viernes, 6 de agosto de 2021

30 años de… “A rose for Maggie”, de Kathleen Korbel

 

De las de toma klínex y moja


 

DATOS GENERALES

 

Título original: A Rose for Maggie

Género: contemporánea

Fecha de publicación original: 8/1991

Páginas: 328

Serie: Silhouette Intimate Moments - 396 / Silhouette Sensation - 285

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (de Fiction Data Base)

Una clase especial de amor.

Allison Henley pensaba que su vida sería plena cuando diera a luz a su hija. Pero parece que su sueño de tener una familia no sería posible. Abandonada por su esposo, Allison se queda sola para criar a una niña con necesidades especiales. No puede esperar tener otro hijo, y desde luego no puede arriesgarse a enamorarse de nuevo…

Hasta que conoce a Joe Burgett. El sexi escritor de libros infantiles es el compañero perfecto, guapo, compasivo y fuerte. Pero, sobre todo, quiere tener hijos propios, un regalo que Allison no puede darle. ¿Cómo puede pedirle a Joe que la acepte, a ella y a su hija especial, sin ofrecerle aquello que él realmente quiere?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

La incluí en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, versión de 2017, en el puesto 247, y ha seguido estando en las dos versiones posteriores, 2019 y 2021. Cuando en The Romance Reader escogieron las cien mejores novelas románticas a finales del siglo XX, esta apareció la 81. Estuvo también en el primer Top 100 de All About Romance, la 56. También la encontré en un listado de libros de romances en PaperbackSwap, la 32, y por supuesto, RomanceNovels.Me la metió en su Top 1.000, la 44. Ganó el premio RITA al mejor romance contemporáneo largo. Romantic Times la incluyó en sus favoritos de todos los tiempos. En The Romance Dish la calificaron con cinco estrellas. Es una de esas novelas con héroe beta.

 

CRÍTICA

Kathleen Korbel es un seudónimo que usó Eileen Dreyer sobre todo para sus novelas genéricas, las escritas para Silhouette. Harlequin Ibérica ha traducido algunas para sus líneas Tentación y Deseo.

Algunas de estas novelas genéricas son más largas, como ésta, o la otra que leí de Korbel, A soldier’s heartLe di cinco estrellas y me pareció una de las mejores novelas románticas que hubiera leído nunca.

Allison, la protagonista de esta historia, es madre en solitario de Maggie, bebé de seis meses con problemas cardíacos y síndrome de Down. El padre de la criatura la dejó sola a los cuatro días del nacimiento de la nena.

Así que queda ella sola, trabajando de editora y a cargo de una criatura que exige dedicación constante. Cosas como ejercicio físico para fortalecer sus músculos, o hablarle todo el tiempo. Acabas agotada solo de leerlo.

Comprenderéis que no tiene ni tiempo, ni ganas, ni energía para buscar pareja.

Es que aún no conoce a Joe, claro.

La empresa de Allison le encarga averiguar la identidad de un esquivo escritor de libros infantiles. Quieren hacer publicidad en torno al misterio desvelado de este autor de éxito.

Eso lleva a Allison a la puerta de un tipo fornido, un carpintero de cálidos ojos castaños con el que conecta en seguida.

Joe es un tipo familiar, vive cerca de sus padres y hermanos, rodeado de niños, sobrinos y sobrinas a los que adora. Quiere encontrar a una mujer con la que fundar su propia familia, y Allison es perfecta.

Allison mantiene las distancias, aunque él le guste y hasta sienta aquello tan olvidado que es el deseo. Bastante tiene ella con lo suyo, y con una cirugía problemática con Maggie dentro de pocas semanas.

Pero Joe no se da por vencido. Acabará descubriendo que Allison tiene una niña enferma. Su reacción me pareció perfecta. Ni rechazo ni aceptación inmediata, no.

Su actitud podría resumirse de esta manera: espera un momento, esto no es lo que yo esperaba en mi vida, yo pensaba en tener hijos sanos, un montón, contigo, y me encuentro enamorado de una mujer que tiene una hija con síndrome de Down que encima me dice que no se va a arriesgar a tener más hijos. ¿Puedo con ello? Estoy enamorado de ti, pero primero tendré que ver exactamente en qué consiste esto y si soy lo suficientemente fuerte o capaz de aceptar esto, que nuestra vida será esta, que solo tendré un hijo, un hijo que nunca será estrella del deporte o presentador de televisión o… no, bastante tendrá si consigue ser autosuficiente. Y mientras intento comprender… estaré a tu lado, apoyándote en lo que necesites.

