viernes, 31 de julio de 2020

Crítica: “I’m in no mood for love”, de Rachel Gibson

Contemporánea, sexi y con su toque de humor

Avon, 10/2006


DATOS GENERALES

 

Título original: I’m In No Mood For Love

Subgénero: contemporánea

 

Fecha de publicación original en inglés: octubre de 2006

Parte de una serie: Writer Friends #2

Páginas: 384

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

 

¿Qué le pasa a Clare Wingate? Un instante está padeciendo en un vestido rosa que nunca volverá a lucir, y al siguiente resulta que es por la mañana… y tiene la peor resaca de su vida.

Para empeorar las cosas, no lleva nada salvo un poco poquito de Escada y echada junto a Sebastian Vaughan … el chico que le gustaba de niña que se ha convertido en un periodista sexi que recorre el globo. En algún momento entre el brindis y el lanzamiento del ramo se ha metido en un buen lío.

Clare tiene derecho a a enloquecer un poco, después de todo, se ha quedado noqueada hasta sus zapatos teñidos después de encontrar a su prometido en una posición comprometida con el chico de las reparaciones. Claramente, su boda de sociedad queda descartada.

Pero Sebastian la pica de la peor manera posible, y de la mejor. Clare no está en modo amor, ni siquiera en modo lujuria, y quiere olvidar a Sebastian y sus impresionantes abdominales. Tan pronto como sea posible. Pero él tampoco está en modo de echarse a correr, y su beso es imposible de olvidar.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Estaría entre esas 4.000-5.000 novelas que merece la pena dar una oportunidad. Apareció en el Top 1.000 de Romance.Novels.Me, la 643. Además, tiene un par de tópicos de esos que gustan mucho, amistad entre personas del mismo sexo y «amigos a amantes».

 

CRÍTICA

El año pasado, para un TBR Challenge, comenté esa novela, en inglés. La he vuelto a leer y la comentaré en español, contando más o menos lo mismo.

Para estos tiempos de incertidumbre, no hay nada mejor que algo poco complicado, sexi, y con su toque de humor, como Rachel Gibson.

El tópico de aquel mes era Backlist Glom (author with more than one book in your TBR), es decir, un autor de esos que te quieres leer toda su bibliografía, y tienes varios libros suyos en el montón de los que están pendientes de leer.

Hay varias autoras así en mis baldas y, sobre todo, en mi Kindle. Así que tenía donde elegir. Si decidí en aquel momento inclinarme por Rachel Gibson fue porque había leído varias novelas románticas históricas y me apetecía un cambio de aires, y esta novela pertenecía a una de las pocas series de Gibson que todavía no había empezado.

Esta vez la he releído porque Rachel Gibson es una lectura segura, ni te remueve el estómago ni la neurona. Admito que es una de mis novelistas favoritas, y me he leído casi todos sus libros, unas cuantas en traducciones. Esta serie no está traducida, y ese es uno de los motivos por los que me queda aún pendiente.

Al principio de este libro, conoceremos a Clare Wingate en uno de los peores días de su vida. Es la boda de una de sus mejores amigas, y es dama de honor, toda vestida de rosa, y con tules,… pero es también el día en que descubre que su prometido es, de hecho, gay. Y lo descubre de una manera que no deja lugar a dudas.

Yo siempre digo que en una boda las que mejor se lo pasan son las amigas de la novia… Pues no es así en este caso. No se le ocurre cosa mejor que beber cual cosaca y eso lleva a que, al día siguiente, amanezca en una habitación de hotel, desnuda, bueno, con un tanga. Ha pasado la noche con Sebastian Vaughan, un periodista de renombre al que conoció de chiquilla, pues era el hijo del jardinero de su madre.

Se sienten intensamente atraídos el uno por el otro. Están en su treintena, libres y sin compromiso. Así que con el tiempo acabarán siendo unos follamigos, o amigos con beneficios. No nos confundamos. La romántica Clare sueña con su «felices para siempre», incluidos niños y perros. Lo que ocurre es que justo ahora no está de ánimos para buscar el amor. Así que Sebastian, sexi y alérgico al compromiso, resulta el tipo perfecto con el que tener un lío de rebote.

