martes, 28 de agosto de 2018

Crítica: “After hours”, de Cara McKenna

Sigo publicando cada día una de esas críticas que se me han ido quedando atrasadas.


Ya veis que esta primavera me dediqué a leer lo más granado de la producción de Cara McKenna. «After hours» fue la última lectura de ese maratón, en junio de 2018. Otra novela ganadora, pero tan intensa que tuve que parar de leer a esta autora, darme un descansito.
El sexo como vía de escape en una vida dura de por sí

DATOS GENERALES

Título original: After Hours
Subgénero: contemporánea, ¿erótica?

Fecha de publicación original en inglés: 2013

NOVELA NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Es peligroso sentirse atraída por un hombre áspero y preparado…
Erin Coffey ha sido enfermera durante años, pero nada la preparó para las exigencias físicas y emocionales de su nuevo trabajo. Por estar cerca de su disfuncional familia, asume un trabajo peligroso en el hospital psiquiátrico de Larkhaven, donde pronto aprenderá que necesita protección, y encuentra a un compañero fuerte y muy seguro de sí mismo, que está más que deseoso de proporcionársela.
Kelly Robak es justo la clase de tipo con la que Erin juró no implicarse nunca. Lo ha visto en el lío de su hermana, qué caos llevan esa clase de tipos a la vida de una mujer. Pero se siente atraída por él, de todas formas, incluso cuando él aparece en su puerta, poco dispuesto a aceptar un «no» por respuesta.
Lo que Erin encontrará aún más sorprendente que la propuesta indecente de Kelly es lo mucho que ella disfruta sometiéndose a sus órdenes. Pero no puede hacerse el tipo duro indefinidamente. Si quieren que lo suyo sea algo más que una aventura de fin de semana, tendrán que abrirse el uno al otro y revelar lo que de verdad necesitan.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas que hice en 2017, pero ahora sí que estaría incluida, en el novecientos y pico. Rudi (de Book Thingo) la leyó en 2017, y la recomendó. Ha tenido críticas máximas en Fiction Vixen, Rosario’s Reading Journal y The Badass Reviews. No es extraño que, a la hora de escoger el top 100 de All About Romance, los lectores se acordaran de ella… solo que no pasó de la segunda ronda.

