Este año tampoco he podido viajar en Navidades. Y no es porque yo no quisiera, que me reservé días para relajarme. Pues no he podido, por temas laborales.
Eso me ha permitido seguir críticas y aprovechar para felicitaros el Año Nuevo.
Creo que 2023 ya es el de la normalización. La COVID-19 vino
y se ha quedado con nosotros, como una enfermedad más.
He publicado un poco menos que el año pasado, pero eso ni
incrementa ni disminuye mis lectores.
Aparte de los artículos habituales de «Lo mejor» del año
anterior, mi «cumpleblog», y alguna efemérides, he publicado uno sobre mi
Olimpo romántico,
y otro con el Top de «enemies».
Sigo en Goodreads, comentando cosas nuevas, y recuperando
algunas que ya leí en el pasado. Es el sitio donde meto algunas novelas que no
me parece que merezcan ni siquiera una reseña breve. Y comento las que dejo sin
terminar.
Porque sí, finalmente este año me he animado más a dejar
libros sin terminar. Si no me engancha, lucho más o menos dependiendo de si es
una novela muy apreciada, a ver si llega alguna parte destacada.
Sigo leyendo en papel y digital, en diversos formatos: el Kindle, en las aplicaciones del móvil (Book Funnel, Google Play, Kindle viejo...) , para gran horror de parte de mi entorno que no entienden cómo se pueden leer libros en el móvil. El papel lo reservo para cosas como la novela anual de Sandra Brown.
Mi año Game Changers 🏒🏒🏒
Básicamente recordaré 2022 como el año de los Game Changers.
Una serie ambientada en la NHL, male/male romances que mezclan lo deportivo con lo anímico, el sexo
y las emociones. Llevaba años por ahí, pero yo las descubrí este año. Mi
nivel de obsesión con Ilya & Shane es tremendo.
Sobre todo, Ilya, un personaje que domina no solo sus dos
libros, sino que aparece en momentos clave del resto de novelas. Tiene una capacidad casi sobrenatural en captar la psicología del otro,
su estado de ánimo, y decir o hacer algo relevante para la
trama del libro de que se trate.
Un malhablado que dice de todo en los face-off y cuyo mayor placer es callar los estadios, sí, ese
momento en que la multitud del equipo rival se da cuenta de que pierden el
partido.
Enamoradísimo de su chico, lo sacrifica prácticamente todo
por él. Y eso que se la juega mucho. Un tipo gay que reconoce que su
mayor miedo es que lo manden de vuelta a Rusia.
Cosas que no he hecho 😔
Pensé que 2021 iba a ser el año Sherry Thomas. Y no. En 2022
pretendía darle un arreón a su bibliografía. Pues no, me he distraído en otras
cosas.
Quería acabar la lista Top 100 de All About Romance 2018.
¡Solo me quedaban tres libros! Pues con Kiss
of snow me di por vencida. Lo paranormal no es lo mío, así que esta la dejé
a medias y ya no lo intenté con Heart of
obsidian. Me gusta mucho Nalini Singh, pero en contemporánea. En ese género
es auto-buy, pero lo paranormal nope. En suspense aún no la he probado, ya veré. Y ya el otro, Kulti de Mariana Zapata, ni me lo
planteé. Lo que he leído de esta autora me aburrió tremendamente, creo que es ese tipo de contemporánea que ahora se hace mucho de rumiaciones eternas que no me
van. Su presencia en la lista solo me la explico con una base fan muy
disciplinada.
No soy de las que «compra todo el pack» en nada, ni en
política ni en mis gustos. Así que hay una parte de la novela romántica que
prácticamente no he tocado. En español poco o nada. Fantasía/paranormal/ciencia
ficción, muy poquito. Dentro del LGBT, nada ni L ni T ni Q. De erótica, intento
evitar el sadomaso.
Bien por quien les guste, ¿eh? No es que me parezca mal ni nada parecido. Es solo que, después de varios
intentos con resultados mediocres, he decidido no darle más oportunidades a
cosas que lo más probable es que no me vayan a gustar. No tengo ni tiempo ni dinero
que perder.
