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viernes, 27 de mayo de 2016

Crítica: "Pasión a ciegas", de Suzanne Brockmann



Último viernes de mes y acabo con la serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann. Un final decepcionante para una serie que me parece perfecta en su género.

Leído en Kindle

El undécimo y último libro de la serie Tall, Dark and Dangerous tenía como título original, según dice Suzanne Brockmann en su página web, Wild, Wild Wes (“Salvaje, salvaje Wes”, jugando con lo del “Salvaje, salvaje Oeste”), y Silhouette incluso creó una portada con ese título, pero en el último minuto decidieron cambiarlo por algo que sonara más como de suspense, así que se publicó como Night Watch (“Ronda nocturna”) en septiembre de 2003. Luego se volvió a publicar como Wild, Wild Wes. Fue el Silhouette Intimate Moments n.º 1243. En España Harlequin Ibérica la incluyó en su colección Sensaciones, con el n.º 586.

A lo largo de toda la serie de los “Tall, dark and dangerous”, se ha visto a los mejores amigos del mundo, Wes y Bobby, trabajar codo con codo como Navy SEAL. En el libro anterior, Cerca de la tentación, Bobby encontraba su media naranja en la persona de la hermana de Wes. Y en ese y otros libros anteriores se vio que Wes estaba enamorado de una mujer casada, compañero Navy SEAL, encima.

Sus colegas, viendo la situación penosa en la que está, y que acabará metiéndose en un lío, le organizan una cita a ciegas con la preciosa Brittany Evans, cuñada de un amigo militar y madre soltera. Es la hermana de Melody, la protagonista de Dime que sí (1998), el libro cuarto de la serie. Wes siente que no tiene nada que perder, así que acepta acudir a la cita. Y empieza una relación de amistad con Brittany.

Desgraciadamente, las cosas se complican cuando aquella mujer casada de la que Wes lleva tantos años enamorado se encuentra, de repente, libre y sin compromiso.


Es una pena que este libro sea el final de la serie, porque no me dejó buen sabor de boca. Me pareció muy poca cosa. Tampoco ayuda que lo leyera traducido al español. Yo creo que más por lo ramplón de la traducción que por el hecho de que algunas palabras se usaran en sentido hispanoamericano. A mí me da lo mismo que se usen palabras de aquí o del otro lado del charco, al fin y al cabo, hay más hispanohablantes en América que en Europa. No, el problema es esa forma tan ramplona de traducir, tan poco inspirada, que te destruye totalmente la tensión sexual y los maravillosos diálogos de Suzanne Brockmann. Queda todo como muy flácido y planito.



Pero no sé si tendrá también que le encuentro cierto tono melancólico, algo de desánimo. Quizá me influye el saber que no fue un libro fácil para Suzanne Brockmann. Cuenta en su página web que


Empecé a escribir la historia de Wes el 10 de septiembre de 2001. Estaba luchando con el capítulo inicial, y al final lo dejé, y pretendía comenzar de nuevo por la mañana. El día siguiente fue, por supuesto, el 11 de septiembre. No escribí ese día. No escribí durante muchos, muchos días después de eso. De hecho, los plazos de vencimiento se pegaban uno con otro, y no escribí el libro de Wes hasta unos años después. Creo que mis libros de SEAL (incluyendo los de la serie Troubleshooters) se pueden dividir entre aquellos que escribí “antes” y los que escribí “después”. El libro de Wes es uno de los escritos después.

 Valoración: insuficiente, 2


¿Entra dentro de "Lo mejor de la novela romántica"?

Sorprendentemente para mi, sí, pero vamos, en torno al puesto tres mil setecientos, y eso gracias a que Night Watch, de manera incomprensible para mi, fue elegida como el mejor romance genérico del año en la encuesta de All About Romance. Igual otros lectores le vieron un mérito que yo no le encontré.

viernes, 29 de abril de 2016

Crítica: "Cerca de la tentación", de Suzanne Brockmann




Último viernes de mes, así que toca el siguiente de estos harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leído en Kindle
Este fue mi TBR Challenge del mes de marzo de 2015, así que me limitaré, básicamente, a traducir y retocar la crítica que hice entonces.
El décimo libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, Taylor’s Temptation, se publicó en julio de 2001. Era el n.º 1087 de Silhouette Intimate Moments. En España, Harlequin Ibérica la publicó como el n.º 442 de la colección “Súper Jazmín”, y luego la reeditaron en el dueto Prisioneros del amor de la colección Tiffany n.º 16.
Cuando en marzo de 2015 tuve que buscar un libro de una serie que había dejado de leer, se me ocurrió esta. Se encontraba en mi montón de libros pendientes porque tiempo atrás, después de zamparme un par de libros de la serie, decidí leérmelos todos en orden. Por alguna razón, perdí el interés tras el libro 9. Gracias al TBR Challenge del año pasado, terminé de leer la serie, porque seguido me leí el 11, Pasión a ciegas.