CRÍTICA

Como adelanta la sinopsis, Erin Coffey ha aceptado un trabajo como enfermera en un hospital psiquiátrico para poder estar cerca de su hermana pequeña y el hijo de esta. Nunca había tenido un curro así. Es difícil, largos turnos de doce horas en los que no te puedes despistar. Siempre alerta y concentrado, para no equivocarte con la medicación y porque, en cualquier momento, siempre puede surgir una crisis.
Encima, sales y el entorno es de lo más deprimente: una de esas zonas industriales de EE. UU. que son cascarones vacíos, cuando de antes eran ciudades bulliciosas y llenas de gente.
Su primer día será difícil, pero confía en que –con el tiempo– aprenda a que esto no le pase factura emocionalmente.
Un compañero de trabajo, que la ve afectada, le dice que por qué no se van a tomar algo. Lleva anillo de casado, así que parece una apuesta segura. Lo último que quiere en ese momento es tener que rechazar propuestas sexuales.
Se trata de Kelly, un tipo impresionante con unas manazas enormes, fuerte, tipo armario empotrado, de esos que pasan con holgura del metro noventa… En su trabajo, un hombre tranquilo, una masa de músculos que sirve para controlar a los enfermos que, en pleno brote, se enfurecen y a los que hace falta dominar físicamente para que los enfermeros puedan ponerles una inyección.
¿Cómo se diría en España…? ¿Ordenanza, camillero, ATS,…? Ni idea. Tengo la impresión de que han cambiado tanto los nombres de las profesiones sanitarias que no lo tengo claro.
No es un hombre que hable con medias tintas. Contesta a sus preguntas sin inmutarse. No, no está casado. Sí, le gusta el sexo… a su manera. Y no admite otra.
Aparentemente, la clase de hombre dominante y un tanto machista que trajo a la madre y hermana de Erin por la calle de la amargura. Siempre los ha evitado. Aunque Kelly le atrae, sería un precio demasiado alto por puro sexo.
Claro que al final sí, Erin aceptará desfogar con sexo apasionado y sin compromiso.
¡Qué bien se le dan esas escenas eróticas a McKenna! Son largas, explícitas y excitantes. Me parecen difíciles porque, por un lado, tienes que contar con pelos y señales la mecánica exterior y, por otro, lo que pasa por dentro, cómo eso les cambia, o les influye.
La gente cree que las novelas románticas en general y las eróticas en particular, son fáciles de escribir. Como yo digo: que lo intenten. Traten de describir un momento que estimule físicamente al lector y, al mismo tiempo, le implique y absorba emocionalmente.
Realmente complicado, ¿y McKenna? De lo mejorcito que he leído.
Ni Kelly ni Erin vienen de familias normales. La vida les ha hecho fuertes e independientes, tienden a no preocuparse por lo que piense la gente. Se bastan por sí solos, y lo último que necesitan, al parecer, es una relación estable con nadie.
No están dispuestos a sacrificarse. Erin lo explica de una manera bastante divertida:
Preferiría ser Rizzo antes que Sandy, sin dudarlo. Rizzo encontró en amor sin cambiar ni un ápice. Sandy tuvo que vestirse de fulana, hacerse una permanente horrorosa y empezar a fumar.
El sexo entre ellos es fantástico, potente. Aunque parece que la cosa acaba nada más empezar. No será así, pero para llegar a su final feliz (o su «felices de momento») tendrán que aceptar que desnudarse emocionalmente es más difícil que hacerlo físicamente.
Y más comprometido, más arriesgado, más peligroso porque hay más riesgo de que a uno lo hieran y quede al final solo y dolido.
De nuevo, me parece que McKenna escribe de fábula. Sabe montarte una historia de amor muy intensa con personas que viven en un entorno modesto, con trabajos sencillos, y vidas complicadas.
Aunque la venden como erótica, no lo acaba de ser del todo. No es «porno escrito», uno de esos libros «chorreantes de sexo» con escena sexy por cada capítulo. No. De hecho, si me pongo a contar, igual escenas eróticas hay dos o tres en todo el libro. Eso sí, la sensualidad es superior a la media de una novela contemporánea.
Un libro totalmente recomendable. El estilazo me encanta, el ritmo de cómo narra, las palabras que usa, y esa ambientación tan normal, tan de la vida misma…
No me moló demasiado la narrativa en primera persona, ni los personajes me gustaron tanto como los de otras novelas suyas.
Y luego que Kelly es un sexista, más que machista, pero aún así... hay cosas que un hombre puede (y debe) hacer, y una mujer simplemente no puede. Reconoce que las novias le dejan porque tiene esa actitud de que «o las cosas son como yo quiero, o no hay nada que hacer» y claro, en una relación todo el mundo tiene que ceder algo, ¿no?
Por ejemplo, en su opinión hay cuatro cosas que un verdadero hombre tiene que ser capaz de hacer por una mujer:
Arreglarle el coche. Asar un filete a la parrilla. Patear el culo de cualquier tipo que la haga llorar. Y follar tan duro que ella se levante medio lisiada.
Luego resulta ser un perro más ladrador que mordedor. Con una mujer fuerte como Erin, las cosas salen mejor si conserva su libertad. Hacer el bruto está muy bien siempre que haya una palabra de seguridad para parar la cosa cuando haya algo que a ella le disguste.
Erin se reprocha a sí misma verle más de una vez como un animal, y ceder a sus deseos. Siente que es un poco traicionar su feminismo. Pero su auténtico problema es su hermana, a la que intenta proteger, defender, salvar,…
Seguiré leyéndome los libros de McKenna. Tiene muchas cosas que me hacen tilín: vidas contemporáneas normales, entornos descarnados, sentimientos intensos y sexo fabuloso. Con toques de dominación pero siempre desde el respeto y sin hacer sangre.
Un «erotismo Ikea» en toda su crudeza que me gusta más que el «erotismo de postureo gore» de clubes sado-maso y sangre por todos lados.
No es de esos libros que te dejen resacosa, creo que porque es demasiado intenso emocionalmente, duro el entorno, y entonces deseas que esto acabe ya, descansar un poco de algo tan potente.
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas duras con toque sexy.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado ninguna crítica en español, así que si alguien conoce de alguna, siéntase libre de contármelo más abajo.
En Dear Author, B+, y Recommended read.
Y luego, dos artículos-críticas que demuestran que esta novela da mucho de sí para sentir y reflexionar:
En Wok-O-Mance, «Terrible Love: Cara McKenna’s AFTER HOURS» escrita por Mary Ann Rivers, novelista y enfermera, y le encanta, porque refleja la dureza de los turnos de 12 horas.
En Romance Novels for Feminists, se reflexiona sobre seguir siendo feminista cuando accedes a prácticas sexuales en las que la fuerza bruta del macho te domina y encima te gusta «Feminism and Male Aggression: Cara McKenna's AFTERHOURS» en Romance Novels for Feminists.

1 comentario:

  1. Tras lo que cuentas de esta escritora tengo que darle una oportunidad, parece que tiene cosas que me gustan mucho. Miraré entre lo que he ido pillando indiscriminadamente (dichosas ofertas...) a ver si tengo algo de ella.
    Gracias por la reseña, Bona! Tan estupenda como siempre.
    Besotes!

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