Sadomaso al
estilo James
DATOS GENERALES
Título original: Cowboy Casanova
Subgénero: erótica
1.ª publicación:
Samhain, 11/2011
Parte de una serie:
Rough Riders #12
Páginas: 320
ISBN13: 9781609288495
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction DB)
En Sundance, Wyoming,
no se puede lanzar una bota sin golpear a un vaquero McKay, por lo que Ben McKay está acostumbrado a pasar a
un segundo plano. Excepto los fines de semana, cuando es Bennett, el imponente dom en The Rawhide Club, rodeado por un
grupo de sumisas ansiosas por la atención de su largo... látigo. ¿Y cuando una morena
con curvas que lo mira desde el otro lado de la habitación…? Se comerá su
Stetson si ella es la domme
experimentada que dice ser. Bennett le ofrece un trato: le permitirá tomar las
decisiones por una noche. Pero la noche siguiente, él podrá demostrarle lo
liberador que será tomar las riendas.
Ainsley Hamilton está sorprendida por lo bien que Bennett leyó
cada uno de sus anhelos secretos durante ese fin de semana explosivo, y queda
atónita cuando se encuentran cara a cara en sus vidas cotidianas, él como
ranchero y ella como la presidenta de un nuevo banco. Ahora, Ben la insta a
explorar su lado sumiso fuera del club, y hay algo en su mirada autoritaria que
hace que sea demasiado fácil dejarle tomar el control de sus deseos y su
placer. ¿Podrá Ben ayudar a Ainsley a superar su miedo de que una relación
basada en oscuros apetitos sexuales no sobreviva a la luz del día?
Advertencia: este libro contiene mucho sexo pervertido. No, en serio, hay MUCHO sexo de vaquero pervertido en esta entrega de Rough Riders. Quedas advertido.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
La tengo en la parte alta de mi base de datos, en torno al puesto 4.500, gracias a varias críticas positivas. Así, le pone una A The Good, the Bad and the Unread; cinco estrellas en Simply Love Books Reviews y Under the Covers. Es, además, un Guilty Pleasures Purest Delight.
CRÍTICA
Suelo decir que me gusta mucho
Lorelei James, en parte, por eso que llamo «erotismo Ikea» y que comparte con,
por ejemplo, una Cara McKenna. Sus protagonistas son gente corriente, de
existencias más o menos anodinas pero que tienen una vida sexual fabulosa e
interesante, aun cuando sus vidas sean complicadas y para nada glamurosas.
Me decía yo que a estos recios
vaqueros de Wyoming y sus decididas heroínas no les va el postureo eso de
clubes sexuales, por muy recios y manduquitas que sean los McKay.
Pues mira, me equivoqué. Resulta que
esta es una erótica sadomaso, en la que precisamente los protagonistas se
conocen en un club sexual de Gillette.
Bennett Andrew McKay (34) es el hermano mediano, un tipo tranquilo que apacigua siempre a sus
fogosos parientes, cuando disputan por cualquier cosa. Callado, no se le
conocen rollos desde hace años.
¿Será gay?, se pregunta su hermano
mayor. Pues no.
Lo que ocurre es que a él le va el
sexo sadomaso, y eso lo consigue en un club, a una hora de su casa, para que
nadie se entere.
Siente que sólo allí puede ser él
mismo. Allí aceptan la vertiente perversa de su personalidad. Lo respetan como dom. Es el tipo al que recurren no solo
mujeres sumisas que quieran que alguien les de caña, sino también parejas,
cuando los chicos no se ven con ánimo para infligir latigazos a sus chicas.
Sí, esto del sadomaso en romántica es
así.
En ese club, Ben conocerá a Ainsley Hamilton (37), que ha salido de
un matrimonio insatisfactorio y busca más pasión en su vida. Una amiga la lía
para que pruebe este club, de manera anónima. Como no tiene muy claro qué le
gusta, se hace pasar por dominante, cuando en realidad parece que lo que le va
es otra cosa.
De eso se trata: de que descubra lo
que le gusta y lo que no. Todo aquello que pedía a su exmarido, y él la miraba
horrorizado, cual virgen victoriana, ¿pero qué le pasa a mi mujer, está loca o
qué?
