miércoles, 6 de enero de 2021

Crítica: “The worst best man”, de Mia Sosa


Chistaco nivel Jaimito: vaya Sosa-da

Avon, 2/2020


DATOS GENERALES

 

Título original: The Worst Best Man

Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original: febrero de 2020

Páginas: 368

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Goodreads)

 Una organizadora de bodas abandonada en el altar. Sí, Carolina Santos capta la ironía del asunto. Pero a pesar de ese embarazoso incidente de su pasado, Lina ha conseguido hacer realidad los sueños de otras personas, como coordinadora de bodas de primera línea en Washington, D. C. Después de impresionar a una influyente invitada, la ofrecen una oportunidad que puede cambiarle la vida. Pero hay una complicación… tiene que colaborar como el peor padrino de la historia, el que lo era en sus fallidas nupcias.

Cansado de vivir a la sombra de su hermano, el experto en marketing Max Hartley está decidido a dejar huella con un codiciado cliente, una hotelera deseosa de ampliar su marca. Pero entonces descubre que trabajará con una mujer ingeniosa y asombrosa, totalmente fuera de su alcance, la antigua prometida de su hermano. Y ella lo odia.

Si pueden sobrevivir las próximas semanas y hacer una impactante presentación, sin matarse el uno al otro, saldrán ganando los dos. Solo que Max ha sido el enemigo público número uno desde que él animó a su hermano a abandonar a su novia, y Lina está preparada a devolvérsela con creces.

Pronto descubrirán que la animosidad no es la única emoción que crea chispas entre ellos y cuanto más tiempo pasan juntos, más se da cuenta Lina de que ella podría estar equivocada respecto a Max. Pero esta pareja no puede ser nunca nada más que compañeros de juegos temporales porque Lina no está interesada en enamorarse, y Max se niega a ser de nuevo plato de segunda mesa de su hermano. Nunca más.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?

Sí, actualmente está en torno al puesto 300 de mi lista de las mil mejores novelas románticas, como se verá en la actualización de este año. Tuvo críticas excelentes cuando salió: 5 estrellas en Elley the Book Otter, Romance Dish y en I Heart Romance, en este último caso, al audiolibro narrado por Rebecca Mozo y Wayne Mitchell; Smitten by Books le dio 4 ½ estrellas, Smexy Books una A, y That’s What I’m Talking About una A-. La han escogido entre lo mejor del año 2020 muchos blogueros y críticos: Angela y Kini de Smexy Books, Miss Bates, ML Lenker (de Entertainment Weekly), Suzanne (de Love in Panels!) y hasta una revista The Oprah’s magazine. Tiene el atractivo tópico de enemies to lovers. Por último, fue finalista en el premio readRchat.

 

CRÍTICA

 El argumento tiene un punto de partida muy atractivo: heroína plantada en el altar por culpa del héroe de la historia.

 Me recordó a Entre viñedos (The best man en inglés original, 2013), así que, antes de lanzarme con esta novela, releí la de Higgins.

(Por cierto que me lo pasé pipa, y mira que eso es difícil en una relectura de romántica).

Revisada la versión Higgins, emprendí la lectura de esta novela.

No hay color.

A Lina la plantan en el altar. Encima, su novio no da la cara, sino que manda a su hermano pequeño, Max. Al fin y al cabo, fue una conversación con Max la que lo decidió a no casarse.

 En vez de montarles a los hermanos Hartley el pollo que se merecen, Lina responde como una señora. Aprendió por las malas que no le conviene dejarse llevar por las emociones.

Trabaja organizando bodas. Seguro que recordáis la peli Experta en bodas, protagonizada por Jennifer López, o a Parker, de Para siempre, de Roberts: siempre controlada, organizada, con su blackberry como una extensión de su mano, ¡ay cómo me estresaba aquella mujer tan competente!

¿Veréis a Lina hacer algo así? Pues no. Será buena en su trabajo, pero a mí no me llamó la atención su desempeño. No hay anécdotas como la manera tan fabulosa en la que Parker solucionó el tema de que llevaran a un niño a una boda solo para adultos. No recuerdo ni en qué libro apareció este incidente, pero aún lo recuerdo, años después.

A Lina le surge una gran oportunidad profesional, pero para lograrlo, tendrá que preparar una presentación con un publicista elegido por la propia empresa: Max, el hermano de su ex.

A quien ella (y su familia) odian.  

A pesar de ese atractivo planteamiento, pronto me di cuenta de que no me estaba interesando lo que me contaban. Cogía el libro sin entusiasmo; lo apartaba sin pena.

¿Acaso mi estresado cerebro era incapaz de pillarle la gracia? «A ver si va a ser eso», me dije yo. Aparqué esta novela y decidí refrescar mi sentido del humor con otra comedia romántica reciente.

No había releído yo Cariño, cuánto te odio desde 2016. Me pareció una buena idea repasar lo que yo considero una comedia romántica casi perfecta.

Lo pasé fenomenal con Lucy y Josh. Así que no, a mi sentido del humor romántico, no le pasaba nada.

Al acabar, retomé esta de Mia Sosa donde lo dejé.

Max y Lina trabajarán juntos en el proyecto para el hotel. Lo cual no quita que exploren su hostilidad mutua a través de más de una bromita algo juvenil.

Desde el principio ves que a Max le gusta Lina. Siempre ha tenido cierto complejo respecto a su hermano, del que quiere independizarse. Por eso no le parece buena idea salir con la prometida de Andrew.