Claro que esto es Romancelandia. Sabemos que eso de «solo sexo» nunca funciona. Y más tarde o más temprano el amor se mezclará en esta clase de relación.

Ha sido una lectura ligera, y la disfruté bastante. Clare es escritora de novela romántica y de este hecho proceden algunos de los momentos buenos, graciosos, de la historia. Aparecen siempre las preguntas tontas que se les hacen a las autoras de romántica, como la inspiración para las escenas sexis, o el desprecio con el que se habla de este género. Un punto a favor de Sebastian es que él, aunque no conocía el género, le da la oportunidad y lee alguna de las novelas de romántica histórica que escribe Clare. Y hasta le encuentra algo de gusto.

Gibson es genial construyendo tensión sexual entre los personajes principales, y este libro no es una excepción. La parte sensual está logradísima.

Ahora, la parte romántica es algo que no siempre… acaba redondeando. Me refiero a ese momento en el que la relación sexual se transforma en algo diferente, ese momento mágico en el que ellos descubren que están enamorados. No lo hace tan bien, al menos no para mi gusto.

Yo creo que sabe crear protagonistas masculinos tan fuertes, tan duros y tan reacios al compromiso, que cuando cambian y dicen «caramba, estoy enamorado», pasa muy rápido, de manera algo inesperada y encuentro que es difícil de creer.

Valoración personal: buena, 3

 

Se la recomendaría a: quienes deseen pasar un buen rato con una historia contemporánea sin complicaciones.

 

Otras críticas de la novela:

 

Hay crítica en español en El rincón de la novela romántica, donde la consideran sencilla y previsible, y aún así, bonita. 

El resto de las que he encontrado están en inglés, y son más bien tibias.

Mrs. Giggles, 3 Oogies

Kaetrin firma la crítica en AudioGals dedicada al audiolibro, narrado por Kathleen Early, y el dan una C+ a la historia, y B/B+ a la narración. 

Jayne, en Dear Author, le da una C+

Otra C+, en All AboutRomance

BookNAround le hace un crítica poco entusiasta. 

martes, 28 de julio de 2020

Crítica: “Reforming Lord Ragsdale”, de Carla Kelly


Una delicia, humor seco y temas serios
Signet, 10/1995

DATOS GENERALES

Título original: Doing Reforming Lord Ragsdale
Subgénero: Regencia tradicional

Fecha de publicación original en inglés: Octubre de 1995
Editorial: Signet Regency Romance
Páginas: 224

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

El progreso del libertino
Emma Costello tiene una deuda de honor con el menos honorable de los lores del reino. El infame Lord Ragsdale no era solo eso, sino también pecador y tan insensible como guapo. Pero salvó a Emma de un destino peor que la muerte cuando impide que un bruto lascivo la compre como trabajadora forzada.
Era la oportunidad de Emma de salvar a Lord Ragsdale de sus costumbres perversas. Tiene que encontrar forma de que deje de beber, el juego, sus juergas. Tendrá que hacerle abandonar a su amante, la soberbiamente sensual Fae Moulle. Le convertirá en el pretendiente adecuado para la esposa ideal, nadie mejor que la impecable Lady Clarissa Partridge. Y por encima de todo, tiene que mantener su ojo lujurioso alejado de ella misma, incluso cuando lucha por mantener su propio deseo a raya, para no deshacer todo su duro trabajo para la transformación de este irresistible libertino…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, en mi lista de Las mil mejores novelas románticas apareció en el puesto 257. Entró en la lista Top 100 de All About Romance, la del año 2004, en el puesto 63. En 2013 quedó entre «lo mejor del resto», la 144. Aparece entre las cien mejores de Dear Author, la 19. Igualmente estuvo en las mil mejores de RomanceNovelsMe, la 38. Ha tenido buenas críticas: DIK A en All About Romance, cinco estrellas en Romantic historical reviews y The Romance Dish. ¡Y tiene un planteamiento enemies to lovers! No es de extrañar que esté entre las favoritas de muchos lectores, de manera que a la hora de hacer el último Top 100 en All About Romance llegara al Round 2.
  
