miércoles, 31 de agosto de 2022

Crítica: “Sure shot”, de Sarina Bowen


El enemigo en casa

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Sure shot

Subgénero: contemporánea

 

Fecha de publicación original en inglés: 2020

Parte de una serie: Brooklyn Bruisers #9 [u 8] / Brooklyn #4

Páginas: 276


SINOPSIS (según Fiction Data Base)

En la víspera de su trigésimo cumpleaños, la agente deportiva Bess Beringer está lista para hacer algunos cambios. Armada con un plan de cinco años, indexado y codificado por colores, abordará su vida personal con el mismo celo que aporta a su exitosa agencia.

Lo que no es parte de ese plan es un jugador de hockey, grande, alto y musculoso que acaba de ser transferido a los Bruisers de Brooklyn: Mark «Tank» Tankiewicz. Un tipo con una historia en la mochila. Es un solitario dispuesto a todo, con mala reputación. Está de rebote. También el tipo más sexi que, por alguna loca razón, ha decidido que lo que quiere es a Bess.

Ella es más lista que todo eso. Pero al final se enamora estúpidamente de él, de todos modos. Y por un tiempo parece que tal vez él hará lo mismo. Hasta que ella le pide lo único que nunca podrá darle...

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Bueno, está bastante bien, en torno al puesto 1.220 de mi base de datos. Tuvo el premio Romance Choice en 2020 en contemporánea, empatada con Creole kingpin, de Meghan March. Más de un crítico a quien sigo le puso cinco estrellas, incluido Harlequin Junkie, Kimberly Faye Reads Romance y Amy Dickinson (Professor Romance). Además le dieron un 9 en What’s Better Than Books y A Limecello. Para quien le guste, tiene un planteamiento de second chance romance.

CRÍTICA

Esta es la novena de los Brooklyn Bruisers, o la octava si excluyes Bountiful. Sería la cuarta de la serie Brooklyn.

Entre esta y la anterior hay dos historias cortísimas. «Do over» (Brooklyn #2.5; Brooklyn Bruisers #6.5) es un audio de unos minutos de duración. Para oírlo gratis tienes que suscribirte en una página. Tras leer comentarios en Goodreads, me pareció que no merecía la pena.

La otra es «Lucky shot», precuela de esta Sure shot, aunque se publicase después. En el orden de lectura que Sarina Bowen  propone en su página web, la mete entre Super fan y Sure shot. Cuenta cómo se conocieron Mark y Bess cuando ella cumplió los 21 y él tenía 23. Ya la comenté en Goodreads.

A Bess Beringer la hemos visto en novelas anteriores como agente deportivo. Acercándose a los treinta, la vimos muy cariñosa con los niños que van apareciendo. Ha decidido que le toca esforzarse más en encontrar a su media naranja, elaborando un plan quinquenal para convertirse en esposa y madre.

Lo que menos se espera ella es un reencuentro con Mark «Tank» Tankiewicz (32).

Los Brooklyn Bruisers perdieron la copa Stanley a manos de Dallas, algo que les tiene muy irritados. Y en parte fue culpa de Tank.  

Como el hockey es así, hoy aquí y mañana allí, casi sin avisar, Tank se encuentra transferido de Dallas a Nueva York.

A Mark se le junta todo: el divorcio, el cambio a la costa Este y compañeros que lo reciben con bastante hostilidad.

Las redes sociales están que arden. Mark se peleó con su capitán, Palacio; los dos se divorcian justo ahora y a Mark lo largan a Brooklyn. Como ni Mark ni su mujer dan explicaciones, los blogs de cotilleos deportivos se imaginan lo que les da la gana.

Aquí hay un poco más de deporte que en otras de la serie. Sobre todo, cómo les cuesta encajar a Mark en el esquema de los Bruisers. Drake y Castro tienen que acostumbrarse a su forma de jugar. Mark no es un defensa estático, como O’Doul, sino que se mueve rápido y puede encontrarse en cualquier sitio, ganando velocidad y abriendo huecos para el juego. Los otros tendrán que ser más ágiles para localizarle y pasarle la pastilla.

Mark es un poco chulito. Su lema viene a ser más o menos a ver cuál es el máximo provecho que puede sacar de una situación. Es gruñón y solitario. Todo lo que está pasando en su vida, le avinagra un poco más.

Lo único positivo es reencontrarse con Bess.

Porque sí, estos dos tienen una historia, que leí en el relato corto «Pure shot». Hace nueve años, cuando ella estaba empezando en esto de ser agente deportiva y él era un rookie sobradete. Se enrollan el día en que Bess cumple veintiún años. Luego tienen una relación de meses hasta que ella corta en seco, sin darle muchas explicaciones.

Nueve años después, más maduros, la atracción entre ellos es exactamente la misma: explosiva. Mark toma la iniciativa y es un poco manduquita, y a Bess, simplemente, le encanta, no puede resistirse.

