domingo, 17 de febrero de 2019

Crítica: “Lluvia”, de Yolanda Quiralte


Un argumento estrambótico escrito de la manera más cursi


DATOS GENERALES

Subgénero: histórica / 1845 y ss
Fecha de publicación: e-book (10/2016)
Editorial: Harlequin
1ª Edición: Septiembre 2011 (Lluvia sobre el corazón) / Reedición: Julio 2016
Formato: Ebook

Desde el mismo instante en que la protegió entre sus brazos aquella noche de tormenta, Óscar Quintana supo que nada en su vida volvería a ser igual.
Doce años después, y obligado por la alta posición que ocupa, Óscar se ve forzado a ocultar su corazón y convertirse en lo que no es: un aristócrata libertino y encantador, coleccionista de amantes.
Su última conquista, la despechada cortesana Martina La Vall, urdirá una mentira cruel que envolverá la vida de Quintana durante cinco largos años hasta que, por un brete del destino la verdad salga a la luz y Óscar decida regresar a su hogar, donde todo sigue igual.
Todo, excepto ella, Lluvia; aquel diminuto bebé que encontró abandonado en el jardín de la mansión Quintana y al que aprendió a amar en silencio. Solo que Lluvia, ya no es una niña...
Una historia de amor ambientada en el siglo XIX, donde los secretos, las venganzas, la traición y la pasión conjurarán su magia para que Óscar Quintana encuentre lo que más ansía: el amor de su vida.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Nooooooooooooooooooooo. 😂Solo la he leído porque aparece en el elenco de novelas románticas históricas ambientadas en España que recomiendan en El rincón de la novela romántica.

CRÍTICA

Cuando yo estaba en la universidad, llegaron a España las telenovelas iberoamericanas. Compartí con un buen amigo más de un capítulo de Cristal o La dama de rosa.
Cada vez que Jeannette Rodríguez decía aquello de «¡Padre, bendígame!», nos desternillábamos de la risa.
(Ella le llamaba padre porque era cura, y por eso le decía que la bendijese pero lo que ella no sabía era que el sacerdote, en realidad, era su padre biológico),
A los veintitantos, te descojonas por cualquier chorrada.

Eso recordaba yo leyendo este libro. Su argumento es tan improbable como el mejor culebrón venezolano. Solo que ahora no me río, me cabreo, porque podría estar leyendo cualquiera de los cientos de libros que tengo en mi descomunal TBR pile.
Mea culpa, por ser incapaz de dejar un libro sin terminar.
Al 20-30 % ya sabía que esto no era lo mío. A partir del 34 % de la novela, fui leyendo de través, lo reconozco.

En la España de mediados del XIX, el adolescente Óscar encuentra un bebé abandonado en el jardín del casoplón familiar. A la cría la adoptan dos sirvientes de la casa. La llamarán Victoria; alias, «Lluvia».
Más tarde sabremos que Óscar y Victoria se han querido siempre, que se amaron desde que se conocieron («Creo que [te amo] desde aquel momento en que te encontré debajo de la tormenta» dice él).
Considerando que eso incluye cuando ella era un bebé, y una niña, y una adolescente, y él le saca tres lustros,… Hay un regusto a incesto y pederastia (o paidofilia) que tira p’atrás.
Cuando Óscar tiene veintitantos años resulta que Martina, su amante, dice que está embarazada y que se van a casar. A la madre de Óscar le da un soponcio y entra en coma del susto.
(Sí, en este libro la gente pierde el sentido a la mínima.)
Óscar coge a su amante y, aunque sabe que no está embarazada, se casa con ella y se la lleva a vivir a una cabaña en el bosque.
(Nota: se casa con una licencia especial, sí, de esas que solo da el arzobispo de Canterbury a los anglicanos, vaya suerte la del católico Óscar que pilla una).
((Para que no se diga que mis críticas no son constructivas, las autoras interesadas en cosas tan tontas como la verosimilitud histórica pueden leer el artículo «Evolución histórica del sistema matrimonial español»)
Martina aprovecha que Óscar pierde el sentido (¿qué os dije? Todos se desmayan aquí) para abusar sexualmente de él. Luego dará a luz a una niña que Óscar cuidará amorosamente. Al final, Martina acabará pidiendo el divorcio y marchándose con otro que la quiere mejor y que se casa con ella.
(Sí, lo sé, ¿divorcio en la España de mediados del XIX,…? Ni enlace dejo, tiro la toalla).
Llegamos así al primer tercio de la novela y Victoria y Óscar todavía no se han reencontrado. No cuento más, por no destripar. Pero que sepáis que el argumento se retuerce más, con giros estrambóticos hasta el happy ending.
De toda esa parte, lo más inaguantable es una niña que cecea, lo que da pie a un montón de cursiladas en plan Ezpera, abuelito, que tengo que darle otro bezito a Óscar…. No tengo papá,… ¿Eztaz enfadado conmigo…?
¡¡Mátame, camión!!
¡¡¡Y remátame con un tiro entre ceja y ceja!!!
¿Dónde está Herodes cuando se lo necesita?

