Con el corazón
en un puño hasta el final
DATOS GENERALES
Título original: Vanished
Fecha de publicación original en inglés: 2006
Subgénero: suspense
Páginas: 448
En España:
Traductora: Patricia Orts
Edición: 3/2007, B (Ediciones B)
Páginas: 352
Colección: Seda
SINOPSIS (según La casa del libro)
Diez años atrás, la hija de seis años de Sarah Mason, Lexie, desapareció durante un paseo por el parque. La
pequeña nunca fue encontrada, y Sarah finalmente juntó las piezas de su
destrozada vida y siguió adelante lo mejor que pudo. Una noche de verano, al
entrar en su casa, suena el teléfono.
Al levantar el auricular oye una voz de niña que, aterrorizada, susurra:
«Ayúdame, mamá.» La comunicación se corta, pero no antes de que Sarah,
espantada, haya reconocido la voz de Lexie. Han pasado diez años, pero sonaba
exactamente igual que entonces. Desesperada, Sarah comprueba que ni el FBI ni
la policía pueden ayudarla. Recurre entonces al detective Jake Hogan, quien se muestra escéptico, pero la atracción que
siente hacia Sarah lo impulsa a ayudarla...
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, estaría como mucho entre las 10.000 mejores, por aquello de que, en
The Romance Reader, tuvo una crítica de FHK,
Five Hearts Keeper, y trata el atractivo tópico «de amigos a amantes».
CRÍTICA
Tenía este libro en papel desde hace
años, pues la compré bastante barata. Me animé a leerlo en un momento en que me
apetecía algo de suspense romántico básico.
Aquí tenemos a Sarah, ayudante del
fiscal del distrito, que se ve metida en un robo a mano armada en una tienda.
Así se abre el libro, con un delito en vivo y en directo, y cómo Sarah intenta
sobrevivir, ella y las demás personas que están allá sometidas a la amenaza de
unos delincuentes.
De esta manera conocemos a Sarah, en
una situación difícil, atemorizada, que intenta sobrevivir a una situación
difícil, y lo hace de manera bastante convincente.
Pronto averiguaremos que es una
mujer que sufrió algo terrible, la desaparición de su hija. La sinopsis no es
correcta. Pasó siete años atrás, y la niña tenía cinco años. Ahora sería una
cría de once años, de la que Sarah no sabe nada.
Podéis imaginaros el sufrimiento
cotidiano de Sarah. Te lo transmiten bastante bien, cómo se renueva una y otra
vez la desesperación de esta madre.
Es que, encima, hay gente empeñada en hacerla sufrir, dejándole mensajes de su niñita en el ordenador,
revolviendo sus juguetes,… Así no hay forma de superarlo, si es que algo así se
puede superar.
Tiene a su lado a un amigo, Jake, ex
marine, que trabajaba para el FBI y actualmente lleva una empresa de seguridad.
Suele salir con mujeres mucho más jóvenes y espectaculares, pero a él quien le
gusta, está claro, es Sarah.
Solo que ha aceptado que solo pueden
ser amigos, porque Sarah no está en una situación mental adecuada. Esta mujer suma tristeza, obsesión por el trabajo (no hace otra cosa), descuido por
su aspecto personal, vistiendo solo tonos tristones (grises, y negros, la gama
de los neutros)... De aquella joven mujer vibrante, de colores intensos, no queda más que el cascarón.
Con esta gente desconocida acechando
a Sarah, la cosa empeora y Jake se angustia al ver que Sarah va de mal en peor.
Ya no tiene paciencia para ver cómo ella se hunde.
No obstante, Jake hace el esfuerzo y
sigue estando a su lado, aunque muchas veces teme por la salud física y mental
de Sarah.
La novela equilibra bien el suspense
con el romance. Principalmente, es novela de suspense, que te lleva de un lado
a otro, intrigada, por las cosas que le pasan a Sarah, las investigaciones de
ella en la fiscalía, la policía, la mano que le echa Jake…
En las últimas cincuenta páginas no puedes dejar de leer porque te tienes que enterar de una vez qué
es lo que pasa... Muy tenso, muy tenso,... hasta la resolución final.
