domingo, 5 de agosto de 2018

Crítica: “The Centurion’s Choice”, de Sandra Schwab


Como leo más rápido de lo que publico, se me han quedado varias críticas en el tintero.  Estoy aprovechando este mes de agosto para sacar cada día una de ellas.



Leí «The centurion’s choice» en diciembre de 2017 y me encantó. Es como si Schwab hubiera escrito esta novela corta pensando en mí.

Historia antigua, enemigos a amantes, intercultural, autora europea...

DATOS GENERALES

Título original: The Centurion’s Choice
Subgénero: histórica/Imperio romano

Fecha de publicación original en inglés: diciembre de 2016
Parte de una serie: Eagle’s Honor #2.5

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Good Reads)

Es el año 178, y las tribus bárbaras de nuevo amenazan las fronteras del Imperio romano. Para empeorar las cosas, la promoción de Lucio en su cohorte auxiliar ha sido denegada, y en lugar de él, el gobernador ha nombrado a un temperamental y malhumorado romano como nuevo centurión de la Septem Gallorum -- y, de paso, pisotear las ambiciones de Lucio
Alto y fornido, con enormes hombros y pecho, el centurión Cayo Florio Corvo podría ser demasiado apuesto para la paz mental de Lucio, pero también ha dejado muy claro que no confía en Lucio como su segundo al mando. Sin embargo, a medida que son arrastrados a la guerra y cada uno tiene que asumir sus responsabilidades, a regañadientes comienza a crecer un respeto entre ellos, lo que pronto se convierte en amistad, ¿y quizás más?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
Pues sí, entró dentro del último tramo, como el número 990 de Las mil mejores novelas románticas. Obtuvo una crítica de 5 estrellas en la página web Joyfully Jay, que es mi referencia para el male/male romance; Camille, que escribe en dicha página, la seleccionó entre lo mejor de 2017 (por lo visto, lo que se publica en diciembre de un año cuenta editorialmente como del año siguiente). Y reúne un par de tópicos de los que a mí me gustan (y sé que no soy la única): «de enemigos a amantes» y «romance intercultural».