La novela tiene lo que para mí son las kriptonitas de la romántica en español. La primera, el machismo, que aquí es más bien sutil.
Hay autoras que creen que insultar a la «mala mujer» de la historia hace ganar puntos al «héroe». Cuando Martina no es más que una viuda con amantes (y aún no ha cometido maldad) ya la llaman cortesana, furcia, ramera, perra en celo… Óscar le romperá sus vestidos porque sí, por crueldad, y llegará a hacerle sentir un «miedo intenso». Habrá lectoras que disfruten de esto; yo, no.
Ni que decir tiene que habrá momentos de consentimiento dudoso o nulo, como follar el cuerpo de una mujer dormida.
O reflexiones como que ella había nacido solo y exclusivamente para eso, para ser suya, para ser su mujer.
Dos siglos de feminismo para leer esto.
Paso de profundizar en el uso condescendiente del diminutivo como «una bella y rebelde damita», que quedará «sentadita allí» y otra que cambia las sábanas ella «solita».

¿Dije que lo peor era la niña que cecea?
¡No!
Lo más horrendo ha sido esa forma de escribir.
Desde adjetivos trillados como esa piel tersa y suave que parece un anuncio de crema antiedad, hasta ese glamour que, pese a ser extranjerismo en crudo, está en redonda y no cursiva.
Pasando por expresiones modernas como decir a los criados que son «geniales», o que Óscar está «hecho polvo», y deja «alucinada» a la sirvienta; él mismo «quedó alucinado ante el comentario», y también «Amelia quedó alucinada con tanta información».
(Hombre, mira, pues el consumo de alucinógenos al menos explicaría algo).

Este libro gana, indiscutiblemente, en dos categorías.
La primera, la aparición más temprana del gordo de Navidad: el «punto y final», ¡sólo había transcurrido el 9%! 
Y premio especial a la autora más «poli-adjetivadora», la que es capaz de acumular más adjetivos en una sola frase, incluyendo participios con esa misma misión.
¿Sabéis eso de lo que siempre me quejo, de que las autoras españolas, salvo honrosas excepciones, no hacen más que montar tríos de adjetivos…?
Ingenua de mí.
Ignoraba las orgías que se podían organizar.

Claro que hay tríos como tono alto, claro y enérgico. Y más que omito por no alargar la cosa.
Tonterías.
Puedes poner 4Húmeda, oscura, fea e inservible
Solos, o acompañados de adverbio. El mismo, tampoco nos pasemos.
Tremendamente solo, tremendamente culpable, tremendamente abandonado y tremendamente infeliz.
¿Puede haber más?

Sí, 5... Miserable, pequeña, fea, pobre y absolutamente deprimente.
…o 6Odiosa, egoísta, fría, manipuladora, ambiciosa y mala Martina.
No se vayan todavía, aún hay más.

7 Se sintió trastornada, nerviosa, temblorosa, asustada y, por qué no, absoluta e irremediablemente alterada, excitada, confundida.
Eso digo yo, ¿por qué no? ¡Qué más da ocho que ochenta!

Pero el Óscar de los adjetivos, el premio Nobel del Tesauro, el gomet de purpurina calificativa se lo lleva, ¡atención, señoras y señores!
Redoble de tambores.
¡Nueve morlacos, nueve!
Corrida y media de adjetivos (modalidad participio):
Siempre comía dulce cuando estaba contrariado, enfadado, aburrido, ofuscado, asqueado, malhumorado, disgustado, aterrado y profundamente abrumado por las circunstancias, como ahora.
¡Remátame, eso es insuperable!
No hay autora española que sea capaz de batir este récord.

Le reconozco que hay una cosa que sabe escribir mejor que la media de autoras españolas: las escenas sexis. Pero ni eso salva el libro.

Me alegro de que Quiralte tenga su público y hasta la haya fichado Planeta, que si algo sabe hacer es vender libros.
(Mi opinión de esta última como editorial de romántica ya la mencioné, de pasada, aquí).
No, de verdad. Así, a nadie le importará una lectora menos, yo.
Ni de coña me voy a someter de nuevo a la tortura de leer algo firmado por esta autora.

