Ains, qué estupenda, casi hasta
cuqui
DATOS GENERALES
Título original: Infamous
Subgénero:
contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: noviembre 2017
Serie: Famous #2
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según la página Fiction Data Base)
¿Será suficientemente
valiente para enfrentarse al son que tocan?
Todo lo que el prometedor músico Jesse
Jamison quiere es estar en la portada de Rolling Stone. Cuando el sitio web de cotilleos casi le pilla a
alguien besando a alguien que no es su famosa novia –y que tampoco es una
chica–, considera que este casi desastre es una llamada de atención. Hay mucho
que depende de su imagen de roquero superhetero, y si quiere que sus sueños se
cumplan, tendrá que seguir estrictamente la línea marcada. Afortunadamente,
también le van las mujeres. Problema resuelto.
Después de una década pretendiendo que sólo es compañero de habitación, Hunter Wyatt pasa de esconderse. Puede
que no sepa cómo ligar en el mundo de Grindr, o hacer amigos en una ciudad
extraña, o si su nuevo trabajo en Toronto es un error. Pero lo que sí sabe es
que nadie merece que él se quede en el armario. Ni siquiera la más sexy
estrella del rock mundial.
Cuando el trabajo caritativo de Jesse en el hospital de Hunter los acerca,
se desarrolla un bromance entre los
dos. Pronto, Hunter es lo único en lo que piensa Jesse. Pero cuando tiene que
elegir entre Hunter y su carrera, no está seguro de ser suficientemente
valiente como para seguir a su corazón.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí. No entró en mi lista de las mil mejores novelas de romántica pero
ahora sí que estaría, allá por el puesto seiscientos y pico. Varios blogueros
lo escogieron entre lo mejor del año 2017 (All About Romance, Maria Rose y
Kini) y tuvo críticas máximas, en All About Romance, The Good the Bad and the
Unread y en Smexy Books.
CRÍTICA
Este mes el reto 12 meses… tiene
previsto Foxes, de Suki Fleet. Pero estaba solo en papel y demasiado cara para mi. Creo entender que la han publicado hace unos días en digital a un precio razonable, pero ya fue demasiado tarde. La apunto y otro día será.
No quise dejar de contribuir al reto, así que elegí
otra de esas con estupendas críticas. Al principio pensé Carry the Ocean, de Heidi Cullinan, pero me sonó el argumento un
poco angustioso, y me incliné más por esta que iba del mundo del rock. ¡Qué
descubrimiento!
Jesse, joven roquero de cierto
éxito, coge el tren entre Montreal y Toronto. En una secuencia muy
cinematográfica, recorre el pasillo en busca de un lugar donde sentarse y va
calificando aquí no, aquí sí, al lado de qué viajeros puede sentarte y al lado
de cuáles no conviene.
Y aunque tenía pensado sentarse
junto a la mujer de negocios de mediana edad (las mejores compañeras de
asiento, para Jesse), acaba optando por el hot
guy.
Pega la hebra con el hot guy, Hunter, un pediatra hospitalario que
está súper bueno, abiertamente gay y con el corazón roto. Sorprendentemente, un
tipo tan centrado conecta muy bien con este roquero veinteañero con ambiciones
de llegar a lo más alto.
Durante ese viaje, Jesse se entera
que sale una foto comprometida de él y su chica rompe con él. Lo que nadie sabe
es que la otra persona de esa foto no es una chica, sino que se morrea con un
chico.
En lo que parece un momento
terrible, un parón en su búsqueda del estrellato, Jesse consigue un
representante que promete llevarles, a él y a su banda, a lo más alto. Pero
tendrá que hacer las cosas como él diga. Eso incluye nada de chicos. Jesse acepta, no le parece un precio alto por
pagar. Todo el mundo le toma por un ligón empedernido y, al fin y al cabo, no
le importa, siendo bisexual, siempre puede limitarse a las mujeres.
Dos años después, Jesse and the
Joyride son, efectivamente, una de las bandas de moda, con un éxito mundial.
Hunter Wyatt decide contactar con Jesse a ver si puede hacerle una visita a una
fan, una niña ingresada en el hospital.
A partir de ahí, se dan cuenta de lo
bien que se caen, se tratan más, se llevan fenomenal y se desarrolla entre
ellos una de esas estrechas amistades entre tíos llamadas bromance.