CRÍTICA

Rico y atractivo, John Staples, Lord Ragsdale perdió a su padre de la forma más violenta y desagradable. Ahora pasa los días abúlico, entregado a la bebida, a su amante, despreocupándose de todo porque no hay nada que le interese.
Su tranquila vida se ve alterada cuando le llegan unos primos de América a los que tiene que colocar: a él en la universidad y a ella en los salones a ver si pilla un buen partido.
Los acompaña una sirvienta indentured, o sea, una trabajadora forzosa: la irlandesa Emma Costello. Lord Ragsdale, después de haber perdido allí a su padre y quedar él mismo malherido, odia todo lo irlandés.
Emma, muy digna, ha conocido tiempos mejores antes de caer en la servidumbre. Acepta resignada su destino, mientras odia… a los ingleses, que le han destruido la vida.
O sea, antipatía mutua desde el primer momento.
Eso no evita que, cuando Emma corre el riesgo de caer en manos de un tipo bastante desagradable, el caballeroso John acabe rescatándola.
John se hace así con el contrato de labor forzosa de Emma. No tiene el menor interés en ello. Para ganarse su libertad, Emma encuentra un trabajo a su medida: reformar al perdido lord Ragsdale.
Hacer eso cuando no se tragan el uno al otro, tiene mérito. Emma piensa…
Quiero algo mejor para este hombre, aunque no hay razón por la que yo debería hacerlo.
Estamos ante un Regencia tradicional, continuación de la obra de Georgette Heyer. Reconozco que en cuanto empecé a leer, todo el planteamiento me recordaba a esta autora: así de bien escritos, personajes con un humor semejante, conversaciones ingeniosas, sin intimidad física.

Ha sido una delicia. Reconozco que no es una novela de esas que te atrapen: me llevó seis días y eso que no llega a las trescientas páginas. La fui saboreando poco a poco.

Esos diálogos que contrastan con sus pensamientos, esos protagonistas que interaccionan con distancia pero inevitable humor… Son personajes cerebrales que no dejan que sus pasiones obnubilen su entendimiento. Sus sentimientos van cambiando poco a poco, del odio al respeto, de este a la amistad y de aquí al amor… pero incluso cuando este llega, se lo callan e intentan sobrellevarlo con sensatez.
Porque un final feliz no parece posible.
John tendría que casarse con una muchacha de buena familia, y ahí entra en juego la intachable Clarissa. Emma confía en saber algo de sus familiares desaparecidos, probablemente en Australia, con lo cual parece inevitable que su futuro esté allá, lejos de lord Ragsdale.
Estaba yo leyendo, y veía que me acercaba al final y me devanaba los esos intentando adelantarme a ver cómo lograría la autora un final feliz verosímil y… Demonios, qué bien lo resuelve, cómo logra que ninguno de los dos renuncie a lo que les resulta importante.
Y, ¡ay, qué montón de escenas románticas! De esas en las que un personaje hace justo lo que no le gusta, y lo hace en beneficio del otro. No solo tienen que superar su odio mutuo, que por cierto no es una inanidad, ambos han sufrido mucho y es lógico que ella odie a los ingleses y él a los irlandeses.
Me pareció todo tan romántico y tan bien escrito, que sinceramente ni eché en falta la parte erótica. Porque sí, este tipo de novela son «blancas»: nada de sexo entre héroe y heroína, algo lógico y más realista con lo que debió ser la Regencia. 
Una novela puede ser superromántica, intensa y apasionada sin necesidad de sexo explícito. Austen lo demostró, Heyer lo ratificó y Kelly sigue esa línea.
No me entendáis mal: me encanta sexo explícito en la romántica. Pero puede haber novelas excelentes sin él, con tal de que estén bien escritas.
Solo había leído una novela de Carla Kelly, Doing no harm, y aunque me gustó, no me entusiasmó. Me pareció demasiado sentimental, inclinada a lo religioso, y se centraba más en las peripecias de los parroquianos que en la relación entre los protagonistas. Aquí no pasa eso.
Hay momentos duros, porque las experiencias irlandesas de uno y otro son brutales, y la situación de Emma, lo ocurrido con su familia, la incertidumbre de no saber quién está muerto y quién vivo… es terrible.
Pero eso no quita que aquí lo que te cuenta es una historia de amor, de dos personas que se conocen, se odian al principio por el país al que pertenecen y la religión que cada uno profesa… pero luego, poco a poco, se van conociendo, respetando, aprenden a apreciarse y a ser amigos. Cuando descubren en sí mismos sentimientos amorosos por el otro, no se lanzan de cabeza a una relación apasionada, sino que se callan lo que consideran un amor sin futuro y saben sacar lo mejor de sí mismos en beneficio del otro.
Admito que hay cosas que pueden echar para atrás a muchos lectores. Aquí no hay pasiones intensas, toda la sensualidad se consume en un roce, un abrazo, un beso… Se nota que hay un fondo conservador y religioso en la autora… La trama no es muy creíble porque toda la reforma del lord resulta ridículamente fácil,… Sí, tenéis razón. 
Pero a mí me atrajo, ante todo, que esté tan bien escrita y, luego, su romanticismo, el ingenio de dos personas tan inteligentes hablando o el humor seco de lord Ragsdale. Ninguno de los protagonistas son unidimensionales y la ambientación no te presenta la trillada Regencia de bailes y fiestas campestres.
Al final, dentro de lo que es este tipo de novela, y sabiendo lo que te espera, me ha parecido simplemente perfecta. La he disfrutado tanto que ahora sí que me entran ganas de leer más historias así.