Y eso que ve que Mark no está por repetir eso del matrimonio. Así que Bess sigue con citas en Tinder, buscando al futuro padre de sus hijos.

Lo de estos dos es, al principio, algo muy sexual, oculto, secreto, para que no se resienta la reputación de ella. Un agente acostándose con deportistas… no pinta bien, aunque Mark no sea cliente de ella.

El planteamiento second chance exige, primero, que aquello que los separó sea algo serio, no una chorrada. Y sí, cumple con ese requisito. Una vez que Bess explica lo que pasó, es lógico que ocurriera eso cuando ella era jovencita.

Y, segundo, que aquello que los separó en el pasado haya desaparecido para que su final feliz sea creíble. También lo encuentro: ambos están en otro momento de su vida, más adultos y seguros de sí mismos. Lo que pasa es que, en la treintena, se les presentan nuevos obstáculos, problemas más propios de esas edades.

Mark es más cerrado que una bombilla y no comparte nada de su vida, ni qué le pasó con su mujer, ni con su capitán, ni a cuento de qué lo transfirieron.

Todo eso es algo que se desarrolla más en el último tercio de la novela. Para entonces entre ellos está todo el pescado vendido, a mi modo de ver. Ya han decidido que se quieren y que lo suyo no es flor de un día.

Es entonces cuando se revelan los problemas que hubo en el matrimonio de Mark y puede influir en su nueva relación de pareja.

Sigue siendo una novela narrada en estilo NA; o sea, primera persona dual, de esas que me confunden. A veces creía que lo contaba uno y luego resulta que era el otro. Aquí me he dado más cuenta de esa narración en presente, aunque sigo pensando que en español queda más raro usar ese tiempo verbal.

Y de nuevo, me irrita un poco esa idea muy de Romancelandia de que si no hay niños de por medio, o en el futuro, el final feliz no es creíble.

Me la leí en menos de veinticuatro horas, porque me pilló una noche de insomnio. Y bien, te agarra, es entretenida. Me imagino que es un par de días haya olvidado quiénes eran estos. Pero desde luego es una de esas contemporáneas y sexis que merecen la pena.

Seguiré con la serie. Ya me quedan poquitas, y eso que meto también aquellas que se superponen a otras sagas, como True North o The Company. Teniendo en cuenta el precio que tienen, unos cinco euros, la verdad es que tienes que tener claro que te gusta el estilo de Sarina Bowen. A mí me merece la pena, pero si no te va este tipo de contemporánea deportiva quizá pueda sonarte excesivo.

Valoración personal: bien, 3

Se la recomendaría a: los fans de las second chances.

Otras críticas de la novela:

Limecello, en Tart Sweet, una A. 

A novel glimpse, 5 estrellas

Harlequin Junkie, 4 ½  estrellas

What’s Better Than Books, 9/10

She Reads Romance, 4 estrellas.

Undercover Binge Reader, 4 estrellas. 

NO ESTÁ TRADUCIDA AL ESPAÑOL. Veo en Goodreads que sí lo está al alemán y al portugués.

lunes, 29 de agosto de 2022

Crítica: “Playboy pilot”, de Penelope Ward & Vi Keeland

 

No sé por qué no me convenció

 


PLAYBOY PILOT

 

Por PENELOPE WARD & VI KEELAND Fecha: septiembre de 2016

 

Kendall Sparks (24), rica de familia, tiene que dar a luz a un hijo varón antes de los 26, por uno de esos locos testamentos de Romancelandia. Si no, perderá toda la herencia de su abuelo. 

¿De verdad va a tener un hijo cuando no le apetece nada ser madre, en este momento de su vida? El dinero no da la felicidad, pero ayuda. Ahora, ¿está satisfecha con ser una pobre niña rica?

Pues parece que sí, porque tiene un plan. Solo que no acaba de decidirse. Ahí está ella, en un aeropuerto, pensando en coger el primer avión a cualquier parte para aclararse las ideas.

Que sí, que si estás pensando largarte a algún sitio es algo que haces en tu casa, mirando el móvil o navegando en tu lap top, no te plantas con una maleta en el aeropuerto a ver a dónde vas. Es poco práctico, por el overbooking y tal.

Pero esto es Romancelandia, aquí hemos venido a jugar.

Así la encuentra Carter Clynes (29), el piloto playboy del título. Ha tenido relaciones sexuales con toda mujer que se le pone a tiro, sin enamorarse jamás. Tragedias del pasado.

Algo le atrae en Kendall y la lía para llevarla consigo. Ella consigue traspasar, sin proponérselo, su barrera emocional. Fenómeno digno de reflexión: es ella, la chica distinta a todas las demás, la que le hace sentirse realmente enamorado por primera vez en años.

Y mientras van pensando en sus cosas, cada uno en sus traumitas, saltarán de un continente a otro, normalmente él de piloto y ella de pasajera.

Se miran con ojos golosos durante buena parte del libro. Pero because reasons no consuman hasta avanzado el libro.

