domingo, 12 de agosto de 2018

Crítica: “Untamed”, de Anna Cowan


Leo más rápido de lo que publico. Así que se me van quedando críticas en el tintero.  Aprovecho este mes de agosto para sacar cada día una de ellas.


Leí «Untamed» en febrero de 2018. Esto es de lo que va…

Meliflua Lady Rose se deleita con varonil Kit cortando la leña.
Sólo que Lady Rose es un duque travestido y Kit una joven con la nariz partida.
Fantasía drag queen de la Regencia.


DATOS GENERALES

Título original: Untamed
Subgénero: Anna Cowan

Fecha de publicación original en inglés: 2013
Editorial: Penguin Books Australia

SINOPSIS (según Good Reads)

Franca y terca, Katherine Sutherland se siente incómoda entre las bellas damas del Londres de la Regencia. Está más familiarizada con los agricultores, así que sus opiniones contundentes y ásperos modales ofenden a la buena sociedad. Sin embargo, cuando oye rumores escandalosos sobre su hermana y el seductor duque de Darlington, la fiera y leal Katherine jura salvar el matrimonio de su hermana, a cualquier precio.
Intrigado por la interferencia de Katherine en sus asuntos, el manipulador duque pronto queda fascinado. Se implica en un atrevido engaño y la sigue a su casa en el campo. Aquí, lo intenso de su conexión les afectará a ambos. Pero los juegos del duque tienen consecuencias peligrosas, y el potencial de hundir sus vidas en el caos.

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
En términos generales, sí, allá por el puesto dos mil. Ganó el premio 2013 de la asociación Australian Romance Readers (Lectores de romántica de Australia) y, además, en el blog Romance Novels For Feminists lo consideraron uno de los mejores libros del año 2013. Jackie C. Horne: reconoce que tiene fallos, pero a la vez resulta innovadora y ambiciosa, forzando los límites de los roles de género. Puede que no sea el libro más logrado de 2013 –dice- pero contiene algunos de los desafíos más fuertes del año a los roles de género tradicionales.

