domingo, 13 de enero de 2019

Crítica: “Hasta que llegaste a mi vida”, de Beatriz Manrique


Por libros así, me he mantenido alejada de la romántica en española



DATOS GENERALES

Subgénero: histórica / 1874-75
Fecha de publicación: e-book (10/2016)
Editor: Harlequin Ibérica, S. A.

Charlotte Gallagher se encuentra en un baile ante la mirada de los demás invitados y de la poca familia que le queda. Su hermanastro Edward quiere obligarla a casarse con un hombre al que no ama mientras la presiona para que finja estar feliz ante su inminente compromiso con lord Sidmouth. Charlotte se siente sola y atrapada. No tiene a nadie a quien acudir y le horroriza la idea de contraer nupcias con un hombre al que desprecia. Desesperada, se aleja de la gente en busca de un respiro y, sin esperarlo, se encuentra con Alonso, un agente español al que no dudará en utilizar para alcanzar su ansiada libertad.
Una novela ambientada a finales de siglo XIX entre España y Estados Unidos, en la que se respira el ambiente del Madrid decimonónico y en la que el amor tendrá que luchar contra la desconfianza, el espionaje y los intereses personales.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. Es de las que El rincón de la novela romántica recomienda entre las históricas españolas.

CRÍTICA

Si yo dejara libros sin terminar, esto sería un DNF, y lo supe al 9% de lectura.
Empezamos en Londres, cuando Charlotte, por evitar al tipejo que su hermano le ha buscado, fuerza a este perfecto desconocido a casarse con ella.
Salto cronológico de diez meses: ya se casaron y ya se separaron.
Otro brinco y nos plantamos al otro lado del charco, con Charlotte en un rancho cerca de Santa Fe, con la media hermana de Alonso. Al loro, no os lo perdáis, no ha pasado ni un año desde que Charlotte y Alonso se conocieron y resulta que ¡Charlotte ha intercambiado con la hermana centenares de cartas!
(Sí, haced el cálculo).
Volvemos pa'tras, a ver cómo han llegado a ese punto,... 
Ese es, resumidamente, el planteamiento de esta historia. De acá para allá con este matrimonio en crisis.
Sí, ya sé, así se anula toda posibilidad de tensión en la dinámica romántico-sexual.
Lo peor de esta novela, para mí, es el personaje de Alonso. No es creíble como espía; con el control emocional de un niño, no aguantaba dos días en un servicio de información de verdad.
(… Como no sea en la T.I.A. de Mortadelo).
Charlotte tampoco sale bien parada. Resulta un poco atolondrada. Beso a un desconocido sin medir las consecuencias… Cruzo la mar Océana porque, a lo que se ve, poner el Atlántico de por medio estando embarazada es lo más adecuado para enderezar tu matrimonio. Atención, debo decir que, en el libro, pone que lo que cruzó fue el atlántico, así en minúscula. 
(Para que no se diga que mis críticas no son constructivas, dejo enlace a Fundéu sobre «Mayúsculas controversiales»).
Pero el que es inaguantable es ese Alonso tan machista.
¿Sabéis ese estereotipo patriarcal que nos considera a las mujeres locas y putas…?
Pues tiene mérito, la autora es capaz de repetirlo, con variantes, solo en el capítulo 1
Maldita loca entrometida… Estúpida chiflada… Maldita zorra… Mujerzuela
El machismo rezuma a lo largo del libro:
El deseo de estrangularla se volvía doloroso.
Le ordena:
Yo soy quien dicta las reglas, mírame cuando me dirija a ti, no permitiré un solo desplante por tu parte, no te entrometerás en mi vida
Obviamente, el sexo entre ellos empieza con escena de abuso sexual, aunque no llegue a la violación.
A este gilipollas enfurecer a su esposa le produce una inexplicable sensación de bienestar e, incluso, cuando viven en la indiferencia, se las ingeniaba para ser grosero en aquellas ocasiones en las que se quedaban a solas. (Literal)
Esto no es enemies to lovers, solo dos personas que se odian, y uno (Alonso) insulta y humilla a la otra. Eso es francamente desagradable de leer.
Un desperdicio de novela, porque se nota que la autora se ha esforzado en reconstruir el momento en que se intriga para restaurar a los Borbones, y hace un buen trabajo a la hora de revivir aquel entorno de Pepe Alcañices.