CRÍTICA

Cuando vi más o menos de qué iba esta novela corta (unas 150 páginas) me interesó, vaya, una romántica de romanos no es algo que te encuentres todos los días.
Pero lo que me decidió a comprarlo es la siguiente recomendación: «si te gusta la Historia, este libro es para ti».
Y como yo soy muy aficionada a la historia, en particular la de romanos (aunque prefiero el siglo I a. C. antes que la época de Marco Aurelio), pues ya no me lo pensé, porque tenía un precio razonable.
Aunque la autora no te abruma con datos históricos, es verdad que la historia se desarrolla en un entorno concreto, el ejército romano, y siempre es mejor si entiendes algunas referencias como lo que es un optio, un centurión o las tropas auxiliares.
Nada que no sepas si eres aficionado a la novela histórica tipo Simon Scarrow.
La cosa empieza con la cohorte auxiliar Septem Gallorum en formación para recibir a su nuevo centurión. Los auxiliares eran los cuerpos de extranjeros en el ejército romano, que se enrolaban con la confianza de que así podrían acceder a la ciudadanía romana.
Vemos la escena desde la perspectiva de Lucio, un osado soldado sirio que pensaba en la posibilidad de que lo ascendieran a esa posición. Pero no, el cargo se lo han dado a un recién llegado, de buena familia y, sí, ciudadano romano.
Lucio se quedará como su optio, o sea, su segundo o ayudante.
Claro que en lo que Lucio se fija no es exactamente en que le han quitado el sitio, sino en que Cayo es un armario empotrado, anchos hombros, excelentes piernas, cabello un poco demasiado largo,… y unos ojos que miran penetrantemente bajo un ceño fruncido.
En lo que piensa Lucio es, más bien, «vaya, ese es un hombre que no se arrodilla por nadie, ni tampoco se va a agachar por nadie». Todo en un sentido evidentemente sexual.
Una pena, si le preguntas a Lucio. Él es de otra cultura, de la zona oriental del imperio, más bien helenística, y sus costumbres sobre la homosexualidad eran diferentes a las de los romanos. Tenían esta cosa curiosa de que podía ser aceptable si uno era el «penetrador» pero nunca el «penetrado». De ahí que por ejemplo Julio César (que vivió más de doscientos años antes de esta historia de Schwab) tuviera ciertos problemas de imagen porque el rumor que corría era que se había dejado follar por el rey de Bitinia en su juventud. Para saber más, podéis leer aquí
Lucio y Cayo chocan desde el primer momento. Más por culpa de Cayo, que desconfía de su optio. Casi lo degrada desde el principio, y siempre piensa lo peor de cualquier cosa que él haga.
De ahí la parte «enemigos a amantes».
Tú notas, sin embargo, que se miran el uno al otro con ojos golosos. Pero nadie actúa al respecto durante un tiempo. Hay razones para ello: la hostilidad mutua, el ser uno ciudadano romano y el otro no, el que sea su superior e iría contra el honor abusar de un inferior...
La tensión se aguanta durante semanas y meses y campañas bélicas alternadas con campamentos de invierno…
La verdad es que te tiene que gustar la historia, sí, para sacarle todo el jugo a esta novelita. Aunque no se abunde en ello, se ambienta en la época de las guerras de Marco Aurelio contra cuados y marcomanos. Hay episodios bélicos, ataques más allá del Danubio, fuertes arrasados, y otros nuevamente alzados como bastiones frente a los bárbaros,…
Vamos, que si aparte de la romántica te gustan cosas como El águila en la nieve de Wallace Breem, o las novelas de, ya dije, Scarrow o el siempre entretenidísimo Saylor, entonces sí, no lo dudes, porque le encontrarás el gusto.
Que es lo que me ha pasado a mí, que me lo he pasado muy bien leyendo esta novela y cómo estos dos se mantienen hostiles mientras se echan miraditas, luego aprenden a confiar el uno en el otro, mantienen cierta amistad, hay algún encuentro sexual que no puede ir a más por toda una serie de circunstancias,… y cómo luego esos obstáculos que parecen tan importantes luego no lo son tanto cuando la realidad de la guerra se cruza en su camino.
No entro en más detalles porque no es cosa de destripar una novela que, ya digo, no es demasiado larga.
El argumento me parece muy bien llevado, los personajes atractivos, la ambientación fantástica,… aunque reconozco que hubo un par de cosas que me sacaron algo de la historia porque me sonaron poco romanas.
Por eso y porque no me ha dejado resacosa, no le doy 5 estrellas.
Pero desde luego sí que me ha dejado con ganas de leer más cosas de Sandra Schwab. Leo en Comparte Libros que Sandra Schwab nació en Alemania en 1976, que aunque es alemana y vive en Fráncfort del Meno, escribe en inglés y que «ha encantado a lectores en todo el mundo con sus inusuales romances históricos».
Creo que por eso tiene un aire especial, un toque muy auténtico cuando refleja esa vida en el limes romano.
Así que me la apunto como una autora de la que definitivamente, quiero leer más cosas… cuando su precio en electrónico esté razonable.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de la historia, especialmente antigua.

Otras críticas de la novela:

Sólo he visto críticas en inglés, y además poquitas. Allá van.

Crítica de 5 estrellas, en Joyfully Jay, que es la página que me descubrió esta novelita. 
Aquí lo incluyen en un artículo entre los mejores libros de romance gay del año 2016 «Rainbow Trends: Let’s talk about our favorite queer books of 2016».
Como no a todo el mundo nos gustan las mismas cosas, en Just Love: Queer Book Reviews, le dan 2 estrellas porque le pareció básicamente aburrido y sin mucho desarrollo de personajes
Y como no he encontrado más críticas, pongo el enlace a Good Reads, donde tiene, al tiempo de publicar esta crítica, una puntuación media de 4.04 estrellas.

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