— ¿Qué hay de malo en el armario? Es un sitio maravilloso lleno hasta los topes de atletas profesionales.
(Scott Hunter en Game Changer)
Los que seguís este blog lo sabéis: Heated rivalry es un male/male romance de bastante éxito ambientado en la NHL.
Pero resulta que ahora ha venido un montón de gente a leer mis artículos sobre estas novelas de los Game Changers. Hasta hace dos días, como quien dice, debía ser de los pocos sitios que hablaban de ellas en español.
Será por la serie de televisión que acaban de estrenar sobre Ilya & Shane. A España creo que viene el año que viene.
Así que me he decidido a escribir este post para los que no leen romántica, que serán muchos de los que curiosean.
Voy pasito a pasito para que se vea cómo hemos llegado aquí.
Paso 1: la novela romántica (romance novel)
Tenemos, primero, la novela romántica. Es un subgénero de ficción comercial que gira alrededor de una historia amorosa con final feliz. Puede pertenecer a cualquier otro género: suspense, histórica, fantasía o ciencia ficción, lo importante es que incluya una historia de amor con final feliz (=los enamorados juntos y vivos, el que él muera salvándola pero la deje embarazada no cualifica como HEA).
Paso 2: el romance gay (male/male romance)
De un tiempo a esta parte, digamos la última década, un tipo de novela muy apreciado es el male/male romance o romance gay. Como el manga yaoi, los protagonistas serán dos chicos, pero mayoritariamente son historias escritas (y leídas) por mujeres. En mi opinión, tienen el atractivo de unos protagonistas estupendos de los que enamorarte platónicamente; también le encuentro cierta frescura, frente al campo de minas en que se ha convertido el romance heterosexual. Suelo decir, aunque esto suena más viejuno que un anuncio de Soberano, que es de los pocos sitios en Romancelandia en los que los tíos siguen hablando y comportándose como tíos, y no como la bestie del MFC.
Algunos han tenido tanto éxito que hasta se han traducido al español, como Se busca novio (Boyfriend material, 2020) de Alexis Hall o Rojo, blanco y sangre azul (Red, white & royal blue, 2019 ) de Casey McQuiston.
Paso 3: el romance deportivo (sport romance)
Es un tipo de novela romántica frecuente: los sport romances, el romance deportivo. Generalmente con series dedicadas a un determinado equipo de fútbol americano, béisbol, rugby o hockey sobre hielo. Vamos, yo he visto alguna hasta de ese deporte tan peculiar que es el fútbol australiano. Pensemos en un clásico ambientado en la NFL, los Chicago Stars de Susan Elizabeth Phillips. Llevan treinta años con nosotras. Empezó en 1994 con Tenías que ser tú (It had to be you), y la undécima entrega nos viene en febrero próximo, And the crowd went wild.
Paso 4: el hockey como el deporte más romántico
El deporte romántico por excelencia (al menos en el último lustro) es el hockey sobre hielo. Aquí menciono otra serie clásica, la de los Chinooks de Seattle, de Rachel Gibson, aquella que empezó con Simplemente irresistible (Simply irresistible) en 1998, pero cuya obra más destacada es Jane juega y gana (See Jane score, 2003). Ahí es donde empecé yo a oír hablar de la copa Stanley.
El hockey sobre hielo es un deporte tremendamente atractivo, muy popular en Norteamérica, Rusia, Escandinavia y algún que otro país centroeuropeo. Desde hace años, en España se puede ver gracias a las televisiones privadas, con los estupendos comentarios de «Josean» Redondo y «Moi» Molina.
Así llegamos a...
Resultado: romance gay en la NHL
Concentrando el foco aún más, nos encontramos con que, dentro del romance deportivo de hockey proliferan desde hace unos años los romances gais ambientados en la NHL. Podría decirse que, si en la realidad existieran tantos jugadores de hockey gais, podrían hacer una NHL para ellos solos. De este sector concreto de Romancelandia creo que se ha traducido al menos una novela gráfica, Check! Please, de Ngozi Ukazu, lanzado como webcomic en 2013. En español creo que se tituló «Amor en la pista de hockey».
Y ahora sí, hablemos de los Game Changers
Pues bien, una de esas series, de las más exitosas, son los Game Changers, de la canadiense Rachel Reid. Vive en Nueva Escocia.
A diferencia de muchos romances deportivos, tiene de bueno que se nota que Reid es aficionada, y lo pilla bien, con el vocabulario adecuado, cómo es la competición, los diferentes jugadores, las líneas, los traspasos relámpago, el tope salarial, la copa Stanley, las conferencias y la historia del deporte.
