miércoles, 3 de julio de 2024

Crítica: “Hell and Gone”, de Tal Bauer

  

Qué bueno es Bauer, un príncipe del suspense romántico


 

Hell and Gone

 

Por TAL BAUER Fecha: junio de 2019

 

¡La de cuerpos de seguridad que hay en los EE. UU.! Gracias al suspense romántico, creo que acabaré conociéndolos todos. 

Uno de los protagonistas de esta novela es Everett Dawson, stock detective, o sea, oficiales de policía del departamento de Agricultura de Montana.

Este exsoldado vivió una experiencia muy traumática en Afganistán, con la muerte de su amante. Desde entonces, está en una especie de limbo, «dos años, ocho meses y quince días» de no sentir nada.

Licenciado del ejército, sin rumbo claro en su vida, echó el currículo en todas las fuerzas de ley y orden que andaban buscando gente. Se ve que en EE. UU., los cuerpos policiales se nutren de exsoldados. 

Trabaja para la única que le respondió, esta del departamento de agricultura de Montana. 

Everett destaca por su capacidad de rastreo, es inteligente y capta como nadie pistas en el entorno, esos detalles que les pasan desapercibidos incluso a los correosos vaqueros que son de allí de toda la vida. 

Eso lo convierte en un cazador de hombres inigualable, educado y contenido, pero que se vuelve un feroz guerrero berserker cuando su amor está en peligro.

Entre los méritos que le encuentro a Tal Bauer es que ambienta sus historias en lugares menos frecuentados por romántica. Los describe tan bien que convierte al paisaje (y al paisanaje) en un personaje más.

Aquí, Everett tiene que ir a investigar a las Crazy Mountains. Son unas serranías de unos tres mil metros de altitud que quedan en la parte oriental de las Rocosas, un poco desgajadas de las cordilleras principales. No es parque nacional porque la mayor parte del terreno es propiedad privada, grandes extensiones de pasto y montaña dominadas por rancheros.

¿Qué lleva allí a Everett? Pues el (aparente) suicidio de un vaquero, la desaparición de otros, el cuatrerismo, y otros delitos propios de ese ambiente. 

La investigación cuenta con un sospechoso número uno, Lawrence Jackson (35), un vaquero solitario, padentrista total, prototipo de mysterious/moody loner dude, aunque de mecha corta, de esos que mira hacia atrás (y los lados, y adelante) con ira, un potro salvaje que a duras penas se contiene.

O sea, un tipo nada fácil y a quien le vendría bien la mano tranquila de un buen hombre para encontrar su felicidad en esta vida.

Ahora, la inactividad policial ante tanto crimen le está llevando a Law al límite de su paciencia. ¿Ejemplo? A poco de empezar la novela aparece en la oficina del sheriff llevando el cadáver de un hombre (un hombre ahorcado) y se lo suelta encima de la mesa, a ver si de una vez se toma en serio lo que está pasando.

Law mira con escepticismo a este detective novato,… hasta que las cosas entre ellos se ponen tensas y acaba colado de un tipo al que no acaba de entender del todo.

Intentar entender a Everett Dawson había sido como intentar enjaular al viento.

Novela más bien breve (no es instalove, pero casi), en torno a las doscientas páginas.

Pero en ella cabe toda la ternura y la pasión propias del autor. También, ese buen saber hacer cuando de hilar una trama detectivesca se trata. Ya podría aprender Sherry Thomas (y tantas otras...) que así es como se escribe el suspense romántico, así se crea tensión, se dan pistas, da que pensar al lector, y se sufre, hay violencia y acción, las justas…

Con sus toques poéticos, escenas sexis y héroes callados a los que todo les bulle por dentro...

¡Qué bueno es este autor! Se ha convertido en uno de mis favoritos. Cuando tenga tiempo, creo que le dedicaré un artículo en mi blog.

Que su mundo sea enteramente masculino me resulta, en cierto sentido, un descanso. No tiene nada que demostrar, ni que promocionar, ningún tuerto que enderezar... Simplemente cuenta historias que suenan reales, de gentes auténticas, héroes con defectos y sueños, que a veces, cuando la ocasión lo exige, acaban sacando lo mejor de sí, con momentos bigger than life.

He soñado contigo toda mi vida… Te he estado esperando. Muriendo por ti, incluso antes de saber quién eras,…

Everett calmaba el infierno de su temperamento. Era el viento silbante que enfriaba su alma. Le mantenía alerta. Le centraba. No dejaré que mueras. Te lo juro.

Mi experiencia: estupenda, 4 estrellas.

 

eBook / paperback, 202 páginas

Tal Bauer (junio/2019)

 

Joyfully Jay, 4 ½ estrellas.  Enfatiza la capacidad de ambientación de Bauer: «Como digo, creo que lo que realmente eleva esta historia es la atmósfera de las remotas montañas Crazy».

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

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