Dice Kimberly (A la cama con… un libro) en su crítica de Egomaniac :

Las novelas de esta escritora me parecen el día de la marmota literario, todas son iguales: maromazo muy palotista y de dirty talking, chica que se ve arrollada (y fornicada) por él, acontecimiento del pasado que traumatiza al maromo (puede haber bonus de trauma femenino, pero no es imprescindible), muchas ganas de trincarse vivos a las primeras de cambio y momentos en los que la fuerza de su amor será puesta a prueba.

Es la fórmula Keeland–Ward, juntas o por separado.

Yo le añadiría un elemento formal: en algún momento hay una cesura, un momento en que se separan, o pasan meses o años y el contador se reinicia; el relato se convierte en una especie de dos harlequines pegados.

Pues eso, same song, second verse.

O sea, que sí, que aquí también usa la misma plantilla. Pero, en comparación con otras de este dúo, me ha gustado menos.

La cogí con ganas, porque hasta la fecha han funcionado para mí en sólidos 3 estrellas. Esta vez quedé algo chafada. Tal vez sea que los personajes eran un poco mñé, o porque salía una secundaria que se supone que tiene poderes psíquicos.😕

No acabé de entender a los personajes. El enamoramiento de Carter me pareció muy repentino y bastante incongruente en un tipo que es tan playboy que parece un chiste. Y Kendall está algo perdida, debatiéndose entre sus dudas, pero no acaba de reflexionar tranquila, sino que se deja llevar por las aventuras por todo el mundo que le plantea Carter.

La trama me pareció tirando a endeble, con demasiadas casualidades...

No sé.

 

Mi experiencia: prescindible, 2 estrellas.

 

Print / eBook / Audio

300 páginas

EverAfter Romance (septiembre/2016)

ISBN13: 9781682304310

 

Breve reseña de Kere Cambi, en español. 

Y una de 5 estrellas en Simply Love Books

viernes, 26 de agosto de 2022

Crítica: “A perfect equation”, de Elizabeth Everett

 

Un perfecto aburrimiento

 


DATOS GENERALES

 

Título original: A Perfect Equation

Subgénero: histórica

Fecha de publicación: febrero de 2022

Editorial: Penguin

Parte de una serie: The Secret Scientists of London #2

Páginas: 336

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

¿Cómo se resuelve la ecuación perfecta? Sume una matemática de lengua afilada más un noble apuesto y distante. Divídase por lealtades en conflicto y multiplíquese por un atrevido grupo de mujeres empeñadas en realizar sus experimentos científicos. La solución es un romance que romperá todas las reglas.

Hace seis años, la señorita Letitia Fenley cometió un error y desde entonces ha vivido con las consecuencias. Preparándose para competir por el prestigioso Premio Rosewood de Matemáticas, de repente se le pide que asuma otra responsabilidad: administrar el retiro de Athena, un refugio secreto para las mujeres científicas de Inglaterra. Habiendo pasado los últimos seis años sola, Letty no quiere las ofertas de amistad de otros miembros del club y ciertamente no necesita la ayuda del insoportablemente atractivo Lord Greycliff.

Lord William Hughes, el vizconde Greycliff no puede permitirse cometer errores. Su sueño de toda la vida de convertirse en el director de una poderosa agencia clandestina está al alcance de su mano. Con la tarea de ayudar a Letty a salvaguardar el Retiro de Athena, Gray está seguro de que puede controlar las travesuras de los diversos científicos y manejar al pequeño matemático, a pesar de su animosidad histórica y la tensión latente.

Cuando Gray y Letty se ven obligados a trabajar juntos, su disgusto mutuo se convierte en admiración y, finalmente, en algo... magnético. Cuando se enfrentan a la posibilidad de que el retiro de Athena se cierre para siempre, deben tomar una decisión. ¿Rechazará Gray la oportunidad de cambiar la historia, o podrá Letty llegar a la raíz del problema y demostrar que el amor es la respuesta definitiva?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sorprendentemente para mí, la tengo muy arriba en mi base de datos, en torno al puesto 2.750, y entre las doce mejores del año 2022. Esto es gracias a las excelentes críticas que le he visto, como DIK A- en All About Romance, 4.5 corazones en Simply Love Book Reviews y 5 estrellas en The Romance Book Disciple y The Romance Dish. Tiene al principio un toque enemies to lovers.

CRÍTICA

Hubo un tiempo en que la Elizabeth que estrenaba romántica histórica ligera era la Hoyt.

En un año te podían salir novelas de ella, de Loretta Chase, o Meredith Duran, Kleypas... y sí, hasta Julia Quinn, que nunca me ha hecho tilín. 

Mira que ni menciono cosas con más enjundia, como Kinsale, o Bourne.

Ahora, lo que la gente aprecia son cosas como esta.

Vale, no es de los peores pestiños que he leído. Pero sí me resultó muy aburrida.

