viernes, 11 de agosto de 2017

Crítica: “Just the Sexiest Man Alive”, de Julie James

Contemporánea, con su toque divertido, estupenda si piensas que es una primera novela.

DATOS GENERALES

Título original: Just the Sexiest Man Alive
Fecha de publicación original en inglés: 2008
Subgénero: contemporánea

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Distante. Calmada. Contenida...
Nada perturba a Taylor Donovan. En el tribunal nunca deja que el contrario vea su sudor. En su vida personal, nunca deja que ningún hombre la ponga nerviosa, ni siquiera su ex prometido que la engañó. Así que cuando se le asigna para entrenar a. “Hombre más sexy del mundo” según la revista People para un papel en su próximo gran thriller legal, se niega a caer ante los encantos del galán de Hollywood. Incluso si es Jason Andrews.

Confiado. Famoso. Irresistible...
Jason Andrews está acostumbrado a que las mujeres caigan a sus pies. Cuando Taylor Donovan permanece indiferente, le pilla desprevenido. No se parece a ninguna mujer que haya conocido: no le interesa ser el centro de atención, aparentemente es inmune a sus avances, y sorprendentemente es capaz de decirle que no. A él. El desafío perfecto. Y cuanto más lo rechaza ella, más le parece que puede ser su pareja perfecta…
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Pues sí, estaba incluida en el tramo 201-220 en mi lista de Las mil mejores novelas románticas. Cuando salió, le dieron una crítica de FHK (Five Hearts Keeper) en The Romance Reader. También Rosario le dio una crítica de A- y Mrs. Giggles alcanzó una puntuación de 98. Para Romance Readers At Heart fue uno de los Top Picks de 2008. Estuvo en Lo mejor del resto en la encuesta All About Romance de 2013, en el puesto 164. Además, cuando se hacen recuentos de tópicos favoritos, se suelen acordar de ella entre los “favorite funnies” (divertidas favoritas) y “same sex friendships” (amistad entre personas del mismo sexo), porque sí, tiene su toque humorístico y además la protagonista tiene amigas estupendas.

CRÍTICA
Taylor Donovan es una abogada de Chicago. Es joven, muy buena en lo suyo (derecho laboral, en particular temas de discriminación) y aspira a convertirse en socia en dos años.
Jason Andrews se ha convertido en una sólida estrella cinematográfica a sus treinta y tantos. Le han escogido el “hombre más sexy del mundo” por enésima vez.
Taylor está en Los Ángeles actuando en un litigio sobre abuso sexista en el trabajo. Lo que menos se espera es que, además de la cantidad de horas que tendrá que pasar preparando el caso en la oficina y defendiendo a su cliente en el tribunal, deberá además hacer su cargo de esta superestrella.
Va a protagonizar a un abogado en su próxima película, y quiere que sea verosímil sobre cómo se mueve o cómo habla un abogado de verdad. Y Taylor es perfecta porque resulta una excelente abogada de litigios.
No quiere hacerlo, claro. Está muy liada con el caso, Jason resulta un insufrible demasiado pagado de sí mismo y resulta de lo más desconsiderado cuando se trata del trabajo ajeno, acostumbrado como está a ayudantes, agentes y publicistas que le resuelven los problemas.
Pero Jason ha decidido que sea Taylor la que le enseñe esas cosas. Y más cuando ve que el guión es erróneo en algunos aspectos.
Sin embargo, aunque Taylor no quiera perder el tiempo con el hombre más sexy del mundo, no le queda más remedio. El bufete para el que trabaja no le da opción. Un actor que cobra 25 millones de dólares por película es un cliente con mucho potencial litigioso, no se trata sólo de hacerle la declaración de la renta.
Chocan desde el minuto uno. Lo que intriga a Jason, sobre todo, es que Taylor no es como las mujeres con las que él se relaciona. No busca la fama, ni beneficiarse de su relación con él. Huye de las cámaras. No ha caído rendida a sus pies a la primera de sus espectaculares sonrisas.
Taylor, aunque siente que esto es una irritante pérdida de tiempo, no puede evitar sentirse intrigada por cómo será el hombre detrás de la estrella: un tipo leal, amigo de sus amigos, cuando se quita de encima la tontería de verse taaaaan fabuloso.
Estamos ante una comedia romántica. La tensión sexual existe, aunque luego sexo hay poquito, al final y no demasiado explícito. Es más la tensión romántico-emocional a través de diálogos ingeniosos. Quizá le falta un poquito de toque sexy. Mucha insinuación. Algo de momentos de tensión sexual. Pero si no iba a aportar nada al avance de la trama, tiene su lógica no incluir escenas sexis por rellenar.
Está bien, se lee como si estuvieras viendo una peli de Hugh Grant: amena, divertida, aunque luego la verdad es que te quedas con muy poquito porque no da más de sí. El final me dejó un poco “meh” por varias cosas.
Esas declaraciones públicas de afecto que me resultan bochornosas pero que tanto gustan en Romancelandia.
Y luego no me convence mucho que al final sea un poco Taylor la que tenga que elegir entre el hombre amado y su carrera. Nada trágico, pero sí que es incómodo que Jason no se plantee sacrificar nada por ella. Es como si el hecho de hacerse con el ligón más atractivo del mundo fuera premio suficiente, pero que aparte del tema de volverse monógamo (algo sólo creíble en una novela romántica), no veo especial cambio en él. Sigue siendo el mismo tipo arrogante y pagado de sí mismo que al principio de la novela. Sólo que ahora ama a una mujer, conoce lo que son los celos y que no siempre va a conseguir lo que quiere de manera fácil.
Como siempre que aparecen abogados, tribunales y litigios, aparecen cosas que a mí me resultan muy interesantes. Por ejemplo, que trabajan por horas. O que haya abogados de 800 dólares a la hora, si lo he entendido bien. Es sorprendente que monten juicios por jurado para todo. Ves que llegar a un acuerdo es, muchas veces, más provechoso que llegar hasta el final del juicio. En conjunto, da la impresión de una justicia muy cara en comparación con lo que es en España. Es un poco como lo que ocurre con temas sanitarios: parece que allí prestan este servicio público peor que aquí y además más caro. Bueno, más bien que no es considerado como un servicio público prestado por el Estado, sino algo bastante privatizado.
Con este libro comienzo mi repaso a la bibliografía de Julie James que me falta. Con el primero, que me parece tremendamente bien escrito para ser una primera novela: ligerito, sin rollos. Logra ese tono propio de la comedia romántica, con diálogos rápidos e ingeniosos.
Todo lo que he leído de James hasta la fecha me ha gustado, y esta novela no es una excepción.
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: seppies y fans de Rachel Gibson.

Otras críticas de la novela:
Julie James es una escritora tan buena que tiene a sus fieles lectoras españolas a pesar de que no la han traducido. Hay reseña en Muero por los libros, en Hechizada por libros y (a pesar de su título, también es en español), Scared Angel.

En All About Romance hay crítica de B-. Jane, en Dear Author, le da una B-. En The Book Smugglers le dan una puntuación de 7 y lo consideran “Very good”.


2 comentarios:

  1. Sólo he leído una novela suya y me resultó bastante entretenida así que seguiré leyéndola, aunque espaciando los libros porque la misma fórmula al final me cansa. Reconozco que ésta en concreto no me llama tanto la atención como otras suyas pero la acabaré leyendo.
    Beostes!

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    1. Sí, tienes razón en que si se repite la misma fórmula, no es muy adecuado leer una detrás de otra. Yo también voy espaciando.

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