Bobby Taylor es un personaje bien conocido de los libros anteriores de la serie. Junto con Wes Skell forman una interesante pareja que trabajan juntos de fábula. Un gesto, una palabra, basta para que se comuniquen el uno con el otro. Y más de una vez se han salvado la vida.

La cosa es que, mientras se recupera de una herida, Bobby está fuera de servicio, así que no puede acudir a ninguna operación de los Navy SEAL. Por lo tanto, es la persona perfecta para intentar que la hermana pequeña de Wes, llamada Colleen, se quede en los Estados Unidos, en lugar de ir a un país peligroso a ayudar después de un terremoto.

El problema es que Bobby Taylor ha sentido deseo/amor/lo que sea por Colleen desde que ella tenía diecinueve años de edad. Y no se da cuenta de que a Colleen le pasa exactamente lo mismo.

Así que cuando este tipo tan grandote –pero mucho, ¿eh? yo le calculo dos metros al menos- y tan atractivo va a visitarla, por una vez sin su hermano Wes pegado con velcro, a Colleen le parece que es la oportunidad perfecta. Intenta seducirlo de cuantas maneras se le ocurren. Pero Bobby se resiste. Así que Colleen lo sigue intentando, con más descaro aún. Taylor sigue en plan numantino. Y se esfuerza. De verdad que sí. Muy intensamente. Por supuesto, tarde o temprano, entre estos dos habrá fuegos artificiales.

Fue un Silhouette Intimate Moments, así que sabes el tipo de libro que te traes entre manos. Gira en torno al conflicto sentimental entre los dos personajes principales. Y aquí encontramos uno de esos tópicos clásicos harlequineros: desde la perspectiva de ella, enamorada del mejor amigo de su hermano; desde la de él, enamorado de la hermana de tu mejor amigo. Un tópico que siempre me ha sonado un poco raruno en relación con los sentimientos de estos dos hombres que son amigos. Te hace pensar, ¿será que hay algo más entre ellos? ¿Hay alguna vibración sexual que estos tíos tan machos pretenden ignorar? La verdad es que en este caso no ayudaba nada que Bobby viera los ojos de su amigo en los ojos de ella, por ejemplo.

Esta trama proporciona dos conflictos. Primero Wes, el mejor amigo y hermano, va a estar en contra de ello, porque no quiere que cambie su relación con su amigo ni con su hermana. Tampoco Bobby quiere perder a Wes como amigo. Al final se rinde, sabiendo que Wes va a matarlo, pero que morirá feliz.
Silhouette, Jul-2001 (FDB)

No es el único problema, porque Colleen es diez años más joven que Bobby. Estudia Derecho y Bobby cree que ella se merece a alguien mejor, con una carrera más prometedora, que gane más dinero, no quiere que tenga las preocupaciones e inseguridades propias de una esposa de militar.

Como es un SIM, no hay realmente suspense militar. No es una serie como Troubleshooters, que incluye una subtrama de suspense en cada libro. Aquí la parte de aventuras en tierras extranjeras es muy breve y bastante simplista. Aunque claro, nadie lee a Suzanne Brockmann para aprender de política internacional, sino por la poderosa e increíble tensión entre los personajes principales.

Aunque el libro forma parte de una serie, se mantiene solo bastante bien. El único problema es que si no has leído los libros anteriores, sólo sabes que Wes y Bobb son amigos, pero cuando has leído la serie todo seguido hasta este punto, estás tan acostumbrado a la pareja Bobby & Wes que es un poco raro ver a sólo uno de ellos en escena.

Valoración: buena, 3
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, pero muy abajo en la lista, por el tres mil cuatrocientos, más o menos.
Ganó el premio a la mejor novela “genérica” del año 2001 en la página web All About Romance.

viernes, 25 de marzo de 2016

Crítica: "Tentando a la suerte", de Suzanne Brockmann


Cómo pasa el tiempo. Ya he quemado otro mes y de nuevo me veo en el último viernes. Santo, esta vez. Toca el turno a otro de estos harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leído en Kindle

El noveno libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, Get Lucky, se publicó en marzo de 2000. Era el n.º 991 de Silhouette Intimate Moments. En España, Harlequin Ibérica la publicó como el n.º 160 de la colección “Top Novel”.

