Variedad
Como conté en el primero de mis artículos sobre «esos harlequines viejunos», que en una novela de este tipo, en una genérica, cabe de todo: contemporáneas, históricas, suspense, espirituales cristianas, lo mismo una enfermera con PTSD que un muchacho amish,… lo que sea que atraiga la fantasía del lector.
En cada una de las líneas, lo importante es el tipo de novela y de tópicos que te vas a encontrar, más que el nombre del autor en la portada.
Sacan a la calle varios libros al mes, y tienen un público fijo, lo cual siempre es muy atractivo para el autor. Porque lo que busca el lector es un tipo de historia, una forma determinada de narrar.
A quien no lee harlequines todas las semanas, que es nuestro caso, lo que más le conviene es identificar esos elementos que te gustan, y saber encontrarlos en los harlequines.
Casi todas las líneas, desde Harlequin Presents hasta Harlequin Medical, suelen ser contemporáneas, pero también las hay históricas (Harlequin Historical, aquí Harlequin Internacional). Y de otros subgéneros, como el suspense (Harlequin Intrigue) o inspiracional/cristiana (Inspired).
Tópicos… ¿o estereotipos?
La novela genérica es el lugar por excelencia de los clichés románticos. Todos los tópicos que te puedas imaginar son escritos y reescritos: hijos secretos, embarazo inesperado, enemigos a amantes, fake relationship, matrimonios de conveniencia (algo realmente difícil de tramar en una ambientación contemporánea), cómo casarse con un millonario, ligar con el jefe, el regreso a la ciudad de la infancia, segundas oportunidades, amigos que se hacen amantes, fantasías prohibidas,…
Y los personajes más estereotipados: millonarios, jeques, magnates griegos, los jefes, vaqueros, médicos y enfermeras (que tienen su propia línea, Harlequin Medical).
Puedes encontrar el tópico que quieras, el nivel de sensualidad variado, las hay más cortitas o más largas, ambientaciones cosmopolitas de gran ciudad, o pequeñas localidades rurales o el Outback australiano.
En la página web de Harlequin te muestran el producto por lo que llaman géneros, organizando según tipos de entornos, personajes y tópicos, para que elijas lo que te va. Ya digo que aquí, más que el nombre del autor en la portada, lo que se busca es el personaje o la ambientación, o el tema, que nos hace tilín.
Como categorías destacadas te ponen, Holiday Romance, Victorian Historical Romance, Western Romance, o Crime Thriller, o sea, navideño, victoriano, del Oeste o suspense.
Pero luego te detallan más de seiscientas, de lo más específicas, como
historia del siglo XIX, acción y aventura o Abdominal
Diseases, Angels & Demons, Animal Humor, Apocalyptic & Post-Apocalyptic
Science Fiction, por citar solo algunas de las
que aparecen en primer lugar, por orden alfabético. ¿Con la P, por escoger una letra al azar? Pues hay Pain Management, Paleontology o Paranormal.
Se trata de que, sabiendo lo que te gusta, vayas a tiro hecho. Lo que me encanta es que ya en el título te lo dicen.
Por ejemplo, ¿quieres algo con personaje español? Busca Spanish o Spaniard, y te encontrarás con títulos self-explanatory, o sea, que ya te dice de qué va: Her Spanish Boss de Barbara McMahon (HR-3875, 2006); Spanish Doctor, Pregnant Nurse, de Carol Marinelli (HPE-27, 2008); Spanish Billionaire, Innocent Wife, de Kate Walker (HP-2734, 2008); Spanish Magnate, Red-Hot Revenge, de Lynn Raye Harris (HP-2848, 2009); The Spanish Billionaire's Pregnant Wife, de Lynne Graham (HP-2795, 2009); Mistress: Pregnant by the Spanish Billionaire, de Kim Lawrence (HP-2919, 2010); The Spanish Millionaire's Runaway Bride, de Susan Meier (HR-4603, 2018).
Lo mismo puedes hacer con cualquier otra cosa. Es verdad que, en las traducciones al español no siempre conservan estas ideas que transmiten los títulos. Por ejemplo, la que cito de Kim Lawrence, que sería «Amante: embarazada por el millonario español», aquí se llamó Una noche bajo las estrellas. Otras veces, sí, aunque siempre a su manera: The Greek commands his mistress (2015), de ynne Graham, se convirtió aquí en A las órdenes del griego.
