El malvado,
¿nace o se hace?
DATOS GENERALES
Título original: Unloved, a love
story
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: 2017
Páginas: 372
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Mi nombre es Cassidy
Porter…
Mi padre, Paul Isaac
Porter, fue ejecutado hace veinte años por el brutal asesinato de doce niñas
inocentes.
Aunque solo tenía ocho
años en ese momento, soy consciente, todos los días de mi vida, de que soy su
hijo, su único hijo.
Para proteger al mundo
del veneno en mis venas, vivo una vida tranquila, fuera de la red, lejos de la
humanidad.
Me prometí a mí mismo,
ya mi madre, no infectar vidas inocentes con la oscuridad que se arremolina
dentro de mí, esperando darse a conocer.
Es una promesa que
habría cumplido... si Brynn Cadogan
no hubiera entrado en mi vida.
Ahora existo entre el
cielo y el infierno: enamorándome de una mujer que quiere amarme, mientras me
recuerdo a mí mismo que debo permanecer...
No amado.
** NOTA: Este libro
está destinado a lectores mayores de 18 años **
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No entra en las mil mejores pero sí entre las 2.000-3.000, la tengo a día de hoy en el puesto 2.118 de mi lista. Tuvo críticas excelentes y fue finalista del premio RITA. Cinco estrellas le dieron tanto en Romance Rehab como en Scandalicious, y una starred review en Booklist. Es un favorito de todos los tiempos para la página romance.io.
CRÍTICA
Esta es una de esas novelas que
llama a la parte mía que ama la naturaleza, la supervivencia, la montaña.
Aquí, la montaña tiene un nombre, Katahdin.
El pico Baxter desde Hamlin Ridge,
fotografía del 4-2-2014. Spenceregan7 [CC BY 3.0], vía Wikimedia Commons
Con sus 1.606 msnm, es la cumbre más
elevada del estado de Maine (EE. UU.). Se encuentra cerca de un tramo del
Sendero de los Apalaches conocido como «Hundred-Mile Wilderness». Cien millas
alejadas de todo, donde sobrevives solo con lo que lleves contigo, en tu
mochila y en tu cabeza.
Mi friki senderista se regocija con
estos detalles que aparecen en el libro.
De esta zona era Jem, el novio de la
protagonista, Brynn Cadogan. Lleva dos años de duelo. Cualquiera que haya
sufrido una pérdida cercana puede identificarse con algunas reflexiones que
hace, como que cuando te pasa algo así, no vuelves a ser la persona que eras, y
tienes que descubrir ese nuevo yo que vas a ser el resto de tu vida.
Brynn, treintañera, urbanita de San
Francisco, decide subir esa montaña, en soledad, recordándolo y haciéndole una
especie de entierro emocional que le permita, por fin, pasar página.
En esa ascensión pasa algo que la
deja lastimada. Es de esas cosas que amedrentan un poco a personas como yo, que
vamos por el monte solas. «¿No tienes miedo?», me dicen. Y digo que no, y que
si lo tuviera, eso no me va a impedir hacer lo que me gusta. Después de leer
este libro, creo que sí voy a pasar una temporada algo preocupada.
Al rescate de Brynn acude Cassidy
Porter, un buen mozo de veintisiete años que lleva viviendo en la montaña desde
que era niño. Hijo de un asesino en serie, vivió durante años con su abuelo y
su madre en una casa entre los bosques, junto a las altas cimas, autosuficiente, off the grid que dicen en inglés.
Tras la muerte de sus familiares, Cassidy
se quedó allí solo, con el temor de convertirse en el monstruo asesino que fue
su padre. Para asegurarse de que jamás herirá a nadie, rehúye el contacto
humano. Alguna vez baja a hacer compras al pueblo, o mira desde la distancia a
los montañeros que suben el Katahdin.
Cuando comprueba que Brynn está mal,
duda sobre qué hacer. Teme que si la lleva a la ciudad, piensen que él, el hijo
del asesino en serie, es el culpable de su estado. Por eso prefiere llevársela
a su cabaña, cuidarla hasta que sane y puede ella volver a la civilización.
El resto del libro se ambienta, en
su práctica totalidad, en la casa de Cass. La cuida, se conocen, acaban
deseándose e incluso enamorándose, pero para Cass es imposible un futuro con
Brynn. Esta obsesionado por la herencia genética. Está convencido que lleva en
su sangre la semilla de la maldad.
Como comprenderéis, es un obstáculo
real difícil de superar para llegar al final feliz. Uno no puede cambiar sus
genes.
La idea de esta novela, lo reconoce
la propia autora en la nota final, surge precisamente de eso, de los hijos de
los malvados, de los psicópatas. Si sabéis algo del nazismo o la Segunda Guerra
Mundial, seguro que alguna vez habréis dado con menciones a hijos de nazis.