CRÍTICA

Comenzamos.
Club de caballeros en Londres: un cachas escocés (BenRuin), arremete contra un lánguido dandi (el duque de Darlington) que está allí con su cohorte de amigos/compañeros/admiradores gais.
Porque Darlington tiene una relación con la mujer de BenRuin y esto, lógicamente, al marido no le gusta nada.
Perplejidad uno: ¿De verdad hay cuernos? ¿Quién es el héroe de la historia? ¿Y por qué al final no se lían a mamporros?
Respuestas:
1) sí, Lydia es infiel a su marido;
2) el héroe se supone que es el melifluo, bisexual y mal bicho duque de Darlington y
3) no se lían a mamporros porque en el fondo, BenRuin es un buenazo.
Seguimos.
Entra la protagonista «femenina» de la historia: la florero Katherine, hermana de la adúltera Lydia. Katherine, Kit para los amigos, no se encuentra cómoda en el salón de baile. El vals no es lo suyo,… ni la conversación social,… y de hecho no le interesa la gente que la rodea. Preferiría estar en su casa, en el campo, con su madre, su hermano y sus cerdos.
Ve de lejos al duque, y no le impresiona demasiado: sólo es un guaperas con un chaleco exquisito. Y no duda en expresar su opinión a un majo vestido de negro que hay a su lado. Poco después, en una habitación, ve a ese mismo majete tocar el piano y beneficiarse a la anfitriona de la fiesta. Pero lo hace con frialdad y distanciamiento, como si en realidad eso no le produjera gran placer.
Por supuesto, el hombre misterioso es el duque y el del chaleco, uno de esos amigos ambiguos,… bueno no, nada ambiguos,… que lo rodean y que se ha hecho pasar por él.
Cuando Katherine se aclara, llega a un acuerdo con el duque verdadero: él dejará de ver a Lydia a cambio de que Kit se lo lleve con ella al campo.
Pasamos al viaje.
Cuál no será su sorpresa cuando descubre que el fino del duque va a viajar con ella… haciéndose pasar por mujer, Lady Rose: atractiva, aristocrática y encantadora, un poco bicho y muy cotilla. La personifica tan bien que hasta cuando están solos ellos dos, no deja de menear las caderas y caminar como si fuera realmente una mujer…
A esas alturas del libro yo ya andaba mosqueada con el travestismo y las referencias a que el duque era poco varonil, a que sus habilidades sexuales incluían mucho uso de la boca y las manos, a la ausencia de vello en el pecho,… y a que sabes desde el principio que hay un secreto que puede hacer que él pierda su título nobiliario.
Yo me preguntaba si no sería que, en realidad, no era un hombre sino una mujer a la que hicieron pasar por hombre toda su vida.
Mira, esa línea argumental habría sido más interesante.
Pero no, el duque, Jude de nombre, es un señor, aunque no recuerdo muy bien si alguna vez le vemos las joyas de la corona. Creo que no, lo cual unido a esos rasgos anteriormente mencionados, y lo a gustito que se siente vestido de mujer, me queda la duda de si la autora no habrá querido presentarnos a un héroe tan afeminado como que padecía algún trastorno hormonal que hace que no tenga muy desarrollados los rasgos sexuales masculinos.
Los nombres tan andróginos (Jude y Kit) a veces te hacía olvidar el sexo de cada uno porque el rol de género que asumían era más bien tirando al contrario. A Kit la vemos trabajar «como un hombre», con los cerdos, las hortalizas, los aparceros,… Y es ella la que parte el bacalao, perdón, la leña, en casa porque su hermano está muy ocupado escribiendo.
Como se ve, explora los roles de género de forma muy interesante.
El estilo narrativo es adictivo, a veces poético, otras naturalista. Pero siempre tan absorbente que es de esos que no puedes dejar de leer.
Lo que pasa es que lleva la exploración hasta la parodia.
No es que Jude sea un relamido y le gusten los vestidos bonitos, no, es que cae en las ñoñerías de una damisela. Y es tan complejo, mentiroso y traicionero que nunca sabes cómo es (o qué piensa o siente) de verdad, o sea uno de los estereotipos misóginos por excelencia.
No es que Katherine sea fuerte y decidida, es que desarrolla maneras bruscas y desconsideradas, resultando grosera y ofensiva en su forma de hablar.
La autora cae en la farsa escogiendo nombres muchas veces ridículos como BenRuin, Darlington o lady Marmotte, como si estuviera haciendo un chiste con ellos.
Los personajes de esta novela acaban pareciendo las figuras habituales de un Regencia convencional deformadas en el callejón del Gato.
Al forzarlo tanto, llega un punto en que dejas de tomarte el libro en serio. La improbabilidad de todo hace que caigan los palos del sombrajo.
Primero, resuelve el conflicto con una auténtica chorrada, no podía seguir suspendiendo mi incredulidad.
Segundo, decepciona en lo sexual. Una esperaría de un tipo tan abierto de miras, con tanta experiencia, con hombres y mujeres, tendría –llegado el momento- una performance sexual más interesante. Pero no. Oye, o igual es que está contado de forma tan confusa que no me he enterado bien.
Tercero, incluye el tópico de la «mujer mala» (lógicamente, promiscua y ambiciosa) a la que Kit debe aplastar en una ridícula «pelea de gatas» ad maiorem Gloriam Jude.
Cuarto, el gran secreto no era nada original, el final feliz me resultó bastante indiferente y el epílogo, la típica cursilería.
En resumen, me parece una novela original, diferente, valiente y muy bien escrita (¡recordad que es una primera novela!) pero luego lo resuelve de manera más bien tonta.
Creo que fue en un podcast de Sarah Wendell donde dijeron que es una novela que no tiene término medio: o la adoras o la detestas. En mi caso, me encantó (****) durante la mayor parte de su lectura, para luego parecerme ridícula al final (**).
Valoración personal: interesante, 3

Se la recomendaría a: lectores que quieran explorar el rol de género en la Regencia.

Otras críticas de la novela:

En Dear Author le hicieron un post dueling reviews, o sea, dos críticas diferentes, una le da C- y otra B+
En All About Romance la calificaron con una B-
Y la misma puntuación obtiene en Kaetrin’s Musings B-.
Gustó mucho en la página australiana Book Thingo y también en Romance Readers For Feminists, cuya crítica se titula «The Gender-Bending Appeal of the Cross-dressing Hero, part 1: Anna Cowan's UNTAMED».
En Badass Romance hablan de este libro en un post titulado «Imperfect? Unruly? UNTAMED? A Subversive Regency».
Por acabar en un tono menos laudatorio, la review de GrowlyCub’s Den, muy divertida, no es nada complaciente, y señala bastante bien los fallos de la historia.

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