domingo, 12 de diciembre de 2021

Crítica: “Amaneceres cautivos”, de Nieves Hidalgo


Una entretenidísima historia de amor en época comunera


 

DATOS GENERALES

 

Subgénero: histórica / 1521

Fecha de publicación: 6/2009

Publicación: B (Ediciones B)

336 págs. 23x15 cm

Encuadernación rúst.

Colección: Amor y aventura

 

SINOPSIS (según La Casa del Libro

Marina y Carlos se verán envueltos en dos guerras: la que vive su país y la pasión que les consume.

Toledo, 1521.

En pocos meses, Marina Alonso y de la Vega ha perdido a su marido, Juan de Aranda y al hijo que de él esperaba y, tras ser declarada demente, se ha visto desposeída de casi todos sus bienes.

Carlos Arteche, conde de Orozco, está seguro de que Juan ha sido asesinado y jura encontrar a los culpables. Carlos nunca había aprobado la unión de su amigo con Marina, pero cuando visita a esta para ofrecerle ayuda, no puede evitar sentirse atraído por su belleza y determinación.

En una época turbulenta de la historia de España, en pleno alzamiento de los comuneros, Marina y Carlos se verán envueltos en dos guerras: la que vive España y la que libran sus propios corazones.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Pues mira, para lo difícil que es conseguir datos buenos en relación con la romántica en español, con esta resulta que sí. Incluso entró en mi primera lista de mil mejores novelas románticas, la de 2017, en el puesto 620. Ahora ya no estaría, pero vamos, anda por ahí, en torno al puesto mil y poco. Ganó dos premios Dama (¿os acordáis de ellos? Los daba el extinto Club Romántica), a la mejor novela romántica nacional y al mejor autor romántico nacional. Entró en el Top 100 de Joyas románticas del Club Romántica, en el puesto 69. Ha estado varios años entre lo mejor del Rincón de la novela romántica, que recomienda esta novela.


CRÍTICA

Gracias a la recomendación de Pepa (Otro romance más) me decidí a leer esta estupenda novela ambientada en la época de los comuneros.

Si el trío «Bravo, Padilla y Maldonado» no os dice nada, os resumo. Fue un alzamiento violento de algunas ciudades castellanas contra la regencia de Adriano de Utrecht, que es tanto como decir contra el emperador Carlos. Si queréis saber algo más del tema, este mismo año Antena Historia les dedicó un podcast. Más que nada, porque se han cumplido 500 años del evento. También está la Wikipedia

El epicentro de la revuelta sería la ciudad de Toledo, que es donde se ambienta esta historia. En mitad del follón bélico, dos aristócratas, Carlos y Marina chocarán, se seducirán y acabarán enamorados el uno del otro.

Aunque Carlos fue el mejor amigo del difunto marido de Marina, no se habían tratado mucho. Los dos sospechan que fue asesinado. Investigan el tema, por su cuenta primero y colaborando después, a regañadientes. Al final, ese misterio, y algún otro, se resuelve de chiripa. Es que los conspiradores dejan un poco que desear. No será la única casualidad de la trama.

¿Lo que más me gustó? Los personajes.

Carlos es un hombre decidido, con mucho encanto y atractivo personal. Ha vivido a su aire. Se implica en la revuelta con la siempre ingrata tarea de espía. Ocupado en tales menesteres, ni se le ocurre la idea de enamorarse. Pero ella le hace tilín, qué le vamos a hacer. Lo suyo es de lo más apasionado. Amor en tiempos de guerra, ¿qué esperas?

Marina, por su parte, es una dama de esas de rompe y rasga. La pérdida de su padre y de su esposo la deja maltrecha emocionalmente. Llega un momento en que cobra fuerzas y desea retomar su vida. Pero mira, justo pasa cuando el país se incendia a su alrededor.

Al principio son hostiles. Luego se miran con ojos golosos. Y acaban cayendo. De la manera más apasionada, en unas escenas bastante hot, muy bien escritas.

Se nota que la autora se ha currado la historia, pero afortunadamente no le sale un tocho lleno de detalles históricos. Se centra en las escenas o los personajes imprescindibles para que te hagas a la idea básica de qué iba todo aquel lío.

Evita las kriptonitas de la romántica en español: ni es machista ni usa un lenguaje cursi.

Entonces, ¿cuál ha sido mi problema para que le ponga «solo» tres estrellas?

Por manías mías.

Aunque el lenguaje con el que está escrita la novela está bien, no puede evitar ese amontonamiento de adjetivos en el que se empeñan tantas autoras españolas. Ejemplos: «El Tajo. Siempre tumultuoso, irascible, peligroso y embrujador», «pero también era un hombre de honor, noble, generoso. Sobre todo valiente, fastuoso, arrebatador», «alto, fuerte, varonil», «orgullosos, empecinados, testarudos, arrogantes».

Por otro lado, es muy vieja escuela lo de sacar un personaje gay que no tiene un buen destino. Así eran las cosas entonces, o eran remalos o figuras trágicas.

Para mi fue una lectura a trompicones. Me enganchaba y, de repente, una idea, una palabra, o una expresión, me sonaba anacrónica y me sacaba de la historia. Me costaba luego volver a coger el libro.