Unos cuantos decidieron esterilizarse o no tener descendencia, para que con
ellos murieran los «genes malvados». Esa sería la opción que toma Cass.
Son minoría. «La vergüenza, el odio, la culpa o la
negación son algunos de los estados emocionales que han vivido todos y cada uno
de sus protagonistas, perseguidos por su pasado familiar», dicen en esta reseña de Hijos de nazis, de Tania
Crasnianski.
Lo que se plantea esta novela es si
la maldad se transmite biológicamente, si tus genes son más determinantes que
tu educación. Para mí, decir que son los genes me parece una visión muy cómoda,
tranquilizador para la gente de bien que creen que entonces ellos nunca
cometerán ningún acto violento. Que el problema son los otros.
La respuesta que da la autora no os
la voy a poner aquí por no destripar.
Esta novela, que no os engañe lo que
veáis por ahí, es romance contemporáneo, puro y duro. Lo digo porque fue finalista
al premio RITA en la categoría «novela con fuertes elementos románticos», lo
que podría dar a entender que no es una historia de amor, o no tiene un final
feliz. Sí es historia de amor, te cuenta cómo estas personas se conocen, se
tratan, se enamoran y acaban juntos, vivos y felices.
También la he visto considerada suspense,
o thriller y, para mí, no lo es. Aunque alude a los crímenes del padre, aquí no
hay ningún delito que desentrañar, ninguna amenaza que los protagonistas tengan
que desactivar. Solo al final hay cierto misterio que ni siquiera es delictivo.
Cuando leí Missy’s wish, de Katy Regnery, escribiendo como Katy Paige, me
gustó el estilo y me apunté a ver alguna otra cosa que ella hubiese escrito. Lo
más apreciado de su producción es este libro, y como está en Kindle Unlimited,
no me lo pensé.
Me ha encantado porque tiene una
historia de amor muy dulce, entre personas que han sufrido, y que siguen
sufriendo. Ambientada en un entorno de montaña, enseñando cómo se puede vivir off the grid, qué conocimientos hacen
falta, a qué problemas te enfrentarías y el modo de solucionarlos.
Lo que no me convence es el formato
primera persona dual, ya sabéis, unos capítulos los cuenta Brynn, y otros
Cassidy. Habría quedado más misterioso que solo lo vieras desde la perspectiva
de Brynn, que cuando Cassidy niega apasionadamente toda posibilidad entre ellos
sea un misterio para el lector, que te tuviera pensando, dándole vueltas a la
cabeza, dudando por qué podría ser. Habría ganado mucho, para mi gusto.
Así que nada, otra autora que he
descubierto gracias a un freebie, de
esas de las que quiero leer todo aquello que venga recomendado.
Valoración personal: estupenda, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten de aventuras en plena naturaleza.
Otras críticas de la novela:
Es una novela tan buena
que hasta tiene reseñas en español.
Las derrapadoras
incluyen esta novela en su categoría Derrape especial y le dan 4 ½ mariposas, ojo, hay algún spoiler, entra en más detalles que yo
sobre la trama.
Paradise Summerland le pone 5 estrellas y la comenta (muy) brevemente.
Paso al inglés.
Romance Rehab, 5 estrellas.
Aestas Book Blog, 4 ½ estrellas.
In love & words, 4 estrellas.
Reading frenzy, 4 estrellas.
P.D.: Por si tenéis curiosidad de saber quién ganó en esa categoría de novela con fuertes elementos románticos, fue una de Kristan Higgins, Now that you mention it (Ahora que lo dices en español).
Yo no entiendo que se juzgue a las personas por cómo son o por lo que han hecho sus familiares. Tanto por lo bueno, como por lo malo. El entorno influye en lo que somos pero creo que ya venimos con mucho de fábrica que no tiene nada que ver ni con el carácter de nuestros padres ni con lo que les mueve. Para mí aquí no hay debate. Lo de que la maldad se transmite geneticamente me parece una tontería. Me da penina lo que cuentas de la vida del prota aunque las cadenas parece que se las puso él mismo. Bien que tenga su final feliz.
ResponderEliminarPues sí, cada uno debería responder por sus actos, y no por lo que hagan tus parientes, bueno o malo. Sobre todo porque no hay evidencia científica clara de qué parte viene de la genética, qué parte de la educación, y qué parte de nuestras ¿libérrimas? decisiones. Es de esos libros que te hacen pensar en esas cosas, con independencia de que tú admitas o no la tesis que plantea, que a mi al final no me convención. Agradecí el final feliz, eh. En conjunto, es una novela buena, tiene algo especial.
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