El romance es bastante secundario,
aunque bien llevado. Es un planteamiento friends
to lovers, en que Sarah empieza a ver a su amigo Jake de forma diferente, a
partir de un momento.
Es verdad que la autora es demasiado
machacona diciendo una y otra vez su
amigo, su amiga… preferiría que llegado un punto hablara simplemente de
Sarah y Jake, y mencionara la relación de amistad solo en momentos
trascendentales, en que eso tenga alguna relevancia. Puedes acabar hartita de
leer una y otra vez esa palabra.
Aunque es difícil poner sexo y
enamoramiento con un trasfondo duro de delincuencia, también es verdad que la
autora no carga las tintas, y no profundiza en lo terrible del delito. No entra
en demasiados detalles de lo que al final resulta ser un tipo de delincuencia
horrenda.
Es una novela que me gustó mucho,
que me atrapó y no pude dejar de leer. Se lee con gusto. Aunque tiene unos
añitos, es novela ya del siglo XXI, así que la lees casi como contemporánea.
Me extraña que no tuviera mejores
críticas, porque conmigo ha funcionado muy bien. Con Karen Robards pasa como
con Sandra Brown o las de suspense de Nora Roberts, que no se las presta tanta
atención porque ya son grandes damas de este género y parece que no lo
necesitan.
Es un poco morir de éxito. Estas
autoras son tan competentes a la hora de crear personajes, hilas tramas
intrigantes y meter con naturalidad un romance atractivo, que ya se les da por
supuesto el talento y el mérito.
Si te gusta el subgénero del suspense romántico, es una novela que merece la pena.
La parte negativa es que
hay niños en peligro, y tienes todo el rato, detrás, la historia de la hija
desaparecida. Pienso que si eres madre, como yo, esta novela se te va a hacer
cuesta arriba en más de un momento. Mejor si no lo eres.
Y sí, ya sé que muchos diréis que
queréis a los sobrinos, o vuestra pareja, o padres, o perro como otros quieren
a sus hijos, y tal. No voy a juzgar la vida emocional de nadie, porque puede
que haya casos que sea así.
No obstante, recuerdo cómo era la
vida antes de ser madre y, en mi experiencia, no, no existe nada análogo a la
angustia y el amor por los hijos. Cuando tienes un hijo, estás vendido. Si eres
de mi misma opinión, sabrás a qué atenerte respecto a esta novela.
Me ha dejado tan buen sabor de boca,
que igual me animo a mirar qué otras novelas de Karen Robards tengo por casa,
para releerlas y comentarlas aquí. Sé que tengo, porque hubo un momento de mi
vida que leía mucho suspense romántico, especialmente de Roberts y Robards.
En sí, es una novela que se queda en
buena, 3 estrellas. Y si le doy una estrella más es por el estilo, que te
“obliga” a seguir leyendo. Para mí sí tiene mérito, y ha de valorarse, que una
autora sea capaz de crear un libro que no puedes dejar de leer. En inglés hay
una palabra unputdownable, que no
sabría cómo traducir.
En Wordreference dicen que equivale a atrapante o que te atrapa. Pero no estoy segura de que transmita la misma idea con precisión.
¿Significa algo que no tengamos una palabra análoga en español? Creo que sí, que es una cualidad que se aprecia en la blogosfera inglesa y, sin embargo, en español no se valora, o no se aprecia, o
no se considera mérito, vaya.
Putnam, 5/2006 |
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten del suspense romántico.
Otras críticas de la novela:
En El rincón de la novela romántica,
hay un par de críticas, que la ponen bien y la recomiendan.
Taconeando entre libros, 3 ½ zapatos.
En el foro de Cazadoras del Romance la ponen como novela mala. Lo digo para que veáis que este libro no conecta con mucha gente.
En inglés la verdad es que poco he
encontrado.
Ficha en Book Browse, con alguna referencia a críticas profesionales.
Reseña en Publishers Weekly.
En Good Reads tiene 3.86 estrellas, a día de hoy.