La diversidad alcanza también a minorías. Harlequin tuvo una línea, Harlequin Kimani, entre 2006 y 2019, con protagonistas afroamericanos. Los nombres que más me suenan de este sello son Brenda Jackson, Kianna Alexander y Niobia Bryant. La gran dama de la novela romántica afroamericana, Beverly Jenkins, también publicó un par de ellas aquí.
Lo bueno, para que no te pierdas, es que te lo sacan en portadas. Harlequin sigue ilustrando sus novelitas de tal manera que más o menos sepas qué tipo de historia y de personaje vas a tener.
Actualmente, publican de vez en cuando romances genéricos LGBT. Así, novelas de chicas como Tempted by the Bollywood star, de Sophia Singh Sasson o The vet’s shelter surprise, de Elle Douglas. De chicos, temenos Secret heir for Christmas, de Laquette, The boyfriend subscription de Steven Salvatore.
Se dice que el primer harlequin gay que se publicó fue The Lights on Knockbridge Lane de Roan Parrish. En octubre de 2021, un SSE n.º 2866.
Eso sí, Harlequin ya había publicado otros romances LGBTQ, durante años, en su sello Carina Press (digital). Tenían una línea específica de, creo, uno al mes, Carina Adores. En Goodreads he visto una lista de libros publicados por Carina Press como parte de Carina Adores. Puedes encontrar nombres como Charlie Adhara, Annabeth Albert o Roan Parrish.
Con un Harlequin muchas veces te preguntarás si tratan un tema, o realmente caen en el estereotipo. Lamento decir que la mayor parte de las veces, es esto último, sobre todo si es una anglosajona poniendo personajes mediterráneos, hispanoamericanos o de un vago Oriente Medio en el que siempre salen esos jeques que quieren modernizar sus países. Caen mucho en el tópico.
La británica Sarah Morgan, por ejemplo, escribió bastantes Harlequin Presents y Harlequin Medical. Tiene siempre un toque especial, alguna escena particularmente romántica, que la distinguía y no me extraña que luego haya pasado a los single titles. No obstante, a mí me tiene perdida porque me resultan insufribles sus topicazos sobre el sur de Europa, y ahí incluyo a Francia.
Nivel de sensualidad
Ya lo adelanté más arriba, unas historias son muy sexis y explícitas y otras son más bien blancas. Ayuda la línea en que se saca. Pueden verse las diferencias en un artículo que publicaron en AAR en el año 2020.
Harlequin Desire o Harlequin Dare tienen escenas calentitas, mientras que en Harlequin Romance el nivel de sensualidad es inferior y en Love Inspired se limitan a besos, y sexo solo insinuado y dentro del matrimonio.
¿Hay una correlación con las líneas en español? Pues, como ya expliqué en otro artículo que dediqué a «esos harlequines viejunos», no hay una correspondencia exacta. No puedo decir: mira un Harlequin Temptation o Blaze se corresponde con un Julia o un Deseo.
Un romance Silhouette (SR) lo puedes encontrar lo mismo en Jazmín, en Bianca que en Julia.
En la línea Deseo, con ese nombre, te esperas que sean cosas un poco más subidas de tono. Se ha alimentado sobre todo de Silhouette Desire (SD).
Los harlequines históricos (HH) los encontrarás, eso sí, y hasta donde yo sé, en Harlequin Internacional.
Mi lista
Como ya hice con el artículo dedicado a las novelas históricas, no puedo terminar sin ofrecer la lista de las novelas que a mí más me han gustado, algunas de mis novelas cinco estrellas. O, en este caso, alguna de tres o cuatro.
Intento no poner más de una novela de la misma autora en el mismo período
1.ª década (1984-1993)
Alexandra Sellers: Captive of desire / En las redes del amor (1982) Harlequin Super Romance n.º 13 / Súper Jazmín n.º 34. Un escritor que ha sufrido el gulag es liberado por los soviéticos y se reencuentra con una periodista británica que ha estado enamorada de él desde hace años.
Georgia Bockoven: A gift of wild flowers/ Flores salvajes (1985) Harlequin Tempattion n.º 57 / Super Julia n.º 21. Un tipo de vuelta del éxito empresarial guía por las montañas a una ambiciosa fotógrafa que aún no ha realizado su sueño.
Judith Arnold: Best friends / Una amistad inquebrantable (1987) Harlequin American Romance n.º 189 /American Love n.º 161. Un amigos a amantes, la versión más sencilla y estilizada del tópico, que funciona a la perfección.
Sandra Brown: Adam’s Fall /Tentación (1988) Loveswept n.º 252 / En España la editó Talismán, del grupo editorial Grup 62. Un enemigos a amantes de esos que echan chispas, qué divertido es ver cómo se odian y discuten quienes se sienten atraídos a su pesar.