Creo que es el mejor libro de la serie. Aunque, personalmente, no sea mi favorito, porque otros los disfruté más.

El SEAL de la Armada Lucky O’Donlon era el típico mujeriego acostumbrado a que las mujeres cayeran rendidas a sus pies. Se le vio en libros anteriores de lo más chulito y pagado de sí mismo, siempre ligando con bellezones que no llegan a los veinte años.

Apareció por vez primera en el libro Otra forma de amar  (1997), el tercero de la serie, montado en una moto, rubio californiano, perfecto. Guapo guapísimo. Pero de verdad, o sea, un Brad Pitt de joven no le llega a la suela del zapato.

En aquél libro le tiró los tejos a Mia, la protagonista, con lo que amenazó su amistad con Alan “Frisco” Francisco, su mejor amigo y compañero de inmersión en los Navy SEAL. Lo mismo hizo con PJ Richards, la protagonista de Corazón en peligro,… arriesgándose a que el bueno de “Harvard” le arrancara su preciosa cabeza.

Era el típico protagonista secundario que atrae las miradas a lo largo de toda la serie y que los fans están deseando que “caiga” enamorado, de la manera más profunda y humillante que pueda.

El tópico harlequinero que se trata aquí es el de chico cañón con chica normalita pero inteligente e ingeniosa, o sea, los opuestos se atraen “Porque a veces en la vida, Ken no siempre elige a Barbie”, como decía Rachel Gibson en Jane juega y gana

¿Y por qué me he acordado yo de ese libro de Gibson? Quizá sea porque el protagonista de aquel también lo definían como Ken y su apodo era “Lucky” (el Afortunado) como el de esta novela de Brockmann. Y ahora que lo pienso, los dos se llamaban igual, “Lucas”, aquel en versión francesa, Luc, y éste en inglés Luke.

Cuando aparece por el horizonte la periodista Sydney Jameson y pasa de él, simplemente no lo entiende. Las mujeres no lo tratan a él con indiferencia. Y encima esta neoyorquina de ritmo acelerado y estilo Annie Hall lo vacila por su buen aspecto, dirigiéndose a él como el “Ken Navy SEAL”,… hasta que lo ve vestido con una camisa hawaiana y pasa a ser el “Ken Malibú”.

Se ven implicados en una misión: atrapar a un violador en serie que está aterrorizando toda la zona de San Diego. Resulta que Sydney ha sido testigo de la huida del violador, y además es periodista que ha escrito un artículo sobre el caso. Como este hijo de mala madre marca a sus víctimas con el pin de los Navy SEAL, se sospecha que pueda ser uno de ellos.


Esto es un budweiser de los Navy SEAL.
Fuente: wikicommons

Para atraparlo, entienden necesario hacer grupos mixtos con la policía, Navy SEAL y esta periodista que, a la vez, es testigo. ¿Por qué? No tengo la menor idea. Ello comprometería gravemente su valor como testigo en un juicio. Pero bueno, como yo digo, misterios misteriosos de Romancelandia.

Entre otras curiosidades que cuenta Suzanne Brockmann en su página web, me quedo con lo que dice de la portada. Resulta que al protagonista lo ha estado describiendo durante todos los libros anteriores, y también en este, como un chico muy guapo, rubio, el más perfecto espécimen, estéticamente hablando, del escuadrón Alfa. Como ella misma dice, es un tipo que es “guapo de Hollywood”, un Brad Pitt, sólo que mucho más rubio y como diez veces más guapo.

¿Lo habéis imaginado ya?

¿Sí?

¿Lo más guapo del mundo mundial en estilo rubio californiano?

Bueno, pues lo que le hicieron en el departamento artístico de Silhouette fue “esto”:



Horrendo. No tiene nada que ver. Un tipo vulgar, moreno y hasta feo. No me extraña que estuviera tan frustrada.

En fin, que es un Harlequin notable por la parte de suspense y también la romántico-erótica. Tiene la intriga de investigación a ver quién es el violador, por qué lo hace, el peligro que supone para todas las mujeres de esta historia,… Y luego está que saltan chispas entre el niño bonito y la periodista cascarrabias. También hay interesantes reflexiones sobre lo que hay que hacer si, cuando te atacan, lo mejor es luchar o huir. Al final llegas a la conclusión de que no hay forma de acertar para ser menos víctima, porque hay mucho descerebrado ahí afuera deseando hacerle daño a las mujeres, sea como sea.