Ainsley quiere descubrir si
realmente es todo tan horrible o es que en la cama le gustan ciertas cosas
que,… ¿no harán de ella una sub?
Claro que Wyoming debe ser muy
pequeño, porque estos dos, después de estar en el club, se encuentran en vivo y
en directo.
Resulta que ella dirige la sucursal de
un nuevo banco en Sundance, donde viven los McKay.
Superada la sorpresa inicial, y
seguros de que su secreto está a salvo, deciden darse la oportunidad de
explorar esta sexualidad inusual fuera del club.
La cosa tiene un límite, un mes.
No puede enterarse nadie,
obviamente, porque no es algo que quede bien en el currículo de una ejecutiva
bancaria. La familia de Ben tampoco vería con buenos ojos eso de que se dedique
a flagelar mujeres y hacerles daño. Que ellos son un poco imperiosos, pero no
llegan a esos extremos.
No quiero que los miembros de la familia McKay me miren como si fuera un maltratador. O preguntándose si la mujer con la que estoy carece de autoestima porque es mi sumisa en el dormitorio.
Y a ella le pasa un poco lo mismo,
desde su perspectiva más íntima:
Pero cuando estoy sola, o en el trabajo, surgen esos sentimientos de… incorrección. Como si hubiera algo malo en mí, por encantarme que me domines. Que hay algo malo en mí porque me gusta que uses esposas, grilletes y cuerdas.
Esta es una novela erótica bien
escrita, como todas las de Lorelei James, que entrelaza lo erótico con lo
romántico. Ainsley y Ben se descubren y se enamoran a través del sexo.
Esta mujer tiene un oído genial para
los diálogos sexis, y para mezclar raruneces sexuales con vidas normalitas.
Luego tiene ese punto de ambición de
insertar cada historia en una saga familiar que abarca años. Ves evolucionar a
personajes antiguos y nuevos, cómo crecen y tienen sus cosillas.
No todo es color de rosa, tienen sus
problemas familiares, el rancho y cómo se reparten las ganancias, cómo unos
tienen más tierra que otros y los que tienen menos quieren adquirir más, para
que sus primos no les miren por encima del hombro.
Todo ello aliñado con la mirada a
veces divertida, a veces horrorizada y muy prejuiciosa de unos sobre la vida de
otros.
Cómo se relacionan entre sí los
McKay suena realista, bastante más de lo que es habitual en familias de
ficción.
Aunque sea sadomaso en un tono algo
más suave, sin que llegue la sangre al río ni él se dedique a torturarla a
ella… La verdad es que…
Me chirría e incomoda esa forma de
tratar a la mujer, por mucho que expliquen que es un rol o que es consentido.
Hay un momento en que Bennett quiere preguntarle una cosa a una mujer que
frecuenta el club y le pide permiso a su novio o marido.
– ¿Me permitirías hablar libremente con tu sub, Cliff?
– ¿Mary Jane? Tienes mi permiso para hablar con Bennett.
Esas cosas me revuelven el estómago.
Con el sadomaso me pasa un poco como
con la coliflor. Sí, respeto que haya gente a quien le apasione, ¿quién soy yo
para juzgar los gustos de nadie? Ahora, a mí es cosa de oler ese aroma azufrado
y se me revuelve el estómago.
Pues eso, pa gustos, los colores.
Una cosa que me gustó especialmente
de la novela es encontrar, ¡por fin!, a un McKay con cero interés por los
niños. En Ainsley encuentra a una pareja a su altura, a quien lo de ser madre no
le llama nada de nada.
Creedme, en una familia tan insultantemente fértil como los McKay, esto es un descanso.
Valoración personal: buena, 3 estrellas
Se la recomendaría a: quienes gusten del sadomaso al estilo de Wyoming.
Otras críticas de la novela:
En español, no he
encontrado nada. Así que enlazo al inglés.
The Good, the Bad and the Unread, una A.
KD Did It, 5 estrellas.
Simply Love Book Reviews 4,5 estrellas.
A MALDIVIAN'S PASSION FOR ROMANCE, amazing read! 4 estrellas
Another Look Book Review, 4 corazones.
Unas cuantas opiniones, en The Story Graph, que va desde 1 estrella a 5.
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