y virtuoso puede
acabar teniendo bastante amplitud de miras…
Te quedas con el héroe beta, Jedwin,
el hombre tranquilo. Un tipo que no soporta el trabajo de funerario
embalsamador y que preferiría ser un granjero normal y corriente. Quiere dejar
de ser virgen, pero si para ello ha de poner algo de romance y esfuerzo, no
dudará en hacerlo. Es el momento de dejar de ser un muchacho y asumir que es un
hombre, tomar sus propias decisiones, sacudirse el dominio de su madre.
Cora simboliza lo que en aquella
época se llamaba la Nueva Mujer, con la independencia que le da su bicicleta, y
su defensa del ejercicio físico. Se mantiene a sí misma con los frutos de su
trabajo.
Los secundarios son fantásticos. Me
quedaría con Amelia, la madre de Jedwin, y Haywood, el trabajador de la
funeraria. A ella, que solo aspira al ascenso social y seguir controlando la
vida de su hijo, a lo largo del libro, se le acaba cayendo algún palo del
sombrajo. Ello, en parte, es culpa de Haywood, un tipo listo que suple las
ausencias de Jedwin y, con su descaro, le baja los humos a Amelia.
Hay un personaje secundario al
principio marginal, que poco a poco gana espacio en escena: la jovencita Tulsa
May. Me ha encantado descubrir que protagoniza la otra novela de esta trilogía.
Esta preciosidad de historia la fui
leyendo poco a poco, alargándolo, porque disfrutaba con cada página.
Estas historias de amor entre gente normal y corriente me encantan. El romance, la ternura y la pasión no son exclusiva de millonarios, estrellas del rock o deportistas.
Valoración personal: excelente, 5
Se la recomendaría a: quienes gusten de las novelas históricas bien contadas.
Otras críticas de la novela:
No he encontrado nada
en español, y al ser tan antigua, no hay mucho. Afortunadamente, está traducida
al francés y al italiano, y eso me ha permitido encontrar comentarios en estos
idiomas.
En italiano, le dan 5 estrellas en Sogni, Pensieri Parole a Bollenti Spiriti, que es como se titula en italiano.
En francés, Comentarios positivos en
el Boulevard des Passions y en Les Romantiques de la versión en francés
En inglés, ya digo que fue
DIK A- en All About Romance.
Wendy the Superlibrarian la leyó para el TBR Challenge de 2010 y le puso una A-. Y eso es rarísimo en ella, porque pone unas tres calificaciones de A al año.
Reseña en Publishers Weekly.
Sinopsis y guía en AllReaders.com.