Mediado el año, echo un vistazo a las novelas más apreciadas durante el primer semestre. Si alguna no la he leído, la compro (si está a precio razonable) y la leo, sobre todo si es alguien nuevo para mí. 

Siempre ando en busca de nuevas autoras con las que darle a la drogaína romántica.

En dos de mis géneros habituales –suspense romántico y contemporánea–, tengo ya un puñado de escritoras que me convencen. En histórica, sin embargo, estoy pasando una mala racha. Por eso me dije: «vamos a empezar a ver qué hay de nuevo y bueno en histórica, que tengo ganas de que alguien me deslumbre».

Así que empecé The siren of Sussex, de Mimi Matthews. Una amazona y un sastre que hace gloriosos outfits para lucirse en el Rotten Row de Hyde Park. Apasionante. La dejé al poco, ya la cogeré más adelante en alguna noche de insomnio.

Me cambié a esta. Su comienzo me atrapó.

Es una escena bastante siglo XXI pasado a la Inglaterra del XIX. Se supone que es Londres, 1843. Un grupo de energúmenos se manifiestan contra un establecimiento en que trabajan mujeres. Protestan porque, ya se sabe, el lugar de la mujer es el hogar, roban el trabajo a los hombres, tienen que cuidar maridos e hijos y no andar por la calle… Describen la escena como si fueran los providas frente a una clínica abortiva.

No será el único anacronismo «ideológico». Hay momentos en que hablan de hacer a la Gran Bretaña, grande de nuevo. Una idea muy MAGA, impropia del Reino Unido del siglo XIX, cuando estaba en el apogeo de su colonialismo, o sea, el único momento de su historia en que fueron realmente «grandes», al menos en tamaño y millones de personas súbditas de Her Majesty.

Más adelante, se habla de hacer algo rápido, como quien se quita una tirita (plaster), cuando faltaban décadas para que se inventase. Aunque lo hace el narrador omnisciente, suena muy moderno hacer esa comparación desde la perspectiva de un personaje del siglo XIX.

Leticia, la protagonista, se lanza al follón cuando esos impresentables acorralan a una pobre trabajadora. 

Su avance es observado por lord William Hughes, el vizconde Greycliff. Hace unos años, fue testigo de la caída en desgracia de Letty. Ya entonces le manifestó su desprecio. Como es rica de familia, pero sin gota de sangre azul, William cree que ella era una cazatítulos, interesada en atrapar de mala manera un marido aristocrático.

Eso no le impide intervenir cuando considera que Letty y la muchacha se han metido en un callejón sin salida y en peligro.

Así se reencuentran estos dos. No es un romance second chance porque lo del pasado ocurrió con otra persona, no con él. Son una especie de enemies que en algún momento supones que serán lovers.

Letty, matemática autodidacta, forma parte de un club femenino dedicado a los estudios científicos. Así que ya tenemos un segundo elemento que me gusta de esta novela: un grupo de mujeres que usan la cabeza para algo más que ponerse sombreros. Ponen toda su inteligencia, mucho trabajo y coraje inagotable para el avance de los estudios científicos y técnicos.

A Grey le toca ser más o menos responsable de este club y se plantea su cierre. Existe una organización supersecreta y privada que colabora con el gobierno… sí, es otro toque muy del siglo XXI, como esas sociedades de seguridad privada tirando a paramilitares que abundan en el suspense romántico. Grey aspira a dirigirla en el futuro inmediato, y para ello tiene que procurar calmar las aguas, y mujeres haciendo «cosas de hombres» es visto como una amenaza para la sociedad.

Así que el planteamiento reconozco que me resultó atractivo.

Y los personajes también: una mujer matemática apasionada de lo suyo, que colabora con otras mujeres igualmente entusiastas y un aristócrata, guapo y alto, dedicado fríamente a hacer lo que considera mejor para todos.

Pero la forma de contar esta historia me pareció terrible. Algún momento aislado brillaba, como un diamante perdido en un mar de fango. Leer esta novela ha sido como caminar con el agua al cuello mientras la resaca te tira para adentro. Es luchar todo el rato contra el tedio.

Lenta, aburrida, los diálogos carecían de chispa, algunas escenas no llevan a ninguna parte y en nada contribuían al desarrollo de la historia, el consabido baile con su trillado vals, algún momento de riesgo pero sin la más mínima tensión ni intriga.

Suma: un malo, muy cliché, que conoces desde el principio.

Resta: no hay, por tanto, ninguna investigación ni giros de la trama.

Multiplícalo: por el hecho de que, en muchos momentos, parecen gentes del siglo XXI disfrazadas. Incluido un toque de algo que ya no sé si llamar queerplotation, personajes queer que son de cartón piedra, solo están ahí para que veas lo guay que es Letty. De un chico que aparece de refilón te cuentan que nació chica, salen un poco una pareja de lesbianas... Casi me parecía estar viendo cómo la autora tachaba otro ítem de su lista: «meter diversidad queer», hecho.