Valoración personal: excelente, 5

Se la recomendaría a: quienes gusten de una novela bien escrita, romántica y «blanca».

Otras críticas de la novela:
 No estando traducida, es difícil que haya críticas en español y si la hay, yo no las he encontrado.
DIK A en All About Romance
The Romance Dish, 5 estrellas. 
Mary Kingswood, 4 estrellas
La Deetda Reads, 4,5 estrellas
Julie Coulter Bellon Book le hace una reseña favorable. 
Por contra, Mrs. Julien simplemente lo encuentra todo muy increíble, en su crítica de este y otros dos libros de Kelly

sábado, 25 de julio de 2020

Crítica: “Los Anillos de Afrodita”, de Amanda Quick


Una heroína aventurera y un caballero misterioso… Muy A. Quick



DATOS GENERALES

Título original: With this ring
Subgénero: misterio histórico

Fecha de publicación original en inglés: 1998

Parte de una serie: Vanza #1
Páginas: 384

Edición en España
Traductora: Delia Lavedan
Publicación: 8/2000
Club Círculo de Lectores
368 págs.


SINOPSIS (según la contraportada)

Beatrice Pole es una apasionada e intrépida mujer que se gana la vida como autora de novelas góticas. Su vida da un giro cuando sospecha que su tío ha sido asesinado tras comprar los «anillos de Afrodita». Estas legendarias joyas serían la llave de una estatua de la diosa, en cuyo interior habría un tesoro. Ahora han desaparecido y para encontrarlos Beatrice recurre a un experto en el tema, el huraño y excéntrico conde de Monkcrest.
Leo de Monkcrest es acusado de practicar magia y otras artes sobrenaturales en la soledad de su castillo. La repentina llegada de Beatrice le disgusta, aunque pronto siente una inexplicable atracción por ella e intenta evitar la búsqueda del mítico tesoro porque teme por su vida. Pero ni siquiera reteniéndola en sus brazos podrá acabar con el peligro que acecha a ambos...

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Estaría entre las mil y las dos mil mejores novelas románticas. Entró en el Top 1.000 de Book Binge, en el puesto 984. Fue un Top Pick! para Romantic Times. Y es de esas novelas que podrás ver entre las favorite funnies de las lectoras, es decir, de las clásicas con cierta gracia, chispa o humor. Aparte de eso, el héroe es de los que se consideran bastante atractivos, tanto por ser una modalidad de héroe beta como un MLD (más abajo lo explico). Eso sí, en la encuesta anual de All About Romance de 1998 los lectores le dieron la mención «honorífica» en la categoría de lectura más decepcionante del año.


CRÍTICA

Durante el confinamiento me dio por volver a escuchar, por su orden, los podcasts de Smart Bitches Trashy Books. El episodio 128, de febrero de 2015 (¡ya ha llovido!) lleva por título Mysterious Loner Dudes & What Jane’s Been Reading.

A partir del correo de una lectora hicieron sugerencias sobre el tópico MLD, mysterious o moody loner dudes. Tipos solitarios, que no hablan mucho, y que resultan misteriosos o malhumorados. El prototípico héroe taciturno del Oeste sería uno de esos. Caí entonces en la cuenta, por los ejemplos que ponían que, ¡vaya!, este era otro de esos tipos de personajes que me gustaban.

Así que me propuse releer alguna novela con este tipo de personaje y, de paso, apuntarme otras recomendaciones.

Por eso, unos días que me cogí para ir a la playa, metí en la maleta estos Anillos de Afrodita que tenía por casa, para refrescar un poco a ver qué tipo de personaje masculino es ese MLD.

La verdad es que me lo pasé pipa. Y eso que, estando en papel, la lectura playera no es tan cómoda como en electrónico. Véase...

Tenemos a la típica heroína Amanda Quick: una señora de siglos pasados que, sin embargo, consigue ser una intelectual. Beatrice, en concreto, escribe novelas góticas, ya sabéis aquellas tipo Los misterios de Udolfo o El monje.

Si os acordáis, esa clase de novela tan melodramática presentaba a jovencitas virtuosas acababan en casoplones solitarios donde hombres mucho mayores que ellas suponían una amenaza para su castidad y su corazón. Jane Austen, mujer sensata y nada sentimental, parodió este tipo de novela en La abadía de Northanger.

En cierto sentido, Quick, pese a convertir a su heroína en escritora de góticas, también se burla de sus excesos. Beatrice no es ninguna jovencita, sino una viuda de casi treinta años. No necesita sales, ni es dada a los desmayos, aunque más de una vez se meterá en líos un poco imprudentemente, teniendo que acudir al rescate Leo el tenebroso.

Le pone un héroe misterioso, diez años mayor que ella, uno de esos «monjes locos de Monkcrest» que encajaría muy bien en uno de esos romances góticos. Se rumorea que le da a la magia, que está un poco loco, y hasta quizá sea capaz de convertirse en hombre lobo.

Todo, por supuesto, meras habladurías sin sentido, porque Monkcrest es un hijo de su tiempo, ilustrado y materialista, con escasa paciencia para los magufos. Lo que no impide que, como todos los de su casta, ame apasionadamente una vez en la vida.

Beatrice recurrirá a Leo para que le ayude a encontrar unos anillos legendarios, por los que cree que ha sido asesinado su tío. Leo le ayudará, no porque crea en piezas mágicas, sino porque Beatrice resulta ser lo más entretenido y excitante que le ha pasado en años.

Ambos fingen que sus matrimonios fueron estupendos, cuando en realidad no pasaron de mediocres. Descubrirán la pasión y el amor el uno en los brazos del otro. Solo que Beatrice es bastante peculiar e independiente, y Monkcrest deberá tener bastante mano izquierda para llevarla a donde quiere…

Ha sido una novela amenísima de leer. Tiene un cierto sentido del humor, muy sutil, con diálogos bastante ingeniosos y juegos de palabras de esos que te hacen sonreír. La leí en español, y admito que la traducción le quita parte de la gracia. A veces me pasaba como la heroína, que no pillaba el chiste… hasta que mi cabeza se imaginaba cuál era el texto original y entonces sonreía sin poder evitarlo.

Es histórica y con su punto de suspense, ya que hay varias muertes sospechosas en el camino de estos sabuesos aficionados. Por eso digo que es un misterio histórico: novelas románticas históricas con su punto de intriga pero sin demasiado gore.

Me entretuvo muchísimo. Me la leí de un tirón. Así que se convirtió en la perfecta lectura de mis mini-vacaciones playeras. Luego es verdad que, bueno, si has leído unas cuantas de Amanda Quick, no acabas diferenciando mucho entre ellas. Parece que repite una y otra vez el mismo planteamiento de héroe algo inquietante, colado por ella, y heroína intelectual algo despistada sobre su enorme atractivo y totalmente clueless sobre lo mucho que él la desea.