Lina, por su parte, salió tan escaldada que no le interesa mucho una relación seria.

Esto no les impide darse una alegría al cuerpo, claro. Reconozco que no llegué a sentir el enamoramiento, ni la pasión entre los personajes, pero escenas sexis hay más de una.

La novela recurre al estilo NA: primera persona dual. No es una forma de contar las cosas que me guste demasiado, aunque lo puedo superar si los personajes resultan interesantes, si hay mucho contraste entre lo que piensan y lo que hacen o dicen en la realidad. No es el caso.

 Además, y siempre en mi opinión, para que esta técnica quede fetén cada personaje debe tener su propia voz, un yo interior, característico y distinto del otro. Sosa no lo consigue: no suenan diferentes. En el caso de Max, además, queda muy de cartón piedra y nada remotamente masculino. No sé explicarlo mejor.

La novela tiene un aspecto multicultural, que normalmente me encanta. Lina es hija de emigrantes brasileños. Cuando encuentro en las novelas románticas personajes de culturas diferentes a la anglosajona me suelen gustar. Sus personajes me resultan más cercanos, gracias a que tienen una rica vida familiar y comida de verdad. Así me pasa con las de Sonali Dev o Alisha Rai.

Esta vez, sin embargo,… Me parecía todo forzado. Metían la capoeira, la samba y el carnaval de Río con calzador, viniera a cuento o no. Me pareció particularmente ridículo que, en un momento dado, Lina visite la tienda de su madre y se ponga a bailar muy sexi, en mitad del día, porque sí.

Vale, sirve para que Max se quede colgado de sus curvas; visto desde fuera, queda chocante.

(También en parte la culpa es mía, que me imaginaba la escena con Chorando se foi quem um di asó me fez llorar… de banda sonora; para lugares comunes, los que imagina mi cerebro).

Quieren demostrar que son muy abiertos a otras culturas y se van a comer un arroz con cosas, en concreto chorizo, y, ¿cómo no? Lo llaman paella. 

(Ojo, que dice Ana Vega «Biscayenne», en El comidista, que sí ha habido históricamente paellas con chorizo, pero estaréis conmigo en que, actualmente, se considera un sacrilegio muy  Jamie Oliver).

No me parece que trate particularmente bien el tópico enemies to lovers. Deberían saltar chispas de hostilidad que se transformen en amor y pasión. Yo no lo vi. Creo que no hay nada peor que una comedia sin gracia. Esto es más soso que…

¿Recordáis aquello que decía Sabina…? ¿Cómo un belga por soleares? Pues así de lánguida me ha resultado esta historia.

Me recordó un poco a las de Priscilla Oliveras. Creo que como aquellas, entusiasman mucho por tener unos protagonistas de una cultura no WASP, mas luego flojean en la parte romántica o sexual, o el estilo, o el argumento, o la caracterización de los personajes.

 Me encanta que la romántica se abra a otras voces y a otras culturas. Lo mejor de esta novela es esa protagonista de piel oscura e hija de brasileños. ¿El resto? Para mi gusto, aburrido.

Será una de las mejores novelas de 2020, pero está claro que no es para mí.

Valoración personal: aburridilla, 2

Se la recomendaría a: quienes gusten de tópicos brasileiros.

Otras críticas de la novela:

Como siempre que no conecto con una novela que la gente considera buena, recomiendo que leáis otras críticas diferentes antes de decidir si dais o no una oportunidad a esta historia. Solo he encontrado reviews en inglés.

 Elley the Book Otter, 5 estrellas

The Romance Dish, 5 estrellas

I Heart Romance le da lo máximo (5 corazones) al audiolibro de esta historia, narrado por Rebecca Mozo y Wayne Mitchell.

Mini review de Kini, en Smexy Books, una A

That’s What I’m Talking ABout (Twimom), una A-

Smitten by Books, 4.5 estrellas

Pues eso, probad vosotras a ver si le cogéis el tranquillo y me contáis qué es lo que no he sabido ver en esta historia.

4 comentarios:

  1. Yo también me lo pasé pipa con "Cariño, cuanto te odio", sobre todo con la primera mitad del libro. La escena del primer beso de Josh y fresita, después de tanta mirada a matar, me encantó.
    Esta novela no me la apunto. Me fío de tu opinión.

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    1. ¡Ah, sí, el beso en el ascensor es uno de los más recordados de romántica! Me pasa lo mismo que a ti.

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  2. Pues menos mal que no me lo concedieron en Netgalley XD (reconozco que me frustré, me lo fui a comprar y di con otro del mísmo título que fue el que acabé leyendo -y tampoco fue para tirar cohetes-). Siempre da rabia ver una historia que promete y que luego, nada de nada. Bueno, al menos releíste Cariño, cuánto te odio, que siempre es un gustazo!
    Besotes!

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    1. Pues yo creo que has salido ganando, hay muchos otros libros buenos por descubrir. Me ha pasado como a ti con Piso para dos, de Beth O'Leary, que no le hayas encontrado la maravilla que otros te cuentan.
      De todas formas, no te creas, me sabe mal no haber conectado con esta historia. Como ha gustado a tantísima gente, siempre me queda la duda de si no seré yo.
      Lo que yo puedes hacer es probar cuando esté baratita, a 2 euros o menos, a ver a ti cómo te va. Por no quedarse con las ganas.
      Igual sí que le encuentras la gracia.

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