A ver, me encanta que haya diversidad, pero estaría mejor que tuvieran algún papel por sí mismos, aunque sea pequeñito, y que no estén tan al servicio de la heroína.

Cuando compré esta novela, gracias a unas críticas excelentes, estaba entre lo mejor del año. No lo ha sido para mí.

La terminé por dos cosas:

1)    estaba esperando a que en algún momento pasara algo que explicara lo fabulosa que otra gente había encontrado esta novela y

2)    había pagado 2,78 € (la cogí en un momento en que estaba rebajada), que si llega a ser de esas que están gratis, posiblemente hubiera quedado en un DNF.

Valoración personal: prescindible, 2

Se la recomendaría a: quienes gusten de histórica con heroínas científicas.

Otras críticas de la novela:

Como siempre que un libro generalmente muy apreciado no me hace tilín, recomiendo leer otras críticas favorables, antes de que decidáis si darle una oportunidad o no.

All About Romance, DIK A-.  El menos (-) que le pone, es curiosamente por cosas como lo que yo observo respecto a la diversidad, solo que lo comenta un poco mejor:

Also, the supporting cast continue to be large and diverse, but I desperately want Everett to give them books in which they fully feature instead of acting as window dressing for another book about white Brits (…) it’s nice that they all exist in the story as people, but I want them to DO something, drive more of the plot, have different romances of their own.

The Romance Book Disciple, 5 estrellas.  Enumera los tópicos que te puedes encontrar: enemies to lovers, opposites attract, forced proximity.

The Romance Dish, 5 estrellas

Simply Love Book Reviews, 4.5 hearts

Harlequin Junkie, 4 ½ estrellas y Top Pick! 

Dear Author, una B

miércoles, 24 de agosto de 2022

Crítica: “The promise of Jenny Jones”, de Maggie Osborne

 

Qué estupendo viaje con una heroína fenomenal

 


DATOS GENERALES

 

Título original: The Promise of Jenny Jones

Subgénero: histórica / Oeste

Fecha de publicación original en inglés: 1997

Páginas: 384

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Lo único que Jenny Jones no hace... es mentir.

Jenny Jones era arriera, desolladora de búfalos y, en defensa propia, una asesina, no una niñera. Sin embargo, cuando una mujer rica moribunda se ofrece a ocupar el lugar de Jenny frente a un pelotón de fusilamiento, a cambio de llevar a su hija de seis años a salvo a California, Jenny hace su juramento solemne. No será fácil. Graciela la odia a primera vista. Pronto les siguen el rastro los parientes codiciosos y armados de la niña. Y hay una cierta complicación alta y atractiva...

Ty Sanders pensó que buscar a la hija perdida de su hermano era una tontería. Eso fue antes de que se topara con una joven dura como una piedra, que luchaba contra los forajidos para proteger a la niña. Ahora todo lo que Ty quiere es que Jenny le entregue a su sobrina. Pero Jenny Jones tiene una naturaleza sospechosa y una promesa que cumplir. Además, su palabra es todo lo que tiene, hasta que una pequeña niña ablanda sus defensas... y un rudo vaquero le roba el corazón cuando no está mirando.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí. Ha entrado en mi lista de las mil mejores novelas románticas desde 2017, en el puesto 83. En la lista de The Romance Reader Top 100 estaba la 51; en el Top 100 All About Romance, la 83. Ganó el premio RITA al mejor romance histórico largo, y el RT (Romantic Times) al mejor romance histórico innovador. En la encuesta anual de All About Romance ganó en la feistiest heroine y favorite heroine (Jenny Jones), y menciones honorables en otras categorías: Most-Hanky Read, Favorite Road Romance y Favorite American or Western Historical Romance de 1997. En una encuesta que hicieron en 2007 en All About Romance sobre romances históricos de frontera o del Oeste, apareció la n.º 11, y cuando la repitieron en 2014, la 14. Aparece en el Top 1000 de Book Binge, la 510. Y ha tenido buenas críticas, como 5Gandys en A la cama con un… libro. No es de extrañar que sea la favorita de muchos lectores.


CRÍTICA

Tenía esta historia en mi Kindle viejo desde hace años. La empecé a leer una vez y lo dejé, cabreada por el espantoso español y que escribieran el nombre de un personaje hispanoamericano como *Marguarita.

Pero este año intento, poco a poco, disminuir el TBR acumulado en mi móvil (que es donde tengo los libros de mi Kindle viejo… es una larga historia).

Qué maravilla. Leí tranquilamente esta novela a lo largo de varios días, disfrutando de cada minuto.

Es una del Oeste con una heroína superlativa, Jenny Jones, una mujer de una pieza, fantástica, que no se cree nadie especial y sin embargo es una mujer estupendísima. Ella ES la novela.

Cuando empieza la historia, está en una cárcel mexicana esperando su ejecución. Una mujer agonizante, la *Marguarita antes mencionada, se ofrece a cambiarse por ella, a cambio de que lleve a su hija Graciela, de seis años, a California, con su padre.