¿Qué voy a hacer el
año que viene?
Pues más o menos lo mismo que este.
Seguiré haciendo críticas, compaginando las largas con las
cortas. Creo que me voy a centrar en lo que me gusta, como el suspense romántico, ahora que he
descubierto a un puñado de autoras recientes muy competentes, Rachel Grant,
Toni Anderson, Carolyn Crane, Louise Dawn, por ejemplo.
También me encantó la serie Linear Tactical de Janie Crouch, pero la nueva le
ha dado por el formato primera persona dual, y yo por ahí no paso. ¿NA para
suspense? NO. Big no no. 😈
En general, el suspense romántico es el tipo de libro más
caro. Por eso tengo que ir a tiro hecho, comprar solo autoras que me van a
gustar.
Ojo, también en otros géneros hay autoras (o editoriales) que se suben mucho a la parra, como Tessa
Bailey, que como gusta mucho, sus precios en digital son, para mí,
disparatados.
Pero bueno, para eso está Book Bub, para encontrar cosas
interesantes gratis o rebajadas.
Seguiré con contemporánea porque es la más barata, hay más
oportunidades de leer en KU, o que te la regalen.
Y en histórica, nada, me resigno. Lo que se escribe ahora no
me va. Así que tiraré de las autoras de toda la vida.
Lo que no sé es si escribir más artículos. La idea que me
ronda en la cabeza es la de escribir articulillos sobre los géneros. Pero para
eso tengo que leer un poquito de teoría literaria que se pueda aplicar luego al
análisis de la novela romántica.
En lo personal ha sido un año complicado en el trabajo.
Mucho trabajo, he metido muchas horas y eso me ha quitado tiempo para otras cosas que me gustan. ¿Resultado? He tenido que dejar un
poco de lado mi otro blog, Glazomanía. He hecho menos ejercicio
físico, lo que lamentablemente trasciende en subir un par de kilos 😭Tampoco he
podido leer tanta literatura y ensayo como pretendía, porque ese tipo de libros me exige un
esfuerzo mental que en muchos momentos no tenía. Cuando estoy mentalmente
agotada, solo la romántica me rescata.
Como me he dado cuenta de que, al final, todo ese esfuerzo no cunde, lo doy por perdido. A ver si en 2023 vuelvo a los buenos hábitos, a hacer
todo el ejercicio que necesito, y hacer todas esas cosas que me gustan.
Porque, al fin y al cabo, nadie en su lecho de muerte dice
«ojalá hubiera estado más tiempo en el trabajo», según descubrí este año en un
programa de 6 minutes English.
Según puedes leer aquí,
el principal arrepentimiento de mucha gente es «ojalá hubiera tenido el coraje
de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que
hiciera» y «ojalá no hubiera trabajado tanto».
Me ha hecho pensar mucho este vídeo corto de un psicólogo en
Internet.
Desde que lo vi, estoy intentando darme cuenta de lo que es
importante. Qué cosas quiero cambiar y cuáles me quitan un tiempo que
ya no voy a recuperar.
Si solo me quedaran seis meses de vida, no pondría tanto de
mí en el trabajo. Invertiría más en mis cosas y en mi gente. Así que, aunque
sé que en lo laboral 2023 también va a ser estresante, mi intención es
recuperar esas cosas que este año he abandonado un poco en favor de un trabajo
que no merece la pena más allá del hecho de que me pagan por ello.
Felicitaciones
Un año más, muchas, muchas gracias por estar ahí, por seguir
leyéndome y encontrar algo útil en mis opiniones. Esto lo hago por amor al
arte, para otros lectores de romántica, para que no pierdan el tiempo y el
dinero con cosas que me parezcan malas, y descubriros cosas estupendas. Siempre desde mi perspectiva personal, ¿eh? Que en esto nadie tiene la última palabra, yo solo hablo de mi
experiencia.
De nuevo esta noche, como tantas otras, uvas y champán, por
los que están, por los que se fueron, por los que vendrán…
Y nada, os deseo lo de siempre para el año 2023: salud, dinero y amor… Más un buen puñado de
romances.
Un beso y un abrazo.