Encontrarás en esta novela un poquito de intriga, mucho humor, diálogos graciosillos, aventuras diversas que no te dejan respirar entre una y otras, y sí, romance… La parte física es la imprescindible, un par de escenas explícitas, con lo que cada roce, cada beso,… es más intenso. Provoca mucha más tensión sexual esto que llenar las páginas de sexo.

Gracias a la profesión de la heroína, leemos reflexiones muy sabrosas sobre lo que es escribir en un género popular despreciado por los críticos:

Pero, como dijo una vez tío Reggie, un autor debe decidir si escribe para sus lectores o para la crítica, porque generalmente no hay manera de complacer a ambos.

Leo detesta este tipo de novelas y, sin embargo, está con su chica al cien por cien, sintiendo respeto por Beatrice como escritora.

Me quedo con la impresión de que los héroes MLD, a diferencia de tu héroe torturado estándar, son simplemente reservados. No odian a todas las mujeres porque una los engañó. Ni sus turbulencias interiores les impiden ayudar a la heroína. Ni su indudable deseo físico por ella les hace imponerse violentamente.

Si entendí bien lo que decían sobre el MLD en el podcast, el genuino tipo solitario es un misterio tanto para la heroína como para el lector. En ese sentido, quizá Leo no sea tan prototípico, porque aunque Beatrice esté in albis, la lectora intuye bastante fácil los sentimientos y las emociones de este hombretón.

Delicioso, en cualquier caso.
Bantam, 3/1998

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes disfruten de ironías suaves.

Otras críticas de la novela:

A Diario de una pringadilla, simplemente, ¡le encanta! 

Trini, en El rincón de la novela romántica, dice que no es una de sus favoritas de la autora, pero pasó un rato muy entretenido con ella. 

También positiva es la de Teresa, en Críticas, reseñas y opiniones de libros

En inglés, tenemos dos críticas en All About Romance, una de B que firma Rebecca y otra de B- escrita por Laurie. 

Gayle and Books considera que los libros de esta serie, Vanza, son adictivos. 

Finalizo con la sinopsis y análisis detallado que le hacen en AllReader

miércoles, 22 de julio de 2020

«Las apariencias engañan»


Este año estoy comentando algunos tópicos de romántica. Doy preferencia a los que a mí me gustan. Explicar un poco por qué creo yo que funcionan y luego poner ejemplos, por si os gustan.


Bajo la denominación amplia de «travestismo y disfraz» me refiero al puro teatro: las cosas no son lo que parecen. En muchas ocasiones se trata de una muchacha disfrazada de chico; pero también incluyo a personajes que se hacen pasar por quien no son, o recurren a subterfugios diversos para ocultar sus actividades; principalmente, espías, aunque también hay algún periodista.

En el caso de mujeres disfrazadas de hombre, estamos ante un tipo de personaje con raigambre literaria. Recordemos los papeles con calzones (breeches-role) del teatro clásico; por ejemplo, en las comedias de la Restauración inglesa fueron relativamente frecuentes, con pizpiretas actrices especializadas en deleitar al público con este tipo de fingimientos. Enseñando, de paso, tobillos y piernas, algo entonces impensable en cualquier otro contexto. Pero vamos, que encontramos mujeres disfrazadas de hombre en obras tan diferentes como La vida es sueño o La flecha negra.

En esta modalidad exige mucha suspensión de la incredulidad. Es cierto que la gente ve lo que quiere ver, y si ya ha decidido que eres una cosa, se fijará solo en lo que confirma su creencia y desestimará aquello que la pueda poner en duda. Incluso así, en el caso de las mujeres disfrazadas de hombres, siempre me ha parecido que sería difícil ocultar las curvas en la realidad.

En la modalidad de espías, en cambio, todo lo que te cuenten es absolutamente creíble y más.


¿Por qué funciona?

Toda narración tiene que tener una tensión interna, que te anime a seguir leyendo.