Jenny Jones empezará así un viaje por México, con niña a remolque, corriendo riesgos, porque les persiguen unos malotes que quieren cargarse a la criatura.

En un momento dado, se topa con Ty Sanders, vaquero californiano que es el tío de la niña y pretende llevarla él a California. Pero Jenny quiere cumplir su palabra. Habrá algún desencuentro antes de decidir que mejor trabajan juntos.

La parte romántica es preciosa. En principio los dos chocan, desconfían un poco el uno del otro. Lo que no impide que sientan deseo el uno por el otro.

Me encanta cómo te cuenta la atracción que siente Jenny Jones por este guapo vaquero. Usa una palabra muy peculiar: hankering. Es la segunda vez en su vida que siente algo semejante. Su experiencia anterior no fue muy buena: eso del sexo, piensa ella, es algo breve y doloroso que solo disfruta el hombre.

Es una auténtica delicia ver cómo Ty consigue que ella se arriesgue a darle una oportunidad, para que vea que las cosas pueden ser distintas.

Ahora, esta novela es de las antiguas, así que no contéis con sexo a tutiplén. En aquella época se mantenía la tensión sexual no resuelta durante la mayor parte de la novela y luego se solía resolver en una o dos escenas sexis y ya está.

Esta no es una excepción.

Ahora lo llamarían slow-burn, pero entonces era, simplemente, como eran las cosas. Al ser tan concentrada la parte sexual, tenían que llenar las páginas con otras cosa que te entretuvieran. Y qué bien les salía…

Ty nunca conoció a una mujer como Jenny y acaba totalmente colado. Un tipo que, como ella, jamás pensó en enamorarse, ni en ser material para una relación estable. Los dos cambian a lo largo del libro, gracias precisamente al otro y a las chispas que saltan cuando están juntos.

Aunque Ty es sexi y sorprendentemente nada abusón, para ser una historia de los noventa, con lo que te quedas es con el personaje de Jenny. Una mujer que en sus veinticuatro años ha vivido mucho, y poco bueno. Es corajuda, con su orgullo de ser ella misma, manteniendo la dignidad incluso en los momentos más difíciles.

No es nada, solo una mujer que trabaja en lo que puede, lavando ropa o manejando ganado, pero lo es todo, porque mantiene su dignidad. Se empeña en ser ella misma,… hasta que sabe dejar de serlo cuando hace falta, por un bien mayor.

Me sorprende lo mucho que me ha gustado esta historia. Las del Oeste no son mi género favorito que digamos. ¡Y eso que es novela con niño…!

¿Cómo me explico semejante rareza?

Lo del Oeste está claro. No me suele gustar, ni en película ni en novela, por la escasa presencia femenina, limitada además a arquetipos aburridos. Aquí obviamente no se da porque Jenny es un personaje bigger than life.

Y lo de la niña se explica porque es realista, no la idealizan. Le complica la vida a Jenny a cada paso. Graciela se resiste, tarda en darse cuenta de la realidad de las cosas. Tampoco es de extrañar, porque tiene solo seis años. Y la autora sabe cómo desarrollar este personaje. También Graciela va cambiando a lo largo del libro, pasa por distintas fases. Vaya, que está ahí por derecho propio, y no una mera excusa argumental al servicio de los adultos de la historia.

Está contada de manera fenomenal. Tiene momentos duros, porque hay peleas, y tiroteos, y algún navajazo… Pero otros que son muy graciosos. Esa mezcla de momentos divertidos con alguno más desgarrador resulta irresistible.

Construye los personajes con detalles, como los objetos que llevan y lo que hacen con ellos (el diccionario de Jenny, el colgante de Graciela).

La ambientación, bien, sin regodearse en descripciones, con un par de frases te recrea el paisaje desértico, las estaciones de ferrocarril atestadas de gente, el calor, la plaza vacía, la iglesia de paredes blancas… Sí que me sonó raro cómo se refiere a la historia de California, como si fuera de EE. UU. de toda la vida y los mejicanos hubieran ido después cuando, en realidad, lo ocurrido es al revés, fue la frontera de los EE. UU. la que avanzó, cogiendo territorios que en el pasado fueron novohispanos. Con el tratado de Guadalupe-Hidalgo, México perdió la mitad de su territorio y convirtió en extranjeros a aquellos que habían nacido allí y llevaban allí generaciones.

En resumen, una novela fantástica, entretenidísima porque te tiene pegada a la página con las aventuras de Jenny y Graciela, con luego Ty añadido… Lo romántico ocupa solo una parte, importante, sí, pero una parte. La lucha de voluntades entre Jenny y Graciela te entretienen igual.

No se me ocurre nada que se haga en la actualidad que sea así. He leído por ahí que las de Ellen O’Connell se le dan un aire. No sé, aún no he catado nada suyo.

Me parece una novela tan diferente a la que encuentras ahora en las estanterías que no sé explicaros mejor qué tipo de libro os podéis encontrar.

