miércoles, 22 de marzo de 2017

Crítica: “Jackdaw”, de KJ Charles



Hace casi dos años, en julio de 2015, leí este libro, escribí la crítica y aún no había encontrado hueco para contarlo. Y eso que es una novela con momentos intensamente románticos…
Leída en Kindle

DATOS GENERALES

Título original: Jackdaw
Subgénero: paranormal /victoriana

Fecha de publicación original en inglés: febrero 2015
Editorial: Samhain
Páginas: 226

Parte de una serie: 3.6 de A Charm of Magpies

NOVELA SIN TRADUCIR

SINOPSIS (que viene en el propio libro digital)

Si dejas de correr, te caes.

Jonah Pastern es un mago, un mentiroso, que camina con el viento, un ladrón profesional… y durante seis meses, fue el amor de su vida para el agente de policía Ben Spenser. Hasta que su traición dejó a Ben en la cárcel, arruinado, solo, y buscando venganza.

Ben está decidido a hacer que Jonah pague por lo que hizo. Pero parece que no puede olvidar lo que en el pasado fueron el uno para el otro, y Jonah no le deja. Pronto, Ben se encuentra liado en la vida caótica de Jonah otra vez, y huyen juntos –de la policía, de los magos, y demás gente peligrosa que tienen algo en contra de ellos.

Amenazados por todos los lados por traiciones, secretos, y las leyes de la tierra, ¿podrán encontrar alguna forma de vivir y de amarse antes de que el pasado los alcance?

Esta historia se ambienta en el mundo de la serie Charm of Magpies.

Advertencia: contiene un policía que tendría que ser más listo un ladrón que puede que nunca aprenda, moral victoriana, ardorosos encuentros y un Stephen Day muy cabreado.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
No. Si la leí es porque hay algo en el estilo de esta autora que me resulta irresistible, incluso en una historia sin suspense, quizá sea la intensidad emocional, o que sabe construir historias que funcionan como un reloj. No lo sé.

CRÍTICA

Jackdaw (“Grajilla”) se ambienta en el mundo de la serie Charm of Magpies, pero se lee perfectamente de manera independiente, aunque creo yo que la disfrutas más si has leído los anteriores de la serie.

Ben es un policía que lo ha perdido todo. Acaba de salir de prisión, por mantener una relación inadecuada con Jonah, un atractivo moreno de ojos azules, sonriente y encantador, pero que resultó ser un ladrón trabajando para una banda de asesinos.

Este Jonah apareció como secundario en la novela anterior, Flight of Magpies, de la que hablé aquí el año pasado, también de manera un poco retrasado porque se me metieron por en medio los de la Society of Gentlemen. La cosa es que entonces describí a Jonah:


“un tipo que es un ladrón con poderes mágicos, que amenaza a los protagonistas pero que resulta muy atractivo y averiguas que tiene su propia historia de amor que posiblemente no haya ido demasiado bien”.


Al salir del trullo, Ben busca a Jonah para vengarse, pues le ocultó su vida criminal, se fugó cuando estaba bajo su custodia y lo abandonó para enfrentarse en solitario con las consecuencias de lo ocurrido. Cuando da con él, en su furia, le golpea y está a punto de violarle, cosa que al final no hace porque en el fondo Ben es un hombre honesto.

Jonah sigue queriéndole, aunque hasta la fecha ese amor sólo ha servido para introducir el caos en la vida de Ben.

Una redada de la policía les obliga a salir corriendo, o más bien volando, gracias a los poderes mágicos de Jonah.

No hay en esta novela una trama de suspense. Básicamente, te cuenta cómo estas dos personas huyen, perseguidas por la justicia, tanto la humana como la del mundo mágico, de la que gente como Stephen Day es justiciar, policía-juez-verdugo. Si atrapan a Jonah, lo encerrarán y le cortarán los tendones, para que no vuelva a caminar por el aire. Y, además, se ganó en el libro anterior el odio particular de Stephen y Merrick.

Lo que sí hay aquí es conflicto por un tubo. Interno y externo.
➽ Externo: si los encuentran, las cosas no van a ir bien con la ley.
➽ Interno: saber si pueden tener una segunda oportunidad amorosa. En el pasado convivieron felizmente, pero fue un idilio en el que Jonah le ocultó muchas cosas a Ben, de manera que este no sabe hasta qué punto aquello fue real o no.

Para poder volver a ser una pareja necesitarán tiempo, y cambiar un poco. Jonah tendrá de abandonar su ambigüedad moral y aceptar que Ben no quiere vivir como un delincuente, confiar en él, y trabajar duro para ganarse la vida honradamente. Ben, por su parte, tendrá que intentar no entregarlo a las autoridades sin traicionar su propia conciencia.