Puede que la ocultación sea también una sorpresa para el lector, pero normalmente no es así, de manera que por una parte sientes el regocijo propio de quien sabe algo que el personaje desconoce y la anticipación de «a ver qué pasa cuando él se dé cuenta de que ella es una mujer»… «o cuando ella descubra que este tontorrón es en realidad un inteligentísimo espía de la Corona».

En el caso de las heroínas disfrazadas de hombre, pueden ser escenas de revelación espectacularmente intensas y románticas, como la de la película Yentl.

El placer del lector viene así, una vez más, por el contraste entre lo que las cosas son y lo que parecen, y cuanto mayor sea la diferencia entre la careta y el rostro que oculta, mejor. No hay más que pensar en el éxito de personajes como El Zorro o La Pimpinela Escarlata. También gusta por el ingenio que tienen que desplegar estas personas para protegerse y no ser descubiertas, competence porn en grado sumo. Eso implica mentir, imaginar, crear apariencias, distraer, salir del paso como se pueda y con sangre fría, algo siempre admirable.

Este tipo de historias me gustaron mucho, desde siempre, sobre todo el de las mujeres disfrazadas de hombre. Esto permitía a las protagonistas femeninas hacer cosas interesantes: luchar, tener aventuras, ser activas. Juana Sedley fue, lo reconozco, una de las heroínas de mi infancia, junto a Jo de Mujercitas y Jorge de Los Cinco. Entonces parecía divertido, sin más. Luego con los años, se añadió el morbo sexual, el notar que al personaje masculino le atraía inexplicablemente otro hombre y se empezaba a plantear cosas sobre su sexualidad.

Sí, porque este tipo de obras exploran el género como algo diferente al sexo biológico, y pueden insinuar la fluidez del gusto erótico, todo depende de cómo se trate.

También admito que puede haber gente a quien le inquieten e incomoden este tipo de planteamiento de género, sexo e identidad sexual, claro. Es legítimo, como (casi) todo. No seré yo quien le diga a la gente lo que tiene que pensar y sentir, aunque sea diferente a mi forma de ver las cosas.


Por subgéneros


Aquí yo diferenciaría tipo de argumento.

Si estamos ante mujeres travestidas, será principalmente en histórica donde lo encontremos.

Si es más bien alguien que se hace pasar por lo que no es, puede darse en cualquier contexto, pero parece particularmente adecuado para el suspense romántico.

Mis preferidas de este tema

Ya he dicho que este tipo de argumentos de identidades ocultas a mí me gusta mucho. Me llevó a pensar en alguna de Sandra Brown que borda, pero me he dado cuenta que forma parte del giro o sorpresa final saber que tal personaje no es quien tú has pensado en las trescientas páginas anteriores. Y como yo me esfuerzo en destripar historias, pues nada, esa se quedará en el tintero y no la mencionaré.

Una de las autoras en histórica que más trata de apariencias engañosas es Joanna Bourne, a lo largo de su serie sobre espías en la época napoleónica, que lucen ingenio a espuertas. Destacaría, en ese sentido, la primera, The spymaster’s lady / Desarmado por un baile (2008)  y la tercera, The forbidden rose (2010). Pero también quiero recordar un relato corto que es una auténtica delicia, «My true love hath my heart» en la antología The last chance Christmas ball

Hay muchas novelas románticas históricas con este tipo de imposturas, y estas son solo algunas de las que yo destacaría, todas históricas:

·         Kathleen Woodiwiss: Ashes in the wind / Cenizas al viento (1979) 
·         Jo Beverley: Something wicked / Atrevida (1997) Los Malloren #3 
·         Connie Brockway: All through the night / Noches de pasión (1997) Royal Agents #2 
·         Eloisa James: Duchess by night (2008, histórica) Desperate Duchesses #3 

·         Sherry Thomas: His at night (2010) Trilogía de Londres #2
·         Emily LarkinUnmasking miss Appleby (2016) Baleful Godmothers #1
·         Elizabeth Hoyt: Duke of pleasure (2016) Maiden Lane #11

·         Cat SebastianUnmasked by the marquess (2018) Regency Impostors #1

Una novela que me gustó, pero tampoco fue para tirar cohetes (le di tres estrellas) fue Untamed, de Anna Cowan, que traigo aquí por el toque original de que el travestido es él y la fuertota es ella. La llamé «fantasía drag queen de la Regencia».