Yo creo que lo mejor es que intentes tú leerla, a ver qué te parece.

Valoración personal: sobresaliente, 5

Se la recomendaría a: quienes gusten del Oeste y las heroínas poderosas

Otras críticas de la novela:

Me asombra que una novela tan buena, que ganó el premio RITA y el Romantic Times no esté comentada en la blogosfera. Por eso voy a meter otras cosas.

La única crítica que he encontrado es la que publicaron en A la cama con un… libro; le pusieron 5 Gandys, y oye, coincido punto por punto con lo que escriben. Veo que también les llamó la atención ese verbo, el hankering

En inglés, Wendy the Superlibrarian le puso una B+,

En este artículo de las Word Wenches hablan de esta novela y comentan otras de Maggie Osborne.

Aquí te comentan los resultados de la encuesta anual de AAR e incluye algún comentario sobre esta novela. Hay una mención de Maggie Osborne diciendo que esta novela es la que más fácil le ha resultado, por Jenny Jones.

Dear Author publicó un artículo en mayo de 2013 dedicado a los «Best of the Non Regency Historicals». No menciona este libro, pero sí otros de Maggie Osborne, por si quieres seguir con la autora.

Para leer más reseñas, solo quedan los sospechosos habituales:

Amazon, 4.5 estrellas

Goodreads, 4.15 estrellas

lunes, 22 de agosto de 2022

Crítica: “Moonlighter”, de Sarina Bowen


La millonaria y el deportista

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Moonlighter

Subgénero: contemporánea

 

Fecha de publicación original en inglés: 2019

Parte de una serie: Brooklyn Bruisers #7 u 8 / The Company #1

Páginas: 330


SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Cinco noches. Dos adversarios. Solo una cama en su habitación de hotel.

Eric Bayer está en la cumbre de su carrera como jugador de hockey. Solo tiene seis semanas de vacaciones de verano. Nunca le haría este favor a su hermano, la cabeza de una compañía de seguridad global, tan secreta que ni el propio Eric conoce su nombre.

Paso, gracias. No necesito un trabajo de verano.

Pero el muy cabrón le lía con eso de la «damisela en peligro». La damisela en cuestión es Alex, la chica competitiva y atrevida que conoció cuando eran niños. Ahora es una hermosísima mujer envuelta en serios problemas.

Así que, ¿adivinas quién va en avión a Hawái?

Va a ser una semana muy larga en el paraíso. El trabajo de Eric es mantener a salvo a Alex, mientras que el trabajo de ella es torturarlo con sus bikinis diminutos. Todo entre ellos es sarcasmo y coqueteo hasta que la amenaza contra Alex se vuelve seria. Entonces, el chico fiestero del hockey se convierte en protector de primera división.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Bueno, está bastante bien, en torno al puesto 1800 de mi base de datos. Más de un crítico a quien sigo le puso cinco estrellas, incluido Harlequin Junkie y Simply Love Book Reviews. Además le dieron un 9 en What’s Better Than Books. Para quien le guste, tiene un planteamiento de fake relationship, y un poquitillo de friends to lovers.


CRÍTICA

Esta sería la octava de los Brooklyn Bruisers, o la séptima si excluyes Bountiful. A su vez, actúa como la primera de la serie The Company, con toque de suspense. Se supone que este spin-off gira en torno a la compañía de seguridad de la familia Bayer. De momento tiene dos libros, este y Loverboy, que salió en diciembre de 2020. Está planeado un tercero, Ladykiller, con Max Bayer & Scout.

Eric Bayer (34) NO trabaja para The Company, y mira que se lo piden, pero no. Él juega al hockey, para los Brooklyn Bruisers. Si entiendo bien, este es el verano en que pierden la final de los playoffs frente a Dallas en el séptimo partido.

En El magnate de Brooklyn salía Alexandra Engels «Alex» para los amigos, una empresaria amiga de Nate. Allí supimos de su embarazo, y que Nate podría ser el padre. Luego resulta que el progenitor es, en realidad, un tipo indeseable.

En La sensación de Brooklyn, Eric aparece y desaparece y creo que es donde ves que se retira y te preguntas qué le ha pasado.

Los Bayer se encargan de la seguridad de Alex. A ellos recurre cuando tiene que ir a una conferencia en Hawái donde puede coincidir con su ex.

Max Bayer piensa entonces en su hermano Eric. Se está recuperando de una lesión y no tiene especiales planes para el verano. Para no llamar mucho la atención, proponer que Eric haga de guardaespaldas-«falso novio». Que Alex aparezca con un novio estrella del deporte no va a extrañar a nadie.

Eric, aunque no haya hecho de ello su profesión, tiene idea de los procedimientos de seguridad. Además, es un defensa y sabe cómo intimidar y liarse a mamporros si hace falta.