Creo que desaprovecha esa ambientación, o igual es que yo no pillé que ella quería contar otra cosa…
… Que la lleva a meter toda una parte del Oeste, con bandoleros, indios, flechas, y revólveres, un Gran Espíritu que lo cuenta todo en plan vieja del visillo,…
¿Y el matrimonio? Se casan en una iglesia católica, la jesuita de Farm Street en Mayfair, aunque suene raro porque al cura le llaman pastor y no parece que el rito sea en latín. No consta si ella era católica, o si se convirtió, o si es un matrimonio mixto. O si daba todo lo mismo porque era matrimonio celebrado en el extranjero.
Lo curioso es que, justo entonces, la regulación del matrimonio era de traca. Y aprovecho el hueco, porque me parece mucho más interesante hablar de esto que de la novela.
Desde 1870, en España solo se reconocía legalmente un matrimonio: el civil. Como esto es España, la gente se pasaba la ley por el forro y siguieron casándose por la iglesia. Cómo sería la cosa que en 1872, ante el masivo incumplimiento de la ley, se dijo que bueno, que vale, que a los hijos de esos matrimonios canónicos (inexistentes legalmente) los reconocerían como naturales
Ojo, que eso no quería decir legítimos, lo cual podría plantear dificultades para que el hijo de un noble heredase el título, algo que no se menciona en la novela y que tendría que ser la primera preocupación de Alonso respecto a su descendencia.
(BTW, lo del divorcio que mencionan en realidad sería una separación, porque esa misma ley de 1870 proclamaba que El matrimonio es por su naturaleza, perpetuo e indisoluble).
Luego ya en 1875, más o menos cuando calculo yo que transcurre el final de la novela, se dio validez con efectos retroactivos a los matrimonios canónicos celebrados desde 1870.
Y aquellos niños naturales de 1872, se inscribirían como legítimos, rectificándose los asientos.
Así que los matrimonios inexistentes pasaban a existir y los niños ilegítimos ahora sí eran legítimos.
(¿Te cuentan algo de esto en la novela? No. ¿Se lo plantean los personajes? Tampoco. Y, para más inri, en la tediosa nota final se dedican párrafos y párrafos a la regulación en el Código civil ¡¡de quince años después!! que nada tiene que ver con los problemas legales que podrían haber afrontado Alonso y Charlotte pero que no aparecen en la trama).
¿Estilo? Cumple, pero con la habitual «adjetivo-manía» hispana: se adjetiva todo y se recurre a lo más trillado. Ejemplos:
Labios definidos, llenos y ligeramente sonrosados… 
largas y tupidas pestañas… 
blanco níveo… 
pómulos marcados… 
vertiginosas alturas… 
cómodos divanes
Unos ojos que compartían el verdor de las esmeraldas (… Y los míos, en blanco)
¿Lo que digo yo siempre de «espectáculos dantescos» e «incendios pavorosos»? Pues eso. 


Y, trillados o no, los adjetivos hacen (as per usual) tríos…
La habitación estaba desierta, desolada, sombría…
Ella parecía distraída, nerviosa, ausente, tal vez asustada.
Colores tierras, beis y ocres
(Si esta última expresión no os acaba de sonar del todo bien, hay una razón para ello, y el Panhispánico de dudas nos lo cuenta)

No menciono las veces en que todo se ralentiza por culpa de descripciones pesadas, contándote con todo detalle cómo es el rancho El robledal o el casoplón en Madrid.
Ni lo molestas que son las notas por si no sabes quién fue Cánovas. Un secreto: si no lo sabes, no importa un pijo, esas notas solo ralentizan la lectura.
Ni me extenderé sobre la portada, muy mona pero que no refleja para nada el contenido del libro.
Ni lo paupérrimo que suena este libro si comparo con otro reciente en el que los protas están casados desde el principio, The duchess deal
Este libro no es que juegue en otra liga. Es que es un deporte distinto... jugado en planetas diferentes... que giran en torno a estrellas que quedan a años-luz una de otra.
En fin…
Valoración personal: allá tú, 1

Se la recomendaría a: los que gusten de héroes machistas que humillan y ofenden a las heroínas.

Otras críticas de la novela:
Obviamente, como esta es solo mi personal experiencia, si queréis leer críticas entusiastas podéis acudir a cualquier otra página web o blog español, donde sin duda alguna os detallarán por qué esta es una novela que les encanta y es preciosa, magnífica, etc. etc.
Sinopsis, críticas y reseñas en El rincón de la novela romántica.
Ya he dicho que lo bueno de estas novelas españolas es que me permiten descubrir blogs desconocidos para mí hasta la fecha. Lo malo es que la mayoría de esas reseñas son tan complacientes que no me sirven para averiguar qué libros en español pueden ser considerados buenos de verdad.
Libros en mi biblioteca, entusiasmada. 
Románticamente la recomienda. 
4 sobre 5 y un «¡¡me encantó!!» le dan Las derrapadoras
También positiva es la reseña en Bocaditos de papel
El espejo de la entrada dice que le había dejado buenas sensaciones y con ganas de leer algo más de Beatriz. 
Como veis, cada lector somos un mundo. Lo que para mi ha sido una pesadez de novela que no me explico cómo incluyen entre lo mejor de nada, a otras lectoras les ha gustado mucho.  Ergo, esta crítica solo refleja mi vivencia personal, es una opinión más. ¿Me quedarán muchas experiencias así en el futuro, si sigo con esa lista…
 Acabo con un artículo publicado en La Gaceta (Argentina) que he conocido gracias a Fundéu. Es de 20/1/2006 y se titula «Las muletillas son un salvavidas cuando no se encuentran las ideas adecuadas», porque menciona al final, de pasada eso de los incendios pavorosos y los espectáculos dantescos. Más que nada, para que todos seamos conscientes de que las expresiones gastadas ya no le dicen nada al lector.



           Como reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, hoy, más que nunca, me siento obligada a poner esto:


4 comentarios:

  1. "los que gusten de héroes machistas que humillan y ofenden a las heroínas" no lo toco ni con un palo entonces.

    Hay autoras que no saben escribir el enemies to lovers, sino que terminan escribiendo una relación tóxica con un héroe abusivo. Me sorprende como hay gente que considera esto romántico.

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    1. Estoy contigo: no es mi tipo de libro. Me gusta mucho el enemies to lovers, pero hay que dar con el punto justo en que sean rivales sin perderse el respeto.
      Leyendo las críticas de personas que gustan de libros que —para mí— son machistas, creo sinceramente que no lo ven, no caen en ello. Hace treinta años, yo tampoco caía en que lo que leía en muchas novelas era una violación o, como mínimo, abuso sexual.

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  2. Hola. Yo soy de Costa Rica y me pasa lo mismo con las novelas españolas, me cuesta encontrar alguna que realmente me guste o me cautive y viendo las opiniones no consigo nada porque todas dicen lo mismo que son buenísimas.
    Y definitivamente no entiendo como todavía aprueban esas relaciones tóxicas y machistas yo huyo de esas novelas
    Me encanta tu blog y tus opiniones.

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    1. Muchas gracias por visitar. Mi experiencia es igual a la tuya: me cuesta encontrar romántica en español que realmente me guste y las páginas web y blogs en español son muy decepcionantes, porque TODAS les parecen estupendísimas, a pesar de que estén mal escritas o describan una relación tóxica.
      Estoy intentando un poco cubrir ese hueco e intentar descubrir libros en español que sean buenos. Hasta la fecha... Con honrosas excepciones, ya ves como va la cosa.

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