En cierto sentido, es otra vez el conflicto entre Crane, más flexible en cuestiones de normas legales y morales, y Stephen, más recto y justiciero. La parte “moralmente relajada” de estas parejas tendrá que enderezar un poco su comportamiento, y los cuadriculados legalistas, no ser tan intransigentes. Hay un momento en que Stephen Day exclama:

  

- Oh, Señor, Spenser. Yo solía tener sentido moral.

Ben comprendió exactamente cómo se sentía. Se preguntó si Lord Crane sería tan disruptivo como Jonah para la tranquila vida de un hombre normal.

- Y también yo.


A diferencia de Crane y Stephen, sin embargo, la vida sexual de Ben y Jonah es muy normal, nada de juegos de dominación ni “mi señor” por aquí o allá. Aquí la relación es más igualitaria, dentro y fuera de la cama. Explícita, por supuesto, para mayores de 18 años; especialmente la primera escenita entre ellos, cuando se reencuentran y Ben casi le viola, no es en absoluto apta para todos los públicos.

La novela se sostiene, con tanto conflicto puramente emocional, intenso y oscuro, gracias a que sus dos personajes son tremendamente atractivos. Jonah es el típico sinvergüenza encantador que se sale con la suya casi siempre, con una sonrisa y su don de gentes. Y Ben, bueno, aparte de estar cuadradote, juega al rugby, medio melé, con lo cual ya me tiene totalmente ganada.

Cuando Jonah le dice “Haz un ensayo por mi”, ¡ay! me pareció lo más romántico del mundo.

(¡Ay, yo también quiero un medio melé que anote por mi...! Y un pateador, y un ala y lo que se tercie...)

Aunque no. Creo que lo mejor es cuando Ben se da cuenta de que nunca dejó de amar a Jonah, en una de las declaraciones más románticas que he visto en bastante tiempo:


-              No puedo volverte a amar.- dijo Ben, con su corazón doliéndole por aquellas palabras.- ¿Cómo podría, si nunca he dejado de hacerlo? No pude dejar de amarte cuando te odiaba tanto que me ponía enfermo pensar en ti. Solía soñar con matarte y despertarme llorando porque pensaba que estabas muerto. No puedo no amarte. No sé hacerlo.


Ben y Jonah no dejan de ser unos delincuentes a la fuga, por lo que un final feliz se me hacía difícil de imaginar. Y menos cuando aparecen Stephen, Merrick y compañía buscando venganza,… Qué desagradable, oye, que personajes a los que tanto quieres por las novelas anteriores, de repente te parezcan los malos de la película.

Como esto es novela romántica, los personajes tienen su final feliz, quizá un poco deus ex machina o más bien Crane ex machina. Y, ¡por fin! Crane ha conseguido irse con su amado Stephen fuera de la rancia Inglaterra victoriana.

El elemento paranormal tiene escasa importancia en la trama. Cambiando algunos detalles, podría haber funcionado igual si se tratara de dos personajes normales y corrientes. Aún así, encaja perfectamente en ese mundo tan coherente “paranormal victoriano” que ha creado la autora.

Los diálogos son tan ágiles, la historia está tan hábilmente contada, que se lee en un suspiro y cuando te quieres dar cuenta, ya han tenido Jonah y Ben su happy end.

La leí en digital, en inglés (no está traducida), y me resultó bastante fácil.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de puro romance de reencuentros y segundas oportunidades, con sexo explícito.

Otras críticas de la novela:

Antes que nada, más que una crítica, pongo este enlace a una precuela que es una breve novela gráfica del planteamiento de la historia. Me gusta cómo dibujan a Jonah, no tanto a Ben.

Sensual Reads, 5 estrellas

Joyfully Jay, 4.75 estrellas.

Boys in Our Books, 4 estrellas

Here There Be Books, 3.5 estrellas

Añado otras tres: The Blogger Girls, In the Forest of Stories y Sage Novels, que considera a KJ Charles como una de sus autoras favoritas en el género. Y dice:  


“Su escritura es expresiva, emocional y ocasionalmente bastante cómica, por no mencionar increíblemente creativa, quiero decir, ¡romance victoriano paranormal gay!, y funciona tan, tan bien”.


Y por poner una negativa, que no a todo el mundo le gustó, en Hit or Miss le dan 1 estrella y nos cuenta que lo dejó sin terminar aproximadamente en un 51% del libro leído, creo que sobre todo por el personaje de Ben y sus dudas sobre si seguir o no con Jonah, aunque este último tampoco le gustó demasiado.

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