Un tostón
DATOS
GENERALES
Título
original: The warlord
Subgénero:
histórica
Fecha de
publicación original en inglés: 6/1995
Parte
de una serie: Montague #1 / Bantam Fanfare
Editorial:
Fanfare (Bantam)
Páginas:
400
ISBN13:
9780553569100
En España
Título: El
señor de la guerra
ISBN
13: 978-84-935262-1-4
Traductores:
Darío Romanía García y Yolanda Aldana de Latorre
1.ª
ed.: 2007, Nefer-JLR
Páginas:
352
SINOPSIS (de la contraportada)
La bella e
inocente Lady Tess anhelaba volver a su hogar, el castillo de
Remmington, del que había sido desterrada por su cruel padrastro. Lo que no
podía prever es que el precio sería casarse con el más temible guerrero de toda
Inglaterra. Fingiendo aceptar los planes de su tío y del propio rey, accede al
matrimonio, pero su verdadero propósito es escapar e ingresar en un convento.
De esa manera, intentará conseguir la paz. Sin embargo, sus planes se ven
frustrados por algo que nunca hubiera imaginado: se ha enamorado de su marido,
el peligroso Kenric de Montague, un hombre marcado por el oscuro secreto
de su nacimiento. Él no desea casarse con nadie, pero cuando se ve unido para
siempre con Tess de Remmington, descubre que su duro corazón no es tan
impenetrable como creía. Y cuando las circunstancias amenazan con separarlos,
arriesgará su vida para salvar a la única mujer capaz de capturar su alma.
¿Entra
dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi primera lista de las mil mejores
novelas románticas, en el puesto 290, y aún pasa el corte. Ganó el
Premio RITA al Mejor Primer libro. Cuando en El rincón de la novela romántica
hicieron un listado de medievales, esta estuvo la tercera. En el Top 1000 de
Book Binge, destacaba como la 45, y aparecía la 172 en el Top
1000 de RomanceNovels. Y en una lista de cien mejores novelas románticas que
hicieron en El rincón de la novela romántica en 2010, aparecía la 73; y
en algo parecido, pero de aquello que se llamó Autoras en la Sombra, lo mismo,
pero como 95. También la incluyeron en su Top 100 la página
ScandaLISTious. Aparte de eso, Addicted to romance le dio 5 rosas. Era la
favorita de un lector de The Romance Reader y, por razones que se me escapan,
porque no le veo la gracia, la he encontrado en una lista de favorite funnies.
CRÍTICA
Este
mes de junio se celebra el treinta aniversario de dos novelas históricas que me interesaron, al verlas una y otra vez en la parte alta de mi base de datos. Una de ellas es
Amor mágico, de Amanda Quick, que ya comenté a principios de este mes.
La
otra es este Señor de la guerra.
Cada
una de ellas representa a un tipo de heroína típica de aquel entonces. En la
novela de Amanda Quick era tu heroína pizpireta versión «pelirroja con carácter».
Ya
decía yo entonces que el otro prototipo de la época era la de «ojos violeta»… Y
eso es lo que te encuentras aquí, a la sílfide de ojos violeta, guapísima hasta
decir basta, de esas que enmudece a cuantos la ven, arrobados por su belleza sin par.
Como recordé en enero, 1995 también fue el año de Lord of Scoundrels (Abandonada a tus caricias) de Loretta Chase y... simplemente... no hay color.
Vamos a por este Señor de la guerra. Tiene
un prólogo en que ves al protagonista como despiadado guerrero en Tierra Santa.
Es una forma de presentar al personaje para que veas el desafío que puede
suponer enamorarse de alguien así y, sobre todo, conseguir que él se enamore de
la heroína. Es un poco la idea muy old skool del «varón domado».
Damos
un salto de cinco años y nos encontramos en la época de Eduardo I Plantagenet, piernas
largas y martillo de escoceses. Este es el arranque, en sí, de la
historia. Estamos en la abadía de Kelso, en 1283. Hasta allí ha llegado,
huyendo de sus malvados parientes, lady Tess, la chica de la película. Sí, ésta
es la «sílfide de ojos violeta».
Piensa
que simplemente se ha puesto a salvo de los malotes, pero en realidad acaba,
sin pensarlo mucho, casada con este señor de la guerra, Kenric, al que llaman
el Carnicero de Gales.El tópico del matrimonio de conveniencia habemus, muy de la época.
Un
tipo brutal y grandote, un bastardo (literal, parte de la historia gira sobre
este punto) del que toda buena mujer debería huir. Tess planea hacerlo, de una manera no demasiado aleborada, no es de extrañar que no tenga éxito. Su
idea es acabar en la paz de un monasterio, a salvo tanto de su marido como de
sus impresentables parientes.
Las
cosas no resultan fáciles para Tess. Con el tiempo, se enamorarán, sobre todo
ella de él, aunque entonces tiene otros miedos, como la vida del propio Kenric
o el bienestar de los vasallos del castillo de Remmington, que Kenric tendría
que conquistar.
Kenric
siempre está desconfiando de ella, e incluso cuando no hay razones para ello,
se divierte intimidándola, amedrentándola, limitando su libertad,... excepto
pegarla directamente, la verdad es que se complace pensando mal y haciéndola
rabiar, por los jajas, supongo.
Se
me hizo muy cuesta arriba el machismo de él, que la amenaza, la
encierra, le falta al respeto, no le agradece ni una
miajina que intente hacer las cosas mejor para él y los suyos, la hace de
menos, aunque la desea hace juegos mentales de «pues ahora no hay concúbito
hasta que tú me lo pidas»... vamos, lo dicho, que salvo darle de guantás, de todo.
Es
la parte más irritante, la que me hacía poner los ojos en blanco una y otra
vez.
Algo bueno habrá, ¿no? Hombre, pues sí. Me parece que está bien escrito. Lo
mejor del libro es, por un lado, la dinámica sexual entre ellos. Aunque no haya
abundancia de escenas eróticas, como ocurre en la actualidad, sí que era
bastante calentito para la época.
Por
otro lado, destacaría el intento de hacer algo más o menos verosímil desde el
punto de vista histórico. Está bastante trabajada para ser una primera novela,
sí, lo admito. Dentro de lo que es romántica, deja entrever problemas muy de la
época, las bastardías, la lucha por el poder, la influencia de la iglesia, las
luchas fronterizas entre el norte de Inglaterra y los belicosos escoceses, que la mujer pintaba menos que nada…
Solo
por este par de detalles le puse una estrella adicional. Que, si no, se quedaba
en estrellita solitaria.
Me
fue difícil empatizar con ninguno de los protagonistas. Eso sí, entendía bastante a Tess, que tenía unos parientes desagradables que la maltrataban y
con la que su vida correría peligro. Solo que la respetaría más si usara un
poco la cabeza para pensar.
Como
parece propio de la época, aunque intenta ser histórica, le mete un toque
paranormal de premoniciones y visiones que tiene Tess. No molestan demasiado. Al
menos en una ocasión sirve como deus ex machina tirando al final de la
historia.
Luego
esté el detalle que ya he comentado otras veces sobre la homosexualidad en la
romántica de los ochenta y noventa. Los gais eran, o bien figuras trágicas, o
bien los malos de la historia. Aquí toca la segunda opción. El hermanastro de
Tess, con quien está prometido, tiene esos gustos, solo que encima para
empeorarlo y que lo veas más vil, le van los niños y jovencitos. La idea del prenda
es casarse con Tess, dejar que la violen sus hombres para ver si alguno la
preña y una vez que tenga un hijo y heredero, deshacerse de ella rápidamente, para
dedicarse a sus cositas como viudo alegre. No es de extrañar que ella se
largara corriendo y hasta el Carnicero de Gales le pareciera una buena opción.
En
resumen, se me hizo cuesta arriba la historia, que realmente tenía escaso
interés para mí. Por eso he tardado tanto en leerla y acabé con un aliviado «¡por fin
acabé este tostón!».
Hay
libros que envejecen bien y otros... pues como este, que te preguntas qué le
vieron en 1995 para darle el RITA a la mejor novela debut del año.
A
diferencia de la novela de Amanda Quick, que aún puedes leer con placer, quizá
por el tono ligero, por la chispa que sabe meter la autora, aunque su Edad
Media sea de bastante cartón-piedra, esta otra de Elizabeth Elliott no pasa, a
mi modo de ver, el test del tiempo.
Así
que esta no la recomendaría.
Valoración personal: aburrida,
2
Se la recomendaría a: quienes
gusten de las históricas viejunas.
Otras críticas de la novela:
Como la tradujeron ya entrado el siglo XXI, hay críticas en español, pero no en inglés. Y, oye, en general ha gustado a las aficionadas a la novela romántica histórica.
El Rincón Romántico, 5 estrellas.
Belldandy 7,5
sobre 10.
Libros en mi biblioteca lo disfrutó y lo recomienda si te gustan los romances de corte
histórico.
A Románticamente
también le gustó, le pareció bien escrito, aunque contiene «demasiado tira y
afloja y demasiadas páginas».
Más en mi
línea, A la cama con… un libro, le cascan un 1 Gandy.
En
inglés no he encontrado ninguna review. Es demasiado antigua para eso.
La única que tenía yo referencia era la de Addicted to Romance, que le puso 5
rosas. Pero esa página web ha desaparecido, o al menos yo no he sido capaz de
encontrarla otra vez. Lover of Romance, sin embargo, escribe en Goodreads, y ha
llevado allí las críticas originalmente publicadas en Addicted to Romance, así
que ahí la puedes encontrar.
Os
dejo enlace a Goodreads, donde tiene una puntuación media de 3.85, con 1.953
puntuaciones y 118 críticas.
Sí, esta es la portada original de Bantam, 1995 que, al menos, tiene
machote con melena al viento y de pelo en ... no, espera, machote sin pelo en pecho. Que uno
será el muy feroz y cruel Carnicero de Gales, pero el músculo, donde
hay, que se vea...