Valoración personal: allá tú, 1

Se la recomendaría a: los fans de la autora.

Otras críticas de la novela:
Obviamente, como esta es solo mi personal experiencia, si queréis leer críticas entusiastas podéis acudir a cualquier otra página web o blog español, donde sin duda alguna os detallarán por qué esta novela les encanta y es preciosa, magnífica, etc., etc.
Sinopsis, críticas y reseñas en El rincón de la novela romántica.
Ya he dicho que lo bueno de estas novelas españolas es que me permiten conocer blogs desconocidos para mí hasta la fecha. Lo malo es que la mayoría de esas reseñas son tan complacientes que no me sirven para descubrir qué libros en español pueden ser considerados buenos de verdad.
A Besos voraces le gustó. 
También a Espíritu libre
Libros que voy leyendo se lo ventiló en una tarde.  y le pareció buena.
Historias susurradas dice que «Salvo la brevedad de la novela y el final precipitado, no puedo decir nada negativo sobre la novela».
(Vaya, pues será que no has mirado bien, porque yo he encontrado un montón,... y más que no cuento, por no alargar la crítica).

Hay que reconocer que la autora se lo curró y hasta book tráiler hizo, venga, lo dejo aquí, para que no se diga que no hago publicidad gratis.

Aquí, biografía donde descubro que la autora es un poquito «alternativa».
Como reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, me siento obligada a poner esto:



7 comentarios:

  1. Querida mía:
    Es todo un halago y un honor descubrir el tiempo que le has dedicado a Lluvia. Las dos te damos inmensamente las gracias por emplear tus minutos, horas, días... (a saber lo que te ha costado) en nosotras. Hacía tiempo que nadie nos demostraba tanto entusiasmo. Mil gracias.

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  2. Sin comentarios--licencia de matrimonio especial y divorcio a la orden en la España del siglo XIX son suficientes para darme reparo; le cuestión de que el protagonista declare que la ha amado desde que ella era infante me deja muy mal sabor de boca--sabor a incesto, como bien dices.

    Cuando le agregas el estilo, o voz, de la autora...Bueno, mientras menos diga yo, mejor.

    Por cierto, que me he reído bastante cuando leí tu valoración personal. "Allá tú" (y que con tu pan te lo comas, diríamos en mi casa)

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    1. Pues lo has resumido perfectamente. La fantasía romántica tiene unos límites, creo yo. Los flagrantes anacronismos, los machismos, y la escritura atroz nos decepcionan a mucha gente. Creo que somos muchas las lectoras de romántica que queremos cosas bien escritas y ya no nos vale cualquier cosa.

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  3. Disfruto mucho tus reseñas de las novelas que no te gustan. Gracias. Y de verdad no sé como haces para terminar de leerlas a mi me cuesta muchísimo.

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    1. Yo no estoy segura de que eso sea un mérito, Alejandra, es más bien algo compulsivo, una maldición que arrastro. Ya me gustaría poder dejar muchos libros sin terminar, como recomiendan en tantos sitios...
      A veces sirve para ver el libro «desde fuera» e intentar entender por qué no funciona conmigo, qué me saca de él, de una manera más distante, más objetiva, de pura técnica narrativa o estilística. Por eso cuando algo no me gusta doy más datos, intento explicar el porqué de mi experiencia con ese concreto producto.
      Cuando una novela me encanta muchas veces no sé por qué y me resulta más complicado tener algo original que decir en la crítica.

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  4. Bona,lo primero ,me encanta tu blog,no creo que haya personas más informadas sobre libros de romántica que tú en el mundo.Sobre el tema de los libros de autoras en castellano,te diría que en histórica creo que estoy casi al 90% de acuerdo contigo,pero por favor si te sobra algo de tiempo ,otórgales una oportunidad en contemporánea a autoras como Cherry Chic,Alice Kellen o Andrea Longarela ,no te arrepentirás,o al menos no lo pasarás tan mal como con este libro.A la de tres ¡Te quiero!es uno de los libros más divertidos que he leído nunca.Saludos

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    1. Gracias por tu comentario, pero mi único mérito es haber leído mucho. Y hay muchísimas cosas que ignoro. Por ejemplo, la parte industrial y comercial.
      Si te he de ser sincera, estoy saliendo bastante escaldada en mi experiencia con autoras españolas. Intento que me gusten pero, salvo excepciones que me han encantado, el resto me están resultando experiencias malas.
      Apunto tus recomendaciones, pero no para ahora; tal vez en el futuro...
      Cuando termine la lista de las que en El rincón de la novela romántica consideraron las mejores, creo que me tomaré un descanso.

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