Eric y Alexandra compartieron aventuras infantiles un verano, hace ya muchos años. Luego se han perdido un poco la pista. De hecho, la última vez que se encontraron, ella ni lo reconoció. Una semana en Hawái sirve para que retomen aquella amistad fácil que tuvieron de críos. Y algo más, claro, estupendo sexo sin ataduras.

Ninguno piensa que esto pueda ir a más. Ella se lo toma como su última cana al aire antes de convertirse en mamá. Supone que el trabajo y la criatura le ocuparán todo su tiempo en los próximos años.

Eric da la bienvenida a un rollo veraniego. No es de relaciones estables que lo distraigan de su auténtico amor, el hockey.

Hace años, le dijo su entrenador:

Eric, you can do anything. But you can’t do everything.

O sea, «puedes hacer cualquier cosa, pero no puedes hacerlo todo».

Ya que en la vida hay que elegir, establecer prioridades, decidió que su vida es el hockey.

Lo mismo que para Alex sus negocios.

Fíjate, con tantos libros de empresarios y millonarios que hay en Romancelandia, la verdad es que este es de los pocos que te cuentan lo exigente del negocio: las jornadas larguísimas, las presiones e inseguridades, los productos que lanzas y no sabes cómo va a responder, la búsqueda de proveedores, hasta el espionaje industrial o el personal con que trabajas y no siempre has elegido.

También ves la parte fea del deporte profesional como el dolor constante o las lesiones. Te pueden apartar de tu trabajo durante semanas, o una temporada o incluso para siempre.

Eric, mediada la treintena, no quiere ni pensar en retirarse.

En un momento del libro, Rebecca recuerda que la retirada es algo que les pasa a todos los atletas profesionales, tarde o temprano: o bien su rendimiento baja y prescinden de ellos o bien siguen jugando fabuloso pero sufren una lesión que compromete su capacidad. Nunca es fácil.

Este tipo de reflexiones hacen de esto un romance deportivo. Porque aquí no ves la liga, los partidos, o si entran o no en los playoffs. Eric, ya digo, está en recuperación y pasando por una dolorosísima rehabilitación.

Una cosa que me ha encantado de este libro es que, cuando las cosas parecen ir por un lado, luego resulta que cambian y van por otro. La de Eric y Alex no es una relación lineal, sino entrecortada, pasando épocas de no verse. No porque no se gusten o no piensen el uno en el otro sino porque… pasan cosas… o no pasan… Y luchan contra su atracción mutua que parece algo inconveniente. Una relación estable es algo que no entra en sus planes.

Habrá momentos intensos, otros sexis, más de uno francamente gracioso. Y otros sentimentales.

Aquí da un giro a la serie Brooklyn Bruisers metiendo un toque de suspense. Las amenazas contra Alex son reales, y notas que el peligro es cada vez mayor.

Luego si te pones a verlo es una de esas lecturas contemporáneas y sexis de la que te olvidas a los dos días. Pero mientras la has leído, te ha entretenido un montón.

Si le pongo «solo» tres estrellas (en realidad, sería más 3.5) pese a lo mucho que disfruté es porque hay cosas que me convencieron menos. Como esa primera persona dual, que aquí, como la mayor parte de las veces, me confundía y muchas veces no sabía quién hablaba.

Luego está todo el tema del embarazo de Alex y la maternidad, desde una perspectiva un poco idealizada. Qué fecundas son estas mujeres de Romancelandia. Es otra novela más que transmite la idea de que no hay final feliz si no hay criatura de por medio.

O que lo más sexi del mundo es un tipo fortachón con un bebé en los brazos.

Que sí, que cosas muy bonitas, sin duda.

Pero no siempre es así. No es tan fácil quedarse embarazada. Cuando quieres, no siempre puedes. Y tras un embarazo no buscado no siempre le sigue una maternidad ideal. A veces se aborta, otras se entrega en adopción, o se es madre soltera con muchas dificultades, o te casas de penalti y cometes el error de tu vida...

Hay muchos caminos posibles en la vida, y me parece a mí que Romancelandia habitualmente solo nos muestra uno.

Valoración personal: bien, 3

Se la recomendaría a: los fans de la fake relationship.

Otras críticas de la novela:

Harlequin Junkie, 5 estrellas

Simply Love, 5 estrellas

What’s Better Than Books, 9/10, que empieza la review «Humorous, romantic, and suspenseful!»

Book Binge, 4 estrellas

She Reads Romance, 4 estrellas

Aestas Book Blog, le pone 4 estrellas y te hace una lista de cosas que puedes encontrar aquí:

Here are all the boxes it checks:

Friends to lovers. CHECK!

Pretend relationship. CHECK!

Sports romance. CHECK!

Bodyguard romance. CHECK!

Romantic suspense. CHECK!

Pregnant heroine. CHECK!

Protective hero. CHECK!

Smart heroine. CHECK!

Hockey star hero. CHECK!

Low relationship drama. CHECK!

Sexy hotness. CHECK!

Light-hearted banter. CHECK!