Un encanto, tópico pero auténtico, cosas raras
Dr. Off Limits
Doctor Inalcanzable
Por Louise
Bay ‧ Fecha: septiembre de 2022
Como me he leído el segundo y el tercero de la
serie Doctor, es lógico que complete con el primero, por fin alguien a quien
parece que sí le gusta esto de ser médico.
Así, ¡a lo loco, voy leyendo a lo loco! Las series en desorden y sin premeditación, la 2.ª, la 3.ª, y ahora la 1.ª, ¡dale!
La cosa empieza con una cita a ciegas, entre Sutton Scott (¿veintitantos?) y Jacob Cove (36), los dos médicos. Pero
como prefieren tener la fiesta en paz, intentan no hablar para nada de
medicina. Conectan, una cosa lleva a la otra, piensan que lo suyo puede estar
bien…
Y luego resulta que ella está haciendo el MIR o
algo parecido, y él es uno de los profesores, en el mismo hospital. Así que
cualquier cosa entre ellos parece imposible.
Jacob aspira a un ascenso, y no queda muy bien que
se ande beneficiando a las alumnas… Y Sutton está empezando en su carrera
profesional, y quiere que la valoren por sus méritos, y no se le cuelgue el
sambenito de progresar por acostarse con su jefe.
Claro que ellos proponen y Romancelandia dispone.
Es difícil mantenerse alejados cuando la carne es débil y estos dos se llevan
tan bien.
El conflicto es, sobre todo, interno, no ven forma
de llevar adelante su relación, públicamente, sin dañar sus carreras.
A mí más que la fama o el qué dirán, lo que me
preocupa es algo que no llega a decirse en ningún momento. Es que se supone
que él, de alguna forma, tiene que evaluar, o valorar, el desempeño profesional
de ella. Para mí eso es un grandísimo «no, no» cuando hay una amistad íntima.
Sobre todo, estando en el NHS, es decir, un servicio de salud público, en que eres un empleado cuyo sueldo se paga de los impuestos… pues mira, no, tienes que ser escrupulosamente neutral.
Que sí, que
ya sé que aquí hay profes que son maestros de sus hijos en la pública y no pasa
nada. Pero a mí me parece que queda muy feo.
Por lo demás, pues una novela muy Louise Bay. El
planteamiento es equivalente a un harlequín, pero contado un poquito mejor en
el sentido de que los personajes son muy de carne y hueso. Ello, a pesar de
que son auténticos estereotipos. Las cosas que idean las escritoras para que
sus héroes sean millonarios, incluso cuando son servidores públicos, me parecen
la bomba.
En este caso, al parecer, él diseñó algo muy
particular de joven, emprendió y lo vendió y de ahí que tenga pelas.
Novela muy agradable de leer. La perfecta tres
estrellas, que te distrae y agrada, pero luego sinceramente, a los dos días, te
acuerdas de muy poco. O sea, que si tienes KU, está bien que aproveches y la
leas. Yo no me la compraría por el precio auténtico. Ahora, ¿pagaría los 17,05
€ que cuesta en español, en tapa blanda…? Pues solo si has leído a Louise Bay y
tienes claro que te gusta, porque es muy competente y agradable leer estas
cosas.
Después de todo, considerando las cosas tan tontas
que traducen, esto es de lo más o menos potable.
Ahora, a día de hoy, en mi caso, leyendo como leo
en español y en inglés, en papel y en digital, pues mira, yo no lo pagaría.
Me hace preguntar cuántas novelitas de este tipo
tendré que seguir leyendo hasta encontrar una de esas que de verdad me llene.
Mi experiencia: buena, 3 estrellas.
1.ª
edición, 9/2022
Louise Bay
Print / eBook
/ Audio
Parte de
una serie: Doctor #1
Páginas: 288
En español: Doctor
Inalcanzable (PHOEBE, 7/2023) Tapa blanda
Páginas: 292
Crítica en El rincón romántico, que la califica de «estupenda lectura».
Estoy contigo: en una posición de responsabilidad pública, la apariencia de pecado es tan mala como el pecado, porque cómo pruebas que no hay pecado, inclusive a un@ mism@?
ResponderEliminarY sin comentarios con aquello del doctor de clínica pública que es millonario, que cualquier día.
Si, la fantasía de millonario, tan harlequinera... Hay que ver las cosas que idean las autoras de romántica para convertir en millonarios a sus protagonistas. No entiendo el porqué, hay historias románticas maravillosas sin necesidad de que sea gente con pelas.
EliminarYo entiendo el querer no tener que perder sueño por falta de dinero; pero comi bien dices, tampoco es necesario que absolutemente todos sean ricos. Es indolencia y falta de imaginación.
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