A mi modo de ver, Reid sabe hilar muy bien la parte erótico-romántica con la deportiva. Bueno, pues estos son los Game changers:
Son seis novelas sobre jugadores gais que tienen su final feliz.
Os dejo arriba las portadas originales, que van a mi modo de ver mejor con el tono erótico de la historia que las colorinchis que han sacado después. Las nuevas no me gustan nada, me parece que no transmiten lo que de verdad te vas a encontrar en estas novelas. Van a ser artículo para coleccionista, porque esas portadas ya no volverán.
De los protagonistas, unos son estrellas, y están muy en el armario y otros no lo están, porque son más del montón y no le importan a nadie.
Son novelas románticas, porque hay enamoramiento y final feliz. Pero también tienen un alto contenido erótico con mucho sexo explícito; los que piensen que la romántica es «porno para mamás», me temo que verán reforzada esta idea.
Si la serie de televisión sigue aunque sea la décima parte de lo que hay en el libro, desde luego que será para mayores de 18 años.
Aunque cada novela se dedica a una pareja, dos de ellas tienen como protagonistas a Ilya & Shane. Ilya Rozánov, un ruso en la NHL, el malo de la película, de esos odiados por todas las aficiones y que disfruta enmudeciendo al público con su talento; y Shane Hollander, un canadiense que es el bueno, el héroe, el perfecto yerno, como se suele decir.
En el hielo, especialmente en los face-off, se dicen de todo menos bonito. Lo suyo es una rivalidad pública bastante enconada, desde rookies (estuvieron en el mismo draft).
En la intimidad, tienen un rollo sexual a lo largo de los años. En algún momento caen en la cuenta de que lo suyo debe ser amor, pero siendo como son dos estrellas, no pueden salir del armario, evidente.
En los libros que ellos no protagonizan, salen como secundarios. Brilla especialmente Ilya Rozánov robando escenas. Es descarado y bicho, pero está ahí para ayudar a los compañeros en los malos momentos. Lo hace siendo él mismo, con toda su chulería, de manera que igual no te das cuenta de lo que realmente hace, hasta una relectura. Resulta el personaje más interesante de la serie. Le preocupa la posibilidad de volver a Rusia si perdiera el trabajo, una Rusia clavadita a la de Putin. Su madre se suicidó, su padre y hermano son algo brutales. Sufrirá problemas de salud mental, y la situación con Shane no contribuye a mejorarla.
A continuación, os menciono las seis novelas largas de la serie, con enlace a mi crítica, y la puntuación que di a cada una. Ya adelanto que mis favoritas son las dos de Ilya & Shane:
#1 Game Changer (10/2018) Scott & Kip ⭐⭐⭐
#2 Heated Rivalry (3/2019) la primera de Ilya & Shane ⭐⭐⭐⭐⭐
#3 Tough Guy (1/2020) Ryan & Fabian, muy tierna, algo triste, sobre el coste emocional de ser un enforcer ⭐⭐⭐⭐
#4 Common Goal (9/2020) Eric & Kyle ⭐⭐⭐
#5 Role Model (8/2021) Troy & Harris ⭐⭐⭐⭐
#6 The Long Game (4/2022) la segunda de Ilya & Shane ⭐⭐⭐⭐⭐
La 1.ª y la 4.ª, para mí, son más prescindibles, y lo mejor que tienen son los cameos de Ilya.
Luego están los relatos cortos, escenas eliminadas, etc. de esta serie, muchos puestos por la autora gratuitamente a disposición de sus lectores. Yo recomiendo, por si quieres conocer un poco el estilo y a los personajes, un cuento bastante divertido, «My Dinner with Hayden: A Heated Rivalry Short Story».
La novela romántica es un género efímero por excelencia. Como toda la ficción comercial, se asume que son novelas de usar y tirar.
Pero, algunas veces, hay autoras en estado de gracia que consiguen traspasar la barrera de lo coyuntural y crear historias y personajes que tienes la impresión que han de existir, de verdad, en algún sitio. Transmiten algo auténtico, algo que va más allá del mero entretenimiento. Eso es lo que logró Rachel Reid con Ilya Rozanov, un personaje complejo, que por eso se ganó un puesto en mi Olimpo romántico.
Espero que, si la serie tiene éxito, alguien se anime a traducir estos libros al español. De momento, creo que solo pasaron al francés las dos primeras y, al checo, la segunda, Heated rivalry.



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