jueves, 23 de diciembre de 2021

Crítica: “Three nights before Christmas”, de Kat Latham


Novela navideña, con buenos sentimientos pero sexi y algo de enemies to lovers

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Three Nights before Christmas

Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: 2015

Parte de una serie: Wild Montana Nights #3

 

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction DB

Que tengas una pequeña Navidad ardiente…

Después de tres años en prisión, la ingeniera ferroviaria Lacey Gallagher no espera que esta Navidad sea muy alegre y brillante. Al menos talar árboles para la granja de árboles de Navidad de su hermano la ayudará a ahorrar dinero para volver a encarrilar su vida. Sin embargo, todos sus planes se descarrilan cuando su nuevo trabajo la coloca en un territorio patrullado por el hombre que acecha sus sueños: el guardabosque que la envió a prisión.

A Austin Wilder no le entusiasma que Lacey trabaje en su bosque, pero pronto se da cuenta de que necesita su ayuda. Su familia depende de él para restaurar un viejo tren de vapor para un espectacular evento navideño, y la experta en trenes Lacey es su única esperanza de terminar a tiempo.

Trabajar juntos desafía todas las suposiciones que Lacey y Austin tienen el uno del otro, y descubren un deseo lo suficientemente caliente como para derretir incluso la nieve más profunda de Montana. Pero, ¿será suficiente la temporada de segundas oportunidades para reparar el corazón roto más endurecido?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, es la más apreciada de la autora. La tengo ahora en el puesto dos mil ochocientos. Tuvo una crítica de A en The Good, the Bad and the Unread y de 5 estrellas en Harlequin Junkie. Miss Bates la escogió entre lo mejor del año 2015. Fue finalista RITA en la categoría romance contemporáneo corto. Le ganó Un cambio de planes, de Sarah M. Anderson, que entendí como un harlequin sorprendentemente original. 

CRÍTICA

Es propio de la época las novelas navideñas, y hoy traigo aquí una que, a diferencia de la mayoría, es sexi, no solo dulce y buenista.

Tenemos a Lacey, que sale de la cárcel, en libertad condicional, y se va a vivir con su hermano en una localidad de Montana. Fin de año, hace frío, él tiene una granja de árboles de Navidad. Le echa una mano en el negocio, intentando adaptarse a la vida en libertad, sin llamar la atención, sin hacer nada que haga que se le revoque la condicional.

Se topará con una figura bastante desagradable, el guardabosque o agente forestal Austin Wilder, una especie de policía de la naturaleza. Intervino en su detención y declaró contra ella en su juicio.

Ella era una joven ingeniera ferroviaria, entusiasta de la vida, con un buen trabajo, un futuro por delante, y resulta que la pillaron con drogas. Pero ella siempre ha jurado y perjurado que fue inocente, que es cosa de su novio, que la engañó.

Pero Austin no la creyó. En el juicio dijo algo que así como que, «o bien era una criminal o criminalmente estúpida». Y él no piensa que ella sea tonta así que, sí, sí que está convencido de su culpabilidad. Aquellas palabras que él dijo en el juicio se le quedaron en la cabeza de Lacey, y sigue rumiándolo, años después.

Así que empieza la cosa como enemies, y con buenas razones.

Además, después de años en el trullo, a Lacey lo de los uniformes y los agentes de la autoridad le da cierto repelús.

Lo extraño es que entre ello, además de esa hostilidad, hay cierta atracción física. Inesperada, que los dos rechazan. Al recto Austin le horroriza desear a esta convicta, y ella, ¿cómo va a gustarle un tipo que ayudó a meterla en la trena?

Será que lleva años en dique seco, y entonces cualquier cosa le parece sexi.

Molly y Gabriel (protagonistas de la primera de la serie) quieren recaudar dinero para su idea de un campamento para niños con discapacidad. Se les ocurre recuperar un antiguo tren minero como atracción navideña.

Hay un pequeño problema, y es que la locomotora no va. Austin intenta arreglarlo por su cuenta, con ayuda de aficionados a los trenes (debe ser que en EE. UU. hay mucho Sheldon Cooper).

La aparición de Lacey es, entonces, una buena oportunidad. Le pide, tragándose su orgullo, que le eche una mano y le ayude a arreglar la locomotora antes de Navidad.

Lacey acepta en parte porque le gusta y, por otro lado, porque no quiere problemas. Siente que no tiene derecho a decir que no a un agente de la autoridad sin no quiere líos.

Las cosas, evidentemente, no se pueden precipitar entre ellos. Hay desconfianza mutua, recelos que les impiden lanzarse el uno en los brazos del otro. Ella le echa una mirada y él nota que le gusta. Solo que ella no flirtea, sino que aparta la mirada.

Idiota. ¿Qué sucede contigo? Acaba de salir de la cárcel, por el amor de Dios, y tú la ayudaste a ponerla allí.

Pero, por alguna razón, eso no había impedido a Lacey recorrer con la mirada todo su cuerpo como si estuviera desnudo excepto por un gran lazo rojo atado alrededor de su polla y un par de cascabeles colgantes.

Ese es el tono. Ya veis que será historia navideña, pero dulce va a ser que no tanto. La cosa es que arreglar la locomotora hace que Lacey y Austin compartan ratos. La atracción entre ellos, entonces, no disminuye sino que se va intensificando hasta que sí, evidentemente, “caen”.

Escenas sexis muy bien contadas, por cierto.

Me llamó la atención que había cosas que complicaban la vida ya de por sí nada fácil de un persona que acaba de salir de la cárcel. Son pequeños vistazos a lo que una persona en libertad condicional no puede hacer, allí, en los USA. Por ejemplo, no puede beber alcohol. Y tampoco conducir porque le ha debido caducar el carné o algo así. Cada vez que entra en contacto con agente de la autoridad se lo tiene que decir al oficial de la condicional. No son cosas tremendas, pero sí que son chinitas en el camino de alguien que quiere rehacer su vida.

Cortita, rápida de leer, con tono ligero a pesar de tratar temas serios, y muy sexi.

A lo tonto, a lo tonto, con esta ya son cinco las novelas que he leído de Kat Latham. Me gusta mucho el estilo de esta autora. Contemporánea, sexi, con gente bastante normal y en entornos para mí atractivos. En esta serie, el frío de Montana y en la de los London Legends, un equipo de rugby londinense.

Ahora que me doy cuenta de que esta autora puede convertirse perfectamente en una de mis favoritas, resulta que dejó de publicar en 2015. Lo explica en su página web, que ha tenido problemas de salud y aunque volvió a escribir allá por 2019, no ha publicado nada.

Seguiré leyendo sus novelas, las que me quedan, que no sé si son cuatro o cinco. Y nada, si alguna vez vuelve a publicar algo, pues aquí estaré esperándola.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a las historias navideñas contemporáneas, con su toque sexi.

Otras críticas de la novela:

Harlequin Junkie, 5 estrellas

The Good, the Bad and the Unread, una A. 

All About Romance, B

Smart Bitches Trashy Books le dio una B. 

Dear Author, B-. 

Book Bog World, 4 estrellas

4 comentarios: