lunes, 11 de julio de 2016

Crítica: "Agnes and the Hitman", de Jennifer Crusie y Bob Mayer



A mí esta novela, simplemente, me ha encantado.

Leído en Kindle.
Sí, vaya portada más sosa

DATOS GENERALES

Título original: Agnes and the Hitman
Fecha de publicación original en inglés: agosto 2007
Subgénero: suspense

NOVELA SIN TRADUCIR AL ESPAÑOL

SINOPSIS

Si no puedes soportar el calor...

Los problemas de Agnes Crandall van a llegar al punto de ebullición. Primero, un secuestrador de perros invade su cocina, dificultando seriamente sus intentos de organizar una boda de la que dependen todos sus recursos. Luego un hombre entra por la ventana de su habitación para salvarla. "Shane" (sin apellido) puede ser el héroe de Agnes, pero es también un asesino profesional –de manera que los problemas no le son ajenos...

… Sal de la cocina

Entre un rival que quiere liquidarle y un tío que ha podido perder cinco millones de pavos en el sótano de Agnes, el plato de Shane está lleno hasta los topes. Pronto Agnes y Shane se ven liados con la escoria que están en busca del dinero, una banda de mafiosos sureños invitados a la boda, un perro llamado Rhett, y –lo más peligroso de todo- el otro.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaría la novecientos y pico de mi lista. Obtuvo una A en la crítica Smart Bitches Trashy Books, en la encuesta Top 100 del año 2013 de All About Romance estuvo dentro de “lo mejor del resto”, en el puesto 186. Finalmente, es una de las favoritas de Wendy, que escribe (o escribía) críticas para All About Romance.


CRÍTICA

Si existiera un subgénero llamado “suspense romántico de humor negro”, ahí enmarcaría yo esta novela.

Novela negra pero escrita por un par de optimistas.

La protagoniza Agnes, excelente cocinera que escribe columnas culinarias y, junto con su prometido, ha publicado un libro titulado más o menos “Cocina de la mafia”. La inspiración le vino de Joey, un amigo suyo, mafioso retirado que lleva un restaurante tipo diner.

Su sueño es hacerse con lo que ella llama “Tara con mantequilla”, una preciosa casa en la costa de Carolina del Sur donde conoció a su amiga Lisa Livia y descubrió el placer de cocinar… con mantequilla.

Estando Agnes en sus cocinillas, aparece un tipo para secuestrar a su perro Rhett (Sí, más te vale haber leído o visto Lo que el viento se llevó para entender más de un chiste). Ella reacciona a sartenazos, descubre un curioso sótano y acaba llamando a su amigo el ex mafioso, quien rápidamente avisa a su sobrino Shane, de profesión asesino, para que la proteja.

Como resume Agnes al final del primer día/capítulo:


“De acuerdo, Shane. Tengo a Joey en la cocina, un policía en la entrada, un cadáver en el sótano, y a ti en mi dormitorio. ¿Por dónde quieres empezar?”


El planteamiento es relativamente frecuente en las novelas de suspense romántico. El machote alto y fuerte, con formación militar -de esos que puede matarte de mil maneras distintas-, debe proteger a la damisela en peligro, en este caso Agnes. Sólo que Agnes es,… Cranky (“Cascarrabias”) Agnes. Padece un problema de control de agresividad que la ha llevado más de una vez ante los tribunales. Un psiquiatra forense ha intentado enseñarla a dominar su ira, para que deje de dar sartenazos a todo quisque.

… Cosa que no es fácil cuando hay quien quiere matarte. El mismo problema parece tener Shane.

Al difícil ejercicio de intentar seguir vivos se le añade el no menos agotador de organizar una boda que hay quien quiere sabotearla por cualquier medio. Añadamos que:
1) la novia, su madre y su abuela provienen de una familia mafiosa;
2) el Don, el “padrino” aparecerá en el evento, algo que interesa a más de uno;
3) el padre mafioso de Lisa Livia desapareció hace 25 años, junto con cinco millones de dólares, lo que despierta aún más interés.

Agnes es amiga de sus amigas, mantiene constantes conversaciones mentales consigo misma para intentar no usar el menaje de cocina como arma. Le gusta comer, de donde vienen las redondeces que atraen a Shane como un imán. Pero, sobre todo, le encanta cocinar y dar de comer a todos los que se acercan a su casa.