Por añadir un par de novelas que son más bien de disfraz o aparentar lo que uno no es, añado ejemplos de dos de mis autoras favoritas:

·         Sandra Brown: Mirror image/ Imagen en el espejo (1990) 
·         Suzanne Brockmann: Love with the proper stranger / Amar a destiempo (1998) SIM-831





Otras muy apreciadas

Si este tópico os gusta, aquí van unas cuantas sugerencias más, empezando por las históricas.

Primero, Johanna Lindsey, que tiene unas cuantas de este tipo: Gentle rogue / Amable y tirano (1993) Los Malory #3, All I need is you / El camino del amor (1997) y A loving scoundrel / Mi adorable bribona  (2004, histórica) Los Malory #7.

Sigo con otra autora clásica, Mary Jo Putney: The rake / Pecado y virtud (1998) [Reescritura de The rake and the reformer, 1989] y Angel Rogue / Ángel o Bribón (1995, Regencia) [Reescritura de The Rogue and the Runaway, 1990] Fallen Angels #4.

Más novelas históricas con travestismos, disfraces y otros ocultamientos son:

·        Georgette Heyer: These old shades / Esas viejas sombras (1926, histórica/s. XVIII) Alastair-Audley Tetralogy #1
·        Laurie McBain: Moonstruck madness / Al rayo de la Luna (1977) Dominick #1
·        Jude Deveraux: Velvet song / Canción audaz (1983) Montgomery Annuals #4-Los Montgomery #4 / Velvet #3
·        Patricia Potter: Swampfire (1988) O’Neills & Hamptons #1 / HH-6
·        Karen Robards: Dark of the Moon / Sombras en la noche (1988)
·        Laura Kinsale: The Prince of Midnight / El señor de la medianoche (1990) 
·        Jo Beverley: My Lady Notorious / Lady Escándalo (1993) Malloren #1 
·        Virginia Henley: Seduced / Enamorada (1994)
·        Suzanne Enoch: Lady rogue (1997)
·        Stephanie Laurens: Captain Jack’s woman (1997) Bastion Club #0.5
·        Lynsay Sands: The switch (1999)
·        Teresa DesJardien: The bartered bridegroom (2000)  Signet Regency Romance
·        Susan Elizabeth Phillips: Just imagine / Imagínate (2001) 
·        Lynn Kurland: From this moment on / Por siempre jamás (2002) De Piaget Saga #8
·        Kate Silver: On my lady’s honor (2002) And One for All #1 / Zebra: Ballad
·        Celeste Bradley: The spy / El espía (2004) Liar’s Club #3
·        Tracy Anne Warren: The accidental mistress / Amante por accidente (2007) The Mistress Trilogy #2
·        Darlene Marshall: Sea change (2011) Regency Pirates #1
·        Sarah MacLean: Never judge a lady by her cover / Nunca juzgues a una dama por su apariencia (2014) Rules of Scoundrels #4

He seleccionado las novelas más apreciadas, que en su mayoría son de muchachas vestidas de chicos, pero también hay otros disfraces y engaños. Aquí es dejo algunas de las páginas que recogen este tópico, por si queréis mirar más obras de este tipo.

En español, Cazadoras del romance hizo su listado de «ella aparenta algo que no es» (por miedo a las repercusiones) y «ella es el chico» (en algún momento, la protagonista se disfraza de chico). 

Paso al inglés, con la lista de All About Romance dedicada al «cross-dressing & in disguise» (travestismo & disfraz).

En Smart Bitches Trashy Books aparece el tópico «heroine disguised as man».

Y termino con Addicted to Love y su «disguised as male».

Mi pregunta es la de siempre: ¿es este uno de vuestros tópicos favoritos? ¿O no os hace tilín?

Aparte de ello, si hay alguna sugerencia que queráis hacer, de novelas que tratan a vuestro parecer particularmente bien este tópico, la zona de comentarios es toda vuestra.