martes, 29 de enero de 2019

Crítica: “Hielo y fuego”, de Anne Stuart


Enloquecida huida por pleno Japón



DATOS GENERALES

Título original: Fire and ice
Subgénero: suspense

Fecha de publicación original en inglés: 2008

Parte de una serie: Ice (Hielo) #5

Edición en español: 02/2009
Traductor: Juan Larrea Paguaga
Publicación: Harlequin Ibérica
Colección: Mira, 220

SINOPSIS (según la Casa del Libro)

La bella e inteligente Jilly Lovitz había ido a Tokio con la intención de pasar página a una aventura amorosa desastrosa. Esperaba llorar en el hombro de su hermana y estar un par de meses en Japón para serenarse. Sin embargo, allí fue secuestrada, aunque consiguió salvarse por los pelos de una intriga macabra para acabar con su hermana y su cuñado. Su salvador, Reno, era el agente más impredecible del Comité. Sólo se habían visto una vez, pero se habían sentido irresistiblemente atraídos, algo totalmente inusitado, ya que él era un yakuza tatuado y ella una empollona californiana de piernas largas. La pareja iba a encontrarse metida de lleno en un embrollo de intentos de asesinato, secuestros e intercambios de prisioneros que podrían congelar su ardiente relación.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No estaría entre las mil, pero sí entre las dos mil mejores. Ganó el Premio RT 2008 a la mejor novela de suspense romántico. Candy, que escribe críticas para All About Romance, la consideró una de sus novelas escogidas del año. Además, tiene ese toque intercultural, tópico que a mucha gente le gusta.

CRÍTICA

El verano pasado me dediqué a leer seguidas las novelas de esta serie traducidas al español. Es estupendo dejar descansar el cerebro y simplemente dejarse llevar por aventuras trepidantes. En esta novela, la quinta de la serie, «cayó» en agosto, y hasta la fecha no le había encontrado hueco en mi blog.

A los personajes ya los conocimos en entregas pasadas.

Reno es el primo de Takashi O’Brien, ambos pertenecientes a una familia yakuza, aunque se han desligado de las actividades criminales. Esto no significa que se mantengan en el lado correcto de la ley. Takashi es un agente del siniestro Comité que dicen «salvar el mundo» por los medios que sean.

(Más bien, como todas estas organizaciones supersecretas del suspense anglosajón, de lo que se trata es de que prevalezca el statu quo occidental, lo que al lector nos complace y nos deja tranquilos, pensando que no importa lo torpes que sean nuestros gobiernos, que siempre habrá organizaciones de este tipo trabajando en la sombra por este nuestro Western way of life…, pero vamos a no entrar en las implicaciones geoestratégicas y políticas de ese planteamiento… Por no hablar de la legalidad internacional y esas tonterías).

La cosa es que su primo Reno, muy hábil en videojuegos, además un hacha en materia de ordenadores, ya había llamado la atención en libros anteriores. En primer lugar, por su aspecto físico. Es un veinteañero grandullón con imagen punk-manga: pelo teñido de rojo fuego, largo, con coleta hasta la cintura, obsesivo uso de lentillas de colores y un tatuaje de lágrimas de sangre en el rostro, todo envuelto en cuero y negro.

Tiene un profundo desprecio hacia todas las mujeres occidentales, lo que no le impide ser un ligón que se beneficia de todo lo que se le pone a tiro.

Su familia, que lo conoce, le advierte que se mantenga alejado de la cuñada de su primo Taka, la angelina Jilly Lovitz, un cerebrito que a pesar de haber estado en la universidad y tal es bastante virginal.

Hay un relato previo, Married to it (2008) que se puede conseguir gratis en internet (de forma legal), sobre la boda entre Taka y Summer en que se ve la interacción entre Reno y Jilly. Treinta páginas que serían Hielo #4.5 y que básicamente consisten en cómo Reno consigue con su habilidad conduciendo que Summer llegue a tiempo a su boda con Taka.

La cosa es que Jilly tuvo un enamoramiento adolescente de Reno. Ha intentado olvidarle y, también, superar su nula experiencia sexual. No le ha salido bien y huye espantada en dirección a Japón, donde están su hermana y Taka y (secretamente) espera reencontrarse con Reno.

Jilly es tu típica heroína TSTL. No, de verdad. Será muy inteligente (dicen), pero yo no veo la menor lucidez mental en esta chica. En primer lugar, porque intelectualmente no ha hecho nada especial, ni investiga nada relevante, ni ha publicado papers ni nada. No me suele gustar cuando te dicen que qué brillante es una persona pero luego no le ves hacer nada brillante. ¿Qué digo? ¡Ni nada sensato, tampoco!

Pero, en segundo lugar, y en esto es coherente con las apariciones previas de esta chica, es que tiene tendencia a actuar impulsivamente y no pensar. Ya en el libro tercero, cuando la estaban protegiendo para evitar que la secta la cogiera para chantajear a su hermana, resulta que se escapa de la casa segura donde estaban. ¿Resultado? Lógico, la secuestran.

Ahora se marcha a Japón a pesar de que no está conjurado el peligro que amenaza a los agentes del Comité y que se vio en el libro anterior, y le dicen expresamente que no vaya, el propio Taka y su mujer están escondidos, hasta ver quién está detrás de los mercenarios rusos que siguen actuando contra ellos.

Pues nada, allá que se va Jilly después de una frustrante experiencia sexual. Ocurre lo lógico, que se encuentra en peligro y tiene que actuar Reno al rescate. Lo que sigue (y ocupa la mayor parte del libro) son persecuciones en las que Reno tiene que salvar a Jilly una y otra vez

Se supone que él es el experto en seguridad, ¿y ella le hace caso? No. 
Discute lo que él decide una y otra vez, lo desobedece, poniéndose en peligro ella y a él. 
No, de verdad, si alguna vez una heroína tiene escrito eso de TSTL, es Jilly Lovitz.
Tatuado en la frente.
Dos guantazos le daba yo.

Pero pese a todo es entretenido, con tanta acción, huida, sin que sepas muy bien qué está ocurriendo, y sin tener tiempo para intentar pensar. Y en medio de su escape, encuentran tiempo para andar discutiendo como el perro y el gato todo el rato, diciéndose lo poco que se soportan, deseando estrangular al otro y, claro, también metiéndose mano y descubriendo Jilly, ¡por fin! qué es eso que hace del sexo algo tan estimado por la gente.

Debo reconocer que en algún momento tanta hostilidad se me hizo cansina. Es que ni follando pueden llevarse medio normal. Son como un par de adolescentes enfurruñados. Bueno, igual eso es lo que son, emocionalmente hablando.

Así que otra entrega entretenida de esta serie. Parece que siempre digo lo mismo, pero es que, en cierto sentido, es como si Anne Stuart te estuviera contando la misma novela una y otra vez. No te va a cambiar la vida, te olvidarás de la novela a los dos días de acabarla, pero te habrá proporcionado una muy amena distracción para los días veraniegos.

La leí, como el resto, en traducción española. Y cumple, la verdad, con el tono duro y desabrido que exige este tipo de historias. Lo que no sé es por qué invierten el título original, «Fuego y hielo» sería correcto.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de las pelis de acción.

Otras críticas de la novela:

En español, crítica en El rincón de la novela romántica.

En La comunidad del libro te comentan todos los libros de la serie traducidos y dice que, junto con Hielo negro, esta es su favorita. 

Un sobresaliente le dan en Astral Romance.

En inglés, All About Romance, la califica con una B+.

En Book Binge le dan 4 sobre 5. 

Para Jennie, de Dear author, es libro de C+.

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