No puedes evitar enamorarte un poco de Shane, por muy asesino que sea. Sí que le ves cargarse a varias personas, con total frialdad. Pero como que no impresiona. La moral se te embota con tanto protagonista de novela romántica estadounidense (Black Op, Spec Op, Navy seals, boinas verdes,…) que se pasan por el arco de triunfo el Derecho Internacional, el derecho a un juicio justo, y los más elementales derechos humanos. Añádele las pelis o series de mafiosos, desde Uno de los nuestros de Scorsese hasta Los Soprano, en que los protas matan y hasta hacen chistes de ello. Con lo cual tu sentido ético está missing ante cualquier cosa que haga Shane, que es sólo un matón más de ficción. Sólo que en guapo y romántico. Luego esta novela tiene ese tono de humor, tan bruto, que hace que al final los asesinatos sean lo de menos. Hasta irreales.

El dramatis personae es amplio. Por sus páginas se pasean numerosos personajes, cada uno con una personalidad muy marcada, y su historia propia:
…Las mujeres que han sido esposa, hija y nieta de un mafioso: Maria, Lisa Livia y Brenda.
… La estirada Evie, primera dama de Keyes, Carolina del Sur y que ve cómo se casa su único y querido hijo.
… El exmafioso Joey.
… Las “ratas” del pantano que se apodan Cuatro Ruedas, Tres Ruedas y Dos Ruedas.
… Doyle, albañil-reparador-pintor-hombre para todo.
… Xavier, el policía sureño, con sombrero y modales reposados, pero al que se escapan pocas cosas…

Un protagonista más es ese paisaje, entre la tierra y el mar, de la costa meridional de Carolina del Sur, y esa sociedad tan educada del sur, mucho “sí, señor”, “no señora”, aunque luego se líen a tiros.

La historia está contada de tal manera que vas entrando poco a poco, un personaje, luego otro, y un tercero, y más,… van apareciendo por la cocina de Agnes hasta que acaba pareciendo el camarote de los hermanos Marx. Esto me recordó a una parte de Las bodas de Fígaro de Mozart, en que empieza una pareja, entra un personaje y es un trío, luego otro y tenemos un cuarteto, y así se van añadiendo más y más personajes. Una técnica narrativa muy buena para ir metiéndote en una trama compleja con bastantes personajes relevantes.

Cuando te das cuenta, estás tan metida en la historia que no puedes dejar de leer hasta ver qué es lo siguiente que va a pasar, cómo se van a resolver las cosas, el dinero, la familia, la boda, los novios,… ¿se casarán? y ¿qué demonios le pasa al cura?

Hubo un momento muy especial, casi al final, en que pasa algo y Agnes dice “Viste esto venir, ¿verdad?” y cuando el otro personaje le contesta “¿No lo veía todo el mundo?” tuve la impresión de que ese personaje se dirigía a ti como lector, haciéndote un guiño en plan “tú también sabías que iba a pasar esto, ¿verdad?”. Y como es verdad que lo sabías, te echas a reír como si el tipo del libro estuviera en el salón de tu casa comentando la jugada.

Lema del libro. En esta vida, hay que aspirar a:


Satisfacción con el pasado, felicidad con el presente, y esperanza para el futuro.


Me eché a reír más de una vez. Me resultó muy difícil dejar de leer para echarme a dormir o irme a trabajar. Ahora que la he terminado es como que me falta algo, quiero seguir sabiendo cosas de esta gente y de este lugar.

Valoración personal: en su estilo, excelente, 5

Se la recomendaría a: los que gusten del suspense y el humor malévolo, con un toque de romanticismo.

Otras críticas de la novela:

Como no está traducida al español, es raro que haya críticas en nuestro idioma. Pero bueno, yo por si acaso he buscado y, no, no he encontrado ninguna. Enlazo a algunas críticas en inglés que he encontrado: Mostly YA Book Obsessed, 5 estrellasRT Book Reviews, 4 ½ estrellas; Smart Bitches Trashy Books, A-;  All About Romance, B + y Dear Author, B+

2 comentarios:

  1. A mi me encantó(susurro). Lo digo bajito porque en mi entorno lector nadie comparte mi adoración por esta autora y su sentido del humor que a mi me hacer reir a carcajadas y a las demas las deja con un perplejo fruncimiento de cejas. Que le vamos a hacer...Si coincidieramos en todo seria muy aburrido.
    Pero también da mucho gusto encontrar a alguien que ha disfrutado del libro tanto como tú. Creo que me gusto todavia más, incluso,la segunda vez que lo lei. Tengo la mala costumbre de devorar a lo "tragaloperro" la primera lectura las novedades de autoras que adore, impaciente por descubrir todos los giros argumentales.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me apunto la expresión "tragaloperro", no lo había oído nunca. ¡Me encanta!
      Y es un descanso ver que hay más lectoras que gustan de los libros de Jennifer Crusie. Yo creo que es una autora de las que no hay término medio: o te gusta o la aborreces. Me pregunto si parte de ello viene de su personalidad tan marcada. No sé, a mí ese toque sexy y feminista me encanta. Lástima que no publique desde hace años. Y peor aún que esté tan poco traducida al español.

      Eliminar