Por ejemplo, el prólogo. Habla de la mujer en la Edad Media, de la esencia de la mujer en esa época convulsa del Medievo,… carecía de derechos,… esclava de su señor, con derecho de pernada, etc.

No le vi la relación entre una dama del siglo XII que menciona allí y esta historia renacentista. 

Luego me parecía un poco tópico. No digo yo que la mujer medieval tuviera muchos derechos, pero en aquella época hubo cosas que luego desaparecieron en la Edad Moderna, médicos como Trotula de Salerno, grandes damas poderosas como Blanca de Castilla, una de las primeras escritoras profesionales, como Cristina de Pizán, o auténticos genios como Hildegarda von Bingen. Hubo mujeres que cultivaban la tierra, que comerciaban, viajaban por el mundo como peregrinas, vendían en los mercados, artesanas e incluso pintoras… Muchas de estas cosas desaparecieron en el siglo XVI. No recuerdo dónde leí una frase hecha al respecto, de que no hubo un Renacimiento para la mujer.

El supuesto ius primae noctis, cuando se dio, fue un abuso señorial, no un derecho. No estaba recogido en ninguna ley medieval española, francesa o italiana, que es tanto como decir, el Occidente civilizado de la época.

El soniquete ese de «Carlos I de España y V de Alemania» es un invento de la historiografía posterior. Una vez que lo eligieron emperador, lo llamaba el Emperador, o el César, o nuestro señor, el rey, etc. España y Alemania, por su parte, no eran entidades políticas entonces, sino más bien ideas geográficas.

Se lee «la madre del emperador» o «la reina madre». No, Juana I era la reina titular, suo iure. Reina madre sería la reina consorte viuda (una reina viuda) cuyo hijo o hija es el monarca reinante.

Los personajes usan palabras que me chocaban, ¿existían en aquella época? Miré algunos en el CORDE: cacatúa (siglo XIX), ponche (XVIII), canapé (del siglo XVIII el mueble, los bocaditos estos que son tan ricos son posteriores). Dice que algunos comuneros eran fusilados en las propias calles de Villalar. ¡Fusilados! ¿Con qué fusil?. Carlos la llama «serpiente de cascabel», cosa que se antoja imposible por ser ofidio de la América continental, y por entonces Cortés aún no había derrotado al imperio mexica.

Cuando me encuentro algo así y dudo de si es correcto o no, incluso me paso por el CORDE a ver si es posible que un personaje del siglo XVI pudo haber dicho eso o no, es algo que me saca. Que a veces estoy equivocada y sí, existían, pero otras parece que no.

Son manías mías, lo sé. Por eso digo que la novela está muy bien, y la recomiendo como un buen ejemplo de novela romántica en español.

Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: los fans de la novela histórica que quieran ver un episodio distinto.

Otras críticas de la novela:

Nenas, esta novela os gustará mucho, pero no la comentáis nada. Me ha costado encontrar críticas o reseñas pero lo he logrado. Aquí van. Todas estupendas.

El rincón de la novela romántica

Foro en Cazadoras del romance

La página 17

La ventana de los libros

Libros escondidos

Brevísima reseña en Leyendo con Elena

Como reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, me siento obligada a poner esto:

 

WARNING!

4 comentarios:

  1. La leí hace poco. Me gustó la novela, sobre todo por el contexto tan atípico en romance histórico (que ya es mucho) y el tipo de protagonistas que cautivan desde el minuto uno. Coincido en lo buenas que son las escenas hot. Y bueno, yo también tengo mis manías... Como la descripción de la anatomía de los protagonistas que se me hacía repetitiva. Al final me resultó muy amena pero me dejó la impresión de que le faltaba algo, es más bien algo personal.
    Interesante critica. :)

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    1. Gracias por pasarte por aquí. Tengo la impresión de que, manías personales aparte, nuestra experiencia con este libro ha sido muy parecida. Nos gustó pero... Al final se resume en lo que dices: «me dejó la impresión de que le faltaba algo». Y no sabría decir muy bien qué es.

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  2. Hola!!
    Qué mal me sabe que no te haya terminado de convencer. ¡Por eso me cuesta tanto recomendar lecturas!
    En los tiempos en la que la leí creo que me fijaba muy poco en esos detalles que comentas,. Quizás debería releerla y ver qué opino ahora, pero cuesta tanto cuando crees que puedes cambiar de opinión y terminar con ese regusto tan bueno que te deja un buen recuerdo jajaja
    Pero me voy a animar, de cara al año que viene y me fijaré en esas cosas ;)
    Un besote

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    1. No te cortes: hay que recomendar lo que nos parece bueno. Yo lo agradezco, porque así me descubren cosas. A veces me gustan más y otras menos, cada lector somos un mundo.
      Esta me gustó, pero me quedé con esa sensación de que le faltaba algo.
      Yo voy por el mundo recomendando cosas que me parecen buenas, y a veces a la gente le gustan y otras me dicen que no, que qué pestiños.
      Si te has quedado con buen recuerdo de la novela, yo no la releería, hay muy poca narrativa comercial que aguante una relectura y te puede amargar el bien sabor de boca que te dejó.
      Ay, el año que viene, ojalá sigamos con ganas de disfrutar y descubrir nuevas aventuras románticas.

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