Hunter, abiertamente gay, está
empezando tímidamente en el plan del ligoteo moderno, con Tinder y esas cosas,
Grindr quizá le supere… Él lo que busca es una relación estable, alguien de quien
enamorarse, y que no lo oculte como si fuera un secreto vergonzoso. Le gusta
Jesse, pero este es tan abierta y claramente hetero, que Hunter se conforma con
su amistad.
Jesse, por su parte, se siente muy
atraído por Hunter, pero nadie sabe que es bisexual. No ha estado con un tío
desde que su representante se lo prohibió, por tema de imagen. Vamos, que está
tan metido en el armario que vive en Narnia. Se conformará, él también, con ser
amigos.
¡Esto es Romancelandia, tíos!
¡¡El «solo amigos» nunca funciona!!
(Si no, se llamaría Amigolandia,
claro.)
Me ha encantado esta novela. Los
personajes son tan atractivos, tan complejos, con sus dudas, sus éxitos, sus
meteduras de pata, su sinceridad, su rectitud… Que son de esos a los que tú ves
tan reales que tienen que existir de
verdad en alguna parte.
Me puse a leerlo, y no podía parar…
Claro, tenía que dormir, y desayunar, e ir al trabajo,… pero solo por el tiempo
imprescindible, porque no podía dejar de
pensar en Hunter y Jesse, y cómo seguiría adelante su historia.
La trama es de esas slow burn. Durante gran parte de la
novela son un par de amigos que se llevan fenomenal, con una relación tan buena
que solo les falta el sexo para ser una pareja perfecta,… Y cuando este llega (se
hace esperar) es explícito y tiene sentido dentro de la historia. En estas
escenas, no dejan de ser ellos mismos, son muy coherentes en este aspecto con
cómo son en otros de su vida.
Luego hay el arco de crecimiento
personal. No son las mismas personas al principio que al final. Han madurado,
han cambiado cosas de su vida y resultan,… mejores para sí mismos y para los
demás.
En cuanto al estilo diría que es de
esas contemporáneas con sus momentos serios pero también otros muchos de humor. ¿Dramedia? Pues eso. Como muchas novelas rosas gais, siempre parece que, al final, todo el mundo
abraza la diversidad sin problemas,… Aquí también es así, pero menos. Se ve que
también hay gente que te va a rechazar por ser gay, y eso, cuando se cuenta de
esa manera suavecita, sin hacer sangre, te ofrece un puntín de realidad que se
agradece.
Un cantante de rock parece poco creíble
para una relación monógama y estable. Es algo que ya advertí al leer Rock Addiction de Nalini Singh, que un trabajo cuyo lema es «sexo,
drogas y rocanrol» no suena como buen material para hacer un marido. ¡Pero esto
es una fantasía romántica! Es como una especie de fantasía de rock blanqueada
en la que los músicos pueden ser tiernos, generosos, centrados y maduros,
preparados para comprometerse en una relación a largo plazo, y fieles a una
sola mujer (bueno, en este caso, un solo hombre).
¡Pues resulta totalmente creíble que
Jesse esté dispuesto a sentar la cabeza con Hunter!
Y se ambienta en Canadá, lo cual es
algo original que se agradece.
No le puedo poner un pero a esta
historia. No cambiaría nada de este libro. Me pareció prácticamente perfecto.
Así que sí, es de los que me ha
dejado resacosa, incapacitada para ponerme a leer otra de romántica justo
ahora. Tengo que dejar pasar unos días antes de poder enfrentarme a otra pareja
de amantes.
Tengo que mirar a ver qué otras
novelas destacadas hay de Jenny Holiday, a ver si es que sonó la flauta o si
otras novelas suyas son así de geniales.
Valoración personal: excelente, 5
Se la recomendaría a: amantes del rock, los médicos sexis y
el slow burn.
Otras críticas de la novela:
Sólo he visto críticas en inglés, y en general, gustó:
DIK A le dan en
All About Romance.
The Good,the Bad and the Unread, una A.
Smexy Books,
A-.
El total score que le dan las Audiogals al
audiolibro narrado por Michael Fell es una A-, (la
narración, B+ y la historia, A).
4.5 estrellas le dan en
The Novel Approach Reviews.
Jay (JoyfullyJay), 3.75.
Acabo con
una curiosidad, el artículo «Happy Canada Day! Here are some queer reads set in the Great White North!» que la página web
Just Love dedicó a novelas gais ambientadas en Canadá el 1 de julio de 2018.