Desde luego, Allison necesita ayuda, que cuiden de ella también, un poquito. Pero no imponiendo lo que creen que es mejor para ella. A veces basta tener un hombro en el que apoyarse, unos oídos comprensivos a los que hablar. Tu héroe beta perfecto.

Joe, además, está de toma pan y moja y tiene su gracia, mantienen diálogos con chispa. Dentro de una historia que tiende a lo tristón, ese sentido del humor que a veces aflora es de lo mejor. No hay como estar en el hospital, pasándolo fatal y que te hagan sonreír. A veces mojas la pestaña y otras sonríes por algo que te hace gracia.

Sería una novela sentimental si no fuera porque el centro es la historia de amor entre Allison y Joe.

Me encantan estas novelas efímeras, pensadas para durar solo unas semanas en las estanterías de los kioscos y, sin embargo, la gente las guarda, y las relee, y las recuerda años después.

Se publicó en 1991. En la edición digital de 2016, que es la que he leído, Eileen Dreyer dice que ha cambiado algunas cosas. Palabras que se usaban entonces para referirse a los discapaces y que hoy resultan ofensivas. Solo las ha conservado en los diálogos. Cosas como mongoloid y retarded, supongo. Es verdad que en los ochenta-noventa decías “mongólico” (o “mongolo”) o “retrasado” sin problemas. Hoy rechazamos esas expresiones, sin dudarlo un momento.

Como me ocurrió con A soldier’s heart, esta historia me ha encantado. Se puede contar perfectamente una historia de amor inolvidable con gente normal y problemas reales, adultos. Porque te mezcla lo lacrimógeno con el humor, con la chispa del deseo, no todo es trágico en la vida.

Te quedas con la impresión de que estas personas, o alguien muy parecido, existen de verdad en algún sitio. Gente real con problemas reales que logran su final feliz tras un camino nada fácil. 

Como dije en mi reseña de A soldier’s heart, el sufrimiento no es romántico, pero la comprensión, sí. 

Eso es lo maravilloso de esta novela, cómo Joe intenta comprender qué es la vida de Allison, qué necesita ella y si él tiene lo que hay que tener para estar a su lado y compartir una vida que no tiene pinta de ser lo que él querría, lo que siempre ha deseado.

Menos me gustan los fragmentos de los cuentos infantiles que mete. Esto baja la apreciación a 4 estrellas, si comparo con lo mucho que me gustó A soldier’s heart. Para puntuar un libro, ya lo he dicho muchas veces, lo comparo con otros del mismo autor. Este se me quedó un peldaño más abajo que el otro. Quizá, también, porque el mundo de los soldados, y exsoldados, las vivencias en tiempo de guerra y sus secuelas, me interesan un poco más que el mundo editorial o las novelas con niños.

En cualquier caso, me explico perfectamente que esta sea una de esas novelas favoritas de todos los tiempos. Por eso le rindo este homenaje. Me deja con ganas de leer más de la autora, aunque supongo que lo mejor de su producción ya lo he leído. Me convencen los personajes adultos y temas serios combinados con sentido del humor y héroes beta.

Miraré a ver si hay alguna destacada entre los harlequines traducidos. O qué tienen en Kindle Unlimited. Además de contemporáneas, ha publicado thrillers médicos, históricas y hasta alguna paranormal.

Ya os contaré.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: historias reales como la vida misma, con su drama y su humor.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español.

The Romance Dish, cinco estrellas

Quien nos cuenta que desde 1991 es uno de sus romances favoritos, que ha leído y releído. “Durante más de veinticinco años, ha sido uno de los libros que cito en mi respuesta a aquellos que se quejan de lo limitada que es la novela romántica”.

Exacto.

All About Romance, B+, y dice que no le puso una crítica DIK A porque esperaba que, de alguna manera mágica, la niña “se curase”, o sea lo imposible. Admite que es algo muy superficial.

Análisis detallado en AllReaders.com. 

Y como no he encontrado más, recurro a los sospechosos habituales:

Amazon, 4.8 stars

Good Reads, 4.21 stars

Acabo con una entrevista que Ella Quinn le hizo en 2013 a Eileen Dreyer. 

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