Valoración: notable, 4

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, sería la mejor clasificada de las novelas de esta serie. Andaría por el puesto doscientos cincuenta, más o menos.

Votada como uno de los diez libros favoritos del año 2000 por la Romance Writers of America. Tuvo el premio WISH de Romantic Times por el teniente Luke O’Donlon. En All About Romance le hicieron crítica DIK (libro que te llevarías a una isla desierta) A-. En la encuesta anual de esa página web, tuvo una mención honorable en la categoría de heroína favorita (Syd Jameson) y lo escogieron como romance favorito en la categoría “genérica”. En la encuesta Top 100 del año 2000 alcanzó el puesto 65, pero no se lo vio más. La bloguera Rosario le dio una calificación de A-, y eso para mí es indicativo suficiente de que esta novela merece la pena.

Cuando tradujeron esta novela en España, en El Rincón de la novela romántica lo incluyeron entre “Lo mejor del año 2013”.

viernes, 26 de febrero de 2016

Crítica: "Sin nombre", de Suzanne Brockmann



Último viernes de mes. Toca hablar del siguiente de estos Harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leída en Kindle en inglés

El octavo libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, se titula en original Identity: Unknown, y se publicó en enero de 2000. Era el n.º 974 de Silhouette Intimate Moments.

En España, Sin nombre fue publicado por Harlequin Ibérica como el n.º 136 de la colección “Top Novel”.

En esta novela de suspense romántico se sigue un tema bastante apreciado en los harlequines: la amnesia de uno de los protagonistas. Mitchell Shaw es un Navy Seal que ya apareció en la novela anterior, Desafiando las normas. Para que Jake Robinson se ganara la confianza del líder de la secta en la que se infiltró, fingieron que él y otro Navy Seal eran culpables de conspiración. Jake logra huir, pero el otro culpable (aparente) entra en la cárcel. No es otro que Mitchell, un Navy Seal del misterioso Equipo Gris.

El misterio gira en torno a plutonio robado de un laboratorio. Mitchell estaba sobre la pista de este material, que el gobierno se teme que pueda ir a manos equivocadas para fabricar una bomba atómica.

El pequeño problema es que Mitchell no se acuerda de quién es. Las pertenencias que llevaba escondidas (una nota con una dirección y una pistola del calibre 22) no ofrecían muchas pistas sobre su identidad.

La dirección lo lleva al rancho Lazy Eight y a su bella administradora, Becca Keyes. A veces recuerda cosas como la cárcel, o su habilidad con las armas, con lo que está bastante acojonado por lo que pudiera haber en ese pasado del que no se acuerda. ¿Es posible que haya sido un asesino?

Conflictos hay en esta novela para dar y tomar. 



Eins, el conflicto interno de Mitch, que no sabe quién es y piensa lo peor de sí mismo.

Zwei: Luego con Becca, por quien se siente atraído pero con quien piensa que no debería iniciar nada ante el misterio de su propia procedencia.

Drei: Becca también tiene cierta tendencia a colgarse de tipos que sabe que no van a estar mucho en el rancho.

Vier, unos cuantos Navy Seal andan buscando discretamente a Mitchell por todo Nuevo México, temiéndose lo peor: que esté muerto o que le haya seducido el lado oscuro.

Fünf, los malos malotes, que son los que tienen plutonio para fabricar una bomba que, como todos sabemos desde que nos lo contó Nicole Kidman en El pacificador no hay que preocuparse del hombre que quiere diez armas nucleares, hay que sentirse aterrorizada por el hombre que sólo quiera una.

Comenta Suzanne Brockmann en su página web que en todos sus libros, sus héroes románticos hacen un viaje de auto-descubrimiento. En Sin nombre, ¡el viaje es bastante más literal!

La verdad es que la trama de suspense me resultó excelente. Te tiene con el alma en vilo todo el tiempo. La protagonista femenina, como suele ser habitual en Brockmann, aunque no siempre, queda desdibujada en contraste con el potente héroe y sus inquietudes sobre qué o quién es. La parte sexual no me ha parecido tan lograda como en otros libros, aunque no se bien por qué.

Cuando leí este libro no vi que el final fuera un cierre nítido. Me dio la impresión de que el tema del plutonio robado daría más de sí en el futuro. Sin embargo, leí después los posteriores y creo recordar que no se volvió a hablar del asunto.

Valoración: en conjunto, notable, 4

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No, me temo que el libro me encantó sobre todo porque toca tópicos que a mi particularmente me gustan. Ganó el premio WISH por el personaje del teniente Mitchell Shaw.