Linda Howard: MacKenzie’s mountain /Lecciones privadas (1989) Silhouette Intimate Moments n.º 281 / Colección: Top Novel 3. Qué decir de este clásico de Howard, atemporal, la maestra recién llegada y el nativo americano que se enamoran en medio de los prejuicios del pueblo.
2.ª década (1994-2003)
Kathleen Korbel: A soldier’s heart (1994) Silhouette Intimate Moments n.º 602. Una enfermera con PTSD que le da al drinking, y un soldado al que salvo la vida en la guerra de Vietnam.
Jennifer Cruise: Anyone but you (1996) Harlequin Love and Laughter n.º 4. Con esta novela, Harlequin inició un sello que era más de comedia romántica. Una de mis novelas románticas favoritas ever. Ella tiene cuarenta años y está divorciado, no le interesan los niños ni volver a casarse, solo rehacer su vida, feliz con el desgalichado perrito que ha rescatado de la perrera. Él es médico de urgencias, tiene, ejem, ¿25 años?, y entre ellos hay una química fabulosa.
Suzanne Brockmann: The Admiral's Bride / Desafiando las normas (1999) Silhouette Intimate Moments n.º 962. Suspense militar, con un almirante que se introduce en un grupo extremista, y la joven doctora que lo ayuda a desactivar un arma peligrosa. Pocas veces la diferencia de edad funcionó tan bien.
Para las siguientes dos décadas, la verdad es que las cosas que me han gustado han sido muy esporádicas. Ninguna es de cinco estrellas, sino de tres y cuatro. Suelen ser autoras que he descubierto por otras cosas, veo que tuvieron pasado harlequinero y pruebo a ver esos libros anteriores.
3.ª década (2004-2013)
Sarah Mayberry: She’s got it bad (2009) Harlequin Blaze n.º 464. Se quieren, se gustan, pero no se atreven a confiar en el futuro
Courtney Milan: Unlocked (HQN, 2011). Un homenaje a quienes alguna vez han sido acosados. Los Turner 1.5
Carol Townend: Bound to the barbarian / Atada a un un bárbaro (2012) Harlequin Historical Subscription n.º 326 / Internacional n.º 522. Historia sencillita, en un entorno poco frecuentado, el imperio bizantino.
Cara McKenna (escribiendo como MegMaguire): Taking him down (2013) Harlequin Blaze n.º 762. Un luchador y una casamentera en el mundo de las artes marciales mixtas
4.ª década (2014-2023)
Jackie Ashenden: Bad boss (2020) Harlequin Dare n.º 113. Un buen romance de oficina.
No
me resisto a rematar el artículo con las novelas que, según mi base de datos,
son las más apreciadas por el público en cada década:
Años 1980: Lecciones privadas (MacKenzie’s Mountain, 1989) de Linda Howard. Mackenzies #1 / Silhouette Intimate Moments n.º 281 / Silhouette Sensation n.º 103
Años 1990: Anyone but you (1996), de Jennifer Cruise. Harlequin Love and Laughter n.º 4 / Mills & Boon Presents n.º 200
Años 2000: Tentando a la suerte (Get Lucky, 2000), de Suzanne Brockmann. Tall, Dark and Dangerous #9 / Mills & Boon Intimate (Australia) n.º 507 / Silhouette Intimate Moments n.º 991 / Silhouette Sensation n.º 612
Años 2010: Unveiled (2011), de Courtney Milan. HQN. The Turners #1
Años 2020: Tempted by her outcast viking (2022), de Lucy Morris. Shieldmaiden Sisters #2 / Harlequin Historical n.º 1681 / Mills & Boon Historical n.º 2097
Hola!!
ResponderEliminarJusto he leído el de Sandra Brown y el de Linda Howard, se nota el estilo de la autora, pero me faltó algo
Un besote
Lo fascinante es que se nota lo buenas que son, incluso en el formato pequeño, pero como estaban aún aprendiendo, notas que les falta algo para ser totalmente la Linda Howard, o la Nora Roberts o la Sandra Brown de los grandes éxitos.
EliminarLo alucinante es que se tiraron ¡años! escribiendo estas cosas antes de lanzarse a los «single titles» largos que las hicieron famosas.
¿Se podría tener una carrera así ahora? No lo sé, pero para mí que parte del secreto de su longevidad puede venir de ahí, que fueron aprendiendo